Hola! Estoy de regreso, una vez más tengo un Dramione, es que es inevitable dejar de escribir de ellos, quiero que sepan que estoy trabajando muy duro para poder complacerlos con las parejas que me pidieron, estoy llenándome de información, espero muy pronto empezar a escribir de alguien más. Ojala que les guste este nuevo proyecto, Hermione empieza a escribir un pequeño diario después de la guerra, apenas voy empezando, disculpen si no actualizo muy rápido, lo que pasa es que la inspiración viene y se va de la nada, agradezco que me apoyen con cada proyecto y sin más por el momento los dejo disfrutar de este primer capítulo. De este lado de la pantalla, Valeria. V. S.
Todos los personajes y lugares aquí mencionados son propiedad de la gran J.K. Rowling, lo único que me pertenece es la trama.
QUERIDO DIARIO. CAPITULO 1
Agosto 20 de 1998. Hermione
Han pasado cuatro meses desde la derrota a Voldemort y pensé que jamás regresaría al colegio, o al menos no tan pronto. Esta mañana cuando desperté observe que en la ventana de mi cuarto estaba una lechuza con lo que era una carta de Hogwarts la reconocí por el sello que tenía. Después de que la lechuza me picara la mano, le entregue una galleta y emprendió el vuelo de regreso al colegio.
Pensé que solo regresaría a presentar mi último año, pero no fue así, resulta que me nombraron premio anual lo cual implica muchas responsabilidades, cosa que agradezco pues tengo que mantener mi mente ocupada por los recuerdos de la guerra.
En el hospital de San Mungo me dicen que las pesadillas se me pasaran con el tiempo, aunque la verdad no lo creo, después de todo la que vivió muy de cerca la guerra fui yo y no ellos, fui yo a la que torturaron por tener sangre impura, fui yo la cobarde que le quito la memoria los seres que más ha amado, y a pesar de que ellos están en recuperación, no me recuerdan del todo.
Mana temprano iré a la madriguera por Ginny, Harry y Ron, me costó trabajo convencerlos, pero finalmente regresaran conmigo al colegio, al menos no estaré sola.
Agosto 31 de 1998. Hermione
Mañana es el gran día, a decir verdad tengo muchísimo miedo de lo que va a pasar, pero estando con los chicos espero que todo salga bien, desde que termine con Ron él ha sido un poco grosero conmigo, pero lo entiendo, yo tampoco quería estar sola, aunque es mejor para los dos ser amigos.
Hace mucho que no voy a la estación nueve tres cuartos, tengo miedo de entrar en un ataque de nervios, últimamente me pasa mucho, un psicólogo Muggle me recomendó buscar alguna actividad que me guste para poder canalizar mis nervios, evidentemente elegí baile, mi favorito.
Nuevamente son las tres de la mañana y estoy sin poder dormir, pero… ¿Quién podría dormir? Estoy segura que todos los que vivimos la guerra en pasado por lo mismo, es un martirio lidiar con esas imágenes de gente siendo alcanzada por un hechizo, es horrible despertar en medio de la noche con el sonido de la risa de Bellatrix, es desesperante escuchar el llanto de la señora Weasley al ver a su hijo mayor muerto, rogando que fuera una mentira, pidiendo que le regresaran a su hijo. Pero sobre todo es horrendo despertar con la imagen de mis padres sin memoria, con la mirada perdida y sin saber quién soy.
Septiembre 01 de 1998 Hermione
Estoy segura que Merlín quiere joderme la vida, no basta con no poder dormir todas las noches. Todo iba muy bien hasta que la profesora McGonagall decidió que Draco Malfoy seria premio anual, no puedo creerlo, ¿Cómo es posible? Lo peor no es que sea anual, lo peor es que tendré que compartir con él la sala común, ya que mediante un sorteo eso fue lo que se decidió.
-Hola Malfoy. –Salude los más amable posible, lo que menos quería era comenzar un pleito desde el primer día, además estaremos conviviendo todo el año.
-Granger, veo que tú también serás premio anual y desde ahorita te aviso que ese escritorio es mío.-Dijo señalando el escritorio que estaba cerca de la ventana, - y ese sofá es mío, tu quédate con lo que quieras.
-Eres un idiota Malfoy, pero está bien, me quedo con el otro escritorio y el otro sofá.-aunque era solo para una persona me gusta más porque está cerca de la chimenea.
- ¿A dónde vas tan rápido? ¿Qué te sucede?
-No pasa nada, simplemente me canse de pelear por cosas sin sentido, ahora si no es mucha molestia, muévete de mi camino.-Me aparte de ahí odiándome por no darle su merecido, pero la verdad es que no quería pelear y ni siquiera tenía ganas, cuando llegue a la que evidentemente era mi habitación por el león en la puerta, realmente me sorprendí, ya que esas habitaciones eran enormes, tenían un baño propio y un pensadero.
Espero esta noche poder dormir tranquila, no me gustaría que el hurón escuche mis sollozos a media noche. Espero no querer matarlo muy seguido, por cierto se puso muy sexy, al parecer que su padre este en Azkaban le quito un gran peso de encima. Volveré pronto querido diario.
