Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Meyer, yo los utilizo sin ánimo de lucro
Mi nombre es Royce y estoy borracho. Sí, voy como una cuba, y me lo estoy pasando en grande.
Mis amigos y yo estamos celebrando que quedan pocos días para el fin de mi libertad, me caso. Pero me caso con la mujer más guapa que existe en todo el mundo, Rose.
Hablando del rey de Roma, o la reina, da igual...
—Tíos, mirad a mi Rose, ¿a que es la mujer más hermosa que habéis visto nunca?
—Va demasiado tapada para poder apreciarlo.
La verdad es que Tom tenía razón. La quité la rebeca, la bajé el vestido, desgarrando los tirantes. Di otro trago a la botella de whisky y todo comenzó a estar borroso por los bordes.
Desgarrar, tirar, quitar... No, otra capa más, maldita sea. Desgarrar. Sí, por fin, la ropa interior. Tirar... y ver, observar tocar, besar y morder. A lo lejos oigo gritos pero ya nada importa, todo se vuelve más borroso.
—King déjanos algo.
—A ciegas, obedeces, ofreciendo el suculento manjar de una hermosa y pálida mujer rubia, con los senos descubiertos en la fría noche. Muerdes, tocas, violas y dejas que violen a tu futura mujer delante de ti, en una calle oscura, presa del alcohol.
Llevaba temiendo este momento semanas, desde que empezaron a morir mis amigos. Y ahí está, más hermosa que nunca. Con unos ojos rojo brillante que me miran con odio tras una fina tela blanca. Es un velo, lleva un vestido de novia, el vestido de novia con el que Rosalie Hale iba a convertirse en mi esposa.
—Vas a morir, lo sabes. Vas a pagar por lo que me hiciste.
—No, no...
Pero es inútil, el dolor me parte en pedazos y siento asfixia, dolor, quemazón, vuelta al dolor... Una tortura interminable, insoportablemente dolorosa a manos de la mujer más hermosa del mundo.
Dolor, dolor... y paz. En el segundo antes de que mi cuerpo dejara de funcionar sentí el alivio de que, por fin, podía morir... no iba a sufrir más dolor...
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