Los personajes de TWD no me pertenecen, los créditos a su respectivo autor.

Atte. Goliath.


Observar.

Los escrutó con los ojos, cuándo aquella pañoleta escondía gran parte de su rostro. Una mueca ambigua se contoneaba por las comisuras de sus labios, antes de que despejara de su rictus arañado la tela blanquecina. Respiró hondo, antes de que sus orbes se incrustaran en un marrón andrajoso. Vertiginoso, escurridizo, quiso huir de allí. Mucho antes de que sus manos se estamparan contra el de la ballesta.

Y cuándo su cuerpo impactó contra el asfalto supo que aquello no estaba bien. -¿Qué te causa tanta gracia, tú, bastardo?- Le escuchó decir, mientras una de sus manos le tironeaba de sus vestimentas malgastadas. Le devolvió la mirada en silencio, un poco más libertina y quizás más lasciva. Antes de nuevamente caer, no pudo evitar soltar una suave carcajada cuándo hubo sentido la lata contra sus piernas. El hombre era de pocas palabras. Removió de su nariz rastros de sangre. Y era más interesante de esa forma.

Quizás hubiese sido mucho mejor no haberse arremetido contra el vehículo, quizás de esa manera no hubiese perdido la comida. Se relamió los labios. Entonces, no estaría en tal posición. -¿De qué más me podría reír?- Respondió tardíamente, cuándo su cuerpo oprimía con fuerza el ajeno. -Daryl Dixon.-


Pequeño Doodle.

Gracias por leer algo tan pequeño.