Nota de la Autora: Este es mi primer intento de Phanfic (Juego de palabras entre "phantom", fantasma en inglés, y fanfic). He amado el Fantasma de la Ópera (Película del 2004) desde la primera vez que la vi hace cerca de ocho años. Puedo verla una y otra vez sin cansarme de ella. Sin embargo, creo que hubiese sido mejor si Christine hubiera terminado con Erik al final, a pesar de las cosas que él hizo. Y por eso, les presento If She had Love Him (Si Ella lo hubiera Amado), mi toma de la película del 2004.

Por favor traten de dejar críticas constructivas lo más amablemente posible, ya que soy nueva en el "Phanfiction". Aprecio los consejos que puedan darme.

Nota de la Traductora: ¡Hola! Al igual que la autora de este fic, también estoy debutando en este fandom. Quiero aclarar para comenzar que no me pertenecen NI los personajes (Ellos son de Gaston Leroux) NI la historia (Es de Shella DragoNoid) Yo solo estoy traduciendo porque me gustó mucho y espero que a ustedes también les guste :) También les quiero decir que es el primer fic que traduzco y agradecería cualquier tipo de consejo.

PD: Las canciones las voy a escribir en inglés, pero al final de cada capítulo dejaré las traducciones. Sin más preámbulos, los dejo con:

If She had Loved Him

Shella DragoNoid

1. La Gala

Cuando Madame Giry ofreció el nombre de Christine Daaé para reemplazar a la soprano principal –La Carlotta– en la gala de esa noche, la muchacha había estado aterrada. Carlotta, a pesar de ser una diva con un temperamento terrible y una actitud aun peor, había sido la soprano principal por años en la Ópera Popular. Christine era solo una chica del coro, como Monsieur Andrè había sido tan amable de señalar.

Sin embargo, cuando dio un paso adelante y comenzó a cantar, la estancia se sumió en un silencio sepulcral. Los actores que habían desaparecido tras bastidores luego de la rabieta de diva de Carlotta, regresaron asombrados a escuchar a la chica del coro que durante tantos años había estado escondida en las sombras, pasar adelante y comenzar a cantar como un ángel.

Después de su inesperada audición, Christine se vio atrapada en un torbellino de actividad. La llevaron al vestidor de La Carlotta mientras su cabello y maquillaje eran preparados. Las costureras estaban trabajando lo más rápido que podían para adaptar lo que habría sido el traje de Carlotta al pequeño talle de Christine. Madame Giry podría haber estado a su lado durante el momento de locura, pero fue empujada afuera rápidamente; las bailarinas todavía debían prepararse para la gala de esa noche.

Cuando su peinado, maquillaje y vestido estuvieron finalmente listos, la casa ya había abierto. Los invitados con ropa más elegante de lo que Christine había soñado jamás, desbordaban a través de las puertas abiertas, subiendo las escaleras y finalmente a sus asientos. Ella estaba parada tras bambalinas retorciendo sus manos cuando Madame Giry se le acercó realmente por primera vez desde que había ofrecido a Christine a audicionar para reemplazar a Carlotta.

—¿Estás nerviosa, querida?—preguntó Madame Giry, estrechando los ojos con compasión. La mujer no había querido poner a Christine en esta situación, la joven bailarina había sido como una hija para ella, pero sabía del talento que Christine estaba ocultando y quería que fuera descubierta y sus aptitudes no se desecharan.

—Sí, Madame—,contestó Christine con honestidad. Tragó.—Nunca he tenido una verdadera práctica con el número para el aria. Soy una voz desconocida y todos ahí afuera están esperando que Carlotta cante esta noche.

—No deberías estar nerviosa, Christine—.Dijo Madame Giry colocando su mano sobre el hombro de la chica.—Solo recuerda lo que has aprendido de tu maestro.

—Madame Giry, no tengo idea de quien siquiera es mi tutor—,dijo exasperada—¿Cómo sé si lo que me enseñó es lo que debo saber?

—Debes tener fe, mi querida—.Madame Giry sonrió afectuosamente.—Lo harás muy bien esta noche, lo prometo.

—¿Y si no?

Madame Giry sacudió la cabeza.

—Lo harás bien.

—Mademoiselle,—dijo un encargado, tomando el brazo de Christine.—Es hora.

Christine dirigió una última mirada desesperada por sobre el hombro a Madame Giry antes de esbozar una sonrisa. El telón se abrió y ella se paró en escena.

No podía ni imaginar la impresión de la audiencia al ver a tan desconocida muchacha en el escenario. Ésta no era Carlotta. Esto no era lo que estaban esperando. Esto no era por lo que habían pagado. Frustrados, aquellos que no quedaron hipnotizados con la extraña belleza de la chica—el vestido blanco y los pasadores de estrellas en su cabello brillaban hermosamente con las luces del escenario—se pusieron de pie, dispuestos a exigir sus francos devueltos. Luego, ella abrió la boca y comenzó a cantar.

*Think of me.

Think of me fondly when we've said goodbye.

Remember me once in a while please promise me you'll try.

And when you find that once again you long to take your heart back and be free.

If you ever find a moment, stop and think of me.*

Su voz de soprano era hermosa; llegó hasta la parte de atrás de la casa de ópera; las notas altas que alcanzaba, sonaban claras y puras, no tensas y chillonas. Definitivamente no era por lo que la gente había pagado; era mejor. Los que se habían comenzado a marchar, se volvieron a sentar sin palabras, observando con los ojos como platos al escenario.

La canción continuó, y Christine comenzó a sentirse cada vez más alegre. Al alcanzar el coro final, escuchó una voz sobre ella que venía del palco 5. El hombre desconocido gritó hacia ella, "¡Bravo!" y aplaudió más fuerte que la mayoría de la audiencia. Su elogio le dio fuerza para añadir un poder extra a los últimos versos. Cuando el aria terminó, la audiencia no se sentó en aturdido silencio como ella esperaba, sino que inmediatamente se puso de pie; una ovación de pie, mientras flores eran lanzadas al escenario.

Incapáz de sacar la sonrisa de su rostro, Christine hizo una reverencia, dejando que los aplausos cayeran sobre ella.

Los siguientes minutos, pasaron difuminados. Era tanta la gente que estaba felicitando el sorprendente trabajo. Christine pudo haber sido el centro de atención en el escenario – y haber gozado con eso – pero ahora que tenía que realmente conocer a estas personas cara a cara… se sentía incómoda. Tan pronto como encontró un momento adecuado, se metió en una trastienda y subió las escaleras.

Huyó a su "lugar de paz", como ella lo llamaba. Ahí la esperaba un retrato de su padre. Cada noche, antes de ir a dormir, se escabullía a ese lugar y prendía una vela por su padre, para respetar su recuerdo. Lo mismo hizo esta vez, uniendo sus manos y susurrando una oración. Sus rezos se vieron interrumpidos por una voz masculina que le hablaba suavemente:

—Bravo, bravo…

No era el mismo hombre que se había sentado en el palco 5; la voz de este hombre era diferente… difícil de describir. Sorprendida de oir la voz de alguien en su "lugar de paz", su lugar privado, Christine miró a su alrededor, con los ojos bien abiertos, solo podía ser una persona.

—¿Ángel?—Susurró,—¿Eres tú?

—¿Christine?—Esta vez, la voz que la llamaba era la de una niña.—Christine, ¿Estás aquí?

La voz del hombre, la voz de su ángel, susurró:

—Christine…

Cuando la voz se hubo desvanecido, una joven muchacha de la edad de Christine, de cabello largo y rubio y pálida piel, entró en la habitación. La chica sonrió al ver a su compañera de la infancia sentada frente al altar de su padre.

—Aquí estás. Christine, te hemos estado buscado por horas.

—No he estado aquí por horas, Meg, solo unos minutos.

Meg se sentó en el suelo junto a Christine.

—No importa. No deberías estar escondiéndote aquí arriba. Eres la estrella de la gala; todos dicen que eres incluso mejor que La Carlotta.—Se acercó un poco más y susurró:—Creen que deberías ser la nueva soprano principal de la Ópera Popular.

Christine rió.

—¿Luego de tan solo una gala? Meg, eso es ridículo, Carlotta tiene muchos más años de experiencia que yo, al igual que talento.

—No según nuestra audiencia. Al parecer creen que tienes más experiencia y aun mayor talento.—Meg estudió el retrato del padre de Christine.—Tengo una pregunta, Christine. Nunca había visto a alguien de repente poder cantar así. Debes de tener un instructor, un tutor, algo así… ¿Quién es?

—No estoy segura, Meg. Todo lo que sé es que antes de que mi padre muriera, prometió que luego de partir al Cielo, me enviaría un Ángel de la Música. Este ángel, sería solo mi Ángel y me protegería, velaría por mí.—Christine no sabía por qué compartía esto ahora. No se lo había contado a nadie, ni siquiera a Madame Giry que había sido la única madre que había conocido.

Meg la miró socarronamente.

—¿Crees que es el espíritu de tu padre?

—No estoy segura, Meg… Pero, ¿Quién más podría ser?

Antes de que la conversación pudiera terminar, Madame Giry entró a la habitación.

"¿Acaso todos saben sobre mi "lugar de paz"?" Pensó Christine con desesperación.

—Mis queridas,—siseó Madame Giry con impaciencia.—Las están buscando por todas partes. Meg, no deberías huir así luego de una gala. Y Christine… como estrella del espectáculo de esta noche, ¡Definitivamente deberías estar ahí afuera!

—Lo siento, Madame Giry,—respondió Christine, inclinando su cabeza.—Es solo que… No me gusta toda la atención…

Madame Giry impulsó a Christine a sus pies luego de ayudar a Meg a pararse.

—Lo lamento, querida, pero es mejor que te acostumbres a ella. Si las cosas resultan como imagino que lo harán, recibirás bastante atención en los próximos días.


*TRADUCCIÓN DE LA CANCIÓN*

Piensa en mí

Piensa en mí afectuosamente cuando nos digamos adiós.

Recuérdame de vez en cuando, por favor promete que lo intentarás.

Cuando te des cuenta, una vez más, lo mucho que tomó recuperar tu corazón y liberarlo.

Si alguna vez encuentras un momento, detente y piensa en mí