Dejo una pequeña nota sobre éste Fic:Recientemente he visto historias donde cada personaje da su punto de vista entrelazándose con la de los demás, quise hacer lo mismo y anuncio que esta es la versión de Suigetsu, si quieren ver los puntos de vista de los demás, pueden pasar a los links de más abajo. Cada historia tendrá un final diferente y el orden en que los en listé, es el orden sugerido. Si no leen todos no afecta en nada los demás, así que pueden leer solo los que les interezcan.
París (Karin) - h t t p : / / w w w . f a n f i c t i o n . n e t / s / 6 7 4 7 0 9 6 / 1 / P a r i s
Vuelve (Sasuke) - h t t p : / / w w w . f a n f i c t i o n . n e t / s / 6 7 5 2 1 9 2 / 1 / V u e l v e
Aunque no te pueda ver (Suigetsu) - h t t p : / / w w w . f a n f i c t i o n . n e t / s / 7 0 2 7 4 8 1 / 1 / A u n q u e _ n o _ t e _ p u e d a _ v e r
Puedes contar conmigo (Sakura) - h t t p : / / w w w . f a n f i c t i o n . n e t / s / 7 0 2 7 4 9 5 / 1 / P u e d e s _ c o n t a r _ c o n m i g o
Solo quitne los espacios.
Un café con sal, ganas de llorar
Mi mundo empezando a temblar
Presiento que se acerca el final
No quiero ganar, ahora eso que más da
Estoy cansada ya de inventar, excusas que no saben andar.
Tres días sin ver a mi querido Sasuke, tres días en los que me hubiera gustado compartir con él en París, ahora que estaba de vuelta, lo primero que hice al verlo, fue correr a abrazarlo, lo besé entusiasmada pero noté algo fuera de lo común. Él es una persona reservada y rara vez demuestra su afecto pero aún así lo noté raro.
— ¿Sucede algo Sasuke?
—No, estoy bien —me contestó notándosele ido—, sólo es que no he dormido bien.
—Yo tampoco pude dormir bien —lo abracé con fuerza llena de felicidad creyendo que se trataba de un romántico comentario—, te extrañé tanto…
— ¿Podemos irnos? —Bostezó mi amigo y compañero de trabajo Naruto—. Quiero dormir en mi cama.
Hace tiempo que Naruto se me declaró en más de una ocasión, no es mi tipo, siempre lo rechacé y aunque perseveró, desde que salgo con Sasuke no ha vuelto a mencionarme el amor que me profesaba. Al escucharlo interrumpir el romanticismo, quise reclamar pero sentí las manos de mi novio en mis hombros para irnos.
Contenta de que Sai y Naruto no estuvieran, disfrutaba de la compañía de mi amado quién me escoltaba a mi departamento, no dejé se me alejara, de verdad lo extrañaba y por muy tonta que me viera, la única explicación a mi comportamiento es que estoy enamorada. Al entrar a mi casa, él dejó mis maletas junto a la puerta y por la misma razón por la que no me despegué de él, me atreví a invitarlo a pasar la noche conmigo. No hace mucho me entregué a él, hacía poco había desechado mi idea de "Sexo hasta el matrimonio" y podría decirse que él ganó ese privilegio conmigo.
—No he dormido bien y tu debes estar cansada por el viaje —argumentó llenándome de dicha por su preocupación a mi persona—. Que descanses. Adiós.
No fui a detenerlo por que él también comentó su propia fatiga y lo que menos quiero es incomodarlo, yo también me preocupo por su bienestar y para demostrárselo, planeé una sorpresa para él. Al siguiente día, llena de entusiasmo, aproveché mi día libre para cocinar varios platillos que llevé a Sasuke a su oficina a la hora de la comida.
—Debiste ver ese hermoso parque —le platicaba de los lugares que visité en París—, me hubiese gustado caminar de la mano ahí contigo.
Esperaba sorprenderlo y levantarle los ánimos contándole de los bellos lugares de "La Ciudad del amor" pero toda la comida se vio distraído, no fue si no hasta que acabamos de comer que di tema para preguntarle lo que le pasaba.
— ¿Qué tienes? Me estás preocupando.
—Nada, tampoco dormí anoche.
Preocupada fui a abrazarlo haciéndole ver que hacía tiempo no tomaba vacaciones. Me inquietó la mención de pastillas para el sueño, sé que el consumidor se hace dependiente y no se lo deseo a Sasuke. Le sugerí fuéramos a Madrid, en ese lugar nos divertimos e incluso podría cobrarme el que no haya ido conmigo a París.
En el momento que le di mi propuesta aceptó; pensé que tendría que insistirle para que cediera. Por desgracia, unos inversionistas extranjeros solicitaron reuniones con él para convencerlos de expandir Akatsuki mundialmente y aunque para la empresa era benéfico, sabía que Sasuke se presionaría por conseguir los ingresos.
A pesar de un incidente con la PC, con mi ayuda prestada a Sai y Naruto, Sasuke tuvo éxito en la primera reunión. Mi rubio amigo sugirió una celebración que mi amado negó, cuando me vio preocupada, accedió ir al bar al que Ayame nos condujo. Todo el trayecto y la estadía en el lugar lo vi tranquilo, tal vez aburrido pero de un momento a otro salió corriendo sin decir nada. Al principio creímos, iría al sanitario. Al dirigir la vista a la ventana más próxima lo vi parado fuera del establecimiento. Desconcertada me levanté de la silla con intenciones de ir a su lado pero al llegar donde lo había visto ya no estaba. Volví con mis amigos donde lo esperamos algún rato, cuando sentí su tardanza me comuniqué con él al celular donde me dijo que no se había sentido bien y no quería arruinar el momento, quise irlo a ver pero se negó.
Al tercer día, Sasuke salió de la oficina por la puerta principal a pesar de tener su auto en el estacionamiento, me ofrecí a acompañarlo pero un rotundo "No" y un "Quiero estar solo" retumbaron en mi cabeza. Lo vi alejarse por la calle, no quería contrariarlo por su salud, pero me preocupaba dejarlo solo. Recordé que un día anterior Ino, mi mejor amiga había vuelto a la ciudad, así que decidí visitarla para saludarla y pedirle consejo. Ambas nos alegramos de vernos y así como ella me contó de su viaje por Europa, yo le conté mi vida en su ausencia, resalté aquello que más me preocupaba y marqué lo raro que me resultaba mi novio desde que volví de París.
— ¡Ay Sakura! Eres tan ingenua… —la miré desconcertada—. Si les das un poco de libertad a los hombres se creen solteros.
— ¿Qué quieres decir?
—Si te fuiste unos días y cuando volviste se puso raro quieres decir que se enredó con otra. Si no lo sabré yo… —negué con la cabeza llena de asombro. Ino se sentó a mi lado y tomó mis manos—. No te alarmes, dale un par de días, si regresa a la normalidad la dejó y si no… Tal vez yo me equivoqué.
—Tal vez deba contarle lo que pasó en París, así ambos hablaremos y arreglaremos nuestra…
— ¡No! ¡Ni se te ocurra! —Me interrumpió saltando del sillón—. Si le cuentas le darás motivos para… —me miró notando el miedo que me invadía y volvió a sentarse a mi lado—. Sólo espera unos días, verás que todo se arregla.
¿Qué pasó en París? Sai, Naruto y yo nos hallábamos en el mirador de la Torre Eifel disfrutando de la bella vista que París nos regalaba de noche. Era un escenario donde no cabía duda del por qué la ciudad tenía nombres como "La Ciudad luz" o "La Ciudad del amor", simplemente era magnífica. No me di cuenta cuando Sai se ausentó pues miraba algunas parejas aprovechando el escenario acrecentando mi deseo de estar con Sasuke, cuando Naruto pronunció unas palabras deseé oírlas de mi novio.
Guiada más por el ambiente que por mis sentimientos, mis labios hicieron contacto con los de mi rubio amigo. No, al besarlo no pensé en mi amado pero cuando nos separamos pedí mil perdones a Naruto aclarándole que fue un impulso. Él prometió no decirle a Sasuke, lo miré incrédula pero su frase "El beso me lo diste a mi, es mío y no quiero compartirlo" me dejó tranquila.
Antes de conocer a Sasuke, él e Ino habían salido, no tuvieron nada serio pero en ningún momento pensé mal de mi amiga. La conozco de la infancia y con anterioridad ya habíamos peleado por un chico en secundaria, fue algo absurdo pues no nos hablamos hasta entrar en prepa pero desde aquella vez prometimos no volver a pelear por un hombre. Además, lo que ella me decía lo basaba en su propia experiencia con un tal Shikamaru, ella conoce muy bien a los hombres y aunque no dudo de ella, no quería desconfiar de mi novio. Decidí seguir el consejo de Ino pero al pensar que Sasuke estuviera viendo a otra me hizo ser más atenta con él, quería demostrarle que no necesitaba buscar en otra el amor que yo estaba dispuesta a darle.
Durante los siguientes cuatro días insistí en que saliéramos a cenar, al cine, al parque… sólo me aceptó una comida pero parecía como si él estuviera ausente; no sé en qué o en quién pensaba… Nuestros conocidos hablaban de un buen humor de parte de él y viéndome más atenta con él, se expandió el rumor de que él me había pedido matrimonio y que yo había aceptado. Ésta noche le había pedido a Sasuke durmiera conmigo pero se negó sin darme una razón. Llamé a Ino para contarle de los últimos días y después de un largo rato de charla, sonó el teléfono.
— ¿Sakura? —Oí la voz de él tan seria que me estremeció— Tenemos que hablar.
—Amor son las 2a.m. ¿no puede esperar hasta mañana? —Fingí estar adormilada dando un bostezo—. Hace rato me acosté, Ino no me dejaba dormir.
—Bien, mañana en la comida hablamos.
— ¿En la comida? Lo siento amor, quedé de comer con Ino mañana —hacía caso a la mímica de mi amiga que también lo escuchaba—. Dejémoslo para la cena ¿te parece?
—De acuerdo, hasta mañana.
—Te amo, que descanses —esperaba me contestara con la misma frase pero colgó. Regresé la bocina a su sitio y convencida de lo que ocurría, abracé a mi amiga soltándome a llorar—. Tenías razón, seguro hablaba para terminarme.
— ¡Maldito! ¿Qué no tiene los pantalones para decírtelo de frente?
