Let this be our little secret.
Disclaimer: Glee no me pertenece, le pertenece a RIB y a FOX. WHATEVER!
A/N: Mi placer culpable, lo admito… adoro a estas cuatro chicas, se ven tan bien juntas, que por qué conformarme con Brittana y Faberry si además puedo tener Pezberry, Quinntana, Quitt, Pieberry y miles de cosas más. Rated M and I REGRET NOTHING!
Secreto número 1: "El humo no me molesta tanto como lo había dicho." "Y tú no me molestas tanto como creías"
Quinn Fabray, caminaba por los pasillos de la escuela, con la cabeza en alto, sin embargo sus pensamientos se encontraban muy, muy lejos de allí. Su cabello rosa, su irónico tatuaje, su piercing en la nariz y esa extraña ropa, no eran más que una señal de que las cosas no estaban bien.
Rachel lo notaba, claro que sabía que algo no andaba bien, quisiera o no, conocía a esa chica demasiado bien. No era ninguna tonta, sabía que Quinn extrañaba a Beth… pero había algo más, algo que Rachel no podía descifrar por completo, la forma en que Quinn la miraba, era como si la devorara con la mirada, cada vez que Quinn observaba a Rachel hablar, lamía sus labios con despreocupación. Rachel mentiría si dijera que jamás se le hubiera pasado por la cabeza besar esos hermosos labios. Pero ahí se encontraba, parada debajo de las gradas, mirando como la joven del pelo rosa fumaba.
-Quinn?- dijo con preocupación al ver como la chica encendía otro cigarro. La chica no contestó.-Quinn, puedo hablar contigo un segundo?- preguntó la morena.
-No volveré al club Glee.- dijo rápidamente, sin mirarla.
-Quinn…- intentó una vez más, con su voz llena de ternura. La joven del pelo rosa no pudo competir contra eso, esa tierna voz, le ganaba cualquier batalla. Así que se volteó tranquilamente.
-Qué?- dijo mirando a la chica desde la cabeza hasta los pies. Volvió a lamer sus labios inconscientemente.- Sobre que quieres hablar, Berry?- dijo con frialdad, pero la verdad era, detestaba actuar así. La morena no respondió y se acercó un poco más a donde estaba Quinn.
-Quiero hablar contigo sobre…- no pudo terminar la frase por que una ronca tos se apoderó de ella, Quinn sólo pudo levantar una ceja.- Sabes, fumar puede producirte un gran daño en las vías respiratorias.- dijo después de unos minutos.
-Claro que lo sé…- dijo un poco molesta mientras se sentaba en el sofá que la entrenadora Sylvester le había dado.
-Entonces por qué lo haces?- dijo Rachel sentándose junto a ella. La chica del pelo rosa la miró con extrañeza, hace cinco segundos Rachel se encontraba tosiendo junto a ella y ahora, la morena volvía a acercarse.
-Creí que te molestaba el humo… es por eso que me senté.- dijo Quinn.- Para que no te llegara en el rostro.
-Bueno, no me molesta demasiado… Ehm… no has respondido mi pregunta.- dijo Rachel mirando con ternura a Quinn, mientras la chica expulsaba el humo hacia el lado contrario de donde se encontraba la morena.
-Me relaja…
-Te… te relaja?- preguntó Rachel sorprendida.
-Si, algún problema con eso?- volvió a decir molesta, Rachel la miró con temor. Era realmente estúpida la forma en que trataba a Rachel, en verdad sentía algo especial por ella, no sabía por qué se ponía tan a la defensiva.
-Está bien… es sólo que, encuentro curioso que algo tan lleno de toxinas te ayude a relajarte.
-Nunca has probado el cigarro?- preguntó Quinn con curiosidad.
-No, nunca lo he hecho, mis padres dicen que es bastante dañino y si quiero ser una gran cantante, debo cuidar mis cuerdas vocales.
-No es tan malo como piensas.- dijo aspirando por última vez, luego de eso lanzó el cigarro al suelo y lo pisó de inmediato. Rachel elevó sus hombros, y Quinn sin saber por qué, liberó el humo en la cara de Rachel. La joven morena volvió a toser.
-En realidad el humo es bastante molesto…- dijo con una mueca.
-Lo lamento, no sé por qué lo hice…- dijo nerviosa.
-No te preocupes Quinn, sin embargo creo… creo que la técnica está equivocada…- dijo Rachel mirando al suelo.
-A qué te refieres?- dijo Quinn confundida.
-Tal vez, debería sentirlo en mi boca, en lugar de mi rostro…- dijo mirando con deseo los labios de Quinn.
-Quieres uno?- preguntó Quinn sorprendida. Rachel sólo negó con la cabeza.
-Quiero sentir el humo sólo en mi boca, no en mi rostro.- dijo con valentía, no perdería esta oportunidad, deseaba sentir los labios de esa chica tan locamente, que haría cualquier cosa.
- Está bien…- dijo Quinn sacando otro cigarro de la caja y poniéndolo lentamente sobre sus labios. Esta vez fue Rachel quien saboreo sus propios labios y de pronto el corazón de Quinn dio un brinco.
-Ehm… qué debo hacer?- preguntó Rachel, mientras acortaba un poco la distancia entre ellas. Quinn encendió el cigarro y con cuidado lanzó el humo lejos de Rachel.
-Sólo… cierra tus ojos.- dijo Quinn nerviosa, mientras aspiraba el cigarro. Rachel obedeció de inmediato-Y ahora abre un poco tu boca…- dijo Quinn, mientras sentía como el humo regresaba a su boca. Con nerviosismo se acercó a la pequeña morena, entre sus manos tomó el rostro de Rachel, y notó como la joven cantante se sonrojaba al sentir su respiración, con cuidado expulsó el humo dentro de la boca de Rachel. Sus labios se rozaron por un segundo y Quinn sintió ese deseo de quedarse así por siempre, pero rápidamente se separó y observó como Rachel aún tenía sus ojos cerrados.
Rachel sintió como su corazón se detenía por unos segundos, el simple roce de los labios de Quinn, la habían hecho más que feliz. Sin embargo, le había ocurrido todo lo contrario. Su cuerpo se encontraba más tenso que al principio y su cabeza sólo pensaba en lo que recién había ocurrido. Se olvidó por un momento del tóxico humo, pero luego de un momento sintió con un poco de desagrado como este viajaba hasta sus pulmones, y con rapidez lo expulsó. Una pequeña tos volvió a salir de su boca.
-Y bien?- preguntó nerviosa Quinn.- Qué has sentido?
-Realmente… no… me relaje… nada…- dijo entrecortadamente debido a una pequeña carraspera en su garganta.
-Tal vez deberías intentarlo tú sola ahora.- dijo acercándole el cigarro con cuidado.
-O podríamos intentarlo una vez más… claro, si no te molesta.- dijo Rachel sonrojada.
-Si eso es lo que quieres…- dijo Quinn mientras volvía a fumar y a guardar el humo en su boca. Sin embargo, esta vez fue Rachel la que se dirigió al encuentro de la boca de su acompañante. Quinn notó como la mirada de la morena cambiaba en un segundo, esos ojos cafés no reflejaban más que misterio, Quinn se preguntaba que cosas pasaban en la cabeza de la morena, por que esto no era normal, esto no estaba bien. De pronto Rachel tomó el cuello de la joven del cabello rosa y la acercó a su cara, Quinn por acondicionamiento ante tal movimiento, puso su mano sobre la cintura de Rachel.
La morena sonrió ante tal reacción y acercó sus labios a los de Quinn, la ex cheerleader sintió como el cuerpo de Rachel emanaba un calor diferente, no era sólo de cercanía, era algo más, era de deseo.
-Espero que ahora resulte…- dijo Rachel con lujuria en sus palabras. Quinn se sonrojó pero rápidamente acercó a Rachel a su cuerpo y notó como la morena acercaba su boca a la suya. Con sutileza sopló el humo dentro de la boca de Rachel, y luego de unos segundos, sintió como el humo había desaparecido de su boca. Sonrió al notar como Rachel reaccionaba ante el extraño gas.
-Qué tal ahora?- dijo Quinn sin moverse un centímetro, y en ese mismo instante Rachel unió sus labios salvajemente a los de ella, el humo huía por entre las comisuras de sus labios, Quinn sentía como su corazón latía a mil por minuto, mientras que Rachel notaba como su cuerpo comenzaba a aumentar la temperatura. Quinn lanzó el cigarro, y la joven morena rodeó el cuello de Quinn entre sus brazos, y con cuidado mordió el labio inferior de la joven rubia. Un pequeño gemido se escapó de la boca de Quinn debido al mordisco y Rachel supo que ese era el sonido más sexy que había escuchado en toda su vida. Si bien por un momento, Rachel era quien controlaba el ritmo del beso, la joven rubia cambió rápidamente los papeles. La lengua de Quinn acarició suavemente el labio inferior de Rachel y sus manos aprisionaron aún más la cintura de la joven morena. Sus lenguas parecían estar sincronizadas, la sensación era envolvente. Rachel no perdió más tiempo y esta vez sus manos arañaron suavemente la espalda de Quinn. La joven del pelo rosa se separó del beso para comenzar a besar la mandíbula de la pequeña morena, mientras sus manos jugaban con el inicio del sweater de Rachel.
-Parece… que está… resultando…-dijo entre suspiros Rachel, pero al parecer Quinn ya no recordaba la pregunta antes hecha, la rubia comenzó a besar, lamer y morder el cuello de Rachel, y al igual que su boca, su mano también descendió hasta el inicio de la falda de la morena. Un pequeño gemido salió de la boca de Rachel al sentir como la rubia acariciaba su muslo por debajo de su ropa. Quinn sintió que el calor entre ellas comenzaba a ser insoportable, así que con rapidez le quitó el sweater a la morena, dejándola sólo con su brasier, luego de eso volvió a besarla con pasión. Rachel atrajo a la rubia más hacia su cuerpo y Quinn quedó recostada sobre ella.
-Oh Quinn…- gimió Rachel al sentir el peso de la otra chica sobre el suyo, además de la sensación de la boca de la rubia sobre su cuerpo. Una de las manos de Quinn comenzó a acariciar uno de los senos de Rachel y la morena no pudo hacer más que arquear su espalda.- Quinn…-gimió fuertemente. La rubia se quitó rápidamente su polera, y Rachel sonrió coquetamente al ver el torso de la chica. Con fuerza la acercó a su cuerpo y ambas chicas liberaron un suspiro al sentir la piel de la otra.
-Rachel… no quiero forzarte a nada…- dijo con su voz entrecortada. Si bien, Quinn se moría de ganas de estar con Rachel, la respetaba con todas sus decisiones. La morena negó con la cabeza inmediatamente.
-Por favor continúa…- dijo Rachel sin aliento. Quinn sólo pudo sonreír maliciosamente. Por encima del brasier, Quinn acarició una vez más los senos de Rachel, mientras mordía la clavícula de la joven morena ahora.- Oh Quinn… por favor… te necesito…
-Ah sí?- dijo besando el esternón de la chica. Sus manos ahora descendían hasta el cierre de su falda, y con picardía Quinn lamió el cuerpo de Rachel, desde el inicio de sus pechos, pasando por su cuello, hasta el lóbulo de su oreja.- Me quieres dentro de ti, no es así?- preguntó junto al oído de Rachel.
-Si… si…- dijo con desesperación. Quinn en ese momento acarició el interior de los muslos de Rachel, sólo para tentarla un poco más.
-Mueres por que te toque, no?- preguntó Quinn. Rachel asintió rápidamente.-No sabes cuánto tiempo he esperado esto…- dijo de pronto, perdida en la sensación del momento. Rachel se sorprendió al oír sus palabras, pero no pudo comentar nada, ya que sintió como la mano de Quinn, se acercaba lentamente a su sexo.
-Quinn por favor… deja de tentarme así…- dijo casi sin aliento. La joven del pelo rosa podía sentir cuán húmeda se encontraba la chica, sólo al tocar su ropa interior, decidió terminar esta tortura y con cuidado removió las pantaletas de la morena. Rachel sólo pudo liberar un gemido y sintió como su cuerpo se tensaba al sentir los dedos de Quinn juguetear sobre su sexo. La rubia la besó una vez más, mientras sentía como la morena se volvía cada vez más y más sensible ante su tacto, su espalda arqueada, mientras que sus ojos se encontraban cerrados fuertemente y sus uñas parecían incrustarse en su piel, no hacía más que excitarla.-Quinn…- dijo desesperada y la rubia comprendió de inmediato. Con un sutil movimiento, introdujo un dedo dentro de Rachel, la morena gimió de inmediato, pero no era suficiente.- Más…- dijo sin aliento. Quinn la miró coquetamente e introdujo un segundo dedo, poco a poco comenzó a moverlos hasta que alcanzó una velocidad casi sobrehumana, Rachel no podía dejar de liberar esos sensuales gemidos y Quinn sentía como las paredes de Rachel comenzaban a temblar. Por otro lado, la morena sentía como su orgasmo se construía poco a poco.- Estoy tan cerca…- gimió. Quinn continuó sus rápidos movimientos y en unos cuántos segundos, Rachel alcanzó su clímax. El nombre de Quinn salió de sus labios como intensidad y por un momento, la rubia temió que fueran a oírla. Luego de unos minutos, Rachel se recompuso y miró tiernamente a la joven del cabello rosa.
-Y bien… te ha relajado?- preguntó Quinn con picardía. Rachel no respondió, sólo buscó entre la ropa de Quinn, la cajetilla de cigarros, lentamente puso uno en su boca y miró atentamente a la joven rubia. Quinn tardó unos segundos en comprender, pero encendió con agilidad el cigarro que sostenía la joven morena entre sus labios.- Creí que no fumabas…
-Al parecer no soy la única con secretos…- dijo la morena mientras fumaba. Quinn sólo se limitó a levantar una ceja. Rachel sonrió coquetamente, y llenó su boca de humo una vez más y lo lanzó contra los labios de Quinn.-Así que habías esperado por mucho tiempo esto?
-Supongo que estamos a mano…
-A qué te refieres?- preguntó Rachel.
-Tú mentiste acerca del humo… yo mentí acerca de que no te soporto…- dijo Quinn un poco nerviosa.
-Supongo que será nuestro secreto.- dijo Rachel tomando tiernamente la mano de la joven rubia.
-Creo que es lo mejor.
-Sin embargo, aún te debo algo.- dijo con picardía Rachel.
