Siento no haber actualizado Juegos olímpicos, no sé que sucede con mi cabeza, ando con dolores raros. En fin, subiré cuando pueda, por ahora les dejo un fic que ya tenía escrito :3
Pareja: Estados UnidosxInglaterra, Escocia.
Disclaimer: Hetalia y todos los personajes que lo conforman no me pertenecen. El respectivo dueño es Himaruya Hidekaz.
Advertencia: Nada, Scott, conspiración.
El tratado era simple, pero aún así las miradas entre ellos connotaban desconfianza. Un contrato que rompe un par de tratados era establecido como una traición, o una conspiración. Las gruesas cejas se levantaron extendiendo el papel sobre la mesa, como deslizándolo, la mirada azulada se encontró con la verdosa del pelirrojo.
–No puedo creer en ti, Escocia, siempre has sido poco diestro para tus cosas...–susurra el americano perspicaz manteniendo una mirada seria.
–Pero ahora, tenemos un objetivo común... tú puedes ayudarme y yo te puedo ayudar a ti...–
Sonaba tan falso y opaco para Estados Unidos pero era la única manera que le iba quedando, acercó los papeles y tomó el bolígrafo, apresurando una firma tosca sobre el papel blanco de letras negritas. Scott sintió la necesidad de fumar un cigarro por el jubilo de aquellas marcas sobre un trazado negro. El tratado se había llegado acabo con éxito.
–Bien hecho, Estados Unidos...–
El americano sólo dobló la mandíbula y rechinó los labios contra sus dientes en frustración, pero ese escocés era lo único que le iba quedando.
–Tú harás que la representación de Reino Unido sea Escocia y yo...–susurró con una sonrisa anhelante mientras tomaba el contrato del americano. –Yo haré que él te vuelva amar, que olvide todo lo que hiciste...–
–Es una...conspiración contra él...–se explicaba culpable el norteamericano.
–Para mí lo es, tú eres sólo un hombre estúpido y enamorado, jamás dejarás de serlo...–
El americano apretó los dientes, no podía creer que había hecho un tratado con Escocia para arrebatarle a Inglaterra el poder que tiene como la máxima representación de Reino Unido. Pero, toda su lógica y ética dejaron de importar cuando pensó, que por fin, de una u otra manera, Inglaterra lo podría amar nuevamente. Porque sería capaz de ser el mismísimo demonio y un completo traidor con tal de volver a tener su amor. Volver a tener a Arthur Kirkland.
N.A: ¿Por qué estoy metiendo a Scotty? no sé, me parece simpático (?)
