My Eternity
…
-A donde me llevas?
-A un lugar que estoy seguro, te gustará ver de diferente manera
Wufei asintió levemente y se recargó en la espalda de Trowa, cerrando sus pequeños ojos mientras las ráfagas de viento provocadas por la velocidad de la motocicleta en la cual iban ambos, movían su cabello, al tiempo que se dirigían hacia algún lugar a donde fuera que el otro deseara llevarle. Iban por la orilla de una montaña cuyas laderas eran suaves y verdes y pocos árboles crecían… realmente, era un sitio bello aunque no podía contemplarse en todo su esplendor, debido a la oscuridad de la noche que en esos momentos los cubría.
Las estrellas parecían un hermoso tapiz de brillantes, iluminandolos y haciéndoles pensar que todo era hermoso… que todo era eterno, tan eterno como lo que ambos sentían el uno por el otro… pero… no todo podía ser así… el destino era demasiado cruel… mas que la mismísima guerra…
Repentinamente, una luz amarilla se atravesó al carril donde iban ambos chicos. Wufei abrió los ojos espantado, para aferrarse a la espalda del chico de ojos verdes y luego, apretó los ojos fuertemente… no deseaba ver…
Nada. No sentía nada… a momentos, un poco de mareo, un extraño picor en la nuca… un inquietante y lejano dolor, que se perdía a través de la niebla producida por el shock y aquel caliente y vital líquido que se le escapaba cada vez mas, comenzando a minar lentamente su vida…
El dolor atravesó su cuerpo de manera repentina, haciéndole gemir a duras penas… casi no podía hablar… casi no podía moverse… Trowa… donde estaba Trowa en aquellos momentos?. La dura realidad le saltó a la mente y en segundos, levantó un poco la cabeza mirando alrededor. Había fuego, un líquido extraño brotando de un camión que al parecer había volcado, comenzando a incendiarse… un poco mas lejos, la motocicleta completamente destruida… forzó la vista, a pesar de que solo le provocaba mas dolor de cabeza, en especial la brillante luz de las llamas hasta que encontró lo que buscaba.
El cuerpo de Trowa se encontraba mas adelante, tirado casi en la orilla de la carretera, inmóvil, sin dar señales de vida; haciendo un enorme esfuerzo el joven dragón comenzó a arrastrarse por el pavimento, intentando llegar hasta donde su amado se encontraba.
Intentó llamarlo, pero sin resultados… no podía articular palabra alguna así como de que estaba seguro de que el chico no respondería a su voz; estiró un brazo para intentar alcanzarle, mientras gruesas lágrimas comenzaban a caer de su blanco rostro. Su cuerpo se sentía extraño. Mientras se arrastraba, volteó un poco y se dio cuenta de que nada de la cintura hacia abajo respondía; su cuerpo estaba completamente torcido… parecía que se había roto la cadera y debido al shock en el que aún permanecía, el dolor no se había hecho presente en su plenitud.
Continuó arrastrandose, haciendo fuerza con los brazos hasta que llego al lado de su amado. Le tocó el rostro con los dedos, volteándole ligeramente hacia arriba… todavía respiraba, aunque sangraba de la cabeza, al parecer, solo era eso, no tenía nada mas grave.
Sus cascos… donde se encontraban? Miró nuevamente alrededor, estos se encontraban varios metros mas adelante, casi destruidos dando fe de la fuerza con que habían sido lanzados del vehículo… tenían muchisima suerte de estar con vida.
Sonrió un poco, mientras la luz del fuego comenzaba a iluminar el sitio a su alrededor… lo conocía… si, estaba seguro… había sido aquel sitio. Volvió a llorar, sonriendo un poco dándose cuenta de donde se encontraban… así que ahí era a donde lo había querido llevar Trowa… y justo en su aniversario… Un ruido a sus espaldas lo sobresaltó: el camión que los había atropellado estaba a punto de estallar por las llamas y ellos no podían moverse; en un acto desesperado y angustiado, haciendo mucho esfuerzo levantó su propio cuerpo con la fuerza de sus brazos, hasta colocarse encima del chico de cabello castaño, cubriéndole.
-Perdóname Trowa- susurró al tiempo de que cerraba los ojos y aquel vehículo estallaba, enviando su material incandescente hacia todas partes, a la vez que varios objetos pesados comenzaron a llover como granizo, cayendo uno de estos exactamente donde se encontraban los chicos…
…..FLASH BACK…
La luz de la hoguera iluminaba aquellos ojos negros, que miraban el fuego sin mostrar expresión alguna, fuera de la decepción que sentía hacia sí mismo por haber perdido una batalla, que él consideraba fácil de ganar, al igual que su misión.
Había fallado. Y lo peor aún, es que estuvo a punto de morir y su enemigo, en lugar de acabar con él le había dejado vivir para recordar todos los días, la vergüenza de haber perdido… ante su enemigo… ante él… ante quien lo había humillado y tendría que seguir viendo una y otra vez en sus pesadillas.
Gruñó y se recargó entre sus manos, furioso consigo mismo mientras el ruido de hojas al romperse le indicó que alguien se acercaba de manera lenta; Trowa Barton se acercó al chino y le tendió lo que parecía ser una taza de metal, con algún líquido oscuro en su interior.
-Es café- dijo el chico al notar la cara de duda del chico
-Negro?- preguntó Wufei, después de darle un sorbo a aquella amarga, pero cálida y reconfortante bebida
-Es bueno para los nervios- dijo simplemente sentandose en un tronco ubicado del lado del primero
Wufei apretó aquella taza entre las manos con furia contenida, mientras sus ojos soltaban chispazos.
-Yo no estoy nervioso
-Por supuesto que no- se corrigió Trowa sonriendo casi sin notarse mientras el chino volvía a su bebida
Estuvieron unos segundos mas así, sin hablarse hasta que un delicioso aroma llegó hasta ellos; el joven dragón levantó un poco la vista, siendo notado por el otro que no pudo evitar volver a sonreír de alguna manera… se veía muy curioso.
-Es Catherine- dijo el ojiverde cuando parecía que el chino comenzaba a desesperarse un poco por no saber que era- esta preparandonos la cena
-Preparandonos?... no tengo hambre, gracias- respondió el chino al tiempo que su estómago le llevaba la contraria, anunciando que en efecto, estaba muy hambriento
Trowa movió la cabeza, dirigiendo su vista al líquido de su propia taza, que lanzaba algunos destellos causados por el moverse de las llamas.
-Por supuesto
Wufei afiló la mirada. Qué acaso Trowa se estaba burlando de él?; cerró los ojos y depositó la taza de metal en el suelo, mientras se acomodaba y se cruzaba de brazos. Si iba a pasar algún tiempo con ese sujeto, mejor intentar estar cómodo.
-Porqué… eres así?
-Hmm?
Wufei abrió los ojos y los dirigió a quien le había soltado aquella pregunta; Trowa se encontraba recargado aun en sus rodillas, observando su café… extraño. No entendía muy bien a qué se refería, pero aparentemente quería iniciar una conversación.
Si el pelicastaño deseaba ser sociable, pues bien, no sería el quien tirara por el suelo el esfuerzo que estaba haciendo para agradarle… después de todo, aquello no sería honorable para alguien como él.
-A qué te refieres?- preguntó el dragón después de darle durante algún tiempo varias vueltas en su cabeza a la pregunta, sin encontrarle algún sentido
Trowa no movió los ojos de aquel líquido, le dio un trago antes de responder pausadamente, sin prisa.
-Que porqué eres así?... pareciera que no disfrutaras de tu vida
Wufei suavizó la mirada, al parecer Trowa se estaba preocupando por él; era extraño, generalmente le molestaba muchísimo que otras personas se preocuparan por su causa, en especial un varón, para él era muy vergonzoso pero con Trowa… no lo sentía.
-Así fui educado- dijo clavando sus ojos negros en aquellas brillantes llamas, que parecían bailar alegremente ante ellos- se me enseñó a que no es bueno demostrar las emociones, que eso es de débiles… entonces, simplemente, prefiero no demostrar nada
-Eso es triste- dijo Trowa mirando el cielo estrellado- no poder demostrar lo que sientes en esos momentos… sé que a todo soldado se nos ha enseñado eso, pero- suspiró- eso no significa que esté bien… que sea lo correcto…
El chino lo miró durante algunos segundos, mientras el ojiverde seguía con la mirada perdida en la infinidad de las estrellas… era una escena muy bonita… su cabello de mechón largo, moviendose con el viento… sus ojos verdes, brillando de una manera muy especial… aquella sonrisa que parecía esconderse tras la seriedad de aquella expresión…
En unos segundos, se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se volteó de nuevo hacia el fuego, mostrando un ligero sonrojo en sus mejillas cosa que evidentemente fue notado por el otro, que soltó una risita apenas audible, aumentando el sonrojo del dragón.
-Qué es tan gracioso?- preguntó Wufei
-No… nada- dijo Trowa secandose los ojos- oye Wufei- puso una expresión muy seria- quiero preguntarte algo
Wufei lo miró un poco sorprendido por la seriedad con que le habló y luego asintió poniéndose igual de serio que él.
-Dime… que se siente que te besen?
A Wufei se le cayó la taza de café negro, derramando todo el líquido en el suelo mientras abría enormemente los ojos y no daba crédito a lo que acababa de oír… no, había escuchado mal.
-PERO QUÉ ES LO QUE ESTAS PREGUNTANDO TROWA!- gritó el chino poniendose de pie bastante sonrojado y alterado
Trowa lo miró fijamente, sin hacer ninguna expresión, antes de responder.
-Simplemente… curiosidad
El chino respiró profundamente y se sentó de nueva cuenta, molesto consigo mismo… había actuado de una manera muy vergonzosa… de nuevo, argh!. Trowa siguió observandolo hasta que el dragón tomo la palabra esta vez.
-Y porqué me preguntas a mi?
-Tu estuviste casado alguna vez, entonces, debes de saberlo- dijo simplemente
Wufei negó con la cabeza, mientras soltaba un suspiro triste.
-Es cierto, estuve casado- admitió el chino- pero jamás me bese con ella
Se quedaron en silencio unos minutos mas, hasta que fue Trowa quien nuevamente hizo una pregunta desconcertante.
-Entonces, no has recibido tu primer beso?- dijo Trowa a lo que el dragón volvió a sonrojarse fuertemente- entonces, no nos han besado a ninguno…
-Obvio que no- murmuró bajo
-Entonces…- dijo Trowa con toda la simpleza de quien pregunta por el clima- vamos a besarnos
Wufei abrió tanto los ojos como la boca, no podía creer lo que estaba escuchando… definitivamente, debía de haber un error, ese no era Trowa, era un marciano venido de quien sabe donde.
-Estas loco- fue lo único que alcanzó a murmurar antes de que Trowa moviendose a gran velocidad terminara sentado frente a él, cosa que lo sorprendio
Era muy rápido. En unos cuantos segundos, había tomado su rostro entre sus manos y de una manera suave junto sus labios con los de él, besándole. Esto tomó muy desprevenido al dragón que en un principio no sabía que hacer, hasta que el corazón respondió mas rápido que la neurona haciendo que este cerrara los ojos y aceptara aquel suave beso.
Por alguna razón extraña no podían separarse, el chino se acercó un poco mas al punto de poner, con un poco de miedo, las manos en los hombros del chico pero sin despegarse… realmente era un momento mágico… pero como en este mundo nada es perfecto…
-Esta lista la cena!
La voz de Catherine los alertó, haciendo que en cuestión de segundos estuviera cada quien sentado donde antes y con las tazas en las manos a pesar de que la taza del dragón ya no tenía ni siquiera un recuerdo de líquido en su interior. La hermana de Trowa llegó con dos platos de sopa caliente y los entregó a sus respectivos dueños.
-Vaya que si los dos son serios- dijo la chica sonriendo- con razón son amigos y se llevan bien
Ninguno de los dos dijo nada mientras la joven con una sonrisa de complicidad hacia su hermano se retiraba, dando las buenas noches; una vez que la espalda de Catherine hubo desaparecido tras la carpa del circo, ambos soltaron un suspiro aliviado.
-Creí que no la librabamos- admitió Trowa
Wufei siguió mirando su taza fijamente, hasta que sacó una pregunta que lo tenía confundido.
-Porqué?
Trowa lo miró durante algunos segundos y una sonrisa se formó en sus labios, provocando nuevamente el sonrojo del dragón que giró la cabeza hacia otro lado, aparentemente molesto.
-Hmm… como decirlo- dijo- quería hacerlo
-Pero porqué conmigo?
-Tu eres el único que estaba por aquí
-Ah- dijo Wufei apretando un poco los puños y luego, se levantó bruscamente- me parece bien- dijo mientras el ojiverde abría un poco los ojos- estoy cansado… iré a dormir
Antes de que Trowa pudiera decir nada mas, el chino se había retirado aparentemente bastante herido, cosa que el chico del mechón no entendía… porqué se molestaría con algo como eso?... acaso lo había hecho mal?... siguió mirando hacia el fuego, mientras pensaba, en lo ocurrido hacia pocos minutos.
Qué tendría que hacer ahora?
…
TBC
