Disclaimer: Yu-Gi-Oh! (遊戯王, Yūgiō;?, lit.: «El rey de los juegos») , es un manga creado por Kazuki Takahashi, que ha dado lugar a una franquicia, además de múltiples series de anime, juegos de cartas y numerosos videojuegos.
N/A: Advertencia 1: Para entender el inicio de este manuscrito es necesario haber visto primero la última película de la franquicia: Yu-Gi-Oh!: The Dark Side Of The Dimensions, si aun así deseas leerlo al principio te vas a llevar por delante no solo un tremendo Spoiler, sino que además es del FINAL de la película. Si aún no la has visto en la página web: AnimeID. Puedes encontrar la película subtitulada al español. Advertencia 2: Esto contiene Lemon. Advertencia 3: Lenguaje soez, temática religiosa, política y científica, modificaciones cronológicas leves, esto es un escrito que se maneja sin ánimos de ofender al lector. Recordemos que la trama se desarrolla en el antiguo Egipto y uno de los protagónicos no solo es de la actualidad, sino que mentalmente esta adelantado varios siglos en lo que respecta a la vanguardia.
Dimensión Distorsionada
…
Estación Espacial de Kaiba Corp: Dos Años Después de la Derrota de Divá.
El sonido de agiles e in-humanamente rápidos dedos sobre teclas holográficas (y aun así táctiles) era todo lo que resonaba cual eco monstruoso en la Estación Espacial de uso personal del Presidente de Kaiba Corp. Kaiba Seto, quien después de intentar utilizar el Cubo Quantum de Divá para traspasar a la Dimensión Espiritual donde residía actualmente el alma del Faraón Atem. No había dejado la empresa de volver a intentar cometer lo que era un obvio sacrilegio, con el único fin establecido de humillar a su eterno rival en los duelos. No bastándole con profanar Tierra S anta en el Cairo Egipto para recuperar y/o posteriormente re-ensamblar el Rompecabezas del Milenio para contactarse con el Faraón, la frustración e impotencia del CEO no había tenido límite alguno cuando: Efectivamente logro encontrarse con Atem…lo que no espero fue que la conexión entre alguien que no pertenecida al mundo espiritual, sino al terrenal fuera el único margen de error en sus cálculos (cosa que no previo por considerarla irrelevante) y aunque hubiese estado frente al trono de Atem y este le haya sonreído con mucha familiaridad y confianza…el muy maldito solo se despidió de él con un ademan de mano y con una sonrisa rayando en lo pedante y antes de que Kaiba le preguntara si estaba mal de la cabeza ya estaba de nuevo en su época. Al parecer; Atem sabía que solo se iban a encontrar muy brevemente. Mokuba nunca había escuchado tantas injurias salir de la boca de su hermano mayor ni la furia patológica que hizo que varios de sus sub-alternos se orinaran encima del susto, y Kaiba Mokuba sabía lo que estaba diciendo. Después de todo era el único ser vivo al cual Seto le tenía aprecio y le confiaba todo. En ese preciso instante Seto tenía ya siete meses recluido en su Estación des-encriptando datos y borrando cualquier tipo de asqueroso margen de error, le había tomado dos valiosos años de su vida donde había relegado de forma temporal la Presidencia de Kaiba Corp a Mokuba, quien le llamaba tres veces al día a horas específicas, solo para saber si había comido, se había duchado, o si estaba vivo para variar. El CEO intentaba responder con toda la calma que obviamente no tenia y las llamadas no duraban más de dos minutos, pero por fin creía haber logrado un enlace perfecto entre el Cubo Quantum y su equipo de más alta tecnología a nivel mundial para un fructífero viaje a los dominios del Faraón…cosa que amerito mandar a todo su cuerpo de seguridad e investigación de nuevo al continente africano y despilfarrar una obscena cantidad de dólares para sobornar a miles de ciudadanos del Cairo, también a las autoridades competentes y al Presidente de la República Árabe y al Primer Ministro de dicho país que fue la antigua tierra de uno de los Imperios más grandes y prolíficos de la historia, todo para que la familia Ishtar no se entrometiera en lo que SI le importaba. Y eso era exhumar el cadáver del Faraón que sucedió en el trono a Atem, su supuesta vida pasada. El Sacerdote Seth. Mokuba estuvo renuente y algo escandalizado cuando su hermano mayor le ordeno ir a supervisar como iba la operación en El Valle de los Reyes y al llegar enterarse de que tenía que asegurarse de que todas las urnas donde estaban los órganos internos extirpados de Seth y el cráneo momificado del mismo le fueran entregados lo más rápido posible. Una cosa fue ayudarlo a desenterrar el Rompecabezas del Milenio y otra muy diferente para el chico de ahora catorce años era perturbar la paz de un occiso, profanar tumbas ya era otro nivel y de palabras mayores para el más joven de los Kaiba. No le puso peros al mayor pero si un ceño muy fruncido cuando le mando todo a su Estación Espacial, Seto nunca espero ver tal cara de reprobación por parte de su adorado hermanito quien le idolatraba. Pero luego se arreglarían, ahora tenía cosas más importantes que hacer. Rio morbosamente por lo bajo, no solo había mandado a Mokuba al Valle de los Reyes, también le había pedido que pasara recogiendo El Cetro del Milenio (como si se tratara de ir a comprar pan) de la primera excavación que realizaron, por lógica también lo necesitaría si Seth fue su guardián. Otra cosa por la cual Mokuba le había torcido el gesto, no era necesario recordarle a su hermano mayor como había utilizado Marik Ishtar esa cosa, pero Seto le alego a su hermanito que no iba a usar el cetro para manipular mentes (por el momento) y que además Ishtar ya venía loco antes de tener dicho objeto milenario.
―/Presidente Kaiba el enlace será estable dentro de una hora, permítame felicitarlo una vez más por lograr consumar con éxito esta misiva/― le felicito su lambiscona computadora.
―Ahórrate los elogios baratos, computadora― espeto Kaiba, estaba cruzado fuertemente de brazos contemplando como se veía el planeta tierra estando él casi totalmente fuera de su atmosfera y el resplandor azul eléctrico de su equipo hacia resplandecer su traje y su piel, además de dar un toque de soberbia mucho más marcado a esa ávida y fría mirada azul profundo.
―/Si señor. Como usted diga señor/― le respondió su computadora maestra, Kaiba le quitaría la configuración de personalidad si el CEO no fuera un completo engreído y odiara los elogios en la misma forma en la que no podía vivir sin ellos. Solo se limitó a cerrar los ojos y suspirar hastiado.
Una hora.
Si sus cálculos eran correctos (y siempre lo eran) si el Sacerdote Seth y el tenían una supuesta conexión espiritual por ser él su actual re-encarnación, solo necesitaba partes clave del cuerpo de Seth para analizar la memoria celular de este y combinarla con la suya propia, todo gracias a su nuevo software de recreación neural. Ya no solo lo utilizaba para entrar a su psique y tener duelos con Atem cuando este era conocido aun como Yami y posesionaba el cuerpo del aun invicto Rey de los Juegos: Muto Yugi. Había logrado entrar mucho más profundo al hipocampo y a las ondas neuronales alfa y beta del cerebro para lograr prácticamente materializar cosas pequeñas, la experiencia sensorial era 99% real (Además de haber revolucionado el Duelo de Monstruos a un nivel insólito y ser más rico de lo que fue y eso ya era un absurdo) En un par de años quizá la creación de materia a partir del pensamiento neurológico fuera posible gracias a Kaiba Seto y su obsesión con vengarse de Atem. Además ya no estaba conforme con su amadísimo Jet White Dragon of Blue Eyes, si quería un dragón real de ojos azules probablemente lo tendría si le daba su real gana. Mientras la hora que le había pautado la computadora transcurría, se dedicó a apreciar con una mirada imposiblemente escéptica las urnas donde había órganos que no debían ser más que polvo después de estar ahí metidos por aproximadamente 5.000 mil años. Eran un poco más pequeños de los que imagino. Más bien parecían frascos ceremoniales que debieron ser sagrados y sumamente bellos en su tiempo. Estaban sellados con tapas de materiales preciosos, por el verde de algunos supuso que eran de cobre, pues este adquiría esta singular tonalidad con cierta cantidad de años, otros le sorprendía que fueran de oro ya que el Valle de los Reyes no había salido bien librado de los saqueadores de tumbas durante el pasar de los siglos. Obviamente el recipiente que tenía el corazón de Seth era de oro y tenía el emblema del dios egipcio Ra. Otros órganos tenían a Horus, y a Osiris, tomo la urna que era tres veces más grande que su mano, la que tenía al corazón.
―''Para entrar al otro mundo el corazón del Faraón debe ser más ligero que una pluma en la balanza''― recito Kaiba con muchísima burla e irreverencia― Que idioteces tan absurdas eran veneradas por esas culturas tan retrogradas…― sacudió de un lado al otro la urna como si el alma de Seth pudiera escucharlo― Oye, tú ¿Esto pesa sabes? Si es así, dudo que estés a donde me pienso dirigir― ladeo una sonrisa arrogante y soltando risas por lo bajo dejo la urna en su sitio. Dirigió su mirada ahora hacia la osamenta completa del que en vida fuera el Sacerdote Seth, portador del Cetro del Milenio, no era más que un cráneo descompuesto y momificado, aunque científicamente hablando muy bien conservado. Le había quitado las vendas de encima, necesitaba quitarle todo el material genético de encima y limpiarlo hasta solo dejar el blanco de la estructura ósea, mientras la computadora comenzaba la cuenta regresiva para hacer estable el enlace, Kaiba comenzó a manipular todos los objetos traídos de la Necrópolis más sagrada de Egipto. Gracias a la gravedad cero de la cual podía disponer en sus tanques de análisis molecular era fácil clasificar el código genético de Seth, había demasiados cables conectados al tanque el cual cambiaba de colores al echarle el contenido de las urnas dentro como si no fueran absolutamente nada junto al cráneo cuando estuvo totalmente limpio. Seto miraba el tanque y el teclado casi al mismo tiempo, se había inyectado varios sueros de su creación vía intravenosa y se había sacado aproximadamente dos litros de sangre hacia tres meses. Fue un proceso de ingeniería genética que normalmente no sería si quiera concebible por nadie en la actualidad…de nadie que no fuese él.
―/El enlace del Cubo Quantum es estable señor/― dijo cortésmente la computadora. Kaiba ya tenía listo lo demás.
―Bien…― sonrió triunfante. El plan era sencillo: Si había salido repelido del ''Otro Mundo'' por estar vivo todavía, su teoría era que podría entrar en el alma de Seth, si era su re-encarnación deberían ser compatibles, si este estaba donde Atem lograría hacer que su mente y espíritu viajaran hasta allá. Su cuerpo se quedaría en la Estación Espacial y sus signos vitales serian monitoreados por la computadora. A la más pequeña señal de peligro la misión seria abortada, pero Kaiba se vanagloriaba sobre que no habría falla alguna…esta vez. Apenas el cráneo de Seth se disolvió en el tanque de análisis molecular, Kaiba sintió algo muy raro y asqueroso. Fue como un horrendo repelús, como si algo dentro de él se hubiera estremecido, se tomó de la cabeza un momento y luego de sacudirla violentamente se quitó esa impertinencia de encima― Computadora: Da inicio la operación― bramo y se sentó en una silla digitalizada y levitante gracias a los repulsores de gravedad, esta inmediatamente al sentirlo tomar asiento le inyecto un mínimo de doscientos mil cables en el cuerpo. El CEO reprimió alaridos de dolor y pronto el cubo Quantum comenzó a brillar en un fulgor dorado-naranjo increíble como cuando Divá lo utilizaba para mandar a los demás al reino entre las dimensiones donde residían los Prana. Puso las coordenadas y el cubo lo obedeció como la última y fallida vez, el líquido donde ahora estaban desintegrados los restos de Seth fue inyectado en su sistema circulatorio, el suero que había desarrollado antes mataría cualquier bacteria o agente patógeno dentro de él si esos restos bombardeados levemente con radio hacían estragos en su cuerpo, él era demasiado valioso para morirse por una infección sistémica por inyectarse los restos descompuestos de otro ser vivo. El cubo comenzó a desintegrar la mente y el espíritu de Kaiba haciendo que este cayera en un profundo sueño que medicamente hablando era un coma inducido. Ahora que había sincronizado los restos mortuorios de Seth con el cubo Quantum y el Cetro del Milenio permanecía suspendido a su lado por cables conductores de energía…solo quedaba esperar.
…
Kaiba abrió los ojos con pesadez. Sentía que tenía los parpados pegados con pegamento industrial, sentía que estaba en boca arriba en el suelo, también sentía como alguien lo zarandeaba de forma violenta y apenas lograba escuchar la voz de ese alguien.
― ¡POR EL AMOR DE RA! ¡¿SETH ME ESCUCHAS?! ― Ese idioma…lo comprendía y a la vez no. No sabía cómo podía comprender ese antiquísimo dialecto árabe sin haberlo aprendido. Pero entendió perfectamente lo que salía de los labios de esa persona, giro su vista solo un grado y entorno los ojos…la imagen frente a él se fue aclarando, de un simple borrón de colores incomprensibles paso a ser…¿Muto Sogoroku? Nah, no podía ser…el abuelo del enano de Yugi no tenía la piel morena, ni los ojos aceitunados mucho menos ese atuendo obviamente árabe y que además luciera tan ceremonial y pulcro…eso era imposible viniendo de ese anciano que conocía que siempre estaba fachoso y lleno de polvo por barrer y barrer su estúpida tienda de antigüedades…pudo apreciar La Llave del Milenio entre los pliegues de su túnica color hueso, un tocado de tela azul profundo en la cabeza…y lo más importante ¿Le estaba llamando Seth?
―Muran: Déjame intentar…― una voz que tampoco conocía salió de la nada. Pronto tuvo frente a sus ojos algo que si lo impacto de forma aterradora…estaba contemplado lo que debería ser la versión humana del Mago Oscuro.
―Solo con verte la cara creo que ya reacciono Mahad…― el anciano idéntico a Sogoroku comenzó a reírse de forma cruel y maliciosa a lo que el sujeto del cual estaba basado (o posiblemente era) El Mago Oscuro…carta favorita de Yugi y Atem lo miraba con demasiada reprobación aunque con un respeto marcado en esos orbes serios y negros. Por lo que la prodigiosa mente del CEO lograba comprender: El tipo que era idéntico a Muto Sogoroku se llamaba Muran y portaba la Llave del Milenio y el otro Sacerdote que era la versión humana del Mago Oscuro se llamaba Mahad…y le sorprendía hasta horrorizarlo más todavía que ese tal Mahad cargara en el cuello La Sortija del Milenio y no luciera como un loco poseído por una fuerza maligna como le paso a Bakura Ryo.
―L-lo…c-conseguí…―Kaiba se levantó del suelo como pudo, solamente logro sentarse. Le dolía como la mierda cada vena, tendón y musculo y ni hablar de la cabeza. La voz que salió de sus labios era ligeramente más suave que su gruesa y demandante voz de siempre. Además, sentía que tenía ropajes raros encima, quizá una especie de casco que se tomó la libertad de intentar palpar pero se detuvo en el acto cuando noto que en la mano que iba a utilizar para eso…traía consigo El Centro del Milenio.
― ¿Qué querías conseguir Seth? ¿Matar de un infarto al viejo Shimon Muran? Bueno eso sería posible si no estuviéramos muertos ya…
― ¡Niño irrespetuoso! ― le ladro Muran a Mahad bastante encabronado y antes de que ambos siguieran discutiendo una voz que Kaiba SI conocía los interrumpió a los dos.
― ¡Mahad, Muran! ¿Qué está ocurriendo? ¿Encontraron a Seth? ― Ahí frente al marco de una puerta de piedra labrada y brillante como el oro el Faraón Atem entraba presuroso y con voz aparente preocupada, apenas vio a su primo y Sacerdote encargado de custodiar el Centro del Milenio en el suelo se apresuró a ir donde este casi ignorando a los otros dos Sacerdotes― ¡¿Seth pero que te ha ocurrido?! ― Kaiba quería echarse a reír como un completo enfermo ¡Lo había conseguido! Arrodillado a su lado estaba Atem, lo detallo a cabalidad, piel increíblemente morena y de paso bronceada por el inclemente sol de Egipto, su cabello era más largo y con más mechones dorados que Yugi entre la negrura de sus hebras y el reflejo rojizo de las puntas, tenía un tocado de oro en la frente, el ojo que todo lo ve de la cultura egipcia, sus ojos no eran de un morado casi amatista, eran rojos como dos diamantes ensangrentados y con una fuerza aplastante, perfil duro y serio. Rostro más maduro que el de Muto pero increíblemente parecido. Su musculatura estaba muy marcada, tenía sortijas, tocados, collares y aretes de grueso oro que debían pesar varios quilates. Particularmente en los trabajos brazos tenía tocados de oro que se enrollaban en ellos, en el brazo izquierdo era un buitre de oro y en el derecho una cobra: Los símbolos de las diosas Nejbet y Uadyet, respectivamente Kaiba parpadeo. No sabía de donde había salido esa información directamente en su cabeza pero no dejo de detallar a Atem, la misma capa roja e imponente que parecía ser un símbolo en su persona y que le vio usar la última vez, ahora entendía porque siempre utilizaba el saco de instituto de Yugi como si fuera una debía ser una costumbre, sus ropas eran negras, rojas y doradas. Parecía algodón negro egipcio de la mejor y más alta calidad, a pesar de ser el Faraón sus ropajes no distaban demasiado del populacho solo lo suficiente para imponer su autoridad, tenía sandalias de cuero que se ataban en trenzas hasta las pantorrillas, podía oler en él un perfume embriagante…bueno si Cleopatra se bañaba en leche y perfumes quizá con los hombres fuera parecido…algo que casi hace que se doble de la risa fue verlo con una barba postiza o Chivá egipcia en el mentón― ¿Seth…?― la voz de Atem lo trajo de nuevo a la realidad, ni se dio cuenta cuando tomo el rostro del otro y lo comenzó a inspeccionar, Atem tenía una cara muy chistosa y no comprendía nada, Muran y Mahad estaban con unas caras de horror y circunspección dignas de una competencia a la gesticulación más desconcertada― ¿Tengo algo en la cara? …¿Y qué te paso porque estabas tirado en el piso?
― ¡¿Seth se puede saber cuál es la irreverencia con el legítimo hijo de Atón?! ― Muran prácticamente le ladro eso a Kaiba y este soltó a Atem como si este quemara a más de tres mil grados de temperatura.
―Eh… ¿Perdón? ― dijo Kaiba aparentemente en el cuerpo de Seth pues todos ahí lo reconocían así, Atem ayudo a levantarlo, increíble incluso en esa vida aunque el Faraón tuviera una altura más decente que la del de cabello tri-color de su época él seguía siento más alto por una cabeza entera.
― ¡¿Perdón?! ¡¿Eso es todo?! ¡NO PUEDES TOCAR AL FARAÓN! ― el anciano presente estaría muriéndose de una embolia si no estuviera muerto ya.
―Muran…― la gruesa voz de Atem lo calmo y le regalo media sonrisa― Oye, eso puede ser una regla pero: ¿No estamos en los dominios de los dioses? Aunque estemos viviendo las vidas que no pudimos celebrar gracias a Zorc…seguimos estando muertos… ¿De verdad eso importa tanto ahora?
― ¡Su alteza, disculpe mi atrevimiento al hablarle de este modo: Pero su estadía en el mundo de los mortales le inculco ideas extremadamente radicales y tabúes en la mente! ― Muran escondió las manos en las mangas de su túnica bastante ofendido― ¡Usted es el hijo de Atón! ¡Legítimo heredero de Ra! ¡Un Dios entre los hombres comunes!
―Se los designios de memoria Muran…― la sonrisa de Atem aunque algo forzada era bastante tranquilizadora, el anciano ahí seguía despotricando, Mahad intentaba no echarse a reír como histérico y Kaiba estaba algo perplejo― Bien, ¿Qué te ocurrió Seth? ― volvió a preguntar el regente de todos ahí arqueando una ceja y cruzándose de brazos.
―Sí, podrías decirnos a todos para variar…―comenzó a articular Mahad― Muran y yo entramos a tú habitación a decirte que la ceremonia pública por el inicio de las cosechas iba a dar comienzo, nos dijiste que ya estabas listo…y apenas te colocaste el tocado en la cabeza caíste al suelo desvanecido― Mahad hacia ademanes explicativos con las manos― Eso, si me preguntas es MUY raro…tendremos recipientes parecidos a los cuerpos físicos pero solo una interferencia espiritual te habría hecho desmayar…
― ¿Sucede algo malo? ― Atem espeto duramente viéndolo con ferocidad, parecía que estaba a punto de tomar la espada que tenía amarrada a la cintura y desenvainarla para asesinar a cualquier amenaza que saltara de algún rincón.
―Eh, no― Kaiba tenía que pensar rápido, por suerte esa era su especialidad. Intento sonreír amablemente para no lucir muy fuera de lugar y afianzándose del Centro del Milenio le hizo una cortes reverencia al Faraón― Dispénseme por mi comportamiento su majestad. Hubo una perturbación energética captada por El Cetro del Milenio, me tomo desprevenido y no la intercepte a tiempo. Le ruego me disculpe por haberle tocado de esa forma tan blasfema…pero quería estar…seguro de que no se había vuelto a ir al mundo de los mortales― Ok, Kaiba sentía que esas palabras las estaba leyendo en un tele-pronter mental, algo le gritaba que tenía que decirlas frente a los Sacerdotes quienes se vieron entre si y asintieron en aprobación…pero Atem fue otro cuento.
― ¡Jajajaja! No me iré de nuevo…tranquilos― dijo para todos, pues todos y cada uno de sus sacerdotes, sirvientes y súbditos casi se mueren de nuevo cuando ocurrió el conflicto con Divá y el Faraón volvió momentáneamente al mundo terrenal…no lo habían esperado por 5.000 mil años para que se fueran tan campante así como así de nuevo y sin avisar― Entonces: Muran, Mahad― se dirigió a sus dos altos Sacerdotes y estos se cuadraron cual militares en sus sitios― Vayan a decirle a Isis que iré pronto al Palco Real a anunciar el inicio de la cosecha…necesito hablar con Seth, serán solo cinco minutos.
―Sí, su majestad― ambos nombrados acataron la orden y haciendo una reverencia respetuosa se fueron de la aparente habitación de Seth. Kaiba se tomó la libertad de observarse en un espejo que estaba en una pared lateral. El parecido físico con su cuerpo real era increíble pero era totalmente raro verse a sí mismo con la piel morena, sus ojos azules ahora eran de un verde oliva intenso, se sacó el tocado de tela azul zafiro que tenía una cobra de oro adornándolo y tela de oro emulando cabello a los lados y vio cómo su cabello real, ahora de un castaño más rojizo y profundo caía debajo de sus hombros. Su túnica era igual al tocado de un azul zafiro intenso con bordados dorados, sin lugar a dudas una túnica de sacerdote solo que no tenía mangas, sus músculos trabajados se apreciaban, tenía prominentes hombreras de oro y en el pecho el símbolo de la sabiduría egipcia muy grande y mimética a la Llave del Milenio. Pero…por todo lo que era sagrado en el mundo actual (internet) ¡Sentía que estaba usando un faldón! Eso era un tremendo insulto a su hombría… ¿Cómo luciría lo que se suponía era su ropa interior? Aunque casi se pone de un blanco enfermizo cuando se movió unos centímetros y sintió que NO tenia ropajes interiores en su zona más privada…excelente el maldito de Atem gobernó en los tiempos donde el inútil que invento la ropa interior aun no nacía al parecer.
― ¿Seth, en serio te sientes bien? ― La voz del Faraón lo saco de su trance.
―Aja…― Kaiba espabilo cinco segundos después de decir eso y vio de forma intempestiva a Atem quien lo veía sorprendido― ¡Si su majestad, estoy en perfectas condiciones! ― recapacito y se corrigió de inmediato.
―Me alegra…― pues con ese rostro serio e impertérrito Kaiba pensaba que estaba todo menos alegre― ¿Nos vamos? ― hizo un ademan con la cabeza y Kaiba lo siguió. Tenía que seguir el juego un rato más para ver si la conexión era estable. Tal vez si revelaba que era un usurpador de cuerpos esta se perdería. Cuando salieron del cuarto y doblaron por el pasillo un niño de sencilla vestimenta iba cargando un enorme jarrón con vino y tropezó accidentalmente con Kaiba.
― ¡Fíjate maldito mocoso! ― bramo Kaiba y luego recapacito, ayudo al niño a levantarse de forma brusca solo porque con ese cabello que tenía le recordaba a Mokuba a los once años.
― ¡L-Lo siento su eminencia! ― Se disculpó muy avergonzado el menor.
―Que no ocurra de nuevo― fue todo lo que Kaiba espeto y el niño salió corriendo, dejando un reguero de cerámica quebrada y vino de uvas en el suelo. Atem y Kaiba retomaron su andar, el primer nombrado solo había visto todo con una mirada tan seria que parecía homicida.
―Entonces Seth… ¿Al fin ganaste de nuevo el título de Rey de los Juegos o mi Aibou sigue pateándote el culo en la arena de duelos?
― ¡¿Cómo te atreves malnacido arrogante…?!― Kaiba sintió que se cayó él solo con los kilos y Atem no hacía más que verlo enfurecido.
― ¿Cómo lograste posesionarte del cuerpo de mi primo, Kaiba? ― Atem estaba a nada de matarlo a golpes si no fuera porque estaba en el cuerpo de Seth.
― ¿Cómo lo descubriste? ― El CEO feliz de dejar de fingir solo le sonrió engreídamente y lo vio sobre el hombro.
―Seth, a pesar de considerarme un rival de forma amistosa y parecerse algo a ti en carácter…es completamente dulce y amable con los demás…― Atem entre-cerro los ojos― Y solo conozco a cierto auto-proclamado dictador de Ciudad Domino que usaría ese lenguaje y ese tono de orden con un niño― se acercó al mayor y Kaiba se sintió intimidado― Además Kaiba…si lograste llegar aquí con el cubo de Divá lo ibas a volver a intentar…he estado pendiente de cualquier peripecia en mis dominios….
―Eres mucho más listo que el Hobbit de Muto…siempre lo pensé― en ese momento Atem no se controló de conectarle un puñetazo al esternón a Kaiba― ¡COOF!
―No le faltes el respeto a mi Aibou― le susurro amenazante al oído― Aunque estés en el cuerpo de Seth te lo tenías merecido…y creo que él está de acuerdo…
― ¿Primos, eh? ― Kaiba se estaba recuperando del tremendo golpe que le saco el aire― Y pensar que fui técnicamente familiar de Muto en otra vida…eso si es deshonroso…alguien de mi altura emparentado con alguien como él…por lo menos eres un Faraón y uno que infunde respeto― lo vio directamente a los ojos y pudo jurar que Atem lo quería muerto y fuera del cuerpo de su primo― Eso solo hace un 0000.1% mas sopésable la idea…
―Si vas a estar aquí dudo mucho que quieras seguir fingiendo que eres uno de mis Sacerdotes― Atem lo vio de arriba para abajo con mucha arrogancia y soltando palabras tan afiladas como cuchillos envenenados― Tendrías que reverenciar a tus superiores en jerarquía, a mi tío el padre de Seth a mi padre y a mí por supuesto y utilizar un lenguaje que para nada va contigo― Atem se rio a carcajada limpia del rostro de escándalo y asco de Kaiba, juraba que estaba incluso azul del puro pánico― ¡Además de no saber nada de nuestras costumbres! ¡JAJA! Estas simplemente fuera de tu zona de confort, Kaiba y considerando que dejas bien pendejo a concepto de Nueva Oligarquía de tú época…― Atem se tomó del mentón pensativo y lo vio un momento, el mayor solo quería molerlo a golpes y causarle una bellísima contusión con el Cetro que tenía en la mano mientras le estaba cobrando vida una vena en la frente― ¿Por qué mejor no te vas por donde viniste y dejas a mi primo tomar SU lugar? ― le reto, y Kaiba nunca rechazaba un reto. Menos contra ÉL.
― ¿Es un reto vieja momia seca? ― le espeto en toda la cara al Faraón quien se rio de él como en antaño en sus tiempos de duelistas― Bien, lo acepto. No me interesa que todos sepan que no soy ''Seth'' ― enfatizo con comillas aéreas burlándose del nombre de su otra vida, eso hizo que Atem borrara su sonrisa― ¡Hasta tus estúpidos dioses deben enterarse de que NADIE está por encima de mí! ― bramo apuntándole con el Centro del Milenio― Kaiba Seto no reverencia a NADIE.
―Como quieras. Es tu funeral― le dijo Atem muy resuelto― Y nadie va a rendirte honores momificándote, probablemente si no estuvieras en el cuerpo de Seth te arrojarían a los leones o las hienas o mejor a los cocodrilos― Atem siguió caminando muerto de la risa mientras Seto tenía un tic furioso en la ceja― A ver, mueve tu desproporcionado ego Kaiba, sigues en el cuerpo de Seth y tenemos cosas que hacer…
― ¡Vine aquí específicamente para arreglar asuntos pendientes contigo maldito enano! ― Le grito/susurro mientras le daba alcance en los lujosos pasillos de piedra labrada.
―Atenderemos eso apenas termine el anuncio que le tengo que dar a mi pueblo, Kaiba― articulo seriamente, demasiado serio. Mucho más de lo que el CEO sabía que Atem era, eso hizo al mayor guardar silencio…pero no pasaron diez segundos para que la voz de Kaiba volviera a sacar de quicio al Faraón.
― ¿Por qué usas esa estúpida barba postiza? ― cuestiono escudriñando todo a su alrededor, hacía mucho calor en esa atmosfera para su gusto y simplemente no sabía cuánto tiempo estaría en ese lugar. Hacer un par de preguntas para rellenar ese tiempo le parecía bien si con eso fastidiaba al menor.
―Este es un símbolo faraónico, se llama: Chivá y solamente la usa el Faraón para eventos públicos…o para nuestras ceremonias fúnebres― le contesto Atem tácito.
― ¿Y esta estupidez también lo es? ― Kaiba le jalo una especie de cola de toro muy lujosa que vio que le sobresalía cuando la capa ondeo con el movimiento de Atem al caminar.
― ¿No sabes nada de la cultura de mi pueblo? ― le contesto cabreado y quitándole el símbolo de la fuerza del Faraón de sus sucias manos― ESTO― señalo la cola falsa― Es el símbolo de mi fuerza y soberanía, puede ser de toro o león…
― ¿A quién le importa la historia de un pueblo que pereció a manos del Imperio Romano? ― Atem por poco se cae de cara al piso con lo que acababa de escuchar― Ese es el único Imperio del que se algo…además vivo en el siglo XXI momia de mierda, soy el Presidente de Kaiba Corp. Me especializo en avances científicos y tecnológicos, esto que veo ahora es el pasado y eso distrae a todos del futuro― le contesto al Faraón con una sonrisa altanera.
―Solo se repiten los errores del pasado si no aprendes de él…― lo vieron con ansias asesinas― Además, mientras estuve con mi Aibou me leí mucho sobre historia―Atem perfilo una sonrisa― El abuelo era dueño de una tienda de antigüedades después de todo, cuando Aibou estaba durmiendo me gustaba ponerme a leer de todo un poco, deberías hacerlo también, centrarse solo en una cosa no me parece algo propia de alguien tan ecléctico como tú…y para que lo sepas mi reinado fue el mejor de Egipto, no obstante con todo el problema de Zorc Necrophades y el haber muerto a mis diecisiete años hizo que la primera generación de Los Guarda Tumbas inventaran a Faraón Tutankamón de la también inventada dinastía XVIII…― Ahora fue Kaiba el que casi trastabillea hasta caer― Supongo que querían que el Faraón que murió más joven en la historia fuera recordado por méritos que la gente pudiera procesar y una batalla de proporciones bíblicas que incluyera a bestias del inframundo, dioses egipcios y a un demonio como Necrophades no iba a ser digerida y menos respetada por la gente de tú época…
― ¿Me vas a salir con que tienes el mérito de la creación de la pirámide de Guiza también?
― ¡No seas imberbe Kaiba! ― le gritaron en toda la nariz― ¡Primero: Es la Gran Pirámide de Guiza! ¡Y Segundo: Es una blasfemia atribuirme los méritos del Su Eminencia el Faraón Keops de la V dinastía!
― ¿A quién le importa quién fue el tal Keops? ― rodo los ojos Kaiba ironizando al cielo.
―A Seth…es SU hijo yo vi la muerte a manos de Zorc antes de tener un heredero Seth completo la IV dinastía― Kaiba se quedó de piedra, se pudo confundir fácilmente con alguna de las estatuas erigidas al dios Sobek Ra que estaban en esos pasillos― Mi dinastía iba a ser la III deje incompleta la construcción de La Gran Pirámide Escalonada…mi abuelo fue Su Eminencia el Faraón Atotis: Primer Faraón de Egipto.
―Wow… ¡Entonces mi hijo fue mucho mejor que tú! ¡Jajajajajajaja! ¡Todos saben que La Gran Pirámide de Guiza es una de las siete maravillas del mundo! ― Y el muy cínico ahora si la nombraba con respeto solo por creer que semejante estructura arquitectónica podía ser agregada a su linaje.
―Sí, y tú te crees la octava, además es: El hijo de SETH no el tuyo, tú solo eres un usurpador…nada te diferencia de un toxoplasma en este momento― Kaiba iba a romperle el cráneo con el Cetro a Atem hasta que noto como habían llegado a un lugar lleno de gente. Entre ellos varios Sacerdotes, vio a Muren a Mahad, a un anciano que tenía El Ojo del Milenio injertado en lugar de su ojo real y le sonreía con MUCHA familiaridad. A otro anciano que abrazo con mucho cariño a Atem y nadie lo reprendió…supuso que era su padre el ex Faraón Aknamkanom…si estaban los dueños originales de todos los Artículos del Milenio el viejo que no dejaba de sonreírle debía ser el padre de Seth: Aknadin…eso lo puso bastante incómodo. También estaba una mujer con el Collar del Milenio viéndolo con asco y mucho desprecio cruzada de brazos realzando su busto con esa postura, era idéntica a Ishizu Ishtar, debía ser la Sacerdotisa Isis y si tenía el estúpido Collar del Milenio probablemente supiera que él no era Seth, o bueno solo estaba ocupado el cuerpo del mencionado. Vio a un sujeto musculoso con el cabello laceo y azulado hasta los hombros (probablemente una peluca, al menos sabía que a los egipcios les gustaba usar pelucas además de tocados como el suyo y el de Muran) tenía aditamentos de oro en el cuello y brazos, solamente lucia la parte inferior de una túnica sencilla hasta las rodillas (parecía una falda en su nada humilde opinión) y tenía consigo La Balanza del Milenio, Atem por supuesto que traía consigo el Rompecabezas del Milenio. Y también noto que, al lado de Mahad parada de forma muy recatada y respetuosa estaba una joven egipcia que tenía un aura muy azucarada para su salud y que además era la versión humanizada de La Maga Oscura― Lamento la tardanza― todos le hicieron una inclinación a Atem, todos menos Kaiba, el actual Faraón se dirigió al Palco Real y apenas saludo a la luz del sol miles de gritos extasiados de gente se dejaron oír en un gran eco. Mientras Atem daba su discurso ceremonial, Isis se le acerco a Kaiba muy quitada de la pena y si las miradas mataran Kaiba estaría acribillado en el piso.
― ¿Quién te crees que eres para usurpar así el cuerpo de Seth pequeño bastardo? ― le espeto con demasiada agresividad tomándolo de la túnica la mujer tenía una musculatura muy trabajada pero eso no le quitaba lo agraciado a su figura, lo que Seto no sabía era que a las mujeres con alta jerarquía en Egipto se les entrenaba en combate del más alto nivel de la época. Kaiba se sintió amedrentado por unos segundos, esa mujer tenía un fuerte agarre y mucha convicción en la mirada. No obstante la vio como si fuera menos que una basura y antes de obligarlo a soltarlo y decirle una buena sarta de insultos destinados a humillarla como nunca en su vida Aknadin se interpuso entre ellos.
― ¡Isis! ¡¿Se puede saber que te ocurre?! ― el padre de Seth estaba perplejo. No se había re-encontrado con su hijo en la otra vida y comenzar a mejorar su relación con este para que la única Sacerdotisa ahí lo enviara a los dominios de la oscuridad eterna de la diosa Nebet-Het. Los separo a los dos de forma brusca.
― ¡Su eminencia Aknadin, este hombre solamente está usurpando el cuerpo del Sacerdote Seth! ― Con ese alegato todos los presentes aguzaron el oído y varios se fueron acercando, mientras la cara del padre de Seth era más indescifrable que los Jeroglíficos a principios del siglo XVIII.
― ¡¿Qué dices?! ― Aknadin vio a Seth y Kaiba solo le devolvió una sonrisa llena de malicia y cinismo y una mirada que detonada que era un ser superfluo y arrogante…no eran los ojos comprensivos de Seth― ¿Quién eres? ― lo vio como si no lo conociera y efectivamente no lo conocía.
―Ya lo dije― articulo fríamente la mujer de más alta jerarquía ahí después de la madre de Atem quien estaba recatadamente sentada en un trono, Seto la vio de reojo, era sumamente hermosa y su cabello era igual de exagerado y colorido que el de Atem pero a ella le quedaba estupendo…justo ahora venía notando que sentada a su lado había una chica muy parecida a Anzu…igual de invisible e irrelevante que esa ridícula, pensó Kaiba― Es un bastardo usurpador…― Isis afilo los ojos fieramente.
― ¿Estas menstruando acaso para andar de ese humor de perra, pequeña insolente? ― le ladro Kaiba a la cara y todos ahí soltaron gritos de indignación y espanto, en cuanto a Isis esta saco una portentosa daga de su vestido dispuesta a atacarlo.
― ¡ISIS, KAIBA! ― El bramido de Atem los detuvo a todos, en especial a los dos mencionados― ¡YA BASTA! ― el Faraón vio de una forma peligrosa y mortalmente ofendida a Kaiba y este trago muy grueso y duro su propio aliento. Isis no hizo más que gruñir en su sitio sonrojada de la ira― ¡Kaiba discúlpate en este instante con Isis! ¡En tu malnacida época es normal que los hombres no respeten en nada a las damas, pero esos temas son delicados en las culturas africanas! ¡NO SEAS INSOLENTE!
―Ella empezó enano― se cruzó de brazos y vio a otro lado haciéndose el ofendido.
― ¡¿Kaiba?! ― bramo Aknamkanom― ¡¿No es el sujeto irrespetuoso que traspaso a estos dominios hace unas semanas?! ― Ahora si todos vieron al CEO con ganas de exterminarlo por sacrílego.
― ¿Semanas? ― dijo Seto y vio al ex Faraón como si fuera idiota― ¿Ya le afecto el Alzheimer viejo decrepito? Estuve aquí hace dos años… ¡AGH! ― todos enmudecieron cuando Atem le quito el Cetro del Milenio y le provoco una contusión a Kaiba que incluso dejo ver un delgado y brillante hilo de sangre en su frente.
― ¡NO LE FALTES AL RESPETO A MI PADRE! ¡A NADIE EN ESTA DIMENSION! ― el grito bestial del Faraón hizo a todos cuadrarse en su sitio― ¡Kaiba o te disculpas en este instante o le ordenare a Aknadin que selle tú espíritu en una urna llena de huesos de cadáveres en descomposición! Y para que lo sepas eso es una maldición en mi cultura…
―Lo hare con gusto su alteza― dijo bastante serio el padre de Seth mientras El Ojo del Milenio brillaba bajo la capucha de la túnica de su portador.
― ¡Esta bien, está bien! ― Kaiba comenzó a hacer aspavientos dando a entender que no estaba armado―…Me disculpo…― vio a Isis con mucho odio― CON TODOS― ahora miraba a Atem mientras la sangre goteaba en el suelo― ¿Feliz?
―No hasta que nos digas a todos como fue que te apoderaste del cuerpo de Seth…― ordeno el Faraón mientras se quitaba el Chivá y todos los presentes lo veían con sumo interés.
―Está bien― se sumió de hombros― Pero no les va gustar lo que oirán, así que antes de recibir otro daño contundente a mi integridad ¿Me explicas porque todos creen que estuve aquí así unas semanas nada más? ― vio al de ojos rojos y este le devolvió la mirada con fuerza.
―Estas en un espacio entra las miles de dimensiones del Otro Mundo, aquí se nos permite vivir lo que no pudimos en el mundo terrenal, por lo mismo aquí el tiempo es diferente. Creí que lo sabias todo sobre el Espacio-Tiempo, Kaiba― ironizo al cielo rodando los ojos con hastió― Habla de una buena vez.
―De acuerdo― le restó importancia al asunto, por supuesto que ya sabía ese detalle pero implementar el método científico para comprobar todo estaba en su naturaleza empírica― Para los que tienen la desgracia de no conocerme…― comenzó su discurso y Atem se palmeo la cara con tremenda fuerza y todos se le quedaron viendo…fue hasta chistoso― Mi nombre Kaiba Seto. Presidente de la Corporación Kaiba, soy de origen Japonés de un país en el actual continente Asiático, vengo de más de 5.000 años en el futuro más específicamente del siglo XXI Después de Cristo. Actualmente tengo diecinueve años, soy un genio y prodigio nato― se rio por lo bajo con las caras de todos― También soy la re-encarnación del Sacerdote Seth en mi época…así como Muto Yugi lo es del presente Faraón en turno…― señalizo de forma despectiva al de cabello tri-color― como ustedes sabrán Atem se metió donde no lo llame en la pelea con Divá en el reino de los Prana hace un tiempo…mi misión original fue reconstruir el Rompecabezas del Milenio que se hallaba sepultado en la tumba de Atem en el Cairo la capital actual de Egipto, cosa que logre. Divá logro robarme una pieza del Rompecabezas del Milenio, luego de todo el rollo para vencerlo me quede con su cubo Quantum, gracias a mis avances en la tecnología logre fácilmente crear un nexo con esta aparente dimensión…pero duro menos de lo que pronostique, me di cuenta de que no podría permanecer aquí con mi cuerpo original, así que me tomo dos años de mi época pero conseguí hacer mi estadía aquí más larga y la única opción era tomando prestado este cuerpo― todos estaban horrorizados con lo que oían.
― ¡Sacrílego!
― ¡Blasfemo!
― ¡Hereje!
― ¡Arderas en los dominios de Anubis!
― ¡Ni el dios Keb debería apiadarse de tu infame alma!
―Sus deidades me tienen sin cuidado, cuerda de fanáticos politeístas― Kaiba se estaba masajeando una sien muy hastiado.
― ¡¿Qué acaso no le temes a la furia a tú Dios creador?! ― bramo colérico Aknadin.
―Escúcheme fósil con boca. Soy un científico― espeto muy orgulloso de esa palabra― Soy total y completamente Ateo, no creo en ningún tipo de deidad, todo tiene una explicación lógica que no tiene que ver con magia ni seres con poderes súper-naturales. Es decir ¡Hasta a un fenómeno climático totalmente normal como la lluvia le tienen un dios de seguro! ― Y lo peor era que eso no era mentira.
― ¿Q-Que demonios ocurre con la gente del futuro? ¡Eso es inconcebible! ― Aknadin estaba perplejo.
― ¡Al punto Kaiba! ― bramo Atem bastante harto― Nadie está entendiendo mucho de lo que dices solamente yo…luego hablamos de dogmatismos si quieres ¡Solo dinos como lograste esta barbajaneria de una vez! ― Kaiba volvió a rodar los ojos.
―Bien, se los pondré simple a todos― ahora si todos los presentes detestaban al CEO― Ya que soy la ''Re-encarnación'' del Sacerdote Seth, por lógica si usaba sus restos momificados, junto al cubo Quantum y mi propio código genético, según mis cálculos que nunca fallan mi querido público, lograría tomar posesión de su cuerpo por un tiempo definido pero no permanente. Y como verán resulto― termino de hablar sonriendo.
― ¿S-Su restos dijiste? ― Aknamkanom tuvo que sujetar a su hermano quien estuvo a punto de desmayarse― ¡Seth sucedió a Atem en el trono! ¡Era un Faraón, en tú asquerosa época sería más que un sacrilegio tocar sus restos! ¡Y AUN ALEGANDO A LOS CUATRO VIENTOS QUE NO CREES EN LOS DIOSES Y SU PODER LO USAS PARA TÚ PERFIDO BENEFICIO!
―Creí haber dejado en claro que eso me tiene sin cuidado― Aknadin comenzó a sudar frio, que todas esas vulgaridades salieran de la boca del cuerpo de Seth le parecía el peor maleficio jamás recitado― En mi época todos los Faraones están sepultados en una Necrópolis llamada: El Valle de los Reyes, al igual que sus queridísimas pirámides ese sitio fue saqueado de todas y cada una de sus riquezas durante siglos, solo hay huesos y polvo, solamente tuve que soltar dinero para exhumar el cadáver de Seth y hacerme con su cráneo y sus órganos en esas urnas raras y usarlos para mi beneficio…deberían saber que ya nadie cree en sus deidades de pacotilla― la risa altisonante y sardónica de Kaiba los dejo a todos mudos y temblando de forma enfermiza― Los actuales ciudadanos de Egipto solamente tienen una religión llamada ''Islam'' y su único dios es Alá…los musulmanes tienen más de mil años con una estupidez llamada ''Guerra Santa'' y todo lo que es su Imperio ahora son zonas permanentes de guerra. Los títulos de reyes murieron, ahora son solo formalismos, el dinero mueve al mundo, cada hombre muestra su valía por sí mismo. No hay Imperios hay países y déjenme decirles que el actual gobernante de Egipto babeo bastante con todo el dinero que le solté para dejarme llevarme los restos de Seth ¿Ven cómo su cultura está más muerta que ustedes?
―Basta― la gruesa voz de Atem extermino cualquier sonido vivo a kilómetros― Kaiba, sígueme: AHORA― el CEO gruño y se fue detrás del actual Faraón mientras todos los demás lo veían con miedo, asco, repulsión o desprecio. Mientras esos dos dejaban la sala donde habían escuchado a Kaiba hablar sin que lo fulminara un rayo (como en opinión de todos debería haber sucedido) la curiosidad comenzó a aflorar en algunos y por algunos nos referimos a Mana.
― ¡Isis, mi señora! ― salto la joven quien era demasiado entusiasta para su bien…Mahad no pudo detenerla apenas si vio cuando su aprendiz se movió. La mencionada Sacerdotisa la vio inquisidora― ¿Podría con el poder del Collar del Milenio, aclararme un par de cosas? ― puso su dedo índice en su mentón de forma juguetona.
― ¡Mana! ― bramo Mahad dispuesto a reprenderla.
―Tranquilo, Mahad― hablo sucintamente la guardiana del Collar del Milenio― Ya había previsto casi todo lo que el tal Kaiba iba a decir…la interferencia energética de su ''tecnología'' es demasiado poderosa…se puede equiparar a lo que consideramos místico nosotros y continuara creciendo de forma desmedida…―pronostico y todos se asustaron― También había previsto que Mana me preguntaría sobre los términos que no entendió…de echo todos aquí quieren que les aclare algo― vio a todos los presentes y se sonrojaron como si estuvieran programados― Adelante joven Mana: Pregúnteme.
― ¡Muchísimas gracias, mi señora! ― le hizo una reverencia y con una gran sonrisa espeto: ― ¿Qué es código genético?
―El Collar me mostro que es la información contenida dentro de nuestros cuerpos, heredada un 50% del padre y 50% de la madre…y de todos aquellos ancestros de la persona…es un vasto e infinito almacén de memoria dentro de nuestro cuerpo…los humanos actuales le dicen ADN…según una ciencia llamada biología existen…pequeños cuerpos invisibles al ojo humano llamados ''células'' dentro de ellas están las infinitas cadenas de eso llamado ADN…
― ¿Cómo puede ser infinito algo tan pequeño? ― Mana no comprendía bien― ¿Qué es ciencia?
―El tamaño de algo no importa joven Mana…así como la existencia de los dioses el infinito puede existir incluso en la nada― la miro seriamente y ahora ella y todos comprendían― Y con respecto a eso…llamado ''ciencia''…es lo que ha reemplazado a la magia, a las creencias y hasta a religiones en la época de ese usurpador…― estaba temblando de ira.
― ¡¿Tan poderosa es esa cosa?! ― bramo Muran asustado hasta la medula― ¡¿Cómo la obtuvieron?! ¡Debió ser obra de algún demonio! ¡Uno peor que Necrophades!
―No la obtuvieron por ningún ente…todos hasta los niños más inocentes y carentes de malicia pueden manejar a la ciencia…los seres humanos la desarrollaron por medio del estudio…comenzaron a pensar en si en realidad las cosas pasaban por obra de alguna deidad o si tenían otra explicación…eso llevo a milenios de reflexión de análisis y de pruebas, de ensayo y error y pronto descubrieron que podían tener una respuesta para CASI todo lo existente― Muren pego la quijada del suelo.
―Obviamente aun no pueden explicar cosas como nuestras deidades…o las que existen en todo el mundo…o las dimensiones…― Mahad hablo muy objetivamente y eso sorprendió a todos.
―Así es Mahad…por lo mismo tomaran el mismo rumbo que ha tomado ese usurpador…usar su tecnología para llegar a los límites de lo espiritual…en el mejor de los casos lo harán para bien y sabrán aprovechar el poder y el conocimiento volviéndose seres de energía limpia y pura…en caso contrario…
―Ni un millón de apocalipsis se compararían a todo lo que pasaría con los hombres insensatos y todo ese poder ¿No? ― Aknadin hablo con mucho pesar y melancolía, su pasado en vida. Como un corrupto, como un soberbio, como alguien enloquecido de poder, celoso porque su hijo no fuera el siguiente Faraón, todo el daño que le ocasiono a su propia familia, fue alguien que cometió masacres sin fin con tal de obtener poder, sin mencionar obligar a Seth a ir con la encomienda de asesinar a Kisara cuando ya estaba loco por la oscuridad― Entiendo perfectamente esa parte― si bien ahora todos estaban en ese plano astral para enmendar las cosas del pasado y dejar que Atem terminase su mandato de forma natural hasta que Ra decidiera que plano astral seria el siguiente al que todos los ahí reunidos serian mandados. Aknadin seguía culpabilizándose de todo lo echo en vida aunque todo eso hubiese ocurrido hace milenios el verdadero Seth lo haya perdonado.
―Entonces…― comenzó Karim algo dubitativo pero igual de curioso― ¿Cómo es la tierra de procedencia del tal Kaiba?
― ¿Sabes cómo luce realmente Isis, es igual a Seth en todo o solo físicamente? ― La alegre voz de la madre de Atem se dejó escuchar.
― ¿Si ya no gobiernan reyes, y no existen los Imperios: Como hacen funcionar las cosas los gobernantes? ― Aknamkanom acaricio su frondosa barba canosa y soltó su pregunta también.
― ¿Qué se supone que significa ''Corporación''? ― intervino Mahad sonriendo.
―Por favor dime que su muerte no será natural sino algo horripilante y de paso que será mientras sea aún muy joven…― el comentario agresivo de Muran salió a relucir.
― ¡Yo pregunte primero que ustedes! ¡¿Me explicas que es ''Tecnología''?! ¿Es como eso de la Alquimia? ― Mana, la prospecta a Sacerdotisa levanto la mano cual niña hiperactiva en clase.
― ¡Uno a la vez! ― bramo Isis con un puño cerrado de forma amenazante y dientes afilados. Todos comenzaron a interrogarla casi al mismo tiempo.
…
Kaiba creyó que Atem iba a obligarlo a dejar el cuerpo de Seth a golpes después de toda la verborrea pedante que soltó apropósito delante de todos sus parientes y súbditos muertos…no que lo iba a llevar a la cocina del Palacio a ofrecerle un trago de leche y a curarle la herida que le había hecho con el Cetro del Milenio en la cabeza.
― ¡Argh! ― Seto soltó un alarido de dolor cuando el Faraón volvió a limpiar la zona de la herida con un trapo húmedo, pero a diferencia del anterior que había utilizado este tenía un ungüento de hierbas curativas.
―Deja de quejarte, Kaiba― la gruesa voz de Atem volvió a reprenderlo, el CEO volvió a mirarlo mal y extrañado a la vez. No era normal para él estar delante de su rival eterno y no estarse batiendo a duelo sin piedad…además el enano estaba muy cerca y sentía caliente los pómulos por alguna razón, su sonrojo empeoro cuando Atem soltó un sonoro suspiro de preocupación y se comenzó a masajear la frente cuando la herida en la frente de Kaiba ya estaba limpia y desinfectada― De verdad, perdona el golpe. Pero te lo tenías bien merecido…
― ¿Se puede saber porque razón no me estas rematando a golpes enano? ― Kaiba se cruzó fuertemente de brazos, también le había sorprendido que le devolviera el cetro― Por cómo te comportas con ellos y conociéndote como TE CONOZCO si estuviera en mi cuerpo real me habrías asesinado limpiamente…― la cara del CEO debió dar mucha risa, Atem solo cruzo una pierna por sobre la otra, apoyo el codo en la rodilla y su mentón en el puño y le sonrió muy divertido― ¿Q-Que…?
― ¡Ay Kaiba! ¡Jajaja! ― Seto nunca había escuchado una risa tan varonil y a la vez divertida por parte de Atem, de nuevo sus mejillas se calentaban― Eres Kaiba Seto, el mayor prepotente que conocí en mi estadía en el Rompecabezas del Milenio…si no hubieras dicho todo eso no me habría terminado de convencer de que eras tú y no Seth― le apunto divertido con el dedo índice de la otra mano― Además, estoy acostumbrado a escucharte hablar y a ti también te encanta escucharte hablar…digamos que lo extrañaba― se sumió de hombros― Pero no más de lo que extraño hablar con Aibou ¿Cómo esta él?
― ¿Qué quieres decir en realidad con eso de eras tú y no Seth? ― Kaiba lo vio acercándose un par de centímetros con una mirada desafiante.
―Es de mala educación responder una pregunta con otra― le reto el Faraón aun sonriendo.
― ¡Hablas como un viejo decrepito! ― Kaiba espeto haciendo aspavientos hastiado― ¡Me enervas!
―Kaiba, soy mayor que tú por más de cinco milenios― el CEO sintió que le cayó una roca en la cabeza con esa aseveración tan calmada― Y venimos de épocas muy distintas…― Atem ladeo la cabeza divertido.
― ¿Por eso solo me ofreces leche? ― tomo la copa dorada y se la mostro― Si, esta dulce y me gusta ¡Pero tengo casi veinte años! ― Se quejó― ¿Por qué no me ofreces vino? ― enarco una ceja― Se de sobra que tienen MUCHO aquí…
―En Japón eres mayor de edad a los veintiún años de edad Kaiba ¿Crees que no lo sé? Yugi se vivía quejando de eso, en el Egipto donde crecí pasabas de niño a adulto, a los diez años de edad ya tenías que encargarte de contribuir con el capital del hogar, tener trabajo etc. mas si eras mujer y MAS todavía siendo el hijo del Faraón…― Kaiba no hallaba donde meter la cara y tenía una expresión de sorpresa― Cuando recupere mis memorias, antes de la Batalla Ceremonial…jeje Mokuba me hacía sentir orgulloso, tan joven y ya se notaba que sería un hombre correcto y era demasiado responsable para su edad…me recordó a mi niñez y a la de todo niño egipcio…entendí de inmediato porque me caía tan bien a pesar de ser tú hermano…
― ¡Primero: Yo bebo alcohol cuando se me antoja! ¡Y Segundo: No hables de mi hermano en mi presencia!
―No dije nada malo…
― ¡Sean cosas buenas o malas, no me importa! ¡No hables de Mokuba! ― lo vio rabioso.
―Eres un hermano mayor muy sobreprotector, estricto y celoso― Atem comenzó a reír a carcajada limpia―Aunque…eso explica varias cosas sobre tu sobre-protección neurótica…
― ¿De qué mierda me estás hablando? ― estaba realmente enojado y afilo los ojos cual cuchillos dentados.
―De nada, de nada― Atem volvió a reírse― Si Seth pudiera decírtelo en persona comprenderías…― Kaiba se hartó de esa sonrisa endemoniada y de esa conversación sin sentido
― ¡Bueno maldito enano ya respondí a tus insulsas preguntas! ¡Ahora vamos a arreglar cuentas pendientes…! ¿Eh? ― Kaiba miro a sus pies, se había levantado del banquillo donde estaba y noto que algo peludo se estaba frotando contra sus pies― ¿Un gato? ― miro curioso al gatito que ronroneaba y se frotaba contra él, miro alrededor y vio a MUCHOS quizá demasiados gatos…casi todos de la misma raza― Mejor dicho gatos…― descompuso la cara cuando noto que todos esos felinos exageradamente bien cuidados y todos con collares de oro y piedras preciosas veían su copa con leche con hambre.
―A los machos les decimos: Myeou y la hembras Techau― un gato enorme salto al regazo de Atem y este comenzó a hacerle mimos muy felizmente― Legítimos hijos de la diosa Bastet…todo el mundo sabe que los veneramos…hasta tú― lo vio cínico.
― ¿Myeou, Techau? ― Kaiba hizo una trompetilla intentando aguantar la risa y luego opto por soltar una carcajada desvergonzada― Son Felis Catus, de la familia Felidae o comúnmente conocidos como Mau's Egipcios― noto como los Mau's seguían frotándose contra el ronroneantes― Apuesto a que el nombre de los machos es una especie de onomatopeya por no saber cómo llamarles y… ¡YA QUITAMELOS DE ENCIMA! ― Sí, el gran Kaiba Seto estaba siendo acosado por una tierna horda de gatos muy pachones y estaba perdiendo la pelea.
― ¡JAJAJAJA! Todos estos son los gatos de Seth…te aman― dijo malévolo con ese eufemismo, porque técnicamente no era Seth― Además tienen hambre y además― mientras Kaiba batallaba por sacarse a cinco gatos de encima mientras otros doce estaban repartidos en la enorme cocina Atem soltó algo que hizo que el CEO lo quisiera matar si ya no estuviera bien muerto― Siempre me recordaste a un gato― sostuvo en lo alto al Mau que tenía entre las manos, este maulló y puso sus patas en la cara del Faraón― Elegante, engreído, mimado, todos te reverenciaban, arrogante, algo intimidante y con una mirada de soberbia y de que nadie era digno de tocarte…y si te desagradaran tanto los patearías ¡Jajajaja!
― ¡¿Qué dijiste?! ― empuño el Cetro del Milenio rojo de la ira y la vergüenza― ¡Me gustan los gatos…pero no a niveles fanáticos como a ustedes! ¡¿Y porque Seth tiene tantos con un demonio?! ― se rindió y puso la copa con leche en el suelo y tres gatitos comenzaron a beber de ella― Además en tú comparación olvidaste mencionar que soy indiscutiblemente apuesto…― ahora era Atem quien descomponía el rostro.
―Bueno son solo la mitad, tal vez conozcas a los leones, cheetas y caimanes mascotas de Seth, además. Tiene sentido que te gusten…siempre te imagine en una silla giratoria acariciando malignamente un enorme gato gordo planeando como apoderarte del mundo como en esas películas que Aibou veía de villanos…porque megalomaniaco ya eres― Atem esquivo el cetro que venía cual bate de beisbol a conectar un cuadrangular con su cabeza― ¡JAJAJA! Que mala puntería…
―Es que eres tan enano que cualquiera fallaría― le refuto sonriendo cínico.
― ¡Mido 1.75! ¡¿Aun me falta crecer un poco sabes pelmazo?!
― ¡Aun así te llevo una cabeza de altura! ― Se carcajeo― El Hobbit de Muto está bien― dijo de repente cruzándose de brazos…ahora le picaba la curiosidad― Ya conteste, ahora dime un par de cosas tú: ¿Qué edad se supone que tiene Seth en este plano? ― se miró de cuerpo entero como podía― En ese espejo se veía un poco mayor que yo…
―Tiene veinticuatro y yo diecisiete…― contesto risueño― Técnicamente hablando claro, este es un plano astral donde terminare mi reinado desde donde lo deje…decir que Seth tiene 5.024 años y yo 5.017 también es válido si quieres…― dejo al gato que tenía en el suelo y aletargo la espalda― ¿Algún otro cuestionamiento?
― ¿Las cartas del Mago y la Maga Oscura, están basados en Mahad y esa chiquilla que vi no? ― Kaiba lo veía muy serio.
―Si― Atem ensombreció la mirada― Mahad me crio prácticamente…fue el único guardián de la Sortija del Milenio que podía mantener la oscuridad de esta a raya…es un gran hechicero y la ''chiquilla'' se llama Mana…es mi mejor amiga de la infancia― sonrió tristemente― Es su aprendiz, prospecta a Sacerdotisa…Mahad tuvo que sacrificarse para su oscuridad creara a lo que tú conoces como El Mago Oscuro para salvarme la vida y Mana lo hizo también posteriormente…pero no de la misma forma…sus almas están aquí por redención de las mismas…fue bueno verlos de nuevo…
―La tal Isis se parece mucho a Ishizu pero se nota que es muchísimo más peligrosa… ¿Qué le pasa a esa…?
― ¡Mas respeto Kaiba! ― Atem lo seguía retando a cada rato y el CEO no iba a aguantar mucho ciertamente― La Suma Sacerdotisa Isis, no solo es la portadora del Collar del Milenio también es la mujer con más alta jerarquía entre mis Sacerdotisas…rige sobre ellas y es la emisaria de la diosa Bastet…― Atem afilo la mirada de forma muy peligrosa― Ishizu Ishtar es su re-encarnación, pero aun sin el Collar del Milenio Isis es una Médium, un oráculo con vida tiene enormes poderes espirituales…y mucha influencia con los dioses, su nivel es muy alto. Desde niña se le entreno en combate a mano limpia, con lanzas, espadas y cuchillos es más peligrosa que la mi Guardia Real…― la sonrisa medio maniaca de Atem ante el rostro descolocado de Kaiba no se hizo esperar― Te recuerdo que también la llamaste ''Perra''…para tú información las Sacerdotisas deben ser vírgenes…no solo ofendiste su pureza, sino también su puesto y todo el poder que esgrime…ella aprecia mucho a Seth y no te ha mandado a los dominios de eterna oscuridad de la diosa Nebet-Het solo por eso…aunque probablemente se alié con Aknadin y manden a tú espíritu con ella, así no le pasara nada al recipiente de Seth y este volverá a su cuerpo…
―Ustedes son unos…― no termino su comentario despectivo al captar las palabras del Faraón― ¿Por volver a su cuerpo, quieres decir que su alma se fue a otro lado…?― le aterro pensar en oír la respuesta.
―Sí, ¿Sabes para qué sirve el Cetro del Milenio? ― señalizo el objeto milenario― No solo se utiliza para manipular mentes a distancia…Seth lo sabe utilizar mejor que nadie, en primera instancia quien lo porte puede bloquear cualquier intromisión espiritual o metal, es obvio para mí que también mandaste a desenterrar el Cetro del Milenio en tu época, solo de esa forma habrías logrado entrar en el cuerpo de Seth…solamente un poder igual al suyo funcionaria, Seth es un experto rastreador de lo que llamamos Ka, o poder espiritual además de poseer un Ka inmenso, probablemente sintió que venias a tomar su cuerpo y déjame decirte que es algo vengativo y le gustan las travesuras…si tú estás en su cuerpo él debe estar en el tuyo ahora mismo.
― ¡¿QUEEEEEEE?! ― El grito del CEO se escuchó por todo Egipto― ¡Eso no…!
― ¿No estaba en los planes? ― Atem moría de la risa― ¡Esto te pasa por creer que puedes hacer tú jodida voluntad donde sea, cuando sea y con quien sea! ¿Siempre se pagan precios altos por ser orgulloso de una forma tan desviada, sabes?
― ¡¿Qué podría estar haciendo allá?! ― Kaiba estaba entrando en pánico y Atem seguía riéndose de él― ¡No, no, no, no! ¡NO! ― se levantó del banquillo y comenzó a sacudir su Cetro del Milenio como cuando no funciona un televisor y le das de golpes para que encienda― ¡¿Cómo se maneja esta cosa?! ¡Tengo que hacer que regrese! ¡MI CORPORACION! ¡APUESTO QUE ESTA SABOTEANDO TODO! ¡YA DIME COMO SE ENCIENTE ESTA PORQUERIA! ― Atem tuvo que conectarle una bofetada. Kaiba estaba histérico. De hecho el CEO pareció agradecerle ese golpe. Kaiba Seto no era alguien que perdía los estribos, eso no le hacía bien a su imagen.
―Tranquilízate ¿Quieres? Seth no es como tú. No le hará ningún prejuicio o daño a tu queridísima Kaiba Corp. Además…si él no te ha sacado a patadas de su cuerpo debe tener un motivo…se contactara contigo probablemente y… ¡El Centro del Milenio no es aparatejo eléctrico para sacudirlo así! ¡AJAJAJAJA! ― la diversión de Atem ante la ignorancia de Kaiba fue asesinada brutalmente cuando una vocecita melosa y condenamente familiar para ambos se escuchó entrar a la cocina.
― ¡Faraóóón! ― la chica que era la versión árabe de Anzu entro y se le colgó a Atem de la espalda en un abrazo asfixiante y por la cara que puso el actual regente definitivamente odio este contacto de sobre manera, además del marcado sonrojo marca diablo en la cara de Atem, Kaiba noto como esa chica estaba presionando sus pechos con fuerza en la espalda del otro apropósito― Disculpe, pero se ha tardado mucho…― dijo con un tonito juguetón que crispaba los vellos del cuello de Atem― Pronto será hora de cenar…¿Ira su alteza? ― la muchacha miro a Kaiba quien la veía con una ceja arqueada y un gesto que no le gusto en NADA al Faraón― ¿El usurpador también vendrá? ― pregunto haciéndose la inocente que no rompe ni el silencio.
―Sí, él ira: De hecho se sentara en el lugar de Seth a mi derecha y sabes que a la izquierda va Mahad…tendrás que sentarte con mi madre Teana…― respondió increíblemente rápido, casi atropellando las palabras y la chica solo hizo pucheros más propios de una niña melindrosa que de otra cosa.
― ¡Esta bien! Lo veo…después― el tono demasiado sugerente que uso dejo a Kaiba impresionado y a Atem muy asqueado― Adiooos…― se despidió de forma cantarina y salió de la cocina pavoneando sus curvas.
― ¿Y nuestra amiguita es…?
―No. Comiences. Kaiba― Atem apretó los dientes remarcando cada palabra.
―Se te lanzo…y se supone que está prohibido tocarte― siguió metiendo el dedo en la llaga con un tono jocoso y malicioso.
―Te lo advierto…― Atem estaba azorado y cabreado y Kaiba estaba gozando de lo lindo.
― ¿Prácticamente insinuársele al Faraón es normal? ―fingió poner una pose pensativa― ¿O es que la versión aún más vulgar de Anzu tiene trato preferencial…?
― ¡No es nadie!
―Bueno, ''Nadie'' ― dijo muy divertido y casi llorando por aguantar la risa― Te habría violado con la ropa puesta si yo no hubiera estado aquí…― Atem se puso increíblemente rojo― ¿Alguna concubina? ― sonrió perverso.
―Es mi…prometida― el palmazo en con la mano en la frente que se dio Atem le dolió a Kaiba y no fue a él― ¡Mi madre la escogió, no tengo nada que ver con ese compromiso! ― ladro antes de que Kaiba dijera nada.
―Al menos sé que no tienes malos gustos entonces…horribles gustos mejor dicho― Kaiba se sentó de nuevo, Atem tenía una expresión de derrota tan grande que el comenzaría a rezar si era necesario para ver esa misma cara cuando al fin lo derrotara en un duelo― ¿Cuándo es la boda? ¿Puedo ser el padrino? ― se burló descaradamente poniendo una mano en su pecho de forma dramática.
―Ya estamos casados― Kaiba no espero eso― Pero se le dice prometida y no esposa formalmente hasta que… ¡NO VOY A HABLAR DE ESO CONTIGO! ― Atem se levantó de forma intempestiva del banquillo y estaba dispuesto a largarse― ¡Haz lo que quieras, total no me importa!
―Te recuerdo que me acabas de invitar a cenar― Kaiba no dejaba de reír.
― ¡Pues buena suerte encontrando el camino al salón principal tú solo!
― ¡Lo encontrare muy fácilmente Faraón de novena categoría!
― ¡Ojala te caigas en el poso de los leones en el camino! ― fue lo último que le grito Atem antes de que Kaiba lo perdiera de vista.
― ¿Poso con…? ― rodo los ojos― Hay que ver…que sistema de seguridad tan arcaico ¿No sabe que el sistema de láseres es lo mejor que hay? Jeje Nah, obviamente no lo sabe, podría escribir una enciclopedia de cosas que la gente no sabe aquí y tendría mil volúmenes― salió de la cocina riéndose y no noto hasta que estuvo BIEN perdido en el Palacio un par de horas después que los gatos de Seth lo habían estado siguiendo― Bien no hay ni un alma aquí…― juraba que estaba caminando en círculos― ¿A quién amenazo para que me diga dónde queda ese salón? ¿A los gatos? ― genial ahora estaba hablando solo, repentinamente el Cetro del Milenio comenzó a emitir un leve brillo cuando una gata blanca de ojos azul turquesa y un collar de zafiro apareció frente a él, debía admitir que era muy hermosa― ¿Mnh? ― Kaiba sintió que debía arrodillarse en una pierna y al hacerlo la gata se acercó, extendió la mano y esta se comenzó a frotar contra ella― Ki…Kisara…― parpadeo confundido― ¿Y ese nombre de dónde vino?
―Meow…― la gata parecía complacida de oírlo decir ese nombre. Kaiba ato cabo con rabo y siendo que el cetro seguía brillando y esa gata era la única que al parecer lo provocaba, debía ser el nombre de la gata.
―Ok, le voy a hablar a un gato…esto ya no tiene lógica para mí― dijo por lo bajo y rodo los ojos― ¿Te llamas Kisara? ― pregunto a la gata y esta lo vio fijamente y luego lamio su mano― Tomare eso como un si… ¿No sabrás donde está el salón principal de casualidad? ― quiso reírse de su propia estupidez ¡Le estaba hablando a una gata maldita sea! Pero todo se fue al carajo cuando la gata aguzo las orejas, levanto la cola y le mordió la túnica para jalarla y se fue por un pasillo, la gata se detuvo al ver que no la seguía― ¡Hmp! Increíble…― Kaiba se sumió de hombros y él y su escolta felina llegaron al salón principal gracias a la guía de esa gata, estaba lleno de sirvientes trayendo comida autóctona y de todos los que había visto antes en la ante-sala del Palco Real, todos charlaban animadamente pero hasta los músicos dejaron de tocar cuando notaron su presencia ahí, particularmente Atem sonrió bastante cuando noto que la gata blanca estaba con Kaiba― …Supongo que gracias…― le dijo a la gata y esta solo se froto contra él y se fue tan fantasmagóricamente como apareció. El CEO tomo asiento a la derecha de Atem cuyo puesto estaba vacío. Mahad lo estaba viendo incrédulo y soltó una risa nada disimulada.
― ¡No puedo creer que llegaras! ― dijo en un tono amable…eso era extraño.
― ¡Neeeh! ¡Yo acabo de perder la apuesta! ― Mana estaba al lado de Mahad y se oía muy decepcionada.
―En realidad todos perdimos…― espeto Mahad aun sonriente― Su majestad fue el único que acertó.
― ¿Apostaron a que no llegaría verdad? ― Kaiba se cruzó de brazos y los vio a todos con su usual seriedad.
―Yo aposte a que te perderías por los pasillos hasta que acabara la cena― ese fue Mahad quien se empinaba una copa de vino.
―Yo aposte a que caerías en alguna de las trampas que hay en Palacio― comento muy sonriente Mana.
―Yo aposte a que te habías caído en el poso de los leones y les iba a preparar a los pobres algo para la indigestión…― dijo muy chocante Muren y varios rieron.
―Yo aposte a que caminarías en círculos toda la eternidad― articulo Aknadin viéndolo de reojo.
―Yo aposte lo mismo que mi hermano― se carcajeo el padre de Atem.
―Yo aposte a que alguna de las estatuas de Anubis cobraría vida y te degollaría― espeto Karim comiendo una pierna de cordero.
―Yo no quise participar en esa estupidez― dijo Isis escuetamente.
―Qué bueno que no lo hiciste o habrías ganado― comento la madre de Atem muy divertida― Yo dije que le tuvieran más fe al joven Kaiba― sonrió tiernamente.
―Yo aposte a que le caería un rayo por mal hablado y usurpador― comento risueña y fingiendo demencia Teana y Kaiba la fulmino con la mirada y esta solo lo vio realmente mal y muy seria.
― ¿Y qué apostaste tú? ― Kaiba ya tenía un nervio cobrando vida en la frente y le hablo a Atem con los dientes muy apretados este dejo su copa con vino y lo vio sonriendo con maldad.
―Yo aposte a que un Myeou te ayudaría a llegar…la cena aun no acaba― dijo y todos se vieron entre sí, habían notado a los gatos pero no QUE gato lo ayudo a llegar.
― ¿Cuál de todos los Myeou de Seth te ayudo niño? ― pregunto Mahad algo serio.
― ¿No la vieron? ― le respondió Kaiba con una pregunta y Mahad reprobó eso con una mirada.
―Fue Kisara― espeto Isis y todos tragaron muy duro y vieron al CEO impresionados.
― ¡¿La Techau fantasma de Seth?! ― Mana grito eso luego de tragar ruidosamente de su pierna de cordero.
― ¿Fantasma? ¿De qué ridiculeces me hablan ahora? ― Kaiba se estaba sobando una sien a ese punto.
―Kisara es la Techau predilecta de Seth, tiene un Ka muy poderoso es una de las hijas favoritas de la diosa Bastet aun habiendo nacido blanca― comenzó a explicarle Atem con mucha paciencia― El color blanco se asocia con la muerte y la sequía en esta cultura…por eso le dicen gata fantasma y es tan sigilosa que se mueve como uno…
― ¿Y qué hacían si alguien nacía con albinismo en esta época? ¿Lo asesinaban al nacer o lo condenaban como un proscrito? ― bramo Kaiba indignado y todos comenzaron a verse entre sí entre muy tristes e impactados.
―Lamentablemente…si― Atem compartía su misma indignación.
―Entonces… ¿Es por eso…que la Techau nació de ese color? ― Mana lucia especialmente triste casi rompía a llorar además, tono que había utilizado para nombrar a la gata parecía más bien un eufemismo para encubrir algo más.
―No lo entenderías aunque lo explicara― dijo el CEO.
―No, si comprenderíamos― acoto Isis para su sorpresa― Les explique sobre biología y lo que era el ADN, fenotipos y genotipos…si lo dices de forma no demasiado técnica todos te van a entender― Isis parecía menos asqueada con su presencia.
―Si usted lo dice debe ser verdad― a la Sacerdotisa le sorprendió ese tono respetuoso tan de repente y Atem le dedico una mirada cómplice― Si saben lo que es un genotipo, sabrán son los genes heredados de los padres que nos hacen desarrollar cosas como el color de ojos, cabello y piel por poner un ejemplo― vio serio a todos― En el continente africano de mi época aún hay tribus barbáricas que masacras a los que nacen con el gen mutado del albinismo. A pesar de provenir de una familia donde todos sus miembros sean de piel, cabello y ojos oscuros una persona entre varios millones puede nacer sin la melanina que es el pigmento que da el color dominante de la población, el cabello blanco, piel blanca y ojos de color azul son solo el resultado de nacer sin esa pigmentación…es completamente natural no algo que presagie muerte o destrucción…― todos se quedaron mudos en el acto, aunque la atención de Kaiba fue puesta en Faraón, quien le daba un plato dorado con abundante leche a un cachorro de león a sus pies.
―No inventes…― EL CEO rodo los ojos― ¿Tienes leones mascota también?
―Unos diez, este bebé se llama Akenatón― sonreía mientras lo acariciaba era muy tierno― Es el único cachorro ahora sus hermanos ya son adolescentes…
― ¿Le pusiste como a OTRO Faraón? ― Kaiba quiso reírse.
―Todos le hicimos exactamente esa misma pregunta…― espeto muy gracioso Mahad de repente.
Actualidad. Estación Espacial de Kaiba Corp.
Mokuba fue contactado por la computadora de Seto cuando esta le dijo que apenas el enlace había tenido éxito, su señor había abierto los ojos diez minutos después y que lo tenía harto preguntándole para que funcionada cada estupidez en la Estación, Mokuba quedo muy pasmado al oír eso y enlazo la comunicación con su hermano, estaba muy preocupado.
― ¿Habrá sufrido algún tipo de daño neuronal? ― se preguntó el Vice-presidente (ahora presidente temporal) de Kaiba Corp. Apenas tuvo la visión clara de un Kaiba Seto con un el Cetro del Milenio en las manos y una sonrisa muy amable (demasiado para pertenecerle a su hermano) Mokuba descompuso el gesto― ¿Hermano? ¿Estas bien? ― Mokuba noto como Kaiba parpadeaba muchas veces y sus ojos se cristalizaron y una enorme sonrisa se formó en su rostro.
―/ ¡¿KEOPS?!/ ― Mokuba se quedó de a seis―/ ¡POR EL INFINITO AMOR DE RA! ¡ERES IGUAL A MI HIJO CUANDO ERA JOVEN!/ ― Mokuba se puso de un blanco enfermizo…―/ ¡¿Así que somos hermanos en esta nueva vida?!/ ― Seto lucia muy, pero muy emocionado―/ ¡ALABADO SEA OSIRIS!/
― ¡¿COMPUTADORA QUE ESTA PASANDO?! ― grito el más joven de los Kaiba.
TO BE CONTINUED.
