¿Merodeadores? Porque amo al pequeño lobo desde que tengo memoria, ¿review?

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En todo el tiempo en que los merodeadores estuvieron pisando los pasillos de Hogwarts, nadie escucho a Remus Lupin decir "no" a Sirius Black. Jamás.

En ninguna ocasión, porque cada vez que Sirius aparecía en la habitación con su arrogancia y grandeza, la mirada de Lupin cambiaba, se sonrojaba imperceptiblemente y trataba de esconder su cuerpo detrás de un simple libro, siempre creyendo ser inferior. Siempre asustado.

Pensaba que nadie se daría cuenta de que estaba ahí, así que simplemente se sentaba frente a la chimenea mientras sus amigos planeaban su siguiente travesura y el los miraba con una sonrisa desaprobatoria. Y entonces James se reía desordenando su cabello ya de por si desarreglado, Peter se sonrojaba dándole su sonrisa especial que marcaba sus hoyuelos, pero Sirius era el que hacía que su corazón se detuviera por un instante.

Sus ojos grises iluminados por la chimenea brillaban y su fuerte carcajada perruna llenaba la sala haciéndole pertenecer ahí, como si ese hubiera sido siempre su lugar como si pudiera encajar, entonces Remus bajaba la vista hacia su libro y pensaba en lo maravilloso que seria que ese momento se quedara ahí por siempre. Siendo siempre Lunático.

Y por ser siempre Lunático jamás se dio cuenta que en esos momentos en los que parecía perder la cabeza, un joven de oscuros y largos cabellos le miraba dulcemente desde la punta de un sillón, no perdiendo ni un solo detalle de cómo sus ojos parecían cálida miel cuando se acercaba al fuego. El fuego de un Gryffyndor. El fuego que movía la vida de Sirius Black.

Esos eran los momentos favoritos de Sirius, cuando podía sentir que su Lunático seria así de dulce por siempre, que siempre necesitaría de él, que siempre tendría un libro más pesado que el mismo, la piel fría en invierno como en verano, los sonrojos discretos y la mirada triste en los ojos.

Porque el jamás podrá decirle que no a Remus Lupin, que había caído por la cola del lobo, que le daría lo que quisiese aun si eso significaba morir, que siempre le había pertenecido, pero eso era un secreto.

El secreto de Sirius Black