Dejo una pequeña nota sobre éste Fic:Recientemente he visto historias donde cada personaje da su punto de vista entrelazándose con la de los demás, quise hacer lo mismo y anuncio que esta es la versión de Suigetsu, si quieren ver los puntos de vista de los demás, pueden pasar a los links de más abajo. Cada historia tendrá un final diferente y el orden en que los en listé, es el orden sugerido. Si no leen todos no afecta en nada los demás, así que pueden leer solo los que les interezcan.

París (Karin) - h t t p : / / w w w . f a n f i c t i o n . n e t / s / 6 7 4 7 0 9 6 / 1 / P a r i s
Vuelve (Sasuke) - h t t p : / / w w w . f a n f i c t i o n . n e t / s / 6 7 5 2 1 9 2 / 1 / V u e l v e
Aunque no te pueda ver (Suigetsu) - h t t p : / / w w w . f a n f i c t i o n . n e t / s / 7 0 2 7 4 8 1 / 1 / A u n q u e _ n o _ t e _ p u e d a _ v e r
Puedes contar conmigo (Sakura) - h t t p : / / w w w . f a n f i c t i o n . n e t / s / 7 0 2 7 4 9 5 / 1 / P u e d e s _ c o n t a r _ c o n m i g o

Solo quitne los espacios.


Si ayer tuviste un día gris, tranquila

Yo haré canciones para ver si

Así consigo hacerte sonreír,

Si lo que quieres es huir, camina,

Yo haré canciones para ver,

Si así consigo fuerzas pa´vivir

Por la madrugada, Karin me habló por teléfono en tono furioso… bien, debo aclarar que rebasaba la línea del promedio. Sin dejarme hablar, sólo la oía gritar y repitiendo una pregunta que me dejó impresionado:

— ¿Por qué no me dijiste que Sasuke se iría?

— ¿Qué quieres decir?

— ¡Deja de encubrirlo! —Se exasperó más—. Regresó de la oficina, tomó una maleta y se fue.

— ¿Cómo que se fue? —Pregunté sorprendido— ¿A dónde?

— ¡Si! ¡Como lo oyes! ¡Se fue! —No dejaba de gritar, pero en una pausa la oí suspirar en la bocina y el tono de su voz se ablandó—. Renunció al trabajo y me dejó.

La gente podrá llamarme egoísta, pero oírla decir que rompieron me alegró ¿La razón? Karin y yo nos conocemos desde antes de gatear, nuestras madres fueron muy amigas y no había día en que no la viera… Para ser franco, en ese entonces la detestaba y no fue si no hasta la primaria que nos hicimos amigos… Ok, no precisamente amigos, ella y yo tenemos una relación difícil de describir, pero sin duda, a partir de ese día surgió nuestra peculiar amistad.

Durante la secundaria entendí que algo que hasta ahora he tenido muy claro: amo a Karin. ¡No! Nunca me le he declarado, después de conocerla tanto tiempo sé que no soy su tipo, ella prefiere a sujetos que siempre he calificado como imbéciles, un montón de presumidos que piensan que ni el suelo los merece; he pensado en denunciar al oculista de mi amiga, pero deserté de la idea cuando se fijó en Uchiha Sasuke.

¿Quién es ese hombre? Bien, él no está tan alejado del montón de idiotas, es serio, callado, orgulloso, soberbio e inexpresivo, la diferencia entre él y los ex novios de mi querida pelirroja es que al menos él si tiene de que presumir. A pesar de terminar en la banca rota, su familia fue una de las más prestigiosas en Europa, sus notas de la escuela no son lo único que demuestran su inteligencia y según las chicas es un galán.

Si yo actuara como "señor seriedad" y mi familia fuera acomodada, sería igual que él… La triste realidad es, que a pesar de ser mi rival en el amor, es uno de mis mejores amigos y fui yo quien aceptó que se acercara a Karin.

Lo conocí en la Universidad en clase de estadística, me daba curiosidad tanta reserva y terminamos por entablar amistad; dio la casualidad que su clase de administración era la misma que la de Juugo y Karin y gracias a eso, se integró fácilmente con nosotros. En aquel entonces, recientemente mi amiga había terminado con su novio y se me salió un comentario frente al azabache que delató mis sentimientos por ella… aún recuerdo bien las palabras que me dirigió: "Si te escondes, ella nunca te verá". A la semana comprendí que tenía razón y me dirigí a declararme a Karin. Ella nunca se enteró de mis sentimientos por que justamente cuando iba a hablar, ella expresó: "Me enamoré de Uchiha Sasuke"

Nos graduamos de la Universidad y gracias a algunas influencias de mi amigo azabache, los cuatro entramos a trabajar a una pequeña empresa tabacalera. Siempre me pregunté el por que Karin no se lanzó por Sasuke como solía hacer con los hombres que le gustaban, pero no fue si no al inicio del trabajo que ella se puso manos a la obra con él. Pocos días después, Sasuke me dijo, muy a su manera, que le interesaba aceptar una de las propuestas de ella, yo, sabiendo lo que mi amiga sentía, tan solo pude responder: "No puedo interponerme en la felicidad de mis camaradas"

De ese día a tres años después, he estado esperando oír que terminaron su relación, desde que di mi aprobación, aposté que sería algo temporal como las otras relaciones de Karin, jamás habían durado más de seis meses y cuando vi cumplido el primer año, sentí que me volvería loco.

— ¿Juugo sabía de esto?

—No lo sé —siguió en tono suave—, te hablé primero a ti.

— ¿Quieres que intente comunicarme con él? —Cuestioné muy en contra de lo que quería—. Tal vez le hiciste algo y se enojó.

— ¡No le he hecho nada! —Volvió a su escandalosa voz—, y si tanto quiere irse ¡Que se largue a donde le plazca!

Lo último que oí fue el azote de la bocina al colgar; escucharla tan perturbada, logró convertir mi felicidad en miseria, sabía que intentaba ocultarlo, pero ella estaba triste y por mucho que me pesara, no podía soportar pensarla miserable. Me puse la ropa de calle cobre el pijama y a las dos de la madrugada me dirigí a su apartamento.

Justo como lo había imaginado, ella seguía en vela cuando llegué, noté sus ojos hinchados y de no ser por la hora y que sus pupilas estaban secas, podría jurar que había estado llorando.

— ¿Qué haces aquí?

— ¿Tu que crees? — Respondí en el mismo tono agresivo— ¿Me vas a invitar a pasar o me dejarás aquí?

Ella ablando la expresión en su rostro, fue hasta uno de los sillones donde se dejó caer; por mi lado, entré a la casa cerrando la puesta tras de mi y me senté en el sillón frente a ella, volteé a verla, había recargado su codo sobre el brazo del mueble y a la vez apoyaba su barbilla sobre su mano, miraba sin mirar la cocina y yo no dejaba de mirarla.

—Intenté comunicarme con él pero lo tiene apagado—, rompí el silencio— ¿Ya hablaste con Juugo?

—No sabe nada, está igual o más sorprendido que tú—, no me miró al contestar, metió la mano en la bolsa de su bata y sacó un celular que dejó caer al suelo—. Lo dejó intencionalmente, n o creo que quiera saber de nosotros.

Sin moverse de la posición en la que estaba, me contó lo sucedido, la escuché mirando su expresión de indiferencia hasta que terminó de hablar. Ni yo podía explicarme tan repentina partida y lo único que podía hacer, era realizar la pregunta cuya respuesta veía en sus ojos color rubí.

— ¿Y tu cómo te sientes?