Descanso
Después de un duro entrenamiento, Eren regresaba del campo de entrenamiento cuando de improviso uno de sus amigos le dijo que el Sargento Rivaille lo estaba llamando y que fue a la habitación de este. Eren fue a paso lento a la habitación del sargento, al llegar toco la puerta recibiendo permiso para entrar encontrando allí al Sargento leyendo unos papeles a lo que Eren entro cerrando la puerta y se plantó enfrente de Rivaille.
-Me dijeron que me mando a llamar, Sargento... - dijo el castaño un poco cansado tratando de aparentar un bostezo.
-Te he notado flojo en el entrenamiento, ¿te sucede algo? ¿'La cuatro ojos te ha hecho algo que te haga no cumplir con tus obligaciones? - pregunto Rivaille volteándole a ver.
Eren se tensó al sentir la mirada del pelinegro sobre el a lo que se le acerco y lo abrazo. Rivaille lo miro con una cara indiferente esperando que lo soltara y se parara a su lado pero se llevó la sorpresa de que el castaño había cerrado sus ojos y se había quedado dormido en esa incomoda posición.
-Mocoso... - susurro el sargento.
-Ya te las veras conmigo en la noche...
Eren no sabía lo que le esperaba cuando despertara.
