Aún no me explico como llegué aquí, es mi droga, todos los días me paro frente al umbral, esperando que me abra un camino, donde logro, quizás por un momento, ser feliz.

Todo comenzó por el simple hecho de reencontrarme con mi antiguo amor, en ese mismo momento, me di cuenta que mi vida es una mierda, siempre haciendo lo que todos esperaban de mi, siguiendo las reglas, sacando las mejores calificaciones, estudiando el negocio d ela familia, e incluso casarme con la mujer que mi clan destinó para mi. Todo lo que un día sentí ha vuelto a florecer, lo que creí olvidado, reapareció como si nada, pero más fuerte, tanto que dió el valor de revelarme, sé que mi esposa me engaña desde hace un tiempo con mi mejor amigo, Lee; con todo esto no me da remordimiento romper las reglas.

Siento como me abre la puerta, veo su perfecto rostro angelical, con esa sonrisa que desde niño adoro. Pronuncia mi nombre con su dulce voz... ¡Por Kami!, ¿cómo un ser puede ser tan perfecto?; me costó tantas noches convencerla de que no se sienta mal por Ten-Ten, que a ella le dará igual todo, que por algo me engaña.

No sé como pude sobrevivir 7 años sin ella, sin su luz; en esos año todo cambió, ella también cambió, no sé como explicar como la perfección puede seguir perfeccionándose, es un gran misterio para todos.

La abrazo y la atraigo a mi con posesión, porque es mía y de nadie más, sus frágiles manos se posan en mi pecho, la hago entrar suavemente a la casa, con mi pie empujo la puerta para cerrarla. Le doy un pequeño beso en la frente, sigo por sus mejillas, que a éstas alturas ya está sonrojadas y por último atrapo sus sonrosados labios, ¡Kuso! son extremadamente deliciosos, no me canso de saborearlos, de indagar su boca, de sentir como ahoga sus suspiros en su garganta; si no fuera por el maldito oxígeno, la estaría besando siempre.

Se prensa a mi cuello con delicadeza, sus irresistibles labios me llaman, me da un ligero pero cálido beso, y mi mente ni es capaz de razonar con claridad, de su boca sale un sonido, una frase que tanto esperé escuchar, y que hasta llegué a pensar que yo solo era un juego, tres simples palabras "Te amo nii-san", la besé con pasión dándole a entender que yo me moría por ella, por todo lo que es, que yo también sentía lo mismo, "Yo también, Hime, yo también te amo MI Hinata"

Mis ataduras se desvanecerían, con esto iría a primera hora a enfrentarme con Ten-ten y que me diera el divorcio, encararía a mi tío, y si fuera necesario, escaparía con Hinata, porque ella es mi todo, es mi libertad.