(Japón, 1904. Estamos en plena guerra contra los rusos. Hace tanto tiempo, se vivía en un mundo casi primitivo: el motor de combustión aun no había llegado al automóvil, la comunicación apenas se había pasado al teléfono y solo los edificios importantes eran ya de ladrillo y no madera, como la escuela.)

-Que si, que si. Que las parejas de polos opuestos acaban triunfando –una colegiala a su amiga- ¿No lo entiendes? Cada una cubre los defectos de la otra persona. No tienes mas que ver a esas dos tipas.

-Eh, esas tipas son mis amigas –su compañera hace una mueca- Tienen nombre. Se llaman Suzu y Reika.

(La que las defiende es otra colegiala de pelo moreno alborotado. Las llama la atención con un grito.)

-¡Venir aquí! Esta listilla se mete con vosotras. (Nanami, querida, que buena eres –es la altísima Reika.)

-Reika, no seas pegajosa –Suzu, la bajita y seria- Por otra parte, tiene razón. La unidad hace la fuerza... ella me ayuda en el deporte. Yo en sus estudios. Todo son ventajas. (Tu también eres achuchable, ji, ji.)

(La grandullona afectuosa se pega a su amiga, mas baja y calculadora. Hasta sus personalidades pegan.)

-Tengo que buscarme una compañera así. Nunca me había fijado, pero en la sociedad japonesa pasa esto a menudo. ¿Cuál podría ser? Todas las de clase son mas o menos igual. Tengo que buscar a alguien que sea completa y totalmente mi opuesta. *medita* Bah, una unión como la de ellas solo sucede cada siglo...

(Pues venga, ahora es su siglo. Mira a la esquina de la clase y un trueno metafórico pega en su cabecita.)

-¡ES ELLA! Hitomi Yamamoto. No pegamos ni con cola. Yo soy morena y tostada, ella es palida y con melena rubia. Soy fuerte y bruta, pero ella no se despega de sus libros. Yo soy japonesa, ella extranjera. Mi padre es pobre, pero el suyo estará forrado. Yo tengo a mi hermano, pero creo que ella a nadie...

(Ya es suficiente. ¡Es perfecta! Se despide de sus amigas, ya que siempre se siente como la tercera pata.)

-*seriedad* Espero que tengas suerte. / Nuestra Nanami se hace mayor, espero que cuide bien de ella.

-¡No voy a echarme novio! *fastidio* A veces creo que lo hacen adrede. Claro, si nuestro colegio es así, solo de chicas... a ver, ensayo. 'Soy Nanami Mizushita, voy a tu clase, quieres ser mi *trago*... amiga'.

(No le costo tanto con Suzu y Reika, pero antes no estaban tan unidas. Ahora le costara mucho mas.)

-Soy Nanami Mizuhista *tropezon* Voy a tu clase *portazo* Quieres ser mi *resbalón* ¡Ya esta bien!

(Parece que algo se interpone entre las dos. Algo mágico y misterioso. Pero ya tiene una gran solución.)

-¡Jooo, se nos echa encima la Navidad... y no pude hablarla! Ya se. ¡Mi deseo de Año Nuevo será ese!

(Será el momento de declararse, ay, digo de preguntarle. En la feria podrá verla. ¡Y nada la detendrá!)

¿NOSOTRAS NOS TRANSFORMAMOS? ¡YA PUEDES CREERLO!

(Un sitio negro y siniestro. La Zona Dotsuku. El terrorífico rey Haaku instruye a su banda de demonios.)

-Las criaturas del Jardín de la Luz han huido. El poder de las Piedras Prisma... el Poder de la Creación... ellos tienen el secreto. Debéis atraparlos para poder invadir su mundo. Para que la Zona Dotsuku viva.

-Yo me encargo, majestad –el melenudo Pisard- Les quitare el poder de las Piedras Prisma, lo aseguro.

-Pisard, ve por ellos... pero no subestimes a la Luz. La Luz tiene poderes que aun no podemos imaginar.

(Cambio a otro lugar mas apacible, aunque igual de oscuro: la feria de Año Nuevo del pueblo, de noche.)

-Uf, hacia tiempo que no me ponía el yukata yo sola. Mis padres no pueden saber que vengo a por ESO.

-Nana, tus padres deberían dejarte divertirte mas. *abrazo* Además así estas muy linda, que envidia...

-Un deseo rápido en el templo y no te dirán nada. Trabajas como una burra todos los días, lo mereces.

-La granja será un día de mi hermano, Ryugu. ¡Y a el si le dejan venir de parranda! (Bueno, es que el ya casi es adulto.) Así no ayudas, Suzu. Bueno, si hoy falla, mañana vendrá la familia entera, no pasa nada.

-Espero que crees una preciosa amistad con Hitomi. *sonrisa* / Pase lo que pase, somos tus amigas.

(La morena corretea por la feria, será fácil encontrar esa melena rubia entre la multitud. Su hermano ya esta por allí, y la encuentra primero. Como no la conoce, esta obligado a ser amable. Ella ya balbucea.)

-Creo que tu vas a Primero, como mi hermana. ¿La conoces? (No... soy Hitomi, encantada.) Pareces ser buena y estudiosa. Podrías hablar con ella. (¿Si?) Es una descuidada, no pone atención en los estudios... papa se enfadara si no aprueba. ¿Tu puedes ayudarla? (Er, creo...) Y ella piensa que soy un fastidioso...

(Es lo que piensan todas las hermanitas de sus tatos. La forastera le asegura que el es muy considerado.)

-La suerte no me acompaña... quizás el dios del templo esta ocupado con otros deseos –la fugitiva ya se impacienta- Se me acaba el tiempo. ¿Qué otras cosas cumplen deseos? ¡Ah, ya, las estrellas fugaces!

(Se le ha ocurrido al ver una luz que caía hacia el suelo. Muy grande, y rápida. ¿Es que es un meteoro?)

-¿Qué narices? ¡Viene hacia mi! ¡No voy a dejar que un pedrusco espacial me chamusque! ¡KIAAA!

(Quizás el colegio no tenga equipo de béisbol, pero ella lo practica igual... y agarra el aparato volador.)

-¡Aaaah, ya estoy aquí! ¡Aguanta, princesa Mipple! –una polvera hablante. (¿Quién es este bichito?) Uf, que grosera, mepo. No me extraña que lo seas, ha sido como chocarme contra un muro de piedra, mepo. (Perdona por ser bruta, tío. ¿Quién te crees?) Soy el Héroe Mepple, mepo. ¿Dónde esta la princesa, tu la has visto, mepo? (Vives en una polvera... ¿eres un demonio hogareño?) No se que es eso. ¡Tengo prisa!

(Si, como los muebles que absorben energía diabólica. Ahora cambiamos otra vez con la rubia Hitomi.)

-Seguro que exageras. Tu hermana podría mejorar si se esfuerza. *tartamuda* Yo... yo la ayudare, vale.

-Me alegro. Si fueras algo mayor... no se, quizá me pensaría conocerte mas. Serás un gran partido, je, je.

-¡Quiere ser mi NOVIO! O sea, no ahora... dentro de años. ¡BIEN! Es muy guapo, es como mi príncipe.

(Si aun no queda claro, Hitomi es fantasiosa. Se le ocurre mirar al cielo nocturno, y ve caer otra luz.)

-¡Un farol se va a caer! ¡Tengo que salvarle! *salto* (¡Eh, que pasa! *¡PLAF!* ¡Se ha dado un golpe!)

(Y el empujón ha hecho que el chaval bese el suelo lleno de barro. Otra polvera, rosa y no azul, se cae.)

-Mala suerte... pretendías salvarme del charco y me tiraste a el... (¡Lo siento tantísimo! ¡Yo lo limpiare!) Menos mal que tengo la ropa de granja debajo del yukata... ah, se te ha caído esta polvera. Hasta otra...

(Su diversión en la feria se acabo. La pobre tiene un chichón gordo por la cosa que cayó del cielo. Es...)

-Tengo que lavarle esto y devolverlo cuanto antes. *dolor* Ay, que golpe. ¿Eh? Esta polvera no es mía.

-¡Mipo! *se abre* (¿Quién eres?) Soy la princesa del Jardín de la Luz, mipo. (¡Mipple!) ¡Si, esa soy yo!

(El grito ha sido de su compañero, que viene en manos de la morena. Se convierten en modo peluches.)

-Que bien que te encuentro, mepo. (Sabia que no me dejarías, mipo.) Debemos poner a salvo las piedras.

-¡Hitomi! Contigo quería hablar. (Ellos son duendes o hadas o algo así...) No, no de eso, pero bueno.

-Gracias por recogernos, las Piedras Prisma no pueden caer en manos de la Zona Dotsuku, mepo. ¡AH!

-*oscuridad* Fastidiosas criaturas, al fin os he pillado –llega Pisard- ¿Cómo os atrevéis a eludir la mano del Rey Haaku? ¡Nuestro señor gobernara todos los mundos, es inútil resistirse! ¡Darme esas dos piedras!

-Eh, tío feo. Te vas a ganar un guantazo –Nanami atrevida- No se quienes sois, pero esos no son modos.

-Nanami, no le enfades –su amiga teme- No sabes que brujerías puede hacerte. Que miedo. ¡Y que guay!

-No nos queda otra. ¡Os convertiremos en las Guerreras Legendarias, mepo! (¡Yo estoy contigo, mipo!)

(Les explican el gesto: en su modo polvera hay un orificio, insertar la joya dorada, Aurora Boreal, etc.)

-¡Doble Aurora Boreal! *fluuush* ¡Guardiana de la luz Cure Black! / ¡Guardiana de la luz Cure White! / ¡Juntas somos Pretty Cure! / Siervos del poder de la oscuridad... / ¡Es hora de que os volváis a casa!

-*pausa* ¿Eso lo he dicho yo? Es como si alguien hablara por mi –Black lo nota. (¡Es FLIPANTE! Seres de otro mundo, villanos, vestidos mágicos... –White se emociona- ¡Es lo que siempre desee!) ¿Estas loca?

-Así que las guerreras legendarias. No me dejan opción. ¡Colerico monstruo Zakenna, ven! (¡ZAKE-NA!)

(La nube de oscuridad que las retenía toma forma del zakenna, este entra en la carroza de la ceremonia.)

-Y ahora un monstruo gigante. Pues estamos listas. ¿Esto también es parte de tu 'deseo'? –Black se queja.

-No, mi deseo de Año Nuevo es muy distinto... pero esto estaba en mi lista, si... –White suda- Da igual.

-¡Si, ahora sois fuertes, mipo! Tenéis el poder de la leyenda. (¿Incluso yo?) Claro, White, ve a vencerle.

(El monstruo carroza trata de atropellarlas. Las heroas esquivan y zurran en cuanto pueden. Planean como cortarle las ruedas: coz mulera de Black para retenerle, golpe de canto de White para arrancarlas, hecho.)

-¡ZAKE-NA! *patas de madera* (Eso no ha servido... ahora tiene patas mas largas. / ¡Nos va a aplastar!)

(Brinca con sus nuevas patas para intentar chafar a las buenas. Pronto ven que será mejor estar quietas.)

-Así no podemos alcanzarle. Quédate junto a mi. *agachar* (Me estas pidiendo que me deje chafar...)

(White no se fía mucho, pero el monstruo las ve tan a huevo que salta con fuerza, y hacen un puño aéreo.)

-¡Ahora! *puño del dragón* (¡Zake-naaa! *dolor*) Estamos en su cabina. ¡Machaca todo lo que veas!

(Pero el ser negro se agita como batidora y se las saca del interior. Además le suelta cojines mordedores.)

-¡Esos cojines no son nada cómodos! –susto de White- Pero creo que serán su perdición. ¡Coge un par!

(Es buena idea la de la rubia, porque usan los cojines-dentadura como cepos para aprisionar sus patas.)

-¡No se puede mover! Es la vuestra, mepo. / ¡Usar el poder de las guerreras, Rayo de Mármol, mipo!

(Su hechizo es distinto: la clave es 'Fuego Negro, Fuego Blanco'. Y sus armas, 'la pasión y nobleza'.)

-¡Llama de Mármol: Pretty Cure! *meteoro de fuego* (¡ZAKE-NAAAAGH *boom* Gomena gomena.)

-Esto no me lo esperaba. Volveremos a vernos, Pretty Cure. Y entonces nada os salvara –Pisard se larga.

-Bueno, nos ha ido de un pelo. Que tío mas feo y malo. Aunque no fuera una Cure, le habría zurrado de lo lindo por maleducado –Nanami se queja. (Respecto a eso... ¿tu crees que podrías enseñarme? –Hitomi se sincera.) ¿Qué cosa? (Tu eres fuerte y valerosa... yo soy frágil y asustadiza... y no tengo amigos aquí...)

-Ya tienes algunos, mipo. Yo te cuidare y estaré contigo, mipo –la princesita. (Te lo agradezco, Mipple.)

-¿Solo es eso? Si estas todo el día con los libros perderás salud, hija. ¡Es la mía! Si tu me ayudas con los libros, que nunca me entran las lecciones... yo haré que seas mas fuerte y deportista. ¿Ese era el deseo?

-En cierto modo, solo el primero... el otro era cambiar mi vida, encontrar seres mágicos y aventuras por el mundo, escapar a la rutina. ¡Se ha cumplido con creces! *alegría* Gracias, Mipple. ¿Cuál era el tuyo?

-Ah, je, je... no te preocupes. Se podría decir que ya no importa. O mas bien, que ya se ha cumplido...

-Ha sido un combate excelente, mepo. Pero aun no llegáis a Pretty, chicas. Os habéis quedado en Proto.

-¿Me estas llamado fea? –Nana estruja. (Mepple, no seas descortés, mipo.) ¡Venga, que aun queda feria!

(La morena se ha quedado contenta con el trato. La rubita aprieta a Mipple, y con otra mano el yukata...)