CAPITULO 1
¿Cómo demonios había llegado a aquella situación?. El equipo de la BAU al completo, se encontraba reunido con Clyde Pascua y Sean Mcalister, a los que habían solicitado su colaboración en un caso de tráfico de armas.
La cuestión era simple: Había habido una serie de muertes en D.C., relacionadas con células terroristas procedentes de Rusia, y se sospechaban que preparaban un atentado en la ciudad.
Emily sabía que su antiguo equipo había estado trabajado en la investigación de un tentativa de atentado en Londres, hacía unos meses. A la luz de la misma, había surgido el nombre de Andrey Petrov, que en sus círculos se hacía llamar El Mesías. No habían podido dar con su paradero, pero fuentes del servicio de inteligencia habían informado de que se encontraba en territorio estadounidense, y que si estaba allí, era porque iba a intentar en D.C. , lo que no había podido conseguir en Londres. Se sabía que se iba a producir una enorme transacción de compra y venta de armamento y material explosivo, pero desconocían quien sería el vendedor y dónde y cuándo ocurriría.
Por ese motivo, fue la propia Emily quien sugirió llamar a su antiguo jefe para que les ayudara con el caso. Dos días después, apareció acompañado de Sean, y ahora los tenía justo enfrente.
- Estamos en un punto muerto- Se quejó Morgan, frustrado- sabemos lo que planean, pero no hay modo de localizarlos.
- Sin embargo, sí sabemos que alguien les va a vender el material. Es más fácil averiguar cuándo se realizará la operación, y dónde- Señaló Rossi, mientras ojeaba los informes.
- No sé a dónde quieres ir a parar, Rossi- Replicó Morgan- ¿Cómo piensas averiguarlo?.
Emily permanecía en silencio, escuchando la discusión. Derek tenía razón, sabían todo pero a la vez, no sabían nada.
- Quizás… -Clyde, que hasta el momento había permanecido apoyado en la mesa, adelantó unos pasos hasta colocarse delante del grupo – Tenemos referencia de un tipo que actualmente está en DC, relacionado con tráfico, no sólo de armas, sino también de drogas.
- ¿A dónde quieres llegar?- Le preguntó Hotch, un poco confuso.
- Es una especie de intermediario, conoce a todo el mundo y se dedica básicamente a contactar gente interesada en hacer tratos.- Explicó. Su vista se desvió hacia Emily durante unos segundos que le devolvió una mirada desconcertada.
- ¿Tienes un nombre?- Preguntó Reid
- Sí, Liam Murphy…- Y volvió a mirar a Emily- ¿Lo recuerdas?. Lo mencionaste en tu informe.
Cómo no iba a recordarlo, lo vio varias veces en la mansión de Doyle. Era un hombre francamente desagradable, que se dedicaba a mirarla de forma lasciva cuando Doyle no se percataba. Siempre sospechó, que si Ian lo hubiera descubierto, lo habría matado allí mismo.
Notó cómo todos los allí presentes, dirigían sus ojos hacia ella con curiosidad.
- Sí, claro- Dijo intentando borrar de su cabeza la imagen de Murphy- Era bastante inolvidable.- Añadió con ironía.
Sean, que sabía por qué lo decía, puso cara de disgusto.
- ¿Podría saber cuándo y dónde se realizará la transacción?- Le preguntó Hotch con interés.
- Estoy bastante seguro de que si alguien sabe qué es lo que se mueve aquí, es ese hombre-Le respondió Clyde.
- ¿Qué te hace pensar que vamos a poder sonsacarle?- Le inquirió J.J.- Ese hombre no va a colaborar con la policía, y si lleva tanto en el juego, no creo que se arriesgue a dar información a cualquiera.
- Tiene razón, Clyde- Sean se dirigió a él, con gesto perplejo- Aunque lo metiéramos en una sala de interrogatorios no diría nada. Ya trabajamos en su perfil en su momento. No es un soplón.
- Es cierto- Admitió Clyde, y seguidamente fijó su vista en Emily- A nosotros no nos lo dirá… pero puede que a ella sí- Añadió, señalándola directamente. Emily se quedó petrificada en el acto, al comprender lo que estaba sugiriendo.
Las miradas de confusión se extendieron entre los rostros del equipo. Sean se enderezó, imaginando lo que estaba por venir.
- ¿A Emily?- Preguntó Morgan sin entender- ¿De qué va esto?- Miró hacia ambos alternativamente, que parecían comunicarse en silencio.
- No puedes pedirle eso, Clyde – Sean se había interpuesto entre los dos- ¿Te has vuelto loco?- Le reclamó- ¿No tuvo ya suficiente con el asunto de Doyle?.
- Espera, espera- Intervino, alarmado Morgan- ¿Qué tiene esto que ver con Doyle?.
Sean se giró para dar las correspondientes explicaciones.
- Era un contacto de Doyle- Aclaró, ignorando los gestos de sorpresa de algunos de los agentes- A menudo iba a su casa. Emily lo conoció allí cuando vivía...- Se interrumpió a si mismo cuando vio la expresión de zozobra en ella.
- Cuando vivía con él… - Terminó Reid la frase. Y durante unos segundos se hizo un pequeño silencio.
Emily sabía que ya era de dominio publico hasta dónde había estado implicada con Doyle, pero aún se sentía mal cuando algo relativo a su relación con él, se mencionaba. Se sintió un poco avergonzada y apartó la mirada, dejando su vista, fija en el suelo.
- Emily no volvió a tener contacto con él después de la detención de Doyle- Explicó Clyde- Por su perfil, estoy seguro de que a ella le daría toda la información.
- ¿Qué tenía de particular su perfil?- Fue Hotch quien realizó la pregunta, pero la misma, estaba en la mente de todos.
Sean resopló, antes de intervenir
- Siempre quiso todo lo que Ian tenía…
Las miradas volvieron a dirigirse a Emily, quien sumida en sus propias reflexiones, había permanecido en silencio todo aquel tiempo.
- ¡¿Qué coño?!- Exclamó Derek, sin creerse lo que acababa de oír- ¿Me estás diciendo que quiere a Emily?- La pregunta, en realidad sobraba,
Finalmente, Ella levantó la vista, mirando directamente a Clyde, y con un gesto de dolor dijo:
- No. Quiere a Lauren.
- ¡De ninguna manera!. No hará eso- Dijo J,J. Horrorizada. Ella de primera mano, sabía lo que había sufrido Emily con todo el asunto de Doyle.
- Por supuesto que no- Añadió Hotch- No pienso ponerla en peligro, por algo que es una mera suposición.
Emily, escuchó como todos hablaban de ella y nadie parecía interesado en su opinión. Cansada de ser invisible en aquella sala, se levantó y llamó la atención de todos.
- ¡Ya basta!- Exclamó, mirando severamente al resto de agentes- Me gusta tan poco o menos que a vosotros…. Pero Clyde tiene razón. A mí me lo dirá…
- Querrás decir que a Lauren se lo dirá- Apuntó Sean, con un gesto de reproche.
- Es lo mismo, Sean… Puedo volver a ser ella, en un abrir y cerrar de ojos.
- Si ya… - Admitió Sean- Y ya sabemos como terminó eso- Le reprochó.
Se dio cuenta de cómo este último comentario, había provocado una reacción de cierta inquietud en su equipo. Se sintió un poco culpable por ellos, pero no había modo de que se echara atrás. Sabía que todos odiaban la idea de que trabajara encubierta, pero en realidad, sólo tenía que convencer a una persona.
- Hotch- Le dijo con seguridad- No permitiré que gente muera, pudiendo evitarlo. Puedo hacerlo.
- Hotch… no puedes permitir.
Era Morgan quien hablaba.
- Cállate Derek...- Le ordenó ella.- No es asunto tuyo
Derek, la miró sorprendido, ni siquiera parecía ella. ¿Había visto un atisbo de Lauren?, pensó. Si ella era así, el asunto era peor de lo que sospechaba.
Hotch se quedó pensativo durante unos instantes, buscando alguna sombra de duda en ella, pero no la encontró.
- Está bien- Aceptó finalmente, ignorando los cuchicheos de desacuerdo entre los miembros equipo- Pero quedarás con él en un lugar público. Y estarás todo el tiempo vigilada. Llevarás un micro, para asegurarnos de que todo va bien.
- Vale, como tu digas- Dijo Emily.
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Sentada en la barra del club donde había quedado con Murphy según la propia sugerencia de él, Emily, aparentemente tranquila, esperaba a éste. Llevaba el micro oculto en su sujetador, y sostenía una copa de bourbon en la mano.
A su derecha, desde una mesa situada en un rincón, la observaban Morgan y J.J.; apostado al otro lado del club, jugando al billar, estaba Sean.
Hotch, Rossi, Reid y Clyde, permanecían en una furgoneta de color negro aparcada en el exterior, semioculta.
Emily sólo había dado una directriz. Llegaría sola al club, y se iría sola. No quería arriesgarse a que Murphy la viera con nadie.
Su equipo, que nunca la había conocido como Lauren, se sorprendió al verla llegar. No solo es que fuera vestida de negro de la cabeza a los pies, con un pantalón de cuero ajustado, botas, suéter de cuello alto y cazadora también de cuero, sino que tanto su expresión, como sus movimientos eran distintos. Si alguno de ellos, la hubiera comparado con un animal, habría sido una pantera. Con movimientos sinuosos, y desbordando una seguridad en si misma, que solo habían visto en contadas ocasiones, tomó su sitio en la barra. Derek dirigió la vista hacia ella, confuso, pero a cambio, solo recibió una mirada enigmática tremendamente perturbadora.
Y además, fumaba. Ninguno de ellos la había visto nunca fumar. Sacó una cajetilla de cigarrillos del bolsillo interior de su cazadora, y se llevó uno a los labios. El camarero se inclinó hacia ella, para encendérselo. Luego dio una bocanada de humo, al tiempo que le sonreía seductoramente.
Derek no sabía quien era aquella mujer, pero desde luego, no era Emily Prentiss.
Al cabo de unos minutos, Murphy se sentó a su lado. Ella lo miró de reojo, pero en lugar de volverse hacia él, tomó un sorbo de su bebida. Luego, se inclinó hacia ella.
- No has cambiado- Le susurró al oído- Siempre me gustaste vestida de cuero- Añadió en un tono libidinoso.
Emily dio otra bocanada a su cigarrillo. El equipo no lo sabía, pero la única razón por la que fumaba, era porque la ayudaba a controlar sus emociones. En aquel caso, le sirvió para disimular el escalofrió que le recorrió el cuerpo. No era una sorpresa para ella lo que Murphy había confesado. Lo sabía de sobra de su tiempo con Doyle, y se había vestido así a posta.
- Creo que de hecho- Se giró hacia él, de forma descarada- hubieras preferido verme sin nada de cuero, ¿me equivoco?.- Y tomó otro sorbo de bourbon.
Murphy rió para sus adentros, complacido al saberse centro de atención.
- Vaya- Le dijo siguiéndole el juego- ¿Qué diría Ian si te oyera?. Recuerdo que era muy posesivo contigo.
Emily contuvo la respiración unos segundos ante el nombre de Ian, pero mantuvo su expresión calmada. Sabía que los demás estaban escuchando cada palabra que decían, y se debatió entre exponer su vida íntima con Ian, y realizar su trabajo. Finalmente, pensó que no había ninguna decisión real que tomar.
- Bueno… Ya sabes, él siempre cuidaba lo que consideraba suyo.
Murphy sonrió. Aquella mujer le excitaba sólo con hablar.
- ¿Y ahora quien te cuida?- Le preguntó con curiosidad morbosa- Los muertos no tienen posesiones.
- ¿Te estás ofreciendo a hacerlo por él, Liam?.
Murphy captó el gesto provocador que acompañó a sus palabras. Lauren, siempre lo había vuelto loco, y el hecho de que hubiera sido la amante de Doyle, aumentaba su deseo de tenerla.
- Depende de la retribución.
Emily se detuvo un momento, mirándole fijamente.
- ¿Cómo sabes que no era él quien salía más beneficiado?- Hizo una pausa, asegurándose de que captaba su atención- No tienes ni idea de lo que soy capaz de hacer- Añadió susurrándole al oído.
Notó como Murphy tragaba saliva, y sonrió satisfecha.
- ¿Por qué no me lo enseñas?.
Ahora estaban tan cerca que casi rozaba sus labios. Emily notó, asqueada, cómo Murphy colocó su mano en su muslo, acariciándola, pero no retrocedió ni un ápice. Si se hubiera girado a su alrededor, habría visto la cara de disgusto de Morgan y Sean, y la preocupación de J.J. En la furgoneta, desde donde podían ver toda la escena, puesto que García había pinchado la cámara del club, Hotch miró de reojo a Clyde, preguntándose si habían hecho bien en enviarla allí.
- Depende de la retribución- Le contestó con sus mismas palabras, lo que provocó una carcajada en Murphy que, para su alivio, retiró la mano de su pierna.
- ¿Qué quieres, Lauren?- Se rindió finalmente.
- Como ya sabrás. Soy una niña grande, y tengo mi propio negocio.- Volvió a dar una bocanada- Pero me está costando volver a entrar después de un tiempo apartada.
- El negocio está muy concurrido últimamente- Le señaló centrándose ahora en lo que ella quería.
- Lo sé- Dijo Emily- He oído algo de una operación en estos días. Dicen que unos rusos están buscando algunos artículos para una gran fiesta, aquí mismo...
- ¿Quieres que te contacte con ellos?- Preguntó.
- ¿Puedes?
Él hizo una pausa antes de contestar, buscando algo en ella que le hiciera desconfiar. No lo encontró.
- Hasta donde sé, ya tienen vendedor… y todo está atado.
- ¡Vaya!- Exclamó decepcionada- ¿Y quién es el afortunado?, ¿A quién tengo en la competencia?.
- Le conoces- Le informó- El Búho.- Añadió. Notó la expresión de admisión en ella.
En la furgoneta, Clyde informaba al resto.
- Su nombre real es Michael Brown. Es también de la época de Doyle. No teníamos idea de que estuviera instalado aquí. Emily creo que coincidió en una ocasión con él.
- Quizás pueda llegar a un acuerdo con él- Dijo ella- Es mucho material. Puedo ayudar con eso. ¿Aún tengo tiempo?.
Él la miró dudando si darle más información a cambio de nada.
- Si no te importa...Preferiría tratar este tema en un lugar más discreto- Le propuso en un susurro- Ahí atrás tengo una pequeña oficina. Nadie nos molestará.
Emily sintió cómo se le aceleraba el corazón. Y en cinco segundos, tomó la decisión. Sabía que para nada le iba a gustar al resto del equipo, pero ya estaba allí, e iba a conseguir la información que necesitaba como fuera.
Apagó su cigarrillo, tomó un último sorbo de bourbon para darse valor, y se levantó, quedándose frente a él.
- ¿Por dónde?- Le dijo con una sonrisa.
Morgan se revolvió en su asiento. J.J. le colocó una mano en el hombro para que se tranquilizara.
- ¡Qué demonios… !- Acertó a decir, y le habló a su jefe- Hotch…, no podemos dejarla sola. Ese tío es un pervertido.
Por el pequeño auricular de su oído, oyó como Hotch intercambiaba unas palabras con Clyde. Finalmente dijo:
- Vigilad hacia donde van, y acercaos un poco. A cualquier señal de Emily, actuad
Morgan resopló, pero no se atrevió a desobedecerle.
Murphy, condujo a Emily hasta la trastienda. Efectivamente, tenía un pequeño y lúgubre despachó allí montado. Libros de cuentas se amontonaban en una estantería de hierro, junto a una pequeña mesa de oficina.
Una vez en el interior, cerró la puerta tras él.
Inmediatamente, la acorraló contra la misma, pegándose libidinosamente a su cuerpo. Emily notó su aliento en la cara, y su mano recorriéndole la cintura hasta llegar a su pecho. Sintió ganas de vomitar, cuando notó su erección a través de sus pantalones.
- ¿Sabes?- Le susurró- Una vez os vi a Ian y a ti, en una fiesta que dio en su casa- Hizo una pausa, asegurándose de que tenía su atención- Os lo montasteis en la biblioteca, y os dejasteis la puerta entreabierta.
Emily, recordaba perfectamente aquello, ¿cómo olvidarlo?. Era el cumpleaños de Emily e Ian había decidido sorprenderla con una fiesta. En un momento dado se habían escabullido, para continuar su fiesta particular. No tenía ni idea de que aquel degenerado los hubiera visto.
- No sabía que te ponía cachondo mirar… ¿Te gustó lo que viste?- Le dirigió una sonrisa descarada.
Desde el otro lado del micrófono, el resto de agentes no podían creer lo que estaban escuchando. Siempre habían preferido pensar que la relación entre Emily e Ian, era algo totalmente frío. Les estaba confirmando, que realmente lo había disfrutado.
- Te tenía contra la pared… como yo te tengo ahora…, y aún llevabas el vestido puesto- Su aliento hediondo, golpeó sus sentidos- No vi su cara. Pero te vi a ti, como te retorcías mientras te embestía, golpeándote una y otra vez, y oí tus gemidos. Tratabas de controlarlos porque sabías que aquello estaba lleno de gente… pero no podías ¿verdad?.
Emily se quedó paralizada, reviviendo aquella escena. Murphy pensó que el rubor que de pronto había subido a sus mejillas, era de excitación, pero realmente lo había causado la vergüenza que la invadió al ser consciente de que todos sus amigos lo habían escuchado.
- ¿Es eso lo que quieres?- Le preguntó recuperando el control- Ni siquiera Ian lo consiguió tan fácilmente.
- ¿No vas a darme un adelanto, Lauren?- Continuó, metiendo su mano entre sus muslos.
Emily se alegró de que el equipo no pudiera verla. Estaba segura de que Derek o Sean, habrían intervenido directamente, y estaba segura de que Derek, además, habría empotrado a Murphy contra la estantería de un solo golpe.
Tuvo que contenerse para que Murphy no sospechara su profundo desagrado.
- Creo que estoy notando el tuyo entre mis piernas- Dijo en un jadeo, y sin perder la sonrisa- Quizás deberías apartarte un poco, no vaya a ser que se dispare antes de tiempo.
Morgan, que se había colocado junto a J.J. en el pasillo que daba al trastero, soltó un bufido.
- Morgan, tranquilízate- Le conminó J.J- Sabe lo que hace.- Aunque tampoco parecía demasiado convencida.
Murphy se apartó, un poco y la desnudó con la mirada, durante unos segundos que a Emily se le hicieron eternos. Aún podía sentir el tacto de su cuerpo contra ella y habría vomitado allí mismo si hubiera podido.
Él, se acercó a la mesa, miró una agenda, y apuntó unos datos en un papel, entregándoselos.
- Es el teléfono del Búho. Si quieres hacer algún trato, tendrás que darte prisa. La operación se realizará dentro de dos días. Si tienes algo que ofrecer, tendrás que tenerlo ya disponible. No cambiarán la fecha. Los muelles tendrán menos vigilancia ese día, porque estará todo centrado en la visita del gobernador a la ciudad.
Y de golpe, le había dado toda la información que necesitaba.
Emily adivinó la intención de Murphy, de cobrar su deuda, antes de que hiciera un solo movimiento hacia ella.
- Verificaré la información. Y si es todo correcto… hablaremos de nuestro asunto.- Le dijo sin perder su tono sugerente.
- Si no te importa...- Añadió él acercándose de nuevo a ella- Tomaré ahora mi adelanto.
Emily contuvo la respiración, sabiendo que no podía hacer nada que levantara sospechas en él. Si se enteraba de su engaño, avisaría a los implicados y toda la operación podría irse al traste.
Se acercó a ella, agarrándola del cuello y la besó con tanta fuerza que le hizo daño. Notó su lengua empujando dentro de su boca, mientras manoseaba sus pechos, y se sintió enferma.. Finalmente, se apartó dejándola libre, y pudo volver a respirar, mientras intentaba controlar el latido de su corazón.
Le abrió la puerta, para dejarla salir.
Derek y J.J. la vieron venir desde el fondo del pasillo, tremendamente perturbada. Con la cabeza baja, ni siquiera les miró cuando pasó junto a ellos. Se dirigió hacia la salida trasera del club, sin que tampoco se percatara de la presencia de Sean.
Por fin, una vez fuera, tomó una bocanada de aire, y tuvo que agarrarse a la pared, para ayudarse a recuperar el control. Derek, apareció poco después detrás de ella.
- ¡Emily! ¡ ¿Qué coño fue eso?!- Le reclamó, gritando. Su enfado se convirtió en genuina preocupación, cuando se dio cuenta del estado en que se encontraba-, ¿Estás bien?- Le preguntó al tiempo que se acercaba hasta ella.
Si ella no hubiera estado tan afectada habría notado el temor en sus ojos..
Levantó la cabeza para mirarle, al tiempo que apoyaba la espalda en la pared. Hizo un leve intento de levantar la mano, para indicarle que estaba bien, pero con la misma, se giró, y comenzó a vomitar.
Derek, ahora alarmado, le sostuvo la cabeza en silencio, hasta que terminó y pudo incorporarse.
Y se le congeló el corazón cuando vio las lágrimas comenzando a desbordar sus ojos.
- Emily… - Acertó a decir.
Pero ella lo detuvo con una mirada repentinamente fría y oscura.
- Ahora no… - Seguía alterada por todo lo ocurrido, y demasiado avergonzada como para hacerle frente en aquel momento.- Tengo que salir de aquí.
Y se marchó apresuradamente del lugar. Derek pensó en seguirla, pero lo que había visto en su mirada, lo detuvo.
