A mil por hora
Bella Pov
-Buenas noches
-Buenas noches cariño.
Subí los primeros escalones con la mayor calma posible, tratando de llamar la atención y levantar sospechas. Pero, en el momento en que salí de la vista de mis padres, subí el resto como alma que lleva el diablo. ¡Dios mío! Ya se me había hecho tarde, no tarde, TARDISIMO, Alice, Rose y Victoria me iban a asesinar.
Entre a la habitación y corrí hacia mi walk-in-closet (N/A: es un tipo de recamara-armario). A pasar de que era enorme y siempre me quejara de el exceso de ropa y zapatos que tenía en el, por supuesto elegidos minuciosamente por mi prima Alice, la verdad sin él no hubiera podido esconder por tanto tiempo de mis padres, como dice la canción, my dirty little secret.
Cuando llegue a la sección de vestidos, la más alejada, y por lo tanto, la que mejor estaba fuera de vista, busque un pequeño botón en la parte superior del armario. Cuando lo apreté, detrás de todos los vestidos una pequeña compuerta se abrió en la parte inferior de la pared. Entre por la puerta, accediendo a una muchísimo más pequeña habitación, donde tenía guardado una que otra cosa prohibida, como decía Alice.
Y sin perder más tiempo me quite la pijama y me puse la ropa que Alice me había dado en la mañana, y me dijo que tenía que usar. Claro, al principio me negué rotundamente, argumentando que era libre de usar lo que yo quisiera, pero después ser chantajeada olímpicamente por esa hada del demonio, acepte ponérmela. Mire mi reflejo, y siendo sincera, no me veía nada mal: los leggings negros de cuero, la blusa asimetrica negra con apertura en la parte de atrás, los botines negros semiabiertos, y la chamarra negra de cuero, toda propiedad de BCBG, me daban una imagen de chica mala pero a la moda.
Iba a agarrar mi bolso y salir de mi escondite cuando mi celular sonó. Pensé en dejarlo sonar pero sabía que si no contestaba, las tres me iban a asesinar.
-¡Se puede saber porque tardas tanto Isabella!.- me contesto una muy furiosa Alice ¿Cómo sabía que estaba furiosa? Sencillo me había llamado Isabella.- ¡Vamos a llegar súper tarde! Acaso no has dado cuenta de la hora, neta ¿para qué crees que te regale ese magnífico reloj Cartier, eh? Pero parece que no sirvió de nada ya que sigues llegando tarde!
- Te puedes tranquilizar, Alice. Sabes que no me gusta usar cosas tan caras…-pero gritos y ruidos extraños, del otro lado del teléfono, llamaron mi atención.- ¿Alice, estas ahí?
- No soy Alice, pero más te vale estar aquí en cinco minutos, si no te la quieres ver conmigo, Isa.- me respondió ahora la voz de Rosalie. Habiendo dicho eso, colgué el teléfono y salí lo más rápido posible.
Se preguntaran que hacía yo, Isabella Marie Swan, hija del multimillonario y gran accionista Charlie Swan, saliendo a escondidas por la ventana de su cuarto a la 1 de la madrugada, como un pequeño ladronzuelo.
Pues resulta que ser la hija de un multimillionario no es nada fácil. Muchos piensan que tu vida va a estar llena de grandes lujos y diversiones todo el tiempo, pero eso no es verdad. No niego que de vez en cuando si los hay pero también hay millones de obligaciones, reglas y responsabilidades que tienes que cumplir ante la sociedad. Desde chica mis padres me inculcaron que siempre me debía de comportarme conforme dichas reglas, es decir, con clase y sofisticación. Que estas las tenía que cumplirse al pie de la letra, ya que cualquier error, podría costarme mi futuro. Siempre eran las mismas reglas: "Siéntate derecha", " No pongas los codos en la mesa", "Saca el pecho, mete la panza", "No te encorves"," No te grites", etc. Haciendo que mi vida fuera tan tediosa, aburrida, desagradable y tan monótona. Nunca lleve la contraria a mis padres y siempre cumplí con el papel de la niña buena, ya que sabía que todo esto era súper importante para ellos. Pero para mí todo eso eran pendejadas, tonterías las cuales solo te hacían cumplir con un roll de la sociedad anarquista en la que vivíamos.
A pesar de todo, lo único bueno que había valido la pena eran los viajes alrededor del mundo. Debido a que mi padre tenía que viajar constantemente alrededor del mundo, mi madre había tomado la decisión de que ella y yo acompañaríamos a papa a donde fuera y cuando fuera. Y por esa misma razón, en los 18 años de mi vida había visitado 25 países entre ellos: México, Chile, Argentina, Venezuela, Colombia, Canadá, Inglaterra, Alemania, España, China, Japón, e Italia. Pero el que tuvo mayor impacto en mi vida fue este último, ya que aquí fue donde todo cambio.
Durante gran parte de mi existencia, pensé que mi vida seguiría igual, que la esto no tendría solución, y que lo más probable es que muriera frustrada y enojada por esta vida de la chingada. Pero todo cambio cuando papá decidió tomar unas vacaciones para estar más tiempo con nosotras y unirnos más como familia. El destino: Italia, por supuesto. Fue en una fiesta, donde los conocí, mis primeros amigos y también mis grandes salvadores: Felix, Alec y Jane, hijos de dos integrantes de una de las dinastías más importantes en Italia y por supuesto, grandes amigos de mi padre: Aro y Cayo Vulturi.
Cuando los vi, mi primera impresión, fue que eran unos niños engreídos y mimados como todos aquellos que había conocido a lo largo de mi vida. Pero conforme los fui tratando me di cuenta que ellos eran completamente diferente, que ellos no eran los niños de papi que pretendían ser sino todo lo contrario. Al igual que yo, jugaban al papel de los niños buenos por sus padres, pero dentro ellos odiaban a esta sociedad elitista. Pronto me di cuenta que ellos escondían un gran y jugoso secreto. Al principio decían que solo eran invenciones mías y que veía cosas donde no las había. Pero al ver que yo no quitaba el dedo del renglón y no estaba dispuesta a rendirme hasta saber que era lo que escondían, costara lo que constara, me lo confesaron.
Su gran secreto era: el drifting clandestino o como muchos lo conocían, carreras clandestinas. Es por eso que no le decían a nadie, ya que eso está mal visto en la sociedad, sobretodo porque era peligroso y, sobretodo, prohibido. No voy a negar que sentí varias cosas a la vez, pase de la sorpresa a la preocupación al interés. Mucho interés. Debido a que vieron un gran interés de mi parte, ellos accedieron a enseñarme todo lo que sabían, con la condición de que no dijera absolutamente nada. Me enseñaron cada uno de sus trucos y técnicas. Y desde entonces no lo he podido dejar, y fue que por eso que cuando me mude permanentemente aquí, a Los Ángeles, busque al primo de Félix, Demetri, el cual a su vez era el mejor corredor de la zona.
En un principio, yo no quería meter a mi prima y a mis mejores amigas pero ellas lo descubrieron y no me quedo más que acceder a sus peticiones, ya que corría el riesgo de que me delataran. Pero aun asi ellas, en vez de ser una molestia, fueron de gran ayuda ya que para una mujer el mundo de las carreras no es nada fácil.
Por dicha razón, en estos momentos me encontraba escapando de mi casa para encontrarme con las chicas, y poder ir a reunirnos con Demetri, el cual nos había llamado para avisarnos que hoy se celebraría una carrera al sur de la ciudad, y que por lo mismo, nos tenía una muy grata sorpresa.
Baje con cuidado por la enredadera y me dirigí hacia la pared norte de la casa, donde había un agujero, que yo misma había cavado para así poder salir cuando quisiera, a la hora que quisiera. Cuando salí del agujero (tratando de no manchar la ropa) corrí hacia el coche de Rosalie, subiendo a la parte trasera.
-Dios mío, creí que iba a morir de vieja.- dijo Rose arrancando el coche inmediatamente cerre la puerta
-No seas exagerada, Rose, solo me tarde 15 minutos
-¿15 minutos? Fueron casi 45, Isabella.- dijo Alice volteando a verme de manera amenazante desde la parte de adelante.
-Por dios chicas, ya déjenla en paz. Saben por experiencia propia que no es tan difícil escaparte cuando tus padres suelen dormirse a la 1 o 2.- dijo Victoria a mi lado apoyándome.- Así que en vez de andar molestando a Bells. Mejor explíquenme ¿Por qué demonios Demetri nos quiero ver tan temprano? Ósea las carreras no empiezan hasta ya muy entrada la madrugada.
-Pues a mí no me quiso decir nada, pro mas que trate de sacarle algo, no se dejo Solo me dijo que tenía una sorpresa para las cuatro y que nos iba a encantar.- dijo Alice mirándonos por el retrovisor.
- Al parecer también quiere informarnos sobre el nuevo material que va a haber en la carrera de hoy-dije sacando mi celular y revisándolo.
-¿Nuevo material? ¿Sabes de donde?.- dijeron Alice y Victoria emocionadas. Este término por lo común lo usábamos cuando alguien nuevo entraba a las competencias
-Al parecer los cuatro vienen Italia pero originalmente dos son de Washington y los otros dos son de Texas…
-Así que Italia, ¿eh?.- dijo Rose algo picara.- ¿No fue ahí donde conociste, a tus amigos los corredor?
-¿Crees que tengan algo que ver con ellos?.- la mire sorprendida
-No lo sé, puede o puede que no.- dijo Rosalie no dándole importancia.- Lo único que sé es hoy, definitivamente, nos vamos a divertir mucho
- Pues, chicas, que empiece la diversión.- dije estallando en carcajadas.
CHIKAS pues que creen? ya les traigo nuevo fic jajajaja es que en serio, necesitaba escribirlo porque sino, no me iba a dejarme terminar el otro. Pero como al fin lo hice, creo que sera mas facil terminar el otro fic.
Pero bueno ... que les parecio? bueno o malo o desastrozo? jajaja pero porfas haganmelo saber dejando muchos reviews jajajajajaja
Sin mas que decir, se cuidan mucho y nos vemos hasta el prox capitulo.
