Una mirada basta para decir todo.
Sus ojos tan bellos, tan expresivos son capaces de decirlo, esos sentimientos resguardados en su interior.
No hace falta palabras.
Chat Noir observa a su Lady y se queda embelesado clavando su mirada penetrante en tan bellos zafiros.
Con ver sus ojos azules, siente que se sumerge en un vasto océano y con seguir observándolos, ser dueño de su amor, se ahogaría en el mismo.
Marinette observa a Adrien y se queda embelesada clavando su mirada penetrante en tan bellas esmeraldas.
Con ver sus ojos verdes, siente que se pierde en un frondoso bosque y con seguir observándolos, ser dueña de su amor, no trataría de buscar la salida.
La misma mirada, las mismas personas.
Y no se dan cuenta que detrás o fuera de la máscara, se encuentran los mismos ojos.
