Disclaimer: Los personajes de Pucca no me pertenecen, yo solo soy la autora de esta historia cual único fin es el de entretener.
Deseos: Mi vida a partir de hoy.
Es aún más hermosa que la flor más espectacular que vi jamás, ni siquiera sé porqué la estoy comparando con algo tan banal como una flor, ahora ha dejado sus tan típicos comportamientos infantiles y se ha convertido en toda una mujer, la mujer de mis sueños, quien antes protagonizaba mis más terribles pesadillas, sin embargo me enamore completamente, aun cuando no imaginé jamás poder desarrollar este tipo de sentimientos hacia ella, aún cuando me parecía molesta y esa forma en la que arruinaba todo, era simplemente repulsiva, aún cuando trataba de evadir mis emociones, despreciandole una y otra vez, ella logró entrar en mi corazón, tan suave y cálida pero sin piedad alguna.
Quizá sea yo, o los tragos que he tomado para asimilar que esto está ocurriendo, pero su sonrisa, me parece que brilla más que cualquier otro día, ella brilla más que nunca.
Hoy por fin su deseo más profundo y puro se hace realidad, aquello por lo que estuvo esperando siempre fiel durante tantos años y prueba de ello es aquel precioso vestido blanco que su figura esbelta adorna.
La ceremonia comenzará pronto y yo solamente me dedico a vagar por el lugar recordando a mi bella Pucca, me detengo frente a la habitación donde ella se prepara, no puede notar mi presencia, agradezco al cielo por tener estos minutos para admirarle y tener este momento grabado por siempre en mi memoria, absorta, acomoda su cabello negro, lo lleva suelto y ligeramente rizado, su piel blanca, delicada porcelana, ¿Qué no daría yo por poder tenerla ahora entre mis brazos?
Sentada frente al espejo, ahora tiñe sus deliciosos labios de rojo, su color favorito, y cuando acaba le sonríe dulcemente al espejo, quizá es consciente de que nada en este universo puede igualarla en belleza, me siento dichoso de haberle dedicado mis sentimientos a un ser tan divino.
Se percata de mi presencia, me mira con felicidad, mi mundo entero cae a sus pies, le sonrío nervioso por ser descubierto, me siento un terrible acosador, pero ella responde de igual manera.
-¿Está lista señorita?- ríe de manera grácil
-Claro- se levanta, recoge un poco su vestido, acomodandolo suavemente mientras camina hacia mí y toma mi brazo -Tobe-
-¿Que sucede linda?-
-Te quiero- no puedo evitar sonrojarme ante sus afables palabras
-Yo te quiero aún más-
Dicen que es de mala suerte que el novio vea a la novia antes de la ceremonia, pero eso no importa porque no soy yo el afortunado con el que pasará el resto de sus días. ¿Cómo será mi vida a partir de hoy? Sabiendo que he perdido contra mi eterno rival... Garu.
