N/A: Saya... ¬.¬ Aqui está el Sufin q pediste :D Al resto de los lectores, este fic estaba en un cuaderno y es muy corto gracias a mi letra gigante :D
APH no me pertenece, ni LatinHetalia~
No Tu Típico Romance Escolar
Capitulo 1
Kielo Väinämöinen se encontraba sentada enfrente del escritorio de su salón de clases. Sus ojos violetas escaneaban el salón y sus nuevos alumnos de sexto grado, del colegio Hetalia, apenas había tres: una niña rubia de ojos verdosos y tímida, llamada Lilly Zwingli, un chico tembloroso de ojos azules y cabello castaño claro, el era Raivis Galante, uno de los tres primos de Iván Braginski, un pretendiente de Kielo (y un dolor de cabeza) de la prepa, y por último un chico de cabello negro y ojos cafés que iba por el apodo de HK, pero su nombre era Lee Wang, y uno de los varios hermanos de Yao Wang, un compañero de la secundaria.
Kielo era rubia de ojos violeta, de figura petite y de actitud maternal, cosa que hizo que estudiara para maestra, y cuando el director del colegio donde había estudiado le dio una plaza como profesora, pensó que tenía demasiada suerte.
El colegio Hetalia era el más elite del país y solo familias que hubieran tenido familiares estudiando en el colegio podían registrarse gratis. Incluso los maestros eran ex-alumnos. También la colegiatura era gratis si había historial familiar en los archivos de la escuela, pero si alguien fuera del registro tenían que pagar una cifra exorbitante de dinero. A pesar de eso, el colegio daba la mejor educación del continente, y familias de todo el mundo estaban en el colegio.
Kielo suspiro cuando veintitrés niños entraron platicando y casi gritando en español. Por lo visto, a Kielo le tocó la infame familia Fernández-Carriedo Vargas.
-Kielo, ¡cuántos años sin verte!- El padre de los hijos dijo antes de abrazar a la finlandesa.
-¡Antonio! ¡Letizia!- dijo la maestra a modo de saludo.
-Ciao, Kielo- Dijo Letizia Vargas, sin mirar a la maestra- ¡Bambini! ¿Cómo se dice?
-Buenos días Señorita Va… Vamos…
-Solo díganme Kielo- dijo ella al ver que los niños intentaban decir su apellido
-Señorita Kielo.-dijeron los diecisiete hijos y las seis hijas de Antonio y Letizia
-Ahora en italiano
-Buongiorno Signorina Kielo.
Antonio y Letizia, después de un rocoso noviazgo desde la prepa, se casaron, pero lamentablemente no lograron tener hijos, así que decidieron adoptar. La italiana y el español (sobretodo el último) quisieron adoptar un niño de cada país latinoamericano, y así lo hicieron, con la única excepción de los gemelos mexicanos.
-Ya sabes, Kielo, un problema con alguno de los niños, solo llámame y me encargaré-Dijo Antonio sonriente antes de despedirse de cada uno de sus hijos.
-Pero su nonno no tiene que saber.-Dijo Letizia-También está Luciano nuestro sobrino.
La pareja de latinos se fueron y el salón se llenó de comentarios y platicas en todos los acentos del español. Kielo miró la lista de asistencia, solo faltaban dos personas, su sobrino/medio hermano, Gunnar, y Peter Kirkland, medio hermano de Arthur, el presidente de su clase durante toda la secundaria.
-Buenos días, Tía-dijo una callada voz y un chico de cabellos plateados y ojos azules entró y se sentó a un lado de Lee.
-Hola Gunnar-dijo Kielo mientras saludaba con la mano a su otro medio hermano, Nicholai Thomanssen, quien estaba parado en la puerta.
"Que bien, solo un alumno más" pensó Kielo mirando el reloj. "cinco minutos antes de iniciar clases"
Un niño rubio y ojos azules, con las grandiosas cejas Kirkland, entró al salón, portando el uniforme del colegio orgullosamente. Detrás de él estaba un sueco rubio y ojos azul marino, con lentes y un aire amenazador, alto y con un traje empresarial azul marino.
-Justo a tiempo-dijo Kielo haciendo pasar al chico.
-P'ter, ya sab's de lo q' te h'blé- dijo el señor.
-Claro papá Berwald.
-Berwald Oxenstierna-dijo el sueco presentándose, tendiendo una mano hacia la maestra
-Kielo Väinämöinen-Dijo Kielo aceptando la mano temblorosamente- dígame, ¿es usted el padre de Peter?
-P'dre ad'pt'vo.
-Ya veo-Dijo Kielo mirando el reloj.
-C'n p'rmiso- Dijo Berwald antes de desaparecer por el pasillo. Kielo soltó el aire que no sabía que estaba conteniendo. En eso, la campana sonó, dando inicio al primer día de clases.
