Hola, antes que nada deben saber que este fict esta inspirado en una novela de la autora Samantha James. Es un universo alterno, sin magia.

MIS MAS SINCERAS DISCULPAS… (HR/H)

"AMOR: Vivo afecto o inclinación hacia una persona o cosa. Apasionado afecto hacia una persona. "eso fue lo único lógico que pude encontrar en los libros y en enciclopedias, pero con eso no me bastaba. Yo creo que el amor es el motor de los sentimientos. Por ejemplo: si odias es por falta de amor, si lloras, es por decepción de amor, si quieres es amor. Eso es lo que creo que es; o al menos eso creo que es el amor, ya que no he tenido tanta suerte con los libros.

Lo que si sabia era que si alguna vez se casaba seria con un hombre que al que amara lo bastante para confiar… ah, peor, podía confiar lo bastante para amar?

No tenía respuesta……

Londres, 1820

Si hubiera sabido lo que el destino le deparaba, nunca se le hubiera ocurrido besarlo.

Pero lady Hermione Granger, hija única del marques de Norcastle, no actuó por mera frivolidad. Oh! No. A decir verdad, estaba buscando un final a su grave situación.

Estaba convencida de que su única esperanza residía en el escándalo.

Por desgracia; tenia muy poco tiempo. Su padre le había comunicado aquella mañana que debía de elegir un marido durante la noche de aquel mismo día.

O lo haría el.

No se trataba de una amenaza vacía de contenido, no, Hermione estaba completamente segura. Para humillación de su padre, había pasado mucho tiempo rechazando todas y cada una de las propuestas de matrimonio que había recibido. Y ahora la paciencia de su padre se había acabado.

Durante las últimas dos semanas había recibido tres propuestas de boda, y eso era mucho.

Su padre no era un tirano, pero cuando se encontraba en uno de sus días de mal humor su presencia imponía y lo mejor era no cruzarse en su camino. Aquella noche solo tenía el compromiso del baile de los Weasley, y debía de darse prisa. Mucha prisa.

El baile era una típica fiesta de gala. Voces estridentes se elevaban en el aire y docenas de parejas giraban en la pista al son de un vals.

El salón de baile y el salón contiguo habían sido decorados con hermosos ramos de rosas rojas y rosas.

Haciendo una profunda reverencia de cortesía, Hermione se desligo de los brazos de de su ultima pareja de baile, y se dirigió entonces a un extremo del salón, cerca de las puertas de la terraza. Allí no había tanta gente y necesitaba tiempo para pensar. Y tiempo para actuar, porque solo quedaban pocas horas para media noche.

Alguien le rozo el brazo. Hermione se volvió hacia su buena amiga Ginny Weasley. Un año más joven que ella, Ginny acababa de entrar en sociedad. Su amiga se la quedo mirando con sus ojos azules ligeramente suplicantes.

-Hermione, te ruego que no lo hagas. Alo mejor tu padre tiene razón, deberías de haber elegido marido desde hace tiempo. Ciertamente no es por falta de admiradores…

-jóvenes pomposos y engreídos que vienen por i dote, entre los que no hay ninguno con el que quisiera compartir mi vida. –mientras hablaba, Hermione levanto una de sus cejas. Aunque su tono era ligero, la fuerza de su resolución no lo era en absoluto.

Había entrado en su primera fiesta social con estrellas en los ojos y romanticismo en el corazón, soñaba que se enamoraría locamente de un joven guapo y elegante. Luego se casarían y vivirían el resto de su vida en un eterno encantamiento.

Otra de sus amigas mas queridas, luna lovegood, también compartía su mismo sueño.

Fue luna quien primero encontró a su príncipe. Perdió la cabeza con el vizconde Seamus finnigan en el instante en que se conocieron. Hermione no envidiaba la suerte de luna, no, en absoluto. No habría podido, porque nunca había visto tan feliz a luna. No hizo caso de los rumores que decían de la propuesta de matrimonio de Seamus se debía a su deseo de casarse con una heredera, porque luna era una rica heredera. Seamus amaba a luna, estaba segura de ello porque era su amiga.

La felicidad de luna no duro más de tres meses.

A Hermione le recorrió un escalofrió. Intento no recordar, pero no pudo dominarse.

Cierto día estaba paseando con luna por Hyde Park. Su amiga acababa de decirle que esperaba un hijo. Se detuvieron a descansar y se sentaron en un banco desde el que se veía una de las avenidas del parque y desde donde se podían contemplar a los paseantes y recibir el agradable sol de aquella mañana de primavera.

Ante ellas paso una pareja. Era evidente que el caballero y la dama estaban enamorados. La mano enguantada de ella rodeaba el brazo del hombre y la otra estaba en la de su pareja. Mientras las jóvenes los contemplaban, se detuvieron y unieron sus labios en un dulce beso.

-debe ser el aire de Londres, Hermione. Estos días todo el mundo esta enamorado…-había dicho luna riendo.

De repente se detuvo y Hermione se volvió a mirar a la pareja en cuestión.

El hombre era Seamus, el maridote luna.

Hermione no olvidaría en toda su vida la expresión de su amiga. Fue testigo de cómo el corazón de su amiga se rompía en mil pedazos. La estuvo consolando durante todo el día mientras luna lloraba con desconsuelo. Y fue a despedirla cuando luna se fue al campo dos días mas tarde.

Seamus se quedo en la ciudad donde continúo la relación con su amante lady Lavander Brown, una viuda.

Desde aquel día, Hermione había perdido la cuenta de las amantes que había tenido Seamus. Luna estaba casi siempre en el campo y Hermione solo la había visto unas cuantas veces desde aquel día horrible, pero el cambio que se había producido en luna era evidente. Ya no era aquella joven alegre y vivaz. Su mirada ya no poseía aquella luz y había perdido su picara sonrisa.

Hermione poco a poco volvió a centrar su atención en Ginny.

-oh! Vamos – estaba diciendo su amiga-Hermione, cuando pienso en tus admiradores… no pueden ser tan terribles! Tu padre acaba de proponerte a tres pretendientes. Que te parece el vizconde Zabini?

Hermione hizo un gesto despectivo con la boca.

-no puedo soportar la arrogancia de ese hombre-replico cortante su amiga.

-y Roger Davies?

-es un patán Ginny y lo sabes muy bien.

-queda Michael, hijo menor de lord corner…

-es un grosero y un estupido Ginny. Me he cansado de decir que no quiero casarme con el . Y además le gusta demasiado el juego.

-Hermione, te ruego que lo reconsideres.

-no hay nada que pueda hacerme cambiar de opinión, Ginny.

-arruinaras tu reputación!...

-efectivamente- repuso Hermione con expresión sombría

-no quieres casarte por lo que le ha pasado a luna verdad?-pregunto Ginny tras lanzar un suspiro-pero te recuerdo Hermione, que no todos los hombres son tan sinvergüenzas como su marido.

-soy completamente conciente de ello Ginny, además, a veces me divierte mucho su compañía.- era cierto a Hermione le gustaba reír, bailar, pero no era como la primera ves que entro en sociedad- pero te recuerdo que acabas de entrar en sociedad- le dijo a su amiga alzando la barbilla- y yo ya no soy tan ingenua. He sido testigo de muchas infidelidades: maridos con queridas, viudas con amantes. He visto perder y a masar fortunas al voltear un naipe. La ciudad esta llena de hombres despreciables cuyos vicios solo son superados por su monstruoso ego.

-nunca te casaras entonces?-pregunto Ginny sin demasiado convencimiento.

-nunca me enterraría en el campo como lo ha hecho luna- contesto Hermione con expresión sombría.-pero hace tiempo que he dejado atrás todas las ridiculeces sobre el amor y el matrimonio. He aprendido que las bodas se conciertan para ganar dinero, posición, poder o tierras, también por tener un heredero o tal vez todas esas razones juntas.

-pero te vas a pasar la vida sola Hermione.- dijo Ginny abanicándose con expresión angustiada- sin un marido, sin unos hijos. Esta idea me parece intolerable!!

Hermione no contesto. No podía negar que la dolorosa experiencia de luna le había dejado una marca, porque no iba a permitir que ningún hombre la utilizara como instrumento para su propio beneficio… sufrió una punzada en el corazón, porque parte de ella estaba dividida. Había una parte de ella que no desdeñaba el amor. Sus padres se habían amado, de eso no tenia ninguna duda. Hacia casi ya diez años que su madre había muerto, pero Hermione todavía recordaba aquellas discretas miradas de complicidad entre sus padres, aquellos roces en el hombro tan elocuentes…

Solo sabia que desperdiciar su vida como la de luna, en medio de un melancólico desespero, junto a un hombre que no nunca iba a compartir sus sentimientos… que nunca iba a amarla…

Wolas!!!! Esto es algo así como la introducción, pero espero valla gustando como va, dejen post, y pronto les subo un trocito mas, se pone muy bueno!!!