Hola a todos, esta es una nueva historia, tiene otro enfoque y otra narrativa, espero les guste, estas ideas andaban rondando por mi cabeza por eso las plasme en papel, pero no abandonare la otra, de a poco vuelvo a mi vida normal y estare actualizando todo lo que pueda. espero me den sus opiniones. gracias por leer.
ANA POV.
"Que hermoso amanecer"… es el primer pensamiento que se me cruza al descorrer la cortina, el cielo está teñido de amarillos y naranjas, con un toque de celeste, se perfila un bello día, y pese a todas las cosas que tengo para hacer no quiero salir de mi habitación, quiero volver a la cama, no quiero enfrentarme a lo que viene, pero sé que es inevitable, seguro mamá no tardará en….
-"Ana, estas despierta?" - escucho que dice tras la puerta, tal vez si no hago ningún sonido se vaya…"Tock, tock", vuelve a golpear,
- "Ana, cariño, despierta, hoy es el gran día", - y con esta declaración me tapo completamente con las cobijas y pretendo que nadie me ve, como cuando era niña, por supuesto que mi intención dura, lo que mamá tarda en entrar y retirar el cobertor de mi cabeza.
-"Tchi, Tchi, Srta, hoy no puedes ser remolona, vamos levanta ya" - Y mientras dice esto la veo acercarse hasta mi ventana para descorrer completamente las cortinas, permitiendo que la potente (pero bella) luz del amanecer inunde toda la estancia. - "vamos pequeña" - se acerca y me da un beso en la frente, pero antes de que se retire la rodeo con los brazos y la estrecho fuertemente, - "hey, que sucede cariño" - , siento que me acaricia la cabeza y eso me hace querer llorar, la aprieto con más fuerza como aferrándome a ella - "Ana, pequeña", - me dice y me levanta la barbilla para mirarla, y en su rostro veo amor, preocupación y muy en el fondo un dejo de tristeza, por lo visto no soy la única.
-"te amo mamá", - es lo único que puedo articular antes de que la voz se me quiebre, automáticamente mi madre en un solo movimiento se sienta en la cama y me rodea en un abrazo digno de una mamá oso.
- "y yo te amo más cariño, tú y tus hermanos son mi vida", - y con esto me siento más pequeña que nunca, mi mente evoca a incontables recuerdos, - "estas bien?" - me pregunta consternada inspeccionándome el rostro, como puedo hago una mueca imitando una sonrisa.
- "estoy bien", - es todo lo que puedo decir, y en el fondo sé, que no me cree, pero ya hemos hablado mil veces de esto, y sabe que no me sacará más que esas dos palabras, por lo que sonríe, me da un beso en la frente y se levanta, se dirige a la puerta, pero las palabras que dice antes de salir hacen que mi alma se reconforte un poco,
- "creo que puedes quedarte en la cama una un poco más, eso no le hará daño a nadie"
Y con esto cierra la puerta y yo me desinflo en mi cama, me quedo admirando la maravillosa vista que tengo enfrente, a lo lejos se ven las montañas y como una falda que las rodea el océano se mueve suavemente.
-Wow, debería haber sido escritora – vocalizo hasta que una voz gruesa me hace girar hacia la puerta.
-Deberías haber sido astronauta, tu lugar esta con las estrellas"…
-Porque soy muy brillante, independiente e imponente? – pregunto con coquetería moviendo las pestañas.
-No, porque siempre estás en la luna – me dice con sorna y termina con una almohada por la cara, luego de reírse y recoger la almohada del suelo, viene y se sienta al extremo de mi cama, la luz lo rodea como un aura mágica, parece un ángel…bueno, lo admito es mi ángel y lo amo con locura.
-Mamá me dijo que estas rara…más de lo habitual? - le saco la lengua y él rie a carcajadas – vamos enana, dime, que te pasa.
-Acabo de levantarme, no puedo ser una gruñona de las mañanas? – pregunto exasperada.
Él me mira y se recuesta en mi cama, usando la almohada con la que fue atacado segundos antes.
-Naaa, tú no eres así, si eras Adri, si, lo hubiese creído.
-Robbie, son las 7 de la mañana, se puede saber que haces aquí tan temprano, tú acaso no te mudaste.
-hey, me siento herido, vengo a desayunar con mi familia, y a ver a mi hermana favorita.
-A mamá le puedes convencer de eso, a mi no –sonrie, con esa media sonrisa que vuelve locas a todas las mujeres que lo conocen y a todas mis amigas, él es mi mejor amigo, mi alma gemela, y él ve atraves de mí como nadie.
-Me preocupas nena, no te veo bien – sus palabras son serias y sinceras y con eso me desarma, toda la compostura que tenia se fue a la basura, rayos!
-Estoy bien – digo bajando la mirada, la verdad mi declaración no sonó convincente ni para mí.
-Hay algo que pueda hacer? – me pregunta realmente preocupado, rayos, hoy nadie se traga mis palabras, como no puedo articular palabra, niego con la cabeza – Ana – me dice y me levanta el rostro – yo, lo siento tanto hermanita, te juro que si pudiera hacer algo, movería cielo y tierra para que no estés así.
Le sonrió como puedo y una lágrima traidora escapa de mis ojos, antes de que toque mi barbilla, él la limpia con el pulgar. Me encojo de hombros y como puedo pongo una cara de "todo está bien"
-"c'est la vie" (así es la vida) – mi hermano me mira con una mezcla de compasión y admiración, creo que le asombra lo bien que estoy tomando todo esto.
-Robbie, Ana a desayunar! – escuchamos que mamá grita
-Ya Vamos! – decimos al unisonó, y luego nos miramos, solo nos llevamos 3 años, por lo que somos muy unidos, fuimos a la misma escuela, a la misma universidad, ambos trabajamos en la empresa de nuestro padre, somos realmente mejores amigos, compinches.
-Te quiero gnomo – le digo con toda sinceridad, él me da una sonrisa completa y se levanta de la cama.
-eso no te va librar de lavar los cubiertos, levántate, que mamá hizo magdalenas.
Y con eso sale de mi habitación, recorro la vista por mi habitación y veo en todos los lugares diferentes años de mi vida, en un rincón mi juego de cocina, con el que me apasione a ser chef autodidacta, en otro rincón, mis discos y mi etapa adolescente de Backstreet boys, otro rincón, mis libros de la universidad y por mi tocador, las fotos de las chicas y yo, antes de que me dé cuenta, estoy con una foto en mi mano, fue la noche de nuestra graduación, Kate y yo, mejores amigas, abrazadas con dos botellas en nuestras manos, unos birretes coloridos y en el fondo riéndose de nosotros el trío dinámico, Robbie, Elliot y Christian.
Mis dedos automáticamente acarician casi con ceremonia la foto, a decir verdad odio esta foto, mi cara esta desencajada de tanto alcohol que bebí esa noche, mis ojos desorbitados, y mi maraña llamada cabello, despeinada, solo conservo esa foto por él, el lucia perfecto, con unos jeans prelavados, una camisa azul, cabellos despeinados y mirada intensa.
-Ana! – el grito de mi madre me quita de mis ensoñaciones
-Voy! – le grito de vuelta y dejo la foto donde estaba, en 10 minutos estoy bañada, vestida y bajando las escaleras, cuando entro a la cocina, todos están esperándome, mi papá me sonríe mientras me acerco a darle un beso y mi hermana adolescente esta con una cara de pocos amigos.
-buen día para ti también Adri – le digo con humor.
-Mamá podemos desayunar, muero de hambre.
-ahora sí, sírvanse por favor.
Y todos atacamos las magdalenas, el desayuno los fines de semana es así excepto por Robbie, que desde que se mudo casi no viene, esta es una rareza, bueno viene por mí, está preocupado por como estaré hoy, si el supiera, ya morí por dentro, solo me mantiene en una pieza que la lealtad esta primero que nada y que pronto todo acabará hoy, de alguna y otra forma.
-Ana, estas bien? – la voz de mi padre me quita de mis pensamientos locos.
-Está nerviosa por la boda – contesta mi hermana engullendo su quinta magdalena.
-Pero porque cariño? – pregunta con dulzura mi padre, pero antes de que yo pueda contestar la pesada de mi hermana entre bocado y bocado responde.
-Hay papá, no es obvio, nunca viste que mira como boba a…
-Creo que es tarde – la interrumpe Robbie, que se percató de la mirada asesina que le lanzaba a Adri – tú no tienes una cita en el salón de belleza.
-Sí, y debo ir a buscar a Kate – me acerco le doy un beso a mamá otro a papá, un pequeño abrazo a Robbie y un golpecito (no tan cito) a Adri en la espalda y me voy, mientras salgo por la puerta de enfrente escucho que le dice a mamá que no es una exagerada y que si la golpee fuerte.
Voy al garaje y saco mi Citroën DS3cabrio2015dark rose, este es mi bebe, mi papá me lo regalo cuando cumplí 23 por haber terminado la carrera de Mercadeo, enciendo el motor y este ruge bajo mi comando, prendo la radio y pongo mi estación favorita de música retro, y con el sol calentando la mañana me dirigió a unas cuadras a buscar a mi mejor amiga.
Al llegar a la entrada apenas puedo estacionar a causa de los camiones de reparto que inundan el patio, la puerta está abierta así que me hago camino, pero antes de subir las escaleras no puedo evitar mirar el tumulto y el constante movimiento de gente.
-Ana, que bueno que viniste! – levanto la vista y veo que la mamá de Kate baja por las escaleras impecablemente vestida, creo que mamá sentiría vergüenza de pararse a su lado en este momento, pero mamá es mas casual, es de esas mamás que no temen ensuciarse las manos, ya sea con sus hijos, con la cocina o con el jardín, incluso mil veces la he visto hacer ella la limpieza cuando no está del todo conforme con la tarea, creo que jamás he visto a Audra Kavanagh agarrar un plumero o un rastrillo.
-Audra, como estas?–llega hasta mí y me da dos besos casi sin tocar mis mejillas, luego me toma de los brazos para observarme, sé que soy un enigma para ella. Mueve la cabeza negativamente frunciendo la nariz y yo me rio.
-Cariño, como puedo hacer para cambiar este chip tuyo y hacer que explotes más tu potencial.
-Si a potencial te refieres a maquillaje, tacones y vestidos, ya sabes que soy una chica de jeans y chatitas
-Si fueras mi hija, no saldrías medio paso sin la adecuada vestimenta. – se que lo dijo sin malicia, pero hirió mis sentimientos.
-Kate ya esta levantada?- quiero cambiar el tema, odio que me cuestione mi atuendo.
-No sé, no he tenido tiempo de ir junto a ella, a qué hora es la cita en Esclava?
-A las 9 y no quiero llegar tarde, voy junto a ella – me despego de sus manos y empiezo a subir las escaleras de dos en dos sin mirar atrás, se que Audra me quiere pero si ella era mi mamá, yo hubiese huido de casa.
Abro con delicadeza la puerta para no asustar a Kate pero la habitación está totalmente iluminada por la luz de ese maravilloso sol, cuando logro recuperarme de la ceguera, diviso una silueta sentada en el alfeizar de la ventana.
-Buenos días! – Kate voltea a verme y me sonríe, los rayos de sol hacen que sus cabellos se iluminen, como siempre acaba de levantarse y esta preciosa.
-Buenos días Ana – me saluda con delicadeza, siempre lo he dicho, yo llegue ultima cuando repartieron la femineidad, suavidad y coquetería.
-Ya estas lista? – digo mirando alrededor, unas maletas están depositadas al costado de la cama, camino hasta ella y me siento en la silla que está cerca de la ventana, miro el paisaje y se puede ver la carpa armada y la gente entrando y saliendo de ella.
-Sí, te estaba esperando – es todo lo que dice y vuelve a mirar por la ventana, permanecemos unos minutos en silencio, es cómodo y agradable – estaba pensando hoy es el ultimo día que me despierto con esta vista.
Su voz no denota tristeza, más bien resignación.
-Es cierto – no digo nada, un pequeño nudo se forma en mi garganta, y esta vez es por dos sentimientos encontrados.
-Voy a extrañar estar cerca de ti - su voz parece mecánica, no denoto ningún tipo de emoción en ella, me acerco y le tomo la mano con suavidad.
-Tampoco me mudo a la luna – hace una sonrisa sin mirarme, su vista esta fija en el horizonte, esta no es mi burbujeante amiga.
Luego de unos momentos cierra los ojos y su rostro se comprime en una mueca de dolor, se le arruga la frente y me aprieta fuerte la mano.
-Lo siento Ana – y por primera vez realmente identifico un sentimiento en su voz, hay tristeza y dolor, realmente no puedo pronunciar palabra, solo le aprieto con fuerza la mano y dejo que las traidoras lagrimas caigan en silencio por mi rostro.
-Todo está bien – le digo con más ánimo del que realmente siento, dentro de todo no quiero arruinar el día – no hay nada que disculpar – rápidamente me levanto y la abrazo, de paso me seco las lagrimas – yo también te voy a extrañar – y creo que mas por los nervios y la presión, Kate empieza a llorar, la abrazo fuerte y dejo que saque toda la tensión que sé, tiene acumulada, después de varios minutos se calma. – te sientes mejor?.
-La verdad sí – y ya es la voz de mi querida amiga – mamá casi me volvió loca, por suerte hoy no apareció, anoche tuvimos una pelea muy grande.
-La vi camino al patio cuando llegue
-Es muy intensa – no sé a quién me recuerda…
-Vamos, Mía estará ya en el salón.
Salimos de la casa como alma en pena, tratando de evitar a Audra, cuando subimos al auto Kate enciende la radio, y Boyfriend de AvrilLavigne suena a todo volumen, ninguna de las dos dice nada, pero estallamos de risa.
Cuando estacionamos en Esclava Salon, ambas estamos destrozando Pink de Aerosmith a los gritos. Entramos y la recepcionista que ya nos conoce nos deriva al salón que tenemos reservado, ahí sentada en una silla con unos tubos en la cabeza esta Mía Grey, con una copa de mimosa en la mano.
-Por finnnnn – nos dice exasperada y viene a abrazarnos, primero a mi y luego a Kate a la que casi deja sorda por el grito que le da, Kate se entusiasma con Mía y empiezan a saltar y unos segundos después yo también estoy saltando con ellas, hasta que escuchamos una tos.
-Señoritas – las tres volteamos a mirar – me alegro que estén muy felices pero necesitamos empezar.
Y nos sometemos a las indicaciones de Franco.
A Kate la llevan a una pequeña habitación mientras Mía y yo vamos a otra. Cuando estamos solas, Mía me mira preocupada.
-Como estas? – ufff que fastidio… - no tienes porque ser ruda Ana, me preocupo por ti.,
-Pero si yo no dije nada!
-Volteaste los ojos, eso es rudo.
-ya te pareces a tu hermano – el pesado, pero eso no lo digo en voz alta
-y ahora le doy la razón, vamos contéstame, estas bien?
-Y porque no debería estarlo? - la verdad la ironía en mi voz es evidente y veo que Mía se da cuenta, ya que pone las manos en jarra y me lanza una mirada asesina, *suspiro* - si Mía, estoy bien – bien ahí, esa voz es más sincera.
-No te creo – y realmente la veo preocupada, y que puedo decirle, se que me quiere.
-estoy bien amiga, todo lo bien que puedo estar dada la circunstancia. – veo que me cree, ya que hace un gesto y luego bebe un trago de su vaso.
-Es lo mejor Ana, hay que continuar, te lo digo por experiencia.
Y en el espejo veo que su vista se nubla, se que ella tiene sus propios demonios, y así como hoy es un día de prueba para mi, también lo es para ella.
-Lo sé – y se lo digo sinceramente, con una sonrisa, luego de unos segundos ella me sonríe.
Y es lo último íntimo que podemos hablar porque ya vienen varios estilistas, esto es algo de todo el día, ya que nos van a exfoliar, depilar, pulir, dar masajes y quien sabe que más, todo cortesía de Audra Kavanagh y por supuesto Elena Lincoln.
Cuando por fin salimos de las duchas, ya son más de las 15:00hs, ahora deberíamos empezar con el maquillaje y peinado, todo debe ser de acuerdo al esquema que nos dio Audra y a las especificaciones de Kate, toda la vida odiando la manía de su madre de controlarlo todo y hoy se le ocurre parecérsele.
Mía no dice nada, está en su salsa, en cambio yo, sinceramente me siento invadida, es cierto, voy al salón, y me hago alguna que otra cosita, pero creo que hoy me rasparon, estiraron y cortaron hasta los callos, es imposible que ahora se note alguna imperfección si me podaron hasta las orejas, parezco un farolito de tan iluminada que tengo la piel.
Kate está sentada en un rincón con dos manicuristas y un estilista que le esta mostrando algunos ejemplos de peinados, nosotras somos separadas con Mía y dos personas se ponen a trabajar por nuestras manos y nuestros cabellos, al cabo de tres horas, estamos maquilladas y peinadas, estamos esperando que vengan nuestros vestidos, cuando terminan con Kate ella se acerca a nosotras y las tres nos miramos al espejo, una mezcla de sentimientos cruzan por nuestros rostros.
-Prohibido llorar niñas! – grita Franco desde el fondo cuando ve que nuestras narices se arrugan.
-Entonces un brindis – mientras nos pasan unas copas – por la novia y las damas mas bellas.
Brindamos con Chandon Moet rose, odio el champagne….
Cuando llegan nuestros vestidos somos separadas nuevamente, minutos después ya estamos listas, esperando.
Mía se está terminando de acomodar la ropa, luce bellísima con su vestido, me miro al espejo y que Diablos tambien luzco increíble.
- Quien lo diría no Ana? - la oración de Mía me distrae de las poses "sexys" que intento hacer.
- A que te refieres?
Su rostro se vuelve nostálgico - Siempre pensé que sería la primera...
Y ya se a que se refiere, me acerco a ella y la abrazo por la espalda y la miró por el espejo.
-Velo de esta manera, esta es la oportunidad de que sigas tus sueños y no te conformes con los sueños de otro. - y está frase hace el truco porque me sonríe
-Chicas - ambas volteamos y lo único que puedo decir al diablo el maquillaje, las lágrimas caen. Kate parece una visión de blanco, tiene un vestido corte sirena de encaje y falda suelta en las caderas, el cabello suelto con ondas y una tiara a juego.
- Kateee - es todo lo que puede decir Mía, y yo solo sonrió y lloro, y corro a abrazar a mi amiga y Mía hace lo mismo y las tres nos unimos en un abrazo bañado por las lágrimas. Me siento en mi circulo de confort y confianza, estas chicas han sido mis amigas desde que tengo memoria, hemos compartido alegrías y tristezas, hemos reído y llorado juntas, y ambas me conocen más que mis propios padres, y pese a que mi secreto más profundo casi nos separo, hoy estamos juntas y mas unidas que nunca por el amor y la lealtad que nos profesamos.
-Chicas! Que les dije de llorar – nos reprende Franco.
Todas reímos juntas, es imposible no llorar de emoción, un poco después llega el equipo de fotógrafos, y empieza una sesión de fotos con Kate, es la novia más bella.
-Cuando te vas? – me pregunta Mía casi en un susurro, la miro interrogante, nadie sabe de mi viaje – Robbie – solo me dice eso a modo de aclaración y quiero matar a mi hermano.
-Cuando te lo dijo?
-Hace unos días, estaba preocupado por ti.
Trato de hacerme la indiferente – no sé porque, tampoco me voy a vivir a Estambul – y Mía me da un codazo un poco fuerte, con el que grito y todos voltean a verme, siento mi rostro arder
-Auch – le digo susurrando.
-Te mereces un golpe más fuerte, uno intenta ser cordial contigo y aparece una ironía.
Quiero reírme, pero tiene razón – lo siento – le digo sincera y bueno, consigo se suavice su rostro – me voy mañana a las 4 de la mañana.
-Ana…
-No te dije, porque sabía que te pondrías en plan de hacerme cambiar de opinión, y no pienso cambiar, necesito alejarme de todo – mi perorata funciona ya que no me dice nada…
-Te voy a extrañar mucho – me dice después de unos minutos, pero no puedo decirle nada, ya que somos llamadas a tomarnos fotos también.
Cuando la sesión termina ya son pasadas las 18:00hs, hemos estado todo el día en el salón, la ceremonia empieza a las 19:00hs, así que salimos a los coches que nos trasladaran a la residencia Kavanagh.
En el camino, vamos riendo y cantando, quitando el maquillaje y el pavoroso vestido de novia parece una salida normal con ellas, las miró y me doy cuenta de que voy a extrañar a mis chicas.
El auto se enfila a la entrada y bajamos justo a tiempo para ver como empieza el cielo a teñirse de naranja, no hay duda, Dios es un pintor.
Una suave música se escucha al fondo y al mirar se puede ver un camino adornado con piedras luminicentes que lleva a un altar con vista a la bahía cubierto de flores y tules, realmente si esto fue diseño de Audra, se lució. Mi vista se dispersa por el altar y para justo en el hombre alto y hermoso que esta parado al lado de sus padrinos, está nervioso, lo noto porque no sonríe y tiene la mirada fija hacia la entrada, mi corazón da un vuelco y mis ojos se llenan de lagrimas, giro el rostro y veo a Kate parada en medio, esta acomodando su velo, mientras Mía y Franco le acomodan el vestido y tocado, vuelvo a mirar al frente y haciendo acopio de una voluntad que no tengo, trato de poner mi mejor rostro.
-Ana – escucho la voz de Kate, me volteo con una sonrisa y levanto el pulgar como diciendo ok, parece que funciono ya que ella me observa un momento y luego me hace una afirmación sonriendo, le hago un gesto a Audra y me acerco a ella.
-Todo esta hermoso, tu mama se lució – le dijo con complicidad, ella voltea los ojos y luego sonríe.
-Más le vale, no me dejo opinar sobre nada – en eso se acerca el padre de Kate.
-Lista bomboncito, estás hermosa – se acerca y le da un pequeño abrazo.
-Lista papi – pone su brazo alrededor y sonríe.
La música cambia, y sé que es nuestra señal, Mía viene y se para a mi lado, pero luego recuerda y se pone detrás, hago unas respiraciones profundas para calmar mis nervios, y rogando para no tropezarme salgo y veo que todos voltean, miro al novio y su rostro cambia, de nervios a esperanza, mientras camino no quito la mirada del altar y cuando escucho el ohhh de los presentes lo vuelvo a mirar y veo su rostro iluminarse de felicidad mientras siento que mi corazón se rompe, cuando por fin llego le doy una última mirada, y luego centro mi vista en Kate, luce radiante y feliz, y mi corazón se vuelve a componer por el amor que siento por mi amiga. Es confuso, tengo sentimientos encontrados, por un lado estoy feliz por ella, y por otro siento que voy a desfallecer, mi mejor amiga, se casa con el amor de mi vida.
-Queridos hermanos, estamos reunidos aquí para celebrar el matrimonio de Katherine Kavanagh y Elliot Lincoln - y con eso cierro mi mente y no escucho lo que dice el sacerdote, aunque mi mirada parece centrada en los novios, estoy mirando al horizonte, mi mente viaja al momento donde casi pierdo a mi mejor amiga.
