La cantaleta de siempre: Naruto NO es mio, Kishimoto no me quiso regalar los derechos de autor en mi cumpleaños.


Advertidos están: Esta historia probablemente me la lleguen a borrar, por OBVIAS razones.

Lemmon.


"Y ahora sólo deseo saber si esto es amor verdadero, ¿o es sólo una locura que nos mantiene a flote?"


-¿Me dejarás tocarte ya?- Susurró el Uchiha en su oído, provocándole que los vellos de su cuello se erizaran por su respiración.

Sintió sus manos en sus caderas, en su vientre y en su trasero, causándole que el remolino creciente de la excitación crepitara sin cesar en su bajo vientre.

-Alejate Uchiha- Le respondió con la necesidad de que él la ignorara y no dejara de acariciarla.

Ella adoraba cuando él ignoraba sus palabras y solo acataba las mudas ordenes de su cuerpo.

-Tu cuerpo no pide lo mismo Sa-ku-ra- El leve siseo en su ronca voz le demostró cuanta diversión le causaba tenerla en ese estado: donde ella era todo caricias y gemidos. Y después nada.

-Oh dios mio- Gimió la Haruno al sentir como la aplastaba contra el escritorio y rozaba intencionalmente en su trasero, su erección.

-No cariño, mi nombre es Sasuke, no Dios, aunque gracias por la comparación- La leve risa sardónica que se le escapó desató en ella un remolino de emociones arrebatadoras.

A Sakura todo aquello le parecía tan familiar aunque inverosímil a la vez, aún le costaba trabajo comprender el hecho de cómo él y ella habían llegado a eso, al parecer, su cuerpo ya no le pertenecía, sino al hombre a sus espaldas.

-¿Te gusta esto nena?- Sintió sus ávidos dedos colarse por la delgada tela de sus bragas, soltó un gemido arrancado desde el fondo de su garganta que lo único que hizo fue acelerar la respiración del Uchiha. -Oh sí, te gusta, y mucho-.

-Yo... para Sasuke, esto... no es correcto- Susurró presa de sus sentidos, sin embargo le ignoró, como llevaba haciéndolo desde la primera vez.

-Y dime, ¿Acaso dejarte coger por tu compañero de trabajo es algo malo?- Por el tono tan ronco que utilizó, Sakura se dio cuenta que él se estaba comenzando a impacientar.

-Lo es cuando este tiene novia desde hace un año y se la coge a ella y a su compañera de trabajo- La risa ácida que soltó el Uchiha le hizo entender que su comentario no había surtido efecto en él en lo absoluto.

-Deberías conformarte con las ocasiones en que te cojo, por lo menos Emi no me reclama nada- La siguió tocando, hambriento sus dedos comenzaron a trazar círculos imaginarios alrededor de su clítoris, robándole gemidos que ella deseaba poder callar.

-Eres una basura Uchiha- Gimió la Haruno presa de su propia desesperación, dios, lo necesitaba demasiado en su interior.

-Pero una basura que te coje bien ¿no?- Ella quiso replicar, pero fue acallada cuando él la volteó y estampó sus labios en una danza ávida, donde ninguno de los dos se daba por vencido.

Mordió su labio inferior, la combinación de sus salivas y el metálico sabor de su sangre les hizo soltar un gemido de necesidad.

Sasuke la obligó a enredar sus piernas en su cintura, ella gimió ante la sensación de cómo el chico, literalmente, le arrancaba las bragas.

El Uchiha sin darle oportunidad de reclamar algo, empezó a rotar su cadera con la clara intención de rozar su entrepierna con la de ella y así, hacerla arder de lujuria.

-¡Sasuke!- Lloriqueó la Haruno al sentir aquella caricia recorrer todas sus terminaciones nerviosas, causando que la vorágine de deseo creciera a proporciones estratosféricas en su interior.

Aquél orgasmo prometía hacerla perder el conocimiento de todo.

Y le gustaba.

-Así nena, dime cuanto me necesitas- Aún no lograba entender como es que su lenguaje tan obsceno lograba hacerla arnaba desesperada por su liberación, que no fue consciente de cómo el Uchiha se desabrochaba el pantalón y se baja lo necesario para que su erección saltara fuera.

-Llegó la hora, no te contengas, dame todo- Bastaron esas ocho palabras para que Sakura se convirtiera en solo sensaciones y comenzará a lloriquear por su liberación.

-¡Sasuke!- Le sintió enterrarse en ella de una sola estocada, hasta tocar ese punto al que solo él llegaba, donde ella se contorsionaba del placer absoluto que recibía.

Sus estocadas no eran suaves ni dulces, eran toscas y agresivas, pero Sakura las amaba, por lo que masoquistamente siempre le rogaba por más fuerza, por más agresividad.

Ella amaba a la bestia insaciable que él era por naturaleza.

-Oh Sakura...- Susurró él con la lujuria en sus palabras, era por momentos como ese que él le perdonaba que fuera tan inocente, tan pura.

Que fuera todo aquello que Emi no era, y que en el fondo él solo deseaba de Sakura.

-¡Mas Sasuke... Mas!- Lágrimas ácidas se deslizaban por sus mejillas, pero nunca llegan mas lejos, ya que él siempre se encargaba de limpiarlas con sus labios.

Cuando el orgasmo los atacó, la Haruno perdió la noción de todo y sólo fue consciente de estar lloriqueando por la brutalidad de su clímax.

Por su parte Sasuke solo se dedicó a morder el hombro de la Haruno, acallando sus gemidos, a la vez que egoistamente, la marcaba de su propiedad.

Más tarde, cuando ambos ya estaban listos para salir a la calle, Sakura soltó ese acostumbrado llanto por sentirse usada una vez más. Sasuke solo le miró como si de un momento a otro su sola presencia le molestara, aunque la realidad era que cada día que pasaba, él le necesitaba cada vez más.

Quizás y verla llorar le había picado en alguna vena condescendiente en él.

Había tantas excusas en realidad, pero al final solo una era verdad.

Él era un hijo de perra, que a pesar de todo, no concebía la vida sin su muñeca preferida, Sakura Haruno.

Después de por fin cerrar las puertas del establecimiento, él se colgó su mochila al hombro y le dedicó una última mirada a su compañera.

Ella le miró, pero en realidad sin mirar nada en particular, como si él no estuviera ahí.

Como si otra vez, él no le hubiera vuelto a romper las costuras en su ya maltrecho corazón.

-Me largo- Soltó el Uchiha a la vez que comenzaba a caminar en dirección contraria a la chica, sin embargo no logró dar más de dos pasos cuando escuchó los sollozos ahogados de la Haruno.

Sakura ya estaba acostumbrada a ello, a que Sasuke siempre partiera sin darle la oportunidad de hablar siquiera.

-Algún día lograré ver las luces Sasuke... tal vez pronto todo me deje de parecer una locura- Finalizó ella para darse la vuelta y caminar en dirección a su hogar.

El Uchiha la miró partir, una sonrisa sardónica se instaló en sus labios al saber de qué locura ella hablaba.

Con el tiempo, había aprendido a desentrañar las frases misteriosas que ella siempre le decía.

-Algún día me daré cuenta de qué es lo que necesitas en realidad- Susurró para sí mismo para subir a su motocicleta y arrancar con un suave ronroneo del motor.


"Our love is Madness"


Lo sé, lo sé.

Fue más lemmon que otra cosa en realidad, pero ese era el punto.

Deseaba mostrar una relación más oscura, más prohibida.

Y sí, las últimas dos frases las saqué de la canción "madness" de muse *-*

Los amo, ¿ustedes no?

Si tienes algo que decirme, por simple que parezca, aprieta la opción de review.

Sus reviews me hacen sentir completa(:

Miss Hunger Off!