CHARLIE BISHOP
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"Mi nombre es Charlie Bishop, tengo 15 años y soy huérfano. He vivido con familias de acogida desde que mi madre murió cuando apenas contaba 6 meses de edad, y bueno durante algún tiempo en un correccional. No había nadie más que me cuidase. Miento, tenía un abuelo, Walter Bishop, pero se encontraba tan deprimido por la muerte de mi madre que se declaró incapacitado para atenderme. Incluso tomó la decisión de volver al manicomio de donde le había sacado ella hacía ya unos años. No podía olvidar a Olivia, que era como se llamaba ella. Se sentía culpable por todo lo que le pasó… ¿qué cómo se todo esto? Por los diarios de mi abuelo.
Es todo lo que me dejó, junto con una caja llena de cosas inútiles, papeles garabateados, monedas sin valor, y algunas fotos, donde por fin pude ver la cara de mi madre, aunque se trataba de la foto de su expediente, se notaba la amargura en sus ojos, o como era mi padre. Creo que me parezco más a ella, y la verdad, lo prefiero. Mi "herencia" la recibí hace unos meses, con una nota informándome del fallecimiento de mi abuelo, no me dijeron como ocurrió, ni me interesa.
No le conocía, aunque le vi una vez. Cuando tenía 10 años, los de servicios sociales me llevaron al manicomio para que me encontrase con él, y la verdad, no sé por qué. Para ver a un viejo ausente, que sólo me dirigió su mirada durante un segundo para volverse y comenzar a llorar. No fue agradable, por eso cuando me dijeron de volver a visitarle me negué. Y ahora tengo estos diarios. Me pregunto cuando los escribió. Quizás en algún momento de lucidez, aunque parece que se trata de los delirios del viejo loco que era, pero en mi interior sé que todo lo que cuenta es verdad. Por él sé que tengo, o tenía una tía, Rachel, que desapareció cuando mi madre estaba embarazada, y una prima, que se fue a vivir con su padre. No la conozco, y supongo que ella ni siquiera sabe que existo.
El viejo también habla de una tal Astrid y de un tipo llamado Broyles, que no pudieron acogerme, no sé por qué razón, aunque ya digo, que me da lo mismo. No creo que me quisieran mucho si ni hicieron nada por mí. Por cierto, tengo padre, pero no está en este mundo. No, no está muerto, aunque ojala lo estuviera.
Abandonó a mi madre para cruzar con su verdadera familia a otro universo. Y aunque parezca una locura de viejo, es verdad. Según cuentan los diarios del abuelo, los dos mundos estaban a punto de destruirse. Mi padre utilizó una gran Máquina creando una nueva realidad en la que él no existía para evitar la destrucción. Y lo consiguió.
Mi madre arriesgo su vida para encontrarle, aún se encontraba en aquel dispositivo, y sólo ella consiguió despertarle. Todo ocurrió en la Estatua de la Libertad. Por esa razón allí estaban mis abuelos del Otro Lado, la falsa Olivia, es decir la alternativa de mi madre, con su hijo. Debo explicar que mi padre engañó a mi madre con esa mujer y la dejó embarazada.
Walter cuenta que cuando mi padre despertó de su letargo, a quien primero se encontró fue a mi madre, y lo único que hizo fue sonreír y salir corriendo para abrazar y besar a los Otros, pasando de ella totalmente. Mi madre supo entonces que lo había perdido y se marchó de allí en silencio, sabiendo que no tenía nada que hacer y él no fue a buscarla.
Sé fue por el agujero de gusano sin despedirse de nadie. Ella no le dijo que estaba embarazada. Si mi madre era como yo, entonces nunca se doblegaría ante nadie, jamás pediría ayuda. Nos valemos por nosotros mismos, y ella no lo hizo ni para tenerme ni para cuidarme.
Aunque según cuenta Walter estaba tan deprimida que dejó de confiar en la gente que le rodeaba. Tras nacer yo, se encontraba tan desolada que comenzó a beber sin control. Se convirtió en alguien conflictivo debido a que acudía borracha al trabajo (¡era agente del FBI!). Nadie volvió a confiar en ella. Un día, no se protegió lo suficiente y en una redada la dispararon. Murió de un tiro en el estómago pocos días después. No fue enterrada con honores, no después su comportamiento durante esos últimos meses. Y entonces me quedé solo. Nadie me quiso. Y no me importa, porque ahora sé lo que puede hacer. Yo sabía que era especial, que había algo diferente en mí, y lo descubrí con el diario de Walter. Y tengo planes.
Mi madre tenía habilidades, podía cruzar entre universos y quizás algo más. El abuelo pensaba que yo podría haberlo heredado y estoy seguro de que es así. Aunque indicaba que Olivia debía estar sometida a un miedo extremo para conseguirlo. Y ese es mi problema. Como ella, yo no tengo miedo, nunca lo he tenido. Por eso me colé en el laboratorio que tenía Walter en Harvard. Me sorprendió que todo estuviera como él lo dejó, incluso había Cortexiphan en una nevera, por supuesto me lo llevé todo, me servirá para realizar lo que tengo que hacer. Es la única forma, no me importa si muero. Al menos lo habré intentado"
Charlie deja de escribir en el diario que le dejó su abuelo Walter Bishop y se dirige hacia el acantilado más profundo que conoce. No lleva equipaje, no lo necesita para su propósito, excepto una especie de linterna que encontró en las cosas que heredó de Walter y una pistola cargada. Las guarda como si fuera su mayor tesoro. Tira el diario hacia el abismo, ya no lo quiere. Lo ha leído tantas veces que se lo sabe de memoria, incluso aquellos detalles técnicos que su abuelo le ha descrito y que intuye que lo hizo porque quería que Charlie realizase lo que su mente caótica había empezado a proyectar. Y se trataba de su mismo deseo. Cierra los ojos y da un paso adelante. No tiene nada que perder, y esa es la única forma de saber si será capaz de conseguirlo. Se tira al vacío con los brazos extendidos, como un pájaro. Y se siente libre por una vez en su corta vida. Y piensa que no le importaría acabar así, pero mientras caer vuelven a su cabeza esos pensamientos sobre su madre, sobre todo lo que sufrió y su rabia aumenta a medida que cae. Y sólo espera no equivocarse, lo desea con todo su alma, tiene que hacerlo por ella, tiene que cruzar al Otro Lado.
