Disclaimer: Los personajes son de Stephanie Meyer pero la trama es mía propia de mi propiedad, use los personajes porque AMO a Jasper!

Actualización del día: 16 de Junio de 2011

Summary: Vivía en un perfecto cuento de hadas... ¿En que momento el cuento se volvió pesadilla? ¿Donde esta mi Felices Por Siempre? ¿Mi final feliz?

Clasificación M por temas adultos, escenas fuertes y quizás lemmons.

Pesadilla

Capitulo 1

Al rodar por la cama esperando encontrar el cuerpo de mi esposo solo encuentro una almohada y abro los ojos solamente para recordar que se encuentra de guardia y debe estar por llegar. Perezosamente abrazo la almohada enterrando mi rostro en ella buscando su olor, cuando estoy a punto de dormirme nuevamente siento movimiento al pie de la cama y un peso acercarse hasta mi por el colchón, lo reconozco, pero sigo con los ojos cerrados haciéndome la dormida.

Tarda un poco pero siento que comienzan a acariciar mi mejilla y además intenta abrir uno de mis ojos con sus pequeñas manitas, abro los ojos de improvisto y lo tomó en mis brazos mientras grita asustado por mi acción. Le hago cosquillas mientras lleno su rostro de besos y la habitación de llena de sus carcajadas que son música para mis oídos.

Mi pequeño, la luz de mis ojos… junto con su padre es mi vida… mi Dylan, mi hijo de tres años cada día crece más y es mi pequeño hombrecito.

-Ya mami, pipi, pipi, pipi…- gritaba mi pequeño y yo deje de hacerle cosquillas porque tenia la costumbre de que si se reía mucho se hacia pipi en los pantalones. Se bajó corriendo de mi cama y corrió al baño de la habitación pero la puerta estaba cerrada y él no alcanzaba a la manilla aún. Me levante rápidamente para evitar cualquier accidente y le abrí la puerta encendiendo la luz.

Aprovechando ambos nos lavamos los dientes y nos aseamos para ir a hacer el desayuno. Jasper estaba por llegar y debía venir hambriento luego de pasar toda la noche en el hospital, él es un excelente medico cirujano especializado en neurología y yo maestra, nos conocimos en el hospital un día que uno de mis alumnos se cayó, rompiéndose la cabeza y lo llevé a emergencias. Él me invito a salir y yo le dije que no, averiguó donde trabajaba e insistió tanto que tuve que acceder y termine enamorándome perdidamente, llevábamos seis meses saliendo cuando por un descuido quede embarazada y me fui a vivir con Jasper y él insistió que nos casáramos, acepté pero con la condición de que fuera después que naciera el niño, de hecho nuestro aniversario de bodas era justo un mes después del cumpleaños del niño, así fue como comenzamos a vivir nuestro cuento de hadas.

Una vez en la cocina le encendí el televisor a Dylan en el canal de dibujos animados y me puse a preparar el desayuno y a adelantar un poco del almuerzo para prepararlo cuando llegara del trabajo. Escuche la puerta de la entrada y a Dylan correr desde la sala, la risa de mis dos hombres me hizo sonreír mientras picaba unos tomates y los metía en un envase para ensalada.

Jasper entró a la cocina con el niño colgado de su espalda abrazado a su cuello y lo sostenía con uno de sus brazos. Eran tan parecidos, Dylan es la pura imagen de su padre, si tenia algo mío era quizás el carácter alegre y despreocupado, en cambio en cuanto a carácter Jasper era serio y comedido, menos con nosotros, con su familia era un hombre feliz y en nuestra casa nunca dejaba de sonreír. Mi esposo pasó su brazo libre por mi cintura y me besó en los labios, no me dijo ni una palabra, pero su beso me hizo saber que me adora, luego de mis labios paso a besar mi frente…

-Buenos días - le salude con voz ronca.

-Buenas noches cariño - me dijo sonriendo ampliamente.

Para él era prácticamente de noche ya que no había dormido nada y eso se notaba en sus ojeras y su aspecto cansado.

-Ya casi está listo el desayuno - le dije

-Me voy a dar un baño antes de comer, linda… no tardo - dijo mientras bajaba al niño que estaba pataleando por ir a ver su programa, me dio otro rápido beso y se fue.

Yo lo observé salir de la cocina y aún con el traje arrugado, la corbata floja y los dos primeros botones de la camisa desabrochados se veía tan sexy que tuve que sonreír.

Terminé de picar los tomates y le puse la tapa al envase para guardarlos en la nevera estando agachada acomodándolos en el refrigerador, escuche un grito y el sonido de algo caerse a mis espaldas.

Cuando me voltee vi el cuchillo que acababa de dejar en el mesón en el suelo ensangrentado y mi hijo corriendo hacia mí con su manita en alto y llorando. Lo alcé en brazos y tomé su mano entre las mías tratando de contener la sangre, tomé un paño de la cocina y envolví su mano allí mientras corría hacia el baño donde estaba Jasper. Soy maestra, sé manejar heridas pero es mi hijo y sus lágrimas me duelen en el corazón y me ponen histérica, mis propias lágrimas me dificultaban la visión mientras balbuceaba palabras tranquilizantes a mi niño que no surtían el efecto deseado debido a mi propio estado de nervios.

Abrí la puerta del baño donde Jasper estaba duchándose prácticamente gritando y él asustado salió corriendo sin cerrar el grifo siquiera al ver las manos de ambos llenas de sangre.

-¿Qué paso Al?- Dijo mientras tomaba al niño en brazos.

-El cuchillo… su mano…- balbucee y él miró la mano de Dylan envuelta en el paño y con mucho cuidado lo retiro para ver la herida. Sentó a Dylan en el lavamanos y metió su mano en el agua para limpiar la sangre.

-Busca el botiquín de Primeros Auxilios por favor- me pidió en tono profesional y allí vi que había pasado de la faceta padre de familia a la faceta medico.

Salí corriendo del baño en la habitación para el baño del pasillo que era donde guardábamos el botiquín y regresé corriendo de igual manera. Cuando llegué las lágrimas de mi hijo estaban pasmadas en sus mejillas, ya no lloraba más y Jasper le estaba susurrando palabras tranquilizantes mientras limpiaba su herida que ya no sangraba.

-Aquí esta- susurré y Jasper volteó a mirarme con una sonrisa tranquilizante.

-Fue solo superficial cariño, nada grave. Con un poco de antiséptico y una bandita estará como nueva, le dolerá un poco pero Dylan es un hombrecito grande.

-Pero había mucha sangre - dije acercándome a ellos.

-Fue más el susto cariño - me dijo tranquilizadoramente mientras aplicaba el antiséptico y vi como Dylan apretaba sus labios para evitar llorar.

-Fue mi culpa, deje el cuchillo a su alcance y lo descuide. ¿Qué clase de madre soy? - pregunté desplomándome y volviendo a llorar.

Jasper no dijo nada y eso me hizo llorar más y me senté en el excusado tapando mi cara con las manos. Le pasó un pequeño vendaje a Dylan en la mano y le susurro algo al oído mientras lo bajaba del lavamanos, el niño fue hacia donde yo estaba y me dio un abrazo y un beso en la mejilla.

-Edes la mejor mami del mundo - me dijo y yo lo abrace con fuerza.

-Dylan, anda a tu cuarto y juega allí campeón, no te acerques a la cocina ¿entendido? - le dijo Jasper nuevamente en la faceta de padre.

-Shi papi- dijo el niño mientras salía corriendo del baño.

Jasper tomó una toalla y la enrolló en su cintura, hasta ese momento no me había dado cuenta que estaba totalmente desnudo, claro lo habíamos sacado en plena ducha. Se inclino un poco dentro de la ducha para cerrar el grifo y cuando lo hizo pude ver en su espalda algunas marcas rojas, eran leves pero se notaban.

Me levanté y pasé la punta de mis dedos que aún estaban llenos de la sangre de mi hijo ya seca por las marcas y él rápidamente se volteo y tomó mi muñeca con fuerza.

-¿Qué haces?- me preguntó con voz seca y dura. Por primera vez desde que lo conocí había algo en su mirada que me asustaba. Abrí los ojos y estuve a punto de llorar de nuevo, esa mañana mis nervios estaban por colapsar.

-¿Qué te paso? - a pesar de tener miedo me atreví a preguntarle.

-Es por el agua caliente y la fuerza con la que sale de la ducha, tengo que arreglarla - me dijo y por primera vez dude de su palabra, lo había visto ducharse infinidad de veces y otras tantas me había duchado con él y nunca había visto su espalda así.

-No me mientas…- le hice frente.

-No lo estoy haciendo, lo que dije es cierto - mi dijo mirándome a los ojos, con su mirada me transmitía confianza pero su agarre en mi muñeca me estaba lastimando.

Bajé mi mirada a su mano alrededor de mi muñeca y él hizo lo mismo, aflojó la presión y me halo hacia su cuerpo abrazándome, envolviéndome.

-Estás muy nerviosa cariño, a Dylan no le paso nada grave y tú eres una excelente madre. Los niños son curiosos por naturaleza y así como le paso contigo pudo haberle pasado conmigo - me dijo mientras acariciaba mi cabeza.

Su pecho mojado fue mi refugio y aspire su aroma, luego de un rato y que yo me tranquilizara un poco me levantó el rostro y me beso con ternura mientras sus manos cubrieron mi rostro y sus dedos enjugaron mis lágrimas. Luego me dirigió al lavamanos y lavo mis manos con el mismo cuidado con que lo hizo con Dylan, como si temiera que yo también me hubiese cortado.

-Ali, te amo… nunca dudes de eso, pase lo que pase, haga lo que haga, tú y Dylan son mi vida - me dijo plantándose delante de mi y haciendo que lo mirara a los ojos.

No entendí a qué se refería con eso de que pasara lo que pasara o hiciera lo que hiciera, pero lo tome como parte de una promesa y asentí con la cabeza sin apartar mi mirada de la suya.

-Creo que va siendo hora de darle una hermanita a Dylan - me dijo con una sonrisa de medio lado y posando una de sus manos en mí estomago.

-Estás loco - le dije casi gritado, claro como él no era el que soportaría los dolores- Dylan aún está muy pequeño - agregué rápidamente y me solté de su agarre - Debo ir a limpiar la cocina - murmure saliendo del baño y escuche como se carcajeaba un poco por mi huida. Cuando iba saliendo volví a fijarme en su espalda, donde se notaban claramente líneas rojas en diversos sentidos, sobretodo hacia sus hombros.

Nada podía quitar de mi mente esa imagen y la forma en que me trato cuando le pregunte, ese no era mi Jasper, mi príncipe azul, el protagonista de mi cuento de hadas.

Llegué a la cocina y suspiré al ver el cuchillo lleno de sangre como lo había dejado al salir corriendo con mi hijo en mis brazos, me vi en la tarea de lavarlo y limpiar el piso antes de terminar de hacer el desayuno que por fortuna no era algo muy elaborado.

Vi la hora y maldije por lo bajo porque se me estaba haciendo tarde para salir de casa y aún no había alistado a Dylan siquiera para llevarlo a la guardería.

Jasper apareció vestido con ropa cómoda para ayudarme como todas las mañanas poniendo la mesa, le serví el desayuno sin una sola palabra y cuando iba saliendo hacia la habitación para vestir a Dylan y alistarme yo misma lo oí llamarme.

-Ali… ¿voy a comer yo solo?- me preguntó mientras me volteaba.

-Jazz no me da tiempo de desayunar, alisto a Dylan y lo mando para que desayune contigo, tengo el tiempo justo.

-¿Por qué no lo dejas conmigo hoy? - me sorprendió con la propuesta, teníamos las reglas claras de que el niño iría a la escuela y no podía faltar.

-Si dijiste que no es nada grave su cortada – dije olvidándome del tiempo y volviéndome a preocupar.

-No lo pedí como médico, lo pido como padre. Siento que últimamente no tengo mucho tiempo para mi familia, los extraño - me dijo acercándose a mí y abrazándome pegándome a su cuerpo-. Deberías quedarte tú también, pasaríamos un lindo día en familia… di que si por favor…- me suplico sonriéndome.

-Sabes que no puedo faltar al trabajo ¿qué pasaría con mis alumnos? - le pregunté.

-Que los atienda otra maestra - me dijo resolviéndolo fácilmente.

-¿Te gustaría que tus pacientes los atendiera otro medico y les aplicara el tratamiento equivocado? - le pregunté trasladando la situación a su campo de conocimiento.

-Eso pasa todo el tiempo, cariño - me dijo sonriendo con ironía -. No les va a pasar nada porque no estén un día contigo.

-¿Y tú no descansaras? Pasaste la noche de guardia - le dije tratando de razonar.

-Dormí algunas horas cariño, además, estar con mi esposa y mi hijo no me pesa - me dijo y casi me hace pucheros.

Yo sonreí y rodé los ojos.

-Está bien, Jazz, Dylan se quedara contigo - le dije sonriendo

-¿Y mi esposa?- Me preguntó como si estuviera hablando con su madre en lugar de su esposa.

-Tu esposa va a ir a trabajar y al mediodía cuando ella salga sus dos hombres la van a buscar y pasaran la tarde en familia. ¿Le parece Sr. Withlock?

-Está bien Sra. Withlock. Usted Manda…- me dijo haciendo un saludo militar.

-Así me gusta, ahora me voy a arreglar y ya mando a Dylan para que desayune contigo - le dije buscando liberarme de su abrazo.

-Se te olvida algo…- me dijo juntando sus labios en una mueca pidiendo un beso.

Me reí y lo besé causando que me liberara. Le dije a Dylan que bajara a comer con su papá y que hoy se quedaría con él. La emoción en los ojos de mi hijo hizo saltar mi corazón, extrañaba a su padre y la idea de pasar todo un día junto a él le llenaba de alegría.

Cuando bajé ya lista Jasper y Dylan habían terminado de comer y habían recogido todo, cuestión que me sorprendió y Jasper había alistado al niño para ir a llevarme, ya que si ellos me irían a buscar no tenia lógica que yo me llevara mi auto.

El viaje en el coche hasta mi trabajo fue divertido y disfrute de ver como interactuaban ellos como padre el hijo. Recordé como cuando me enteré que estaba embarazada dude de las capacidades de Jasper como padre, lo había visto desenvolverse en ambientes con niños y nunca lo había sido tierno con alguno de ellos. Después me di cuenta de que Jasper era así con todos lo que no fueran cercanos a él, conmigo al principio se vio decidido a conquistarme pero si era muy serio, cuando abrió su corazón me enamoro y me atrapo para toda la vida.

El día en el trabajo transcurrió tranquilo y lo que más hacia era pensar en lo que haríamos en la tarde. Jasper tenia mucha razón cuando dijo que hace tiempo no pasábamos tiempo en familia y es un poco triste pero entiendo, él esta optando en este momento para un ascenso y debe dedicarse mucho al trabajo para poder estar en competencia.

Por eso es que yo no quería embarazarme de nuevo, esa era una decisión que no podíamos tomar a la ligera, el primero porque sucedió de casualidad, jamás diré que fue un accidente porque seria insultar a mi hijo, simplemente no lo planificamos y fue una sorpresa. Pero no era momento de otra sorpresa, cuando tuviéramos otro hijo seria totalmente planificado.

A la hora de la salida mientras vigilaba que fueran a buscar a todos mis niños me fije que mis hombres me esperaban en el estacionamiento y sonreí al notar como Dylan intentaba imitar la postura de su padre para parecerse aún más a él. Jasper es su héroe y quiere ser como él en todo, yo me sentía orgullosa que fuera así.

El último de mis niños fue recogido por su madre que se quedo a hablar conmigo sobre su rendimiento y luego de unos minutos se retiraron. Tomé mis cosas y mi hijo corrió hacia mí, yo lo esperé con los brazos abiertos y lo levanté cubriendo su rostro de besos.

Jasper nos alcanzo y nos abrazo a ambos buscando mis labios para besarme en saludo, yo levante la cabeza para facilitarle el trabajo y sentí una de las manos de mi niño tocarme en la mejilla, lo que nos hizo separarnos.

-Mamos al cine- me dijo mi hijo con su otra mano en el rostro de Jasper.

-¿Si? ¿Y qué vamos a ver?- le pregunté imitando su emoción.

-¿Papi?- le preguntó con duda a su padre.

-Un animado, Río, creo que se llama - me dijo encogiéndose de hombros.

-Ni modo que viéramos una de terror con Dylan- le dije sacándole la lengua.

-Odiosa- murmuró mientras me besaba la frente.

- ¿Por qué mejor no alquilamos la película y la vemos en casa? Sabes muy bien que el Señoríto Withlock se queda dormido a media película y creo que el Sr. Withlock no se quedaría atrás - le propuse mi idea usando esos apodos que usábamos para nosotros.

-¿No quiere que la vean en la calle con su familia, maestra?- me preguntó con mirada picara.

-Lo que pasa es que estoy pensando en aprovechar si el Señorito se duerme, jugar un poco con su papá - le dije mirándolo pícaramente - En el cine seria más difícil que juguemos y además, ya pasamos esa etapa - le dije acordándome de cuando estábamos comenzando a salir y nos portamos un poco mal en una sala de cine.

-Yo compro las palomitas de microondas - dijo inmediatamente y me carcajee - ¿Pero cómo le quitamos la idea de ir al cine al Señorito? - preguntó mientras acomodaba a Dylan en su silla para el auto.

-Llevémoslo un rato al parque y allí se le olvida, lo digo por experiencia - le dije.

-No me gusta quedarle mal a mi hijo - dijo frunciendo el ceño mientras nos acomodábamos en nuestros asientos.

-No le quedas mal amor, haremos el cine en casa que es mejor - le dije mientras le pasaba unos juguetes a Dylan para que se distrajera.

Suspiró y me miró mientras encendía el auto, le sonreí y le pique el ojo y él sonrió en respuesta.

Como yo había predicho Dylan se durmió antes de llegar siquiera a la mitad de la película y Jasper lo siguió de cerca, me resigne a llevar yo misma al niño a su cuarto y a nada de juegos con el Sr. Withlock. La verdad es que era algo que me esperaba, cuando Jasper cubre guardias nocturnas al día siguiente estaba vuelto nada y ya mucho había aguantado.

Lo observé dormir y suspiré preocupada recordando las marcas de su espalda esa mañana, la explicación que me dio no me convenció y aunque decidí hacerle creer que le creí, lo cierto es que no, sospecho que hay un secreto escondido detrás de esas marcas… Se me encoge el corazón de pensar que Jasper sea capaz de mentirme, el es mi príncipe azul, el hombre de mi vida y que me mienta en algo tan insignificante como unas cuantas marcas que pudieron ser producto de cualquier cosa me hace pensar que puede mentirme en cualquier otra cosa...

OoOoOoOoO

Nota de Autora: Hola Chicas, aquí me tienen con una nueva historia, es un poco diferente a lo que vengo haciendo pero así me vino la inspiración. Espero que les guste y como verán aquí tengo OoC.

¿Merezco Review?

Nos leemos pronto!

Besos

Gery!