Alguna vez nos detuvimos a pensar qué nos diferencia de las personas que nos rodean?, es decir, qué tan parecido y qué tan diferentes somos cada uno individualmente de aquellos a los que normalmente les damos el nombre de "los demás", del "resto", del "montón"?
Está en la naturaleza del ser humano el sentimiento de querer encajar, de pertenecer y ser aceptado en la sociedad o en algún grupo determinado de la misma. Esto es un hecho, a mi parecer, y se da desde el lugar mas simple al más complejo; desde la familia; donde siempre queremos consiente o inconscientemente ser el orgullo de algún familiar, muchas veces solo para sentirnos bien con nosotros mismos, pasando por la escuela, donde el hecho de tener amigos lo determina el grupo con el que estés y el entendimiento que haya entre las personas que lo conforman, porque aunque a veces no nos sintamos comprendidos estando en un determinado grupo o quizá, en otros casos, en ninguno de los grupos que coexistan en un determinado lugar; por eso digo que el ser humano necesita sentir que es aceptado socialmente, aunque el se sienta incomprendido, aislado o fuera de lugar...
Cuando una persona es consciente de lo que ocurre; y del porqué puede hacer que esto siga su curso o no, puede seguir en un grupo como un incomprendido, puede tratar de integrarse paulatinamente o puede aislarse si no hay otra opción viable. El único problema con esta última solución sería la soledad que la persona puede experimentar después, al darse cuenta con el tiempo que, si bien es mejor estar solo que con gente que no se siente completamente a gusto, al fin y al cabo esta solo, sin gente a su alrededor que le crearía una falsa imagen o sensación de amistad, de compañerismo y solidaridad.
Entonces, volviendo a lo planteado al principio... "¿Qué tan parecidos somos de los demás?... Yo diría que todos los seres humanos necesitamos tener cierta vida social, por mas mínima que sea y somos muy parecidos en ese aspecto... "Y,¿qué tan diferentes somos los unos de los otro?"...También mucho, cada uno tiene una esencia, una personalidad única y nos vamos formando acorde nuestras ideologías. Algunos tendremos más fuerza de voluntad ante la posibilidad de enfrentarnos a la soledad y simplemente nos resignemos a ella, sin pensar mucho en que hay otras posibles salidas al problema, otros tal vez carecemos de esa cualidad y debamos trabajarla lentamente pero tenemos fé en nosotros mismos , la suficiente como para mejorar, u otros de nosotros tendrán la determinación de solucionar los altibajos que les toque vivir y de aprender de los errores pasados.
Lo que debemos destacar es que todos podemos aprender algo de las personas distintas a nosotros. Todos somos igualmente valiosos y podemos aportar algo nuevo que mejore la vida del otro; por eso es importante escuchar y aceptar que tal vez algunos deberíamos reflexionar y ser mas positivos y abiertos a nuevos conocimientos , o tener un poquito más de fe y confianza en uno mismo, de ser determinante y firme para lograr un objetivo...
Lo que importa es que la gente semejante tiene sus diferencias entre sí, y entre los seres tan diferentes existe siempre alguna semejanza; de esa manera la sociedad, por si sola, aprende, crece y se desenvuelve de una mejor manera.
