Verde

capitulo 1

Me volví a mirar en aquel espantoso espejo que residía en mi departamento. La imagen era la misma, mirase por donde mirase, hasta me pareció que se volvía todavía más insufrible de ver. Me giré lentamente para intentar calmar ese dragón slayer que estaba a punto de explotar, y que se manifestaba como una atmósfera negra espesa bien cargada de todo lo que pudiera llevar una tormenta. El cuerpo pequeño que ahora tenía enfrente de mí, temblaba como una gelatina y casi no podía mantenerse de pie. Sentí el impulso de matala en aquel preciso momento, nadie se enteraría, nadie podría culparlo. El olor a sangre se filtró en mí tan queridisima imaginación.

-L...lo siento mucho -se excusó la muchacha -De verdad que no se como pasó- me miró a la cara, seguramente temiendo la tercera guerra mundial entre gremios o el Apocalipsis, que no se que es peor -lo siento mucho Gajeel.

-Por que te disculpas- mí sarcasmo se hacía presente en cada palabra - por lo de poner patas arriba MÍ querida casa, o por haberme intoxicado con esa cosa a la que tú llamas comida, o mejor aun, por esto - señalé mi cabeza. Ella trago fuerte. Se notaba que mi humor no podía ir peor.

-P..pues por todo, supongo -ese sujeto que tenía enfrente, con el cabello de color peli-azul había tenido la osadez de sonreírme después de todo este asunto.

-Solo por curiosidad, cómo piensas arreglar todo este desastre -mí voz cada vez tenía más tono y no me pareció que la chica tuviera idea alguna.

Se acercó a mí y me observó unos minutos, de todas las maneras posibles, de arriba a bajo de izquierda a derecha, en perpendicular, etc.. pero ni modo. Su expresión seguía siendo la misma, incertidumbre. Entonces después de verla meditar alguna cosa, se apartó un poco y pude ver como cogía el dichoso libro que por casualidad había acabado en el suelo y volvía a leer parte del texto.

- 1. Verter el polvo en agua...bien 2. Mezclar bien...lo mismo 3. Aplicar en la zona...igual 4. Esperar...Eso es lo que pone, y lo he hecho exactamente igual al procedimiento, no lo entiendo.

Le cogí las malditas instrucciones donde supuestamente había la marca que repararía el fallo de la chica, leí ese dichoso papel de arriba a bajo y para mi desdicha no encontré nada que la delatara, la miré y a regañadientes se lo volví a dar.

-¡Ves como lo hice todo bien!-Levy no pudo hacer más que cruzar los brazos mientras yo la miraba aburrido.

Su cara de sabelotodo me irritaba más que otra cosa. Tse acaso no sabía cuando mantener la boca cerrada. Ella no sabía las enormes ganas que tenía de matarla, ni siquiera se daba cuenta. Intenté concentrarme para lograr encontrar una solución pero ni modo.

-Se se lo que tú digas -le respondí mientra volvía a mirarme en aquel espejo- ¡PERO MI PELO SIGUE VERDE!

-Me debes una discu...-su voz dejó de incomodar mis oídos y tenía la extraña sospecha que había averiguado el problema de todo eso. Me giré para verla y su aspecto era igual al de un fantasma: piel blanca/pálida, ojos bien abiertos, los labios mordidos por sus dientes, temblaba y no paraba de menear sus cabeza de un lado a otro.

-¿Algo que contar?- mi sarcasmo no se hizo esperar ni un segundo y mi sonrisa tampoco

Toda la mala ostia que contenía se iba liberando por una aura negra y bien densa. Sabía que si pisaba el gremio con estas pintas cavaría mi propia tumba, por supuesto no estaba tan loco. Tan solo de imaginar a Natsu viéndome con esas pintas me producía un enorme escalofrío. Si caigo yo, tenía por seguro que la arrastraría en el infierno conmigo.

-Etto...pues...nada fuera de lo común ...aparte del hecho que me equivoque con el color del tinte- intentó de algún modo o otro sonreír para evacuar el miedo que tenía.

Entonces comprendí todo ese desastre.