Nunca había imaginado que terminaría así. Aquellos criminales a los que repudiaba, aquellas personas que habían arrebatado la vida a tanta gente y torturado a otras tantas ahora eran mi única familia, las únicas personas que se preocupaban por mí.

_Qué ironía_ susurré al observar como todos mis compañeros estaban peleándose por el último trozo de pastel de chocolate que quedaba.

_Tobi! Suelta ya mismo ese pastel!_ gritaba el rubio, tirándole un vaso por la cabeza al enmascarado.

_Tobi tiene hambre! Tobi es un niño bueno!_ respondió el otro llevándose la manzana de la discordia hacia la boca.

_No te atrevas!_ amenazó Deidara como advertencia.

_Chicos, no creen que están armando demasiado escándalo por solo un trozo de pastel?_ pregunté con una sonrisa divertida.

_Pero tu lo hiciste, Saku, tienes que entenderlos_ habló Kizame, mirando divertido la escena que estaban armando sus compañeros.

_No, la verdad no lo entiendo_ respondí sinceramente, de veras no entendía a que venía ese rollo.

_Ellos adoran todo lo que tú haces, por más horrible que sea_ explicó el Danna, con esa voz tan tranquila característica suya.

_Saku no hace nada horrible!_ Gritó Tobi, dejando de lado unos minutos la pelea.

_Ves?_ se rió Hidan.

_Pueden dejar de armar tanto escándalo?_ aquella voz seria y molesta hizo que volteara la cabeza hacia la puerta de entrada, encontrándome con unos ojos tan rojos como la sangre.

_No creas que dejaré esta pelea con Tobi solo porque tú lo dices, solo lo hago porque ya tengo lo que quería_ le aclaró sonriente el rubio al tiempo en que comía el dichoso trozo de pastel.

_Sempai! Eso era mío!_ protestó el otro.

_No se en que momento logró quitárselo_ susurré sorprendida.

_En el momento en que Tobi te defendió de lo que dije_ me aclaró el Danna, en un susurro junto a mi oído.

_Tu lo dijiste Tobi, "era"_ corrigió sentándose en el puesto que quedaba a mi derecha, ya que el de la izquierda era ocupado por el Danna.

_El líder nos llama_ anunció Zetsu desde la puerta, dirigiéndose hacia la sala.

Todos lo seguimos sin decir nada, realmente no era necesario.

_Saku, luego harás otro pastel?_ me preguntó bajito Tobi, se ve que todavía tenía ganas de comer más.

_Si, si no tengo ninguna misión que hacer_ le contesté sonriente, con este chico no te puedes enojar.

Cuando entramos a la sala, pudimos observar como el líder estaba sentado en el rincón más alejado de la puerta. Eso no era para nada extraño, ese era su lugar habitual.

_Recibí la información de que en el país del Rayo hay un pergamino que contiene un poderoso poder, quiero que me lo traigan_ nos informó serio, mirándome fijamente.

_Quienes irán en esta misión?_ preguntó el Danna, pasándome un brazo por la cintura, cosa que no me sorprendió mucho. Cada vez que él sospechaba que yo iría a una misión hacía eso, supongo que era para intentar darme confianza.

_Itachi y Sakura serán los encargados de traerlo, Konnan ya les tiene preparado el mapa del posible lugar donde lo encontrarán_ me mantuve en silencio, no estaba de ánimos para ir a una misión en este momento, pero no tenía ninguna excusa como para negarme.

_Líder, ya tengo el dinero de la misión_ informó Kakuzo.

_Muy bien, entrégaselo a Sakura_ ordenó.

Luego de recibir el dinero, salimos de la sala para volver a la cocina, donde apenas entramos volvió a parecer un campo de guerra.

_Si solo tenía una misión para Saku, por qué nos llamó a todos?_ exclamó exasperado el artista explosivo.

_Siempre es así, ya deberías de estar acostumbrado_ el Danna trataba de calmarlo, mientras se sentaba de nuevo a mi izquierda, esperando que el rubio lo imite al sentarse al otro costado, cosa que hizo casi al instante que el pelirrojo.

_Saku! No vas a poder hacerme el pastel!_ lloriqueaba el enmascarado abrazándome por el cuello, yo solamente lo consolaba acariciándole el pelo, mientras sonreía divertida por su exagerada reacción.

_Ibas a hacer otro pastel?_ preguntó el rubio levantándose de su puesto y quitando a Tobi de en sima mío.

_Si, Dei-cha, pero ya lo haré cuando vuelva_ le aclaré sonriente, de verdad que amaba a estos chicos.

_Tenemos que irnos_ me comunicó mi compañero, mirando seriamente la escena que estaban haciendo los otros.

_Prometes que cuando vuelvas lo harás?_ me preguntó Tobi, levantándose del suelo.

_Se los prometo_ les dije al tiempo en que salía por la puerta.

_Espero que no tarden mucho, tengo ganas de comer ese pastel_ escuché como decía Hidan, siendo apoyado por el resto de los chicos.

No pude evitar que se me escapara una sonrisa divertida, estos chicos eran únicos.

Cuando estábamos en la salida de la cueva, Itachi me miró seriamente, intentando decirme algo.

_Yo iré al frente, tú tienes que cubrir nuestro rastro, entiendes?_ a pesar de la pregunta, aquello había sonado a una orden, y a mi no me gustaban las órdenes de nadie más que no fuera el líder.

_Por supuesto que entiendo, no soy una novata_ le contesté desapareciendo entre los árboles.

Esperé que me diera alcance, para que fuera delante de mí. Debido al silencio, no pude evitar que algunas cosas aparecieran en mi mente.

----- Flash Back------

No puedo seguir con esto, no puedo pretender que no me molesta. Cómo pueden actuar como si no pasara nada? Es un traidor, por Dios!!. No es un héroe, nunca lo fue y nunca lo será.

Creí que deseaba que volviera con nosotros, pero cuando lo hizo solamente sentía desprecio por él, ira y sobre todo desilusión.

No era el chico que yo amaba, aquel niño que aunque frío y distante no lo suficiente como para dejar de lado a sus amigos y compañeros.

Este hombre, porque los años también habían pasado en su cuerpo, era totalmente diferente a como lo recordaba. En sus ojos no había más que desprecio hacia nosotros, suficiencia y orgullo por sobre todas las cosas. Como si traicionar a su aldea fuera algo que merecía que lo trataran como a un héroe.

Lo único que pude hacer cuando lo tuve frente a mis ojos fue dedicarle una mirada que expresaba claramente el descontento que su vuelta me traía. Dejándolo sorprendido con mi reacción.

_Sakura-chan, no estás contenta con que el teme haya vuelto?_ me preguntó preocupado por mi reacción aquel rubio que se había convertido en mi hermano.

_Quieres que te diga la verdad?. No, no lo estoy_ le respondí al tiempo en que desaparecía de su vista, internándome en el bosque.

------- End Flash Back------

No pude seguir recordando debido a que alguien me había sujetado del brazo.

_Tenemos que pasar desapercibidos en la aldea, no podemos entrar con esta ropa_ no me di cuenta de en que momento había aparecido junto a mí.

Con un simple jutsu, transforme mi short en una pollera corta color blanca y mi remera negra en una blusa rosa pálido, mi capa había desaparecido. Itachi solo hizo desaparecer su capa, quedándose con unos pantalones negros y una remera sin maga del mismo color, junto a nuestras típicas sandalias shinobi.

_Creí que ya no te gustaban esos colores_ me sonrió con burla, por lo que yo le devolví la misma sonrisa.

_Deberías hacer un jutsu para ocultar tus ojos rojos_ le dije al entrar en la aldea.

Cuando estuvo de nuevo junto a mí, pude ver como sus ojos se habían tonado de un color negro, tan profundo como un abismo.

_Tenemos que ir a la biblioteca, según nuestras fuentes, ahí es donde se encuentra el pergamino_ me informó al tiempo en que se dirigía a un extraño edificio.

_No te parece sospechoso, que un pergamino tan importante, esté en un lugar sin protección alguna?_ le pregunté recelosa.

_No, aquí no creen en el robo, son algo estúpidos_ me respondió simplemente.

_Sí, pero también algo sorprendentes_ respondí mirando al frente.

_A qué te refieres con eso?_ a pesar de su todo indiferente, pude notar un poco de curiosidad.

_Ellos creen que todas las personas son buenas, que tienen bondad en sus corazones y por esa razón no robarían nada. Es algo increíble que en estos tiempos de guerra y desconfianza haya gente que piense así_ le expliqué esta vez mirándolo a los ojos.

A pesar de haberme escuchado, no contestó nada. Pude entender que estaba meditando mis palabras, analizándolas.

Sin darnos cuenta, con nuestra pequeña charla, habíamos llegado a la biblioteca. Entramos sin que nadie se diera cuenta de nuestra presencia, como dignos shinobis que éramos.

_Yo busco en la parte de abajo, tú en la de arriba_ me dijo al tiempo en que desaparecía, era inútil tratar de discutir, no me haría ningún caso.

Con un simple salto, ya me encontraba en la parte alta de aquel edificio. Empecé a buscar lentamente, en realidad no tenía ni idea de cómo lucía el pergamino que estábamos buscando, no me había dando cuenta de preguntarle a Itachi.

Revise las estanterías alrededor de dos minutos, cuando un pergamino color rosa llamó mi atención. Ya se que hace mucho tiempo que ese color dejó de gustarme, pero entre tantos pergaminos color crema, ese llamaba bastante la atención. Al menos a mí.

_Es extraño, nunca vi un pergamino de este color_ pensé al tiempo en que lo tomaba.

Al hacerlo, una extraña luz color rosa me envolvió, elevándome en el aire y dándome una descarga eléctrica por el cuerpo, haciendo que un grito de dolor saliera de lo más profundo de mi garganta. Para luego caer al piso, estrellándome contra el duro firmamento.

Lo último que recuerdo, es a Itachi corriendo en mi dirección…

No se cuanto tiempo permanecí inconciente, pero al despertarme, un increíble dolor de cabeza me recibía. De esos que te dan cuando tu cuerpo te avisa que dormiste demasiado.

_Saku! Por fin despertaste!_ una mancha color naranja se tiró en sima mío, dejándome sin aire.

_Tobi, no puedo respirar_ mi voz estaba débil, por lo que no podía hablar muy alto.

_Eres un bruto!_ le gritó un rubio de carácter explosivo, al separarlo rápidamente de mi.

_Te encuentras bien, Saku?_ la voz tranquila pero preocupada del Dana me distrajo de la pelea que se estaba formando a mi alrededor.

_Si, me duele un poco la cabeza, eso es todo. Cómo llegué de nuevo aquí? Lo último que recuerdo es que estaba en una misión con…_ antes de que pudiera seguir, los recuerdos del pergamino volvieron a mi mente.

_Te desmayaste, y como no despertabas Itachi te trajo de vuelta a la base_ me explicó pasándome una mano por la frente, en un intento de tranquilizarme, cosa que sucedió rápidamente.

_Recuerdas algo de lo que pasó el la misión?_ esta vez fue el turno de Hidan de hacerme una pregunta.

_Solo recuerdo que estábamos buscando el pergamino, cuado uno de color rosa llamó mi atención. Al sujetarlo para mirarlo mejor, sentí como era elevada y una fuerte carga eléctrica recorría mi cuerpo. Luego caí al piso y me desmayé_ les expliqué, todavía esos recuerdos estaban frescos en mi mete.

_Bueno, debió haber sido un duro golpe, ya que estuviste inconciente por tres días, Saku_ No había notado que Kizame estaba parado en uno de los costados de la cama. Todavía estaba un poco desorientada.

_Y encontramos el pergamino?_ la verdad es que no me importaba mucho, pero por mi culpa no pudimos terminar la misión.