NOCTURNO

Capítulo 1

Ok, hace como un millón de años que no escribo pero espero no haber empeorado.

Esta historia se ubica un año después de que Yuki, Tohru y Kyo salieron de la prepa y contiene algunos datos del manga que tal vez alguien aún no haya leído, pero nada realmente importante.

Parejas: Tohru y Kyo principalmente, pero si quieren que incluya alguna otra, por mí no hay problema (siempre y cuando no interfiera con la principal).

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Tohru´s P.O.V.

El ruido de la ventana al abrirse me sobresaltó. El siempre era muy cuidadoso cuando entraba a la casa a través de mi ventana, trepando con sigilo las ramas del árbol frente a ella y abriéndola con cuidado, sin saber que yo sabía de sus salidas nocturnas y lo esperaba despierta hasta su regreso.

Hoy en día, Yuki, Kyo y yo cursamos el primer año de la universidad y aunque ellos dos siempre tendrán sus diferencias han llegado a apreciarse al grado de que sus actitudes, ahora que han madurado, son muy similares. Yuki ha aprendido de Kyo a confiar en sí mismo, a ser más abierto y a creer en los demás; mientras que Kyo ha aprendido a controlar su carácter y es casi tan cortés como su primo, sin embargo, incluso a través de su cortesía lo siento cada vez más distante.

A los pocos meses de entrar a la universidad empezó a pasar cada vez menos tiempo en la casa; los otros dos hombres de la casa trataron de que no me preocupara diciéndome que era normal que estuviera ocupado con la escuela y sus prácticas en el dojo, que después de todo a los gatos no les gusta pasar mucho tiempo en un mismo lugar o que tal vez tenía una novia. Poco después descubrí que Shigure había acertado al respecto: Kyo se estaba viendo con una mujer.

La noche que lo supe estaba lloviendo a cántaros, pero él insistió en salir de todos modos. No había nadie en casa y decidí esperar sentada en la sala a que volviera pero me venció el sueño. Desperté a las 3 de la mañana y corrí hasta su cuarto que estaba vació; así que me di por vencida y fui a acostarme. Poco tiempo después entró a mi cuarto por la ventana por primera vez, con los zapatos en una manoy tratando de no hacer ruido. Yo estaba demasiado sorprendida para reaccionar. Al día siguiente cuando fui por su ropa para lavarla noté que a su camisa le faltaba un botón y que el cuello estaba manchado de lápiz labial, tanto la camisa como el pantalón tenían un aroma extraño mezcla del suyo propio y del perfume de la mujer.

Tallé la camisa durante mucho tiempo, tal vez más de una hora, pero la roja mancha de lápiz labial no se fue del todo, aunque nadie más la hubiera notado de no saber que estaba ahí. Lloré toda la noche sin saber muy bien por qué. Aún no me había dado cuenta de que lo amaba.