PRÓLOGO.
Han pasado 10 años desde la muerte de mi hermano, las cosas no han sido nada sencillas. El divorcio de mis padres adoptivos fue algo difícil de aceptar, y más aún que mi madre volviese a casarse. No es que su nuevo amante no me agrade. Sólo es que últimamente su presencia se ha vuelto incómoda para mí.
-Frisk, tengo que ir de compras. Sin se quedará por si necesitas algo.
Dijo mi madre de forma tranquila mientras que tomaba su bolso. Sólo asentí con la cabeza y me encaminé a mi habitación. Al entrar tomé mi computadora y comencé a jugar un poco con ella, me divertían los juegos RPG. Tarareaba el ritmo de las canciones del juego mientras jugaba, era una forma de entretenerme. Escuche entonces que tocaron la puerta, suspendí el computador y me levanté caminando en dirección a la puerta.
-¿Quien es?-Pregunte sin ganas, realmente no tenía los ánimos en alto.
-Hey, pequeña. Te noto algo triste, ¿Quieres hablar un poco?. Tal vez podemos levantar tus ánimos...- La voz tan tranquila y pacífica de Sin sono al otro lado de la puerta.
-Sabes, realmente no es necesario que te preocupes... -Dije de forma seca, aunque por alguna razón eso me hizo sentir un nudo en la garganta.
-Has estado indiferente esta semana, me preocupa que te esté pasando algo malo...-Dijo Sin, sonaba bastante preocupado. Tal vez hasta se podría decir que estaba... ¿Triste?
-Soló, he pensado un poco. Tranquilo, Sin. Estaré bien pronto...-Susurre mientras miraba al suelo. "Al menos esperó estarlo " pensé.
-Bien. Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites, ¿no? -Dijo dándose por vencido.
-Lo repites todo el tiempo... -Susurre mientras que me recargaba contra la puerta. Era verdad, desde que lo conocí me dijo que podía contar con el. Algo que siempre hice, confíe en el desde entonces, pero ahora es difícil verlo. Me hace feliz verlo, pero a la vez. El que esté con mi madre, me duele, se puede decir que me pongo algo...¿celosa?
E s p e r a . . . ¿ c e l o s a?
No. ¿Por que celosa? El que esté con mi madre es completamente normal, después de todo es su pareja, ¿no?. Entonces, ¿por qué?. Ni que me gustara Sin.
Oh no. No, no, no. No puede gustarme Sin. No es posible... ¿o si?. Claro que lo es, por la forma en que es tan atento conmigo, me sorprende que hasta ahora me di cuenta. Pero, si es atento es sólo por que soy la hija de su esposa. No me podría ver de otra forma. Además mi madre es tan feliz a su lado.
-Hey! E-estas llorando? -Escuche la voz de Sin, en efecto tenía algunas lágrimas, ni siquiera me había percatado de que estaba llorando. Mierda.
-Mierda...-susurre mientras cubría mi rostro. Que patético, estaba llorando. Aún cuando no sabía exactamente si era por el hecho de que Sin jamás me correspondería, o era por que me sentía miserable al haberme enamorado del hombre que está saliendo con mi madre.
-Hey!...Frisk...-Sin se escuchaba preocupado, más de lo normal. No quería verlo, ni escucharlo ahora, sólo me lastimaría más.
-Quiero estar sola- Dije seca. Abrace mis piernas ocultando mi rostro en estas. Llore en silencio esperando a que Sin se fuera. Y así lo hizo. Escuché sus pasos alejarse de la puerta.
No importa cuanto me lastimé. Voy a hacer que este sentimiento desaparezca. Estaré determinada a que esto se valla. No importa cuanto me torturé. Mantendré la...
D E T E R M I N A C I Ó N
