"Té para Tres."
Por B.B. Asmodeus.
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Fandom: Star Wars (Películas).
Pairings: Triángulo amoroso entre Qui-Gon Jinn/Obi-Wan Kenobi/Luke Skywalker.
Rating: Este capítulo, G.
Resumen: Luke viaja al pasado, conoce la versión joven de su antiguo Maestro y se enamora de él. Qui-Gon no se encuentra contento con la idea.
Advertencias: AU. ¿Viaje en el tiempo?
Spoilers: Todas las películas. Además de los libros.
Feedback: Siempre bienvenido.
Notas de autora:
a) Para evitar futuras confusiones, todo lo que esté en Itálicas son pensamientos. Lo que esté entre diagonales (/) estará indicado diálogos internos, entre las conexiones mentales Maestro/Padawan, Maestro/Maestro o Padawan/Padawan, etc.
b) Este fic tenía muchos años abandonado, pero lo quiero tanto, que deseo terminarlo. Es mi versión de homenaje al personaje Obi-Wan Kenobi, quien se lo merece, el pobrecito.
Disclaimer: Nada es mío. Star Wars es propiedad de Lucas Films/Disney. Título prestado de la canción del mismo nombre, de Soda Estéreo.
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My heart's beating
Is it serious?
-Florrie.
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Prólogo: Reencuentro.
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Fueron las ruinas las que llamaron por su asistencia, los susurros de la Fuerza alentándolo, asegurándole que hacía lo correcto. Le ordenaron por no detenerse. Que no dudará.
Luke cerró sus ojos en completa concentración, al llegar a un par de portones, viejos y descuidados. Portones, que alguna vez, le habían dado paso a los Jedis más sabios de la Antigua Orden. En aquél momento, la Fuerza estaba cantando un himno que Luke no se atrevía a interrumpir. Podía sentir tantas presencias dentro, tantos sentimientos, que le estaba costando trabajo, tan siquiera, mantenerse en pie. No estaba seguro sobre qué debía hacer.
Al visitar Coruscant, había sospechado que la Fuerza desearía mostrarle las ruinas del Antiguo Templo, pero aun así, la agudeza de su llamado lo estaba desconcertando. Luke estaba indeciso en cómo proceder. Han y Leia esperaban su regreso en el lapso de una hora. ¿Debería embarcarse en una nueva aventura, sin su inclusión?
Entonces, una voz cargada con pecados del pasado—con una tristeza todavía tiñendo su espectro viviente, dentro de la Fuerza—se escuchó en su oído. Firme, y sobrepasando todo lo demás.
"Entra, Luke."
La reacción fue automática.
Luke tomó las puertas, y las abrió de par en par, confiando en el empuje manifestado en la orden de su padre.
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Había sido una mañana larga. Lo que más deseaba Qui-Gon, era una ducha.
Obi-Wan mandó una ráfaga de total aprobación. Agregó a la ducha, una siesta de diez horas. Qui-Gon suspiró mentalmente, imaginando tal Nirvana… Ahora, si tan sólo Mace le acelerara un poco más, a tantas cortesías inútiles…
"Que la Fuerza, vaya con ustedes." Mace Windu bendijo, a los recién llegados, del Planeta Burín.
/Hermosa frase mágica, mi Padawan./ Qui-Gon se inclinó en dirección del Consejo, siendo recíproco en la despedida, no sin cierto aire de satisfacción añadida al gesto. Su misión había sido todo un éxito, después de todo. Tras haber el Consejo escuchado su informe, el par de Jedis se dispuso a salir de la sala, intercambiando sutiles curvas alzadas de sus labios, fielmente cómplices, al darse la vuelta.
Sin embargo, los tomaron desprevenidos en pleno escape, cuando las puertas del Consejo se abrieron, justo cuando Qui-Gon levantaba sus manos para manipularlas.
Un invasor se introdujo, tan veloz como una gacela.
Un joven.
Sin proseguir con etiqueta, o cuidado por su pellejo, el tipo se auto-invitó un par de pasos. Sus ojos eran brillosos, abiertos de par en par, emanando vida y ansiedad. Fue en lo primero, que la atención crítica de Qui-Gon, registró dentro de su inventario. El rostro del intruso estaba pálido. Poseía cabellos dorados, cobrizos, como ciertas monedas de Alderaan. Su expresión mostraba una máscara de incredulidad. Completa desorientación.
Lucía algo… patético, si uno se atrevía a preguntarle a Jinn.
Mace se levantó de su asiento, sin duda indignado por la ruda interrupción, y Jinn se preparó la buena regañada que iba a proseguir. Mace haría a este chico, trizas.
Fue entonces que el joven pareció recobrar la cordura, sus hiperactivas irises adhiriéndose a la silueta de Windu, quien se aproximaba hacia su persona. Qui-Gon no perdió de vista como la curiosa—y aún desconocida—mirada viajó de la amenazante figura de Mace, hacia la izquierda de éste, donde se encontraba nadie menos que…
"¡Maestro Yoda!" El rubio exclamó, casi trotando con trayectoria puesta en el troll—
-Oh, no lo creo así.
—Sólo para tener su camino bloqueado, por el mismo Qui-Gon.
El Maestro frunció su ceño, analizando la vestimenta oscura del muchacho. Era radicalmente diferente a lo que se acostumbraba en el Templo. Era impensable, que el color de los Caídos, fuera permitido por los corredores del lugar. Además, a Qui-Gon le traía tan malos recuerdos.
/Sin embargo, tiene que admitir que no se puede detectar alguna clase de malicia viniendo de él, Maestro./ Obi-Wan, siempre la voz del raciocinio ante la impulsividad de su Maestro, introdujo en la comunicación de su lazo incorpóreo.
Qui-Gon bufó, en replica.
/Oh, sí. Muy maduro de su parte, Maestro./
/Esta es una fuente de frustración que no necesitaba el día de hoy./ Saber que su aprendiz tenía razón, que la Fuerza parecía acoger la nueva presencia de este sujeto como anillo al dedo, sólo resultaba confuso para su juicio.
El joven en cuestión, levantó su mirada. Analizó la muralla humana presentada frente a él, por unos segundos, y su mentón prosiguió a caerse. Un suave "Oh, Sith."le inyectó más drama al asunto. Se trataba de unaexpresión que Qui-Gon, en varias ocasiones, ya había presenciado de su propio aprendiz. Era común en esta nueva generación. No significaba que a Jinn le agradara.
"¿Quién eres tú?" El profundo tenor de Mace, resonó por el lugar.
Luke agachó su cabeza momentáneamente, en muestra de respeto. Milagrosamente, pareció recordar su sentido de educación. "Lo siento tanto—Por interrumpir, quiero decir... Es sólo que no esperaba… Ni siquiera me imaginaba…"
"Tu nombre, jovencito."
Fue obvio, que el intruso conoció lo que realmente era miedo, al intercalar miradas con la sombría expresión de Mace Windu. Qui-Gon lo observó tragar saliva, antes de responder. "Luke Skywalker, Señor—Digo, Maestro..."
Apenas alcanzo a retener sus ojos por girar al techo, Qui-Gon tomó la batuta en el interrogatorio. "¿Eres un Padawan o un Caballero?"
"Soy un Caballero Jedi, Maestro Jinn." Luke Skywalker respondió, sacando orgullo de las profundidades de sus temblorosas rodillas.
Qui-Gon levantó sus cejas. Y tuvo la certeza que las de Obi-Wan, hicieron la misma danza.
/Interesante./
/Sabe mi nombre, ¿pero no reconoce el de Mace?/ "Eres ágil en la Fuerza, Luke Skywalker, pero no recuerdo haberte visto antes en Coruscant." No que Qui-Gon fuera distinguido por su socialización, pero ése no era el punto.
/Con usted, nunca es el punto./
/Shush, Padawan. No es el momento./
/Precisamente, Maestro./ Fue la última respuesta sabionda de su Padawan, antes de ser cerrada parcialmente, su conexión.
Los pies de Luke se movieron sobre el piso, la punta de una bota encajándose con titubeo. Estaba prolongando lo inevitable. Qui-Gon tuvo la intención de aplicar más presión, pero esta vez, el mismo Windu, redirigió la concentración de todos. "¿Y cuál es la razón de tu visita, Caballero Skywalker? Sin invitación, debo recalcar…" Mace infló su pecho por encima de la diminuta figura que Skywalker representaba, resultando en una escena de lo más cómica.
El Caballero Jedi infló su propio pecho, adicionalmente, y estiró su cuello para responder lo más cercano al rostro de Windu. "Siento tanto mi interrupción, nunca deseé faltar al respeto al Consejo, ni a sus miembros."
"Demasiado tarde para esto." Mace gruñó entre dientes. Jinn mordió el interior de su mejilla, queriendo esconder sus ganas de sonreír.
"Lo sé, lo sé. Estaba—No mentiré. Todavía estoy algo conmocionado. No tenía idea de que terminaría aquí cuando abrí los portones. La Fuerza fue muy insistente en que lo hiciera… Y aunque tuve las sospechas, de que esta nueva peripecia, no consistiría en… unas… bien merecidas vacaciones… Jamás pensé…"
Paulatinamente, las palabras fueron saliendo de la boca de Skywalker, divagando torpemente, mientras su mirada comenzó a deambular. Qui-Gon y Mace intercambiaron expresiones de intolerancia, pero no pudieron negar su propia curiosidad. Siguieron el trazo de los ojos verdes del Caballero. Skywalker estaba inspeccionando, cada una de las sillas, de los Maestros ocupando el Consejo. Y los Maestros presentes, también lo inspeccionaban, de regreso.
Eran unos ojos penetrantes, los de este infame Skywalker. Eran demasiado expresivos, para un Jedi. Qui-Gon no tuvo problemas para leer la incertidumbre guardada en su reflejo. Estaban hambrientos y sedientos, por investigar…
"Por alguien en particular, ¿tú buscas?"
Skywalker sonrió, su timidez, a flor de piel. "Sí, Maestro Yoda… Se supone que mi antiguo Maestro también es parte del Consejo."
Yoda expresó toda la intriga que nació por la sala, ante la declaración. "Oh. ¿Su nombre, cual ser?"
Súbitamente, Luke cerró sus párpados y escondió su rostro bajo sus mechones despeinados—entonces, todos los presentes sintieron su concentración con la Fuerza, el ímpetu de la búsqueda de Skywalker por el teórico Maestro, que reinaba como el centro de la conversación—y en vez de responderle al Maestro Yoda, Skywalker se dio media vuelta, sus pasos vibrando no sólo con el plano físico, sino también espiritual.
Caminó directamente hacia...
"Ben."
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Obi-Wan parpadeó, confundido. Estaba agradecido por ya no ser ignorado, tan rotundamente, por los Maestros veteranos, pero escuchar el nombre que solamente su Maestro y él conocían, amargó cualquier tipo de gratitud.
El sujeto, que se había auto-llamado Luke Skywalker, se precipitaba hacia su línea de visión, con tremenda urgencia. Antes de que tuviera oportunidad, de tan siquiera pensar en detenerlo, Obi-Wan fue envuelto en un apretado abrazo.
En un asfixiante abrazo.
Lo siguiente articulado, causó un impacto de tal magnitud, que nunca había tenido precedentes en el Consejo de la Orden de los Jedis.
"Mi Maestro fue Obi-Wan Kenobi."