Compañero.

Esa palabra era un sinónimo directo de "Chat Noir" para Marinette,conocida como Ladybug.

Pero era más que sólo eso.

Compañero significaba "cercanía";

"confianza"," cariño"... También significaba...Intimidad.

Ambos tienen una unión envidiable.

Es como si fueran sólo uno.

Quizás para algunos suene normal.

Pero al ir a París y darse cuenta,que eran mucho más que compañeros...

Recordó como compartían abrazos,

era cálido. Perfecto. Luego empezó algo más,dormir juntos. No lo malinterpreten,era sólo acurrucarse.

Quizás limpiar las lágrimas de unos ojos esmeraldas cargados de meláncolía. Sus ojos eran tan hipnóticos,quizás ese fué el mal.

No debió haberlos contemplado por tanto tiempo y definitivamente no debió lanzarse en esos pastizales.

Pero no fué la única que quizá

debilitó. No fué ella quien rompió los límites,pero él no lo sabía.

Ninguno de los dos.

Los besos en la mejilla estaban bien.

¿Pero qué tal en la boca?sólo sucedió un día.

Ir a entrenar,acurrucarse juntos.

Y derrepente. Él se hundió en el óceano. Verde y azul se encontraron.

Y era simplemente perfección.

Estaban unidos...pero,¿qué tal sí más?la cara de el rubio se acercó cada vez más a la de cabello oscuro.

La cercanía no incomodó,se sintió bien. Era calor. Era hundirse en una calidez conocida.

Sus labios se encontraron y nadie retrocedió. El compás era torpe e inexperto.

Lo que fueron perfeccionando con el tiempo.

Ahora sucedía siempre,llegaban a un rincón,donde estuvieran sólo ellos.

Y ambos lo hicieron,se besaron.

Lo hacían hasta que sus labios quedaran hinchados. Eh iban a dormir.

A veces,entre entrenamientos.

Eran sólo roces leves. Pero suficientes para encender una

chispa.

Seguramente que todos los compañeros lo hacían,debió ser normal. Debieron preguntar.

Tener manos entrelazadas y susurros amorosos,estaba bien también. A Adrien le hacía feliz alagar a la chica que ama.

Por que él si la amaba.

Era su mejor amiga,era maravillosa.

Su compañera,su dama. Pequeña mujer,irremplazable.

Quería estar cerca de ella.

Quería que fueran uno.

Cómo cuando trabajaban.

Una unión que la consiguieron...

De otro nivel.

Por que a cierta edad,empezaron a tener fantasías extrañas uno con el otro. Debió estar bien. Nunca hablaron de eso. Pero debe ser bueno.

Teniendo relaciones

Suena brusco,por que ambos no sabían mucho sobre eso. Sólo lo básico,protegerse.

Querían estar más juntos,más de lo que ya estaban. Querían unirse.

Lo más humanamente posible.

Estaba bien,los compañeros lo hicieron.

La primera vez,fué una experiencia inolvidable para ambos.

Cumplieron anhelos.

Palabras dulces,algo de dolor...

Y luego sólo,placer. No existió ningún límite entre ellos y fueron extasiados de felicidad.

Pero eso no era normal.

Ambos sabían que eso ya no era una simple asociación.

Lo sabían ahora. Luego de viajar a París,su propia ciudad natal.

Luego de darse cuenta que los demás compañeros no hacían eso.

Tenían un trato diferente.

Eso generó dudas,pero aquella noche, viéndose a los ojos,aceptaron

hacer algo que tal ves no estaba permitido. Nunca lo estuvo.

"Esta prohibido que los compañeros tengan una cercanía errónea,no puede existir. El contacto físico más allá de un abrazo o un beso platónico."

Los labios se encontraron con desesperación casi voraz.

El lápiz labial de la azabache se mezclaba con la lengua de el rubio.

Ese beso mostraba todo menos ternura. Era desesperación. Era saber que todo esto estaba mal.

Se sentía el cielo.

No podían sus latidos mentir.

Eran amantes. Eso eran.