Bueeeeno~~ Aquí estoy de nuevo asdasfa :'3.

El caso es que esta vez es un fic con caps~~ un B26, por supuesto LOL~ Y esto solo lo hago porque AndyKnightwalker dijo que debía intentarlo y así~ Pero seamos sinceras, esto de hacer caps no es lo mío D':

Por eso, si alguna vez va cogiendo un camino raro, lo siento~ Tampoco pretendo que sea largo, en realidad, no sé que hacer con él~.

Oh... le puse "Mia Cara Tempesta" Mi Querida Tormenta porque no sabía que poner y parece que el italiano está de moda en los títulos(?) xDD.

Asdasfasf~~

Katekyo Hitman Reborn! © Akira Amano~.

Espero que os guste el primer cap~~ :'3.


Rodó sobre la cama un poco más, tapándose los oídos con la almohada dando la espalda a la ventana con la ventana corrida, dándole el sol en la espalda. Se hizo una bola, ignorando los malditos gritos que le iban a dejar sordo.

El día que Squalo se quedara afónico, ese día iba a hartarse a reír, y a hacer ruido, para restregárselo. Y que sufriera.

Se frotó los ojos, levantándose de mala gana de la cama y corriendo la cortina, con el pelo en la cara, sintiéndose ese estúpido príncipe, que por cierto; no estaba. Y era raro.

Caminó hasta la puerta aún en pijama y bostezando, despeinándose más de lo que estaba y jugando con las mangas del pijama, pensando en que estaría haciendo ahora Bel, aburrirse, quizás, o matando gente porque sí. Porque su sempai era predecible, pero si no estabas cerca de él no podías asegurar que debería estar haciendo.

Abrió la puerta con desgana, cambiando su expresión de sueño a la monótona antes de que el capitán de estrategia pudiera verle la cara. Se apoyó en el marco de la puerta y le miró, sin esfuerzo, sin ganas, podría vivir sin ver esa cara de estresado que tenía el tiburón.

― ¿Qué quiere ahora, capitán? ¿Tengo qué recordarle qué hoy es mi día libre?

― El que tú solo te asignaste. Así que no vale. El jefe te llama, no ha comido, y los grititos del maricón de Lussuria le han despertado, ¿No aprecias tú vida? Entra en su despacho. ― Como siempre, tan complicado de hacerse entender… ― Morirás lo más seguro.

― ¿Una nueva forma de pedir las cosas, capitán? Está bien… iré, ¿Me deja cambiarme o estará ahí todo el rato? Gracias~

Le cerró la puerta en las narices, tirándose sobre la cama de nuevo, mirando con flojera el armario. No quería ni estirarse a coger el uniforme, pero tenía que hacerlo.. ¿O podía ir con pijama? O con ropa normal…

No. Porque a la mínima que le viese Lussuria, le encerraría en su cuarto hasta que se cambiase, porque siempre, sieeempre hay que ir con el uniforme.

Refunfuñó e hizo un pequeño puchero sobre las sábanas, ¿Qué le pediría el jefe? ¿O tan solo se cansó de qué Squalo fuera el blanco a sus… digamos, "dardos" y como el irritable príncipe no estaba Fran debía ocupar su lugar? No, eso no, por favor.

Se arrastró hasta llegar al suelo y abrir el armario desde abajo. Agarró el uniforme desde abajo y estiró, tirando la ropa y la percha al suelo. Sin levantarse, cerró el armario y se vistió en el suelo mismo, dejando el pijama tirado por el suelo.

Se recogió el pelo en una mini coleta rápida y salió de su habitación, aún estaba dormido y le costaba caminar, por eso lo hacía levemente recostado en la pared. Y se durmió varias veces sobre ella, pero siempre había algún ruido que le despertaba, como si quisieran molestarle. Ah, claro, lo raro en Varia era, sobretodo, molestarse entre ellos, porque claro, eran una familia muy cariñosa y unida.

Fran soltó una risita histérica. Sarcástica, de burla, como fuera, dejando un claro "sí, ya, cariñosa y unida, ¿Puedo reírme ya?", simplemente para que la larga caminata hasta la puerta de su jefe no se hiciera tan tediosa. Últimamente estuvo viendo Dragon Ball Z en la tele, ese pasillo desde las habitaciones de los guardianes al despacho del jefe era más largo que el camino de la serpiente.

Pero por fin llegó. Y temía más que nada lo que le estuviese esperando dentro. Porque, tan solo imaginad… Xanxus, todo bien, como siempre, algo que podía soportar sin esfuerzo, pero ese Xanxus hoy ha sido despertado y no le han dado el desayuno. Y Fran se preguntaba, ¿Por qué necesariamente él?

Se paró enfrente de la puerta y la miró fijamente. Tomó aire y dio unos pasos para atrás, recostándose en una pared. Esa puerta directa a la muerte la abriría más tarde… aún no estaba preparado. Era su jefe y le tenía que respetar ―en realidad, le faltaban ganas, pero no quería verse muerto― y obedecerle por muy duro que fuera.

Se quedó 10 minutos mirando la puerta, pensando en la manera más perfecta de entrar, sin poner de malhumor ―si podía aumentarse― de su jefe. Hasta que una bala y una botella de vino rompieron el trozo de madera. Mierda.

Se levantó del suelo cuando la botella y la bala casi le daban en la cara y dio un suspiro de alivio, llevando su mano al pecho, "para notar la adrenalina".

― Hmm~ ¿Jefe? ¿Puedo entrar?

Xanxus hizo un ruido raro con la boca, puso los pies en la mesa de nuevo y tiró un poco el sillón para atrás, para estar más cómodo. Fran se lo tomó como un "sí, espera que pongo mi pose de jefe malo" y abrió la puerta, viendo el agujero que hizo la bala y explicándose como una botella de cristal pudo haber roto una puerta de madera.

Entró. Y sí, efectivamente se notaba en el estado físico de su jefe que estaba medio dormido y que no había comido nada. Diría malhumor, pero lo raro era que Xanxus no estuviera así. Se mordió el labio inferior para no soltar una risita que sería el inicio de su muerte.

― ¿Quería algo, jefe?

― ¿Por qué crees que mande a ese inútil a buscarte, si no?

― …

― Solo voy a preguntártelo una vez. Contestas. Te vas más rápido de lo que has llegado.

― Vaale~.

Xanxus tardó en responder, entre otras cosas porque cogió otra botella de… no era vino, era un color raro y no quería saber lo que era… lo llamaremos bebida X y le dio un trago largo.

Abrió la boca.

― ¿Dónde está Belphegor?