Los Uchihas.-

Sintió un aliento en la parte de atrás de su cuello, provocándole escalofríos, seguido por unos brazos rodeando su cintura.

-Sabes… -empezó la persona que se encontraba abrazándola, mandando más escalofríos por su cuerpo –Si quieres, siempre puedes decir que no.

Ella negó con la cabeza, su corazón iba a mil, sus piernas temblaban y cada segundo parecía ir más lento.

Esta era la prueba de fuego de toda relación, un momento que se experimenta después de cierto tiempo juntos y cuando hay suficiente confianza.

Después de ese día su relación iba a pasar hacia otro nivel.

Desde hacía 5 meses que estaban juntos. Al tercero él dejó caer casualmente el tema, recibiendo negaciones por los nervios de ella.

Pero ese día estaba segura, ella lo quería, confiaba en él y sabía que nunca le haría daño a propósito.

Así que estaba decidido.

A este punto ya no había vuelta atrás.

–Tranquila –dijo suavemente junto a su oreja –todo pasará más rápido de lo que imaginas.

Ella solo atinó a asentir otra vez. Allí, frente a ella se encontraba su perdición.

La mansión Uchiha.

Ese era el día en el que iba…

… a conocer a la familia de Sasuke.

Pues bueno… ¡Que comience el caos!