Disclaimer: La saga de Crepúsculo y todos sus personajes son propiedad de Stephenie Meyer. Yo sólo los manipulo a mi antojo para divertirme un rato. La trama sí que me pertenece.
Extra: Le elección de Emmett
Emmett POV:
Estábamos ya a mitad de verano y las cosas entre Rosalie y yo estaban cada vez peor. De hecho, se la pasaba coqueteando con todos los chicos que podía con el fin de ponerme celoso y lo estaba consiguiendo.
Así que un día, cuando todos estaban fuera, la enfrenté. Era hora de que hablásemos de verdad. Porque con esto sólo nos estábamos haciendo más daño mutuamente.
—Rose, tenemos que hablar —le dije seriamente, con los brazos cruzados, mientras me ponía enfrente de ella. Ella se encontraba sentada en el sofá mirando una revista de moda.
Me miró despectivamente durante unos segundos y luego volvió a bajar la mirada a la revista, ignorándome por completo.
Suspiré.
Así que cogí de un tirón la revista y la eché al suelo.
Ella se levantó furiosa y me miró.
—¿Qué mierda crees que haces, imbécil?
Y es que cuando Rosalie se enfadaba los insultos le salían solos, era parte de su personalidad.
—Intentar hablar contigo —le contesté mirándola seriamente, pero a la misma vez emocionado, porque era la primera vez que manteníamos una conversación y es que durante todo el verano me había estado ignorando olímpicamente. Siempre se las apañaba para no tener que dirigirme ni una palabra. Y eso dolía demasiado. Porque ella para mí lo era todo.
—Yo no tengo nada que hablar contigo. Si tanto te apetece hablar ¿por qué no llamas a TU Bella? Estoy segura de que ella también se muere por hablar contigo.
Rodé los ojos frustrado.
—¿Por qué siempre tienes que meter a Bella en todas las conversaciones? —pregunté ya molesto y es que en todas las oportunidades que había intentado hablar con ella siempre sacaba a relucir a Bella.
Ella se carcajeó amargamente.
—Meto a esa zorra en la conversación porque te la tiraste —iba a añadir algo más pero la corté inmediatamente.
—No vuelvas a llamarla así ¿me oyes? ¡Joder, Rose! ¡estás irreconocible! ¡Bella no tiene la culpa de nada de lo que sucedió! ¡¿por qué no puedes entenderlo?! ¡Tú y ella erais buenas amigas! ¡¿De verdad crees a Bella capaz de algo como eso?! ¡O a mí mismo! Maldita sea, Rose, sabes de sobra que eres lo más importante para mí, ¿por qué no puedes creerme cuando te digo que ninguno de los dos fue consciente de lo que hicimos? —para ese momento me di cuenta de que algo húmedo estaba resbalando por mi rostro.
Lágrimas.
Y es que, para esos momentos, estaba ya totalmente desesperado intentando que Rosalie me creyera. Pero ella seguía empeñada en que Bella y yo estábamos liados. Y dolía demasiado ver que Rosalie no confiaba en mí. Además, tenía la horrible sensación de que había perdido irremediablemente a Rosalie. Ya no sabía qué más decir o qué hacer para que me perdonara.
Estas vacaciones estaban siendo un completo infierno, tener a Rosalie tan cerca pero aún así no poder estar con ella. Lo único reconfortante es que podía verla. Pero había llegado un punto en el que ya no me conformaba sólo con observarla, por eso, esa noche, había tomado la determinación de enfrentarla. Y no me iba a ir de ahí hasta que Rosalie me perdonara.
Mis palabras parecieron calmar su mala leche, pero dando paso a otro sentimiento aún peor. Y es que en aquel momento yo no era el único que estaba llorando.
Y, de repente, la Rosalie fría y cabreada dio paso a una Rosalie que nunca había visto. A una Rosalie totalmente frágil y vulnerable.
Y es que temblando y con lágrimas en los ojos empezó a gritarme.
—¡Ya, claro! ¡Y por eso en el instituto no os despegabais ni un segundo, ¿no?! —me gritó de forma sarcástica, pero con un tono de voz totalmente roto, el pecho me dolió, era terriblemente doloroso ver a la persona que amas de esa forma—. No te imaginas lo doloroso que era veros a ti y a ella pegados como lapas todo el rato... —y de repente su voz bajó de tono y su mirada se perdió mientras seguía hablando—. Fue entonces que me di cuenta de que ella es más importante para ti que yo.
Rápidamente la interrumpí.
—¡Eso no es cierto! Os quiero a ambas por igual, pero de forma distinta. Tú eres la chica a la que quiero y ella es como una hermana pequeña para mí. Te lo juro, Rosalie. Nunca he visto a Bella como nada más.
Rosalie se quedó callada y me miró con lágrimas en los ojos.
—Quiero creerte, Emmett, pero no puedo... —exclamó abatida mientras se volvía a sentar en el sofá, cubriendo su rostro con las manos, y empezó a llorar de una forma tan dolorosa que me sentí basura por todo el daño que le estaba causando. Y es que nada de esto hubiera sucedido si aquella noche no me hubiera emborrachado.
—Rosalie... —dije con tristeza mientras, en un acto de valor, le cogí una mano. Para mi alegría no la apartó—. Te juro por mi vida que tú eres lo más importante para mí. Dime qué tengo que hacer para que me perdones. Te juro que lo haré.
Rosalie sollozó un poco más y luego volvió a mirarme, su rostro estaba totalmente húmedo por las lágrimas.
—Aunque quiera, con todas mis fuerzas, creer que tú y Bella no erais conscientes de lo que hicisteis no puedo. Te juro que no puedo. Y es que Tanya tiene toda la razón al decir que...
De repente aparté mi mano de la de ella y me alejé.
Ella se me quedó mirando extrañada por mi reacción.
—¿No te das cuenta, Rose? —le pregunté con voz rota. Era doloroso ver cómo la perdía poco a poco y que en gran parte se debía a la cizaña que metía Tanya.
—¿De qué hablas? —me preguntó extrañada.
—¡Tanya, Tanya y más Tanya! ¡Os tiene lavado el cerebro! ¡Joder, nena!, ¿cómo es que no te das cuenta? —grité ya fuera de mí. Y es que en todas las conversaciones en las que intentaba arreglar las cosas con mis amigos, con mis hermanos o con Rose, siempre salía el mismo nombre—. ¡Tanya es una víbora venenosa! ¡Siempre ha estado celosa de Bella y ahora os está poniendo a todos en su contra! Dime, ¿acaso no te acuerdas de cómo odiaba Tanya a Bella cuando ésta acababa de mudarse a Forks? ¿se te ha olvidado que Tanya la odiaba porque Edward se había enamorado de ella?
Rosalie se levantó y volvió a ocultar su dolor tras una coraza fría y llena de odio.
—¡Tal vez tengas razón en eso, pero no fue ella la que me traicionó acostándose con mi novio!
Justo en ese momento supe que era inútil seguir intentando convencerla de que no éramos conscientes de nuestros actos, parecía empeñada en creer lo contrario, así que intenté recuperarla de otra forma.
—Vale, Rose, yo me rindo con eso ya. Estoy cansado de repetirte una y otra vez lo mismo. Sólo contestame a una cosa, ¿me sigues queriendo? —le pregunté mientras me acercaba a ella y nuestros rostros quedaban a escasos centímetros. Nuestras miradas se entrelazaron de una forma que hacía mucho tiempo que no lo hacían.
Ella se quedó callada. Así que la cogí por la cintura y la acerqué aún más a mí, entonces... la besé. Ella se resistió al principio, intentando separarse de mí, pero poco a poco su resistencia cada vez era más débil y empezó a corresponder mi beso.
Por un momento se me olvidó todo y me sentí en las nubes al volver a besar sus labios.
Cuando me separé de ella la miré y le volví a repetir la misma pregunta.
—¿Me sigues queriendo?
Ella se apartó de mí, dándome la espalda, y volvió a llorar sin contestarme.
—Sabes que sí... —contestó después de una eternidad.
Yo suspiré aliviado. Por un momento había temido que su respuesta fuera negativa.
—Entonces dame una segunda oportunidad. Dejemos el pasado atrás y sigamos adelante. Por favor, Rosalie, por el amor que aún sentimos el uno por el otro, intentemoslo de nuevo.
Ella se giró y se me quedó mirando de forma extraña durante unos largos minutos. Parecía estar pensando en mi propuesta.
—Está bien, si quieres que volvamos estoy dispuesta a volverlo a intentar, Emmett —sentí tal felicidad en aquel momento que no pude evitar sonreír enormemente—. Pero...
—¿Pero? —le pregunté al ver que se había quedado callada.
—Pero a cambio quiero que te alejes de Bella.
La sonrisa desapareció de inmediato de mi rostro, para dar paso a una expresión de estupefacción.
—¿Q-qué? —pregunté atónito.
—Lo que has oído. No puedo soportar verte a su lado, me hace daño, Emmett. Yo estoy dispuesta a volverlo a intentar, pero necesito que te alejes de ella...
Esta vez fui yo el que me aparté de ella, incrédulo de que me estuviera pidiendo algo como eso.
—¿Me estás haciendo elegir? —exclamé aún estupefacto—. No me hagas esto, por favor, Rose...
Rose me miraba con tanto dolor en su rostro que supe que estaba hablando en serio. Como condición para volver tenía que alejarme de Bella. Me estaba pidiendo que traicionara a mi mejor amiga. Pero yo... no podía hacerlo. Simplemente... no podía.
Bella era como una hermana para mí y no se merecía esto.
Así que tomando una decisión me dirigí a la puerta.
—¿Adónde vas? —me preguntó incrédula de que me largara.
—No puedo hacer lo que me pides, lo siento... —y justo cuando iba a girar el pomo de la puerta volvió a hablar, pero esta vez llorando y con su tono de voz más roto de lo normal.
—Pensé que me querías y que estabas dispuesto a volverlo a intentar... —me susurró dolida por mis palabras.
—No hay nada que desee más en este mundo, pero no a ese precio —le dije girándome para mirarla.
Se veía totalmente rota, tuve ganas de abrazarla y consolarla, pero me contuve. Y en vez de eso salí de allí dejando a Rosalie atrás.
º º º
Rosalie POV:
Sabía que era egoísta hacerle elegir a Emmett entre Bella y yo. Pero era superior a mí. No soportaba verles juntos, era demasiado doloroso. Y, sin embargo, desde la fiesta de Jessica no se habían separado ni un segundo. Por eso no me creía el cuento de que no eran conscientes de sus actos. ¡Y una mierda! Si de verdad hubiera sido un error se habrían alejado el uno del otro por pura vergüenza de lo que habían hecho, aunque... también era cierto que todos les habíamos dado la espalda y tal vez por eso habían estado tan unidos...
Pero, aún así, aunque intentara pensar de esa forma, eso no evitaba el dolor tan insoportable que sentía en el pecho al pensar en ellos dos juntos.
Y por eso, aunque sabía de antemano que era egoísta mi propuesta, no había dudado en ponérsela como condición a Emmett para volver.
Era de la única forma en la que podría volverlo a intentar con él.
Pero Emmett la había elegido a ella. Y eso me partía el corazón. Por eso, tras el enfrentamiento con Emmett, había tomado una decisión.
No iba a cursar mi último año en Forks. Me iba a ir bien lejos para alejarme de toda esta mierda.
Lo necesitaba, de lo contrario iba a volverme loca por el dolor.
Y así se lo confesé a Alice y Tanya una tarde en la que estábamos todas juntas en el salón.
—¡Rose, no te vayas, por favor! ¡Si alguien tiene que irse de Forks es Bella, no tú! —dijo Alice intentando convencerme de que me quedara.
Yo negué con la cabeza.
—La decisión ya está tomada, Alice, me marcho de Forks para siempre. No te imaginas lo doloroso que es para mí ver a Emmett y a Bella siempre juntos, duele demasiado... —les expliqué con tristeza.
—Si te vas le estarás dejando el camino libre a esa zorra para que te quite a Emmett para siempre —dijo de repente Tanya sorprendiéndome, y fue en ese preciso momento en que las palabras de Emmett vinieron a mí: "¡Tanya es una víbora venenosa! ¡Siempre ha estado celosa de Bella y ahora os está poniendo a todos en su contra!".
Hasta ahora nunca había mirado de esa forma los comentarios que Tanya hacía, pero, por primera vez y extrañamente, me empecé a dar cuenta de que tal vez Emmett llevaba algo de razón.
Pero claro, también podría ser que a ella le dolía demasiado ver que Edward sufría por culpa de Bella y es que todos sabíamos que Tanya llevaba enamorada de Edward desde siempre.
—¿Se lo has dicho ya a tus padres o a tu hermano? —me preguntó con tono triste Alice.
Negué con la cabeza.
—No, tengo pensado contárselo esta noche —confesé, seguramente se lo diría tras la cena.
—¿Y dónde vas a cursar tu último año? —me preguntó Tanya.
—Pues había pensado en California, mis padres tienen una casa allí... —me callé de repente al oír un ruido. Pero no venía de dentro, sino de fuera. Para ser más precisos de detrás de la puerta. Alice se levantó y la abrió para ver qué había provocado el ruido, pero no había nada ni nadie, así que lo dejamos correr y seguimos hablando.
º º º
Emmett POV:
A partir de ahora cuando la gente buscara en el diccionario la palabra "traidor" saldría mi foto. Y es que iba a traicionar a Bella para recuperar a Rose. Pero, tras escuchar por accidente la conversación que estaba teniendo Rosalie con Alice y Tanya, no podía hacer otra cosa. ¡Rosalie pensaba marcharse! Y yo no podía permitirlo... si ella se iba para mí todo perdería sentido. Y por eso, a pesar de saber que estaba traicionando a Bella, entré en la habitación de Rosalie antes de la cena, totalmente desesperado por conseguir que se quedara en Forks.
Rosalie se giró hacia la puerta al oír que ésta se había abierto y pude ver que su mirada lucía tremendamente apagada y triste.
—¿Qué haces aquí, Emmett? Vete —me dijo con un tono de voz totalmente apagado y se giró de nuevo mientras seguía cepillándose el cabello.
Yo la miré a través del espejo en el que se estaba mirando para peinarse.
—Haré lo que me pediste, Rosalie. Me alejaré de Bella si es lo que quieres. Pero, por favor, no te marches —le supliqué con voz rota.
Ella me devolvió la mirada también a través del espejo y nos quedamos en silencio durante unos largos segundos.
—¿Nos estabas espiando? —me preguntó.
Negué con la cabeza.
—No, te juro que os oí de casualidad, pero eso no importa, Rosalie. Volvamos a intentarlo ¿de acuerdo?
Rosalie dejó de mirarme a través del espejo y se levantó para venir hacia mí.
—¿Me prometes que te mantendrás alejado de Bella?
Asentí, aunque eso me matara por dentro.
—Sí, te lo prometo.
Y, por segunda vez en toda mi vida, me sentí el ser más miserable y rastrero del planeta (la primera vez había sido al día siguiente de despertar en la fiesta de Jessica). Porque, para recuperar a Rosalie, había tenido que vender mi alma al diablo. Pero sin embargo no podía evitarlo, ella lo era todo para mí y si la perdía yo no podía seguir viviendo. Porque lo que sentía por ella era verdadero y no estaba dispuesto a renunciar a ella para siempre.
Sabía que era un cobarde. Pero a estas alturas ya me daba igual. Estaba dispuesto a convertirme en un sucio traidor cobarde antes que perder a Rosalie.
Sólo esperaba que Bella algún día pudiera perdonarme, aunque no me lo mereciera.
Ahora ya sabéis cómo fue aquel momento, a mí sinceramente me dan pena tanto Emmett como Rosalie (eso por no hablar de Bella), al fin y al cabo todos están sufriendo, aunque cada uno a su manera U.U
Por ejemplo Rosalie, no tuvo que ser fácil enterarse de que una de sus mejores amigas se había acostado con su novio... eso por no hablar de que Tanya se ha encargado todo este tiempo de echar más sal en la herida... U.U
La semana que viene subiré un nuevo outtake, sobre el día no lo sé, tal vez lo suba el lunes o otro día, ya veré.
Dejad reviews y comentad, nos leemos el lunes en el fic! XD
