Pues aquí traigo una adaptación modera de uno de mis libros favoritos. La historia pertenece a Meg Cabot y los personajes a Stephanie Meyer. Espero les agrade y cualquier comentario es bienvenido.

Bella y el noble impostor

Capítulo 1: Hoja al viento

-¡Ay Bella!- dijo Alice suspirando mientras conversaba con su amiga- ¡Daría cualquier cosa por ser huérfana como tú!

Bella, quien en realidad no le estaba poniendo mucha atención estuvo lejos de ofenderse por el comentario de su amiga.

-Lo sé.- le respondió su amiga mientras se observaba minuciosamente en el espejo. Aunque Bella Swan y Alice Cullen habían sido amigas desde siempre, no podrían ser más diferentes. Bella era un poco más alta que el promedio mientras que Alice era más baja; Bella tenía el cabello castaño y largo y Alice negro y corto; además sus personalidades no encontraban muchos puntos en común.

-¡Qué bonito!- En ese momento iba entrando Esme a la habitación que compartía su hija con su mejor amiga. -Lamento que tu padre y yo no hayamos tenido el detalle de fallecer aún.- Esme Cullen, con su cabellera caramelo y sus ojos verdes, era de las mujeres mas amigables que Bella hubiera conocido jamás, y sabía que ella tampoco se había ofendido por el comentario de su hija.

-¡Ay mamá! Sabes que no es en serio y que los amo a papá y a ti. ¡Pero ve a Bella! A recibido tantas invitaciones que no sabe ni dónde vivir ahora que ha terminado el colegio. En cambio yo tengo que regresar a la misma casa con mis hermanos enfadosos.- Y era cierto, Bella tenía la oportunidad de vivir con varias familias que le habían ofrecido alojamiento en lo que conseguía el suficiente dinero para establecerse por su propia cuenta.

-Pues si tu casa te parece tan desagradable te puedo mandar a vivir una temporada con tus tíos Denali en Alaska.- Aunque la casa de los Cullen no era para nada desagradable (de hecho una de las mansiones más costosas del estado), sabía a lo que se refería con hermanos enfadosos.

-¿Alaska? ¡Mamá como se te ocurre! He escuchado que ahí ni siquiera tienen internet. ¡Me estarías privando de toda civilización!- La simple idea de vivir en Alaska era completamente absurda a los ojos de Alice quien amaba Nueva York.

-Pues como sigas diciendo tonterías averiguarás por tu cuenta cómo se vive en Alaska.- dijo Esme con una sonrisa burlona.

-Pues sí tengo algo de suerte- dijo Bella ignorando por completo el pequeño altercado. -Nunca conocí a mis padres, así que no puedo decir que los extraño. Y sinceramente no sé que haré ahora. Seré como una hoja al viento.-

-Pues hoja o no, ya sabes que puedes quedarte con nosotros cuando sea.- Y Bella lo sabía. Aunque Alice era su mejor amiga desde siempre y consideraba a los Cullen como familia propia, no quería molestar teniendo Esme y Carlisle a tres hijos por quienes preocuparse.

-¿Y tú crees que ella va querer? Teniendo la oportunidad de vivir con los Yorkie, o con los Stanley, ¡incluso Ángela Newton le ofreció quedarse con ellos!- Aunque la mansión Cullen era muy conocida y admirada, si había una que lo era incluso aún más, era la de los Newton, cuya morada dejaba pasmado a cualquiera que la viera. -Imagínate a bella viviendo entre tantos lujos. Con la gran colección de autos del Sr. Newton, o con el extenso guardarropa de temporada de Ángela...- y así Alice numeraba las grandes posesiones de los Newton. Los Cullen a pesar de ser millonarios, no les gustaba ser ostentosos y preferían utilizar su dinero en una de sus miles de fundaciones altruistas.

-Bueno, de todos modos ya sabes que tienes nuestras puertas siempre abiertas. Ya sabes que te queremos mucho y te consideramos como una más de la familia.- dijo Esme cálidamente dirigiéndose a Bella.

-¡Oh Esme!- Bella casi suelta una lágrima mientras abrazaba a Esme. -Iré a visitarlos todas las semanas, lo prometo.

-¡Mira Bella!- gritó de pronto Alice tomando la mano de la castaña y guiándola hacia la ventana. -¡Es el dios!

Bella miró hacia donde su amiga señalaba, y ahí estaba, Michael newton bajándose de su auto último modelo, con su cabello rubio perfectamente peinado y sus ojos tan azules escondidos tras unas gafas de sol. Su cuerpo estaba cubierto con la ropa de marca más cara que el dinero pudiera comprar.

-¿No te parece el hombre más guapo que has visto en tu vida?- Bella seguía observándolo mientras rememoraba las pasadas vacaciones cuando Bella encontró a Michael en la biblioteca recitando un poco de poesía. En ese momento le había parecido el hombre más encantador que existía. En ese momento Bella estaba completamente desarreglada por lo que optó por esconderse tras los estantes, pero estaba decidida a hacerse ver mejor ante los ojos de Michael Newton.

-¿Crees que haya visto tu actuación en Romeo y Julieta? Nadie puede verte recitar Shakespeare con tanta emoción sin enamorarse.- dijo Alice emocionada. Bella ciertamente no recordaba haber visto a Mike entre el público esa noche.

-¿Quién está enamorado de Bella?- Las amigas rápidamente se volvieron al oír tan particular voz mientras cubrían lo más posible la ventana.

-¡Edward! Creí que llegabas hasta dentro de una hora. Qué bueno tenerte de vuelta en la ciudad.- Esme se dirigió a su hijo mientras lo abrazaba.

-¿Quién está enamorado de Bella?- repitió insistentemente Edward. Bella rápidamente se sonrojó mientras volteaba a ver a Alice buscando un poco de ayuda.

Edward Cullen disfrutaba burlarse tanto de su hermana como de Bella cada vez que las veía, cosa que no sucedía con frecuencia en los últimos años debido a su estadía en una universidad de Londres. Pero ahora que había conseguido su título en Negocios Edward ahora estaba suelto por el mundo, cosa que hacia a Bella sentir lástima... por el mundo claro está. A Bella le parecía exasperante el hecho de que fuera tan bien parecido. Si Mike era un Apolo Edward era sin duda un Adonis. Con su cabello cobrizo y sus ojos verdes era encantador. Bella odiaba que alguien tan irritante fuera tan agradable a la vista.

Y no sólo eso. Edward mostraba un abierto disgusto por la poesía, cosa que apasionaba a la castaña, cosa que hacía que cada conversación entre ellos terminara en discusión. Más bien en Bella gritándole a Edward que era in inculto descerebrado y éste burlándose de las expresiones que hacía Bella.

Antes de que nadie pudiera contestar a tan insistente pregunta, un Emmett muy eufórico entró a la habitación en busca de su hermano. -¡Edward! ¿Ya viste el carro que está estacionado enfrente? Eso sí es una preciosidad. ¿Cuánto crees que corra?

En ese momento un sexto personaje irrumpió en la habitación. -¿Bella? Los Newton están abajo y quieren verte.- dijo Jessica Stanley ya terminada de arreglar y lista para la ceremonia de clausura.

-Así que ese debe ser el carro de los Newton.- dijo Emmett como si acabara de descubir algo importantísimo. -Debí imaginármelo.

-¿Te vas a quedar con los Newton?- dijo Edward claramente sorprendido.

-Pues resulta que son gente de lo más agradable.- dijo Bella tratando de no demostrar ninguna emoción.

-De lo más ostentosa querrás decir-. respondió con tono molesto Edward.

-¡Pues vaya que se lo pueden permitir! ¿Has escuchado cuánto gana el señor Newton en una simple semana? Ahora entiendo porque Bella los prefiere a nosotros.- dijo Emmett admirado por una riqueza superior a la suya.

-Por supuesto que no es por dinero- interrumpió Alice -Lo que pasa es que Bella se quiere quedar con ellos porque está enamorada de Mike.

-¡Alice!- reprendió ruborizada Bella a su amiga.

-Sabía que tenías mal gusto al juntarte con mi hermana, pero esto es demasiado. Ese Newton es un cretino.- Bella no sabía con quien estar más furiosa, si con Alice por haber expuesto su más profundo secreto, o con Edward por insultar tanto sus gustos como al dios.

Bella decidió que no valía la pena responder a tan desagradable comentario y prefirió hacer caso al aviso de Jessica y se dirigió a la puerta.

-Alice, te veré en el auditorio.- y con eso Bella salió ignorando olímpicamente a Edward. Ya después le probaría que estaba equivocado.