Corazón de melón:
Laberinto de Amores 2
Capítulo 1: el verano
Acabó el curso feliz para algunos y desastroso para otros, pero lo bueno e insuperable eran las ganas que todos tenían porque llegasen las vacaciones y por fin llegaron, tocaron a la puerta fuerte y todos abrieron energéticos.
Castiel y Aqua fueron a la playa como casi todo el mundo, Aqua mintió a sus padres diciéndoles que se iba a la playa pero con unas amigas no con su novio, que ni si quiera sabían que tuviese, en cambio Castiel siempre obtenía lo que quería de sus padres. Dake y Amy se fueron al lugar en donde se conocieron, la playa de Maimi estaba más espectacular que nunca, Amy no tenía ningún problema en ir porque sus padres siempre estaban ocupados y a penas tenían tiempo para ella, Dake tampoco tenía problemas, pues sus padres eran de lo más complacientes con él.
Castiel y Aqua disfrutaban de sus paseos románticos bajo las estrellas a la orilla de la playa, Castiel propusó algo que a Aqua la sorprendió, pero ella sabía que tarde o temprano llegaría el día.
-Mi niña, creo que a estas alturas de nuestra relación, tenemos que dar el paso.- dijo Castiel.
-¿Qué paso?- preguntó Aqua haciéndose la tonta.
-Pues el paso cariño. Ya sabes, tú y yo.- decía Castiel sin saber perfectamente como decíselo.
-Ah.- respondió Aqua nerviosa.- Bueno Castiel, hablamos en un rato, voy a llamar a mis padres y luego nos vemos para cenar. Bye.- dijo Aqua dirigiéndose al hotel.
Amy y Dake disfrutaban un montón juntos y de aquel lugar, Dake la enseñó a hacer surf, ella gritaba sobre la tabla de surf.
-Mi amor. ¡Esto es pura adrenalina!- afirmó Amy entusiasmada.
-Ajá, como nuestro amor.- dijo Dake agarrándola de la cintura.
Cuando Amy y Dake llegaron a tierra no se imaginaron jamás encontrarse con Nathaniel y la "agradable" de su hermana, irónicamente. Pero como era de suponer no les quedaba más remedio que saludarlos, Amber fue de lo más desagradable porque los miró mal y luego ni les dijo hola, menos mal que Nathaniel a pesar de llevar la misma sangre que aquella arpía, no era igual a ella.
-Pasad de ella. Jamás cambiará.- dijo Nathaniel riéndose.
-¿Y qué tal el verano Nath?- preguntó Amy amablemente y sonriendo.
-Pues comienza bien, por el momento. ¿Y vosotros?- preguntó Nathaniel sonriendo.
-Bastante bien la verdad.- respondió Amy feliz.
-Ya veo.- afirmó Nathaniel.
-Bueno, lo sentimos mucho Nathaniel, pero nos morimos de hambre, es que hemos estado un buen rato sobre la tabla de surf.- dijo Dake agarrando de la cintura a Amy.- Lo siento, bueno ya nos veremos bye.
Después de decir Bye se fueron, Amy se fue un poco forzada por Dake, cosa que no era extraño, puesto que era muy celoso.
-¿Nath? Amanda, se supone, que lo llamabas así cuando erais novios, ahora solo sois, pues, lo que seais.- afirmó Dake celoso.
-Amigos, somos amigos. Y no voy a perder mi tiempo discutiendo contigo, y si aquello fue una escusa para ti, para mí es cierto, me muero de hambre, voy a ver que como. Adiós, novio mío.- dijo Amy sarcásticamente.
Dake se empezó a sentir un poco mal porque Amy no se merecía sus celos enfermizos, pero era algo que no podía evitar, más que nada porque solo le pasaba con ella.
Aqua y Castiel estaban muy enamorados, a pesar de los miedos y de todo, pero a veces el miedo te puede jugar una mala pasada, como les pasó a lo largo del curso, ellos tenían miedo a sentir aquello que sentían, a enamorarse por primera vez. A pesar de que ya han enfrentado el miedo de estar juntos luchando por lo que sienten y sentían, Aqua tenía miedo a acostarse con Castiel, por eso le inventó mil escusas durante 48h seguidas, pero al tercer día no pudo seguir fingiendo, sobre todo porque aquella noche iba a ser inolvidable y ella no lo sabía. Castiel la había preparado una cena romántica, a la luz de las estrellas, la luna y los focos de la playa, a la orilla. Castiel jamás se tuvo que currar tanto para poder estar con una chica de aquella manera, pero dicen que el verdadero amor es el especial, el único, el insuperable y siempre, el mejor.
-Waw. ¿Esto es para nosotros?- preguntó Aqua sorprendida.
-Sí. Es para regar nuestro amor, cuidarlo como una planta, cuidarte a ti. afirmó Castiel.
Todo era demasiado maravilloso para ser verdad, pensaba Aqua, se pellizcaba para saber si era un sueño o una realidad, obviamente fue lo segundo. Castiel jamás había sido romántico con nada y con nadie, al único que le daba un poco de cariño, era a Demonio su perro, aquel animal era su todo hasta que conoció a Aqua, su verdadero todo. Castiel la prometió que la cuidaría y que la trataría con delicadeza, que era precisamente como se lo merecía, la empezó a besar por el cuello dulcemente, luego en los labios apasionadamente hasta quitarla por completo la ropa que llevaba puesta, lo hicieron allí a la orilla de la playa, bajo las estrellas, todo muy romántico. Más tarde cuando empezaba a amanecer, se vistieron y se marcharon al hotel antes de que los viera alguien.
Amy y Dake no paraban de encontrarse con conocidos, gente del instituto que a penas los dejaba un ratito a solas, luego llegaban tan agotados al hotel que se metían en la cama y a dormir. Hasta que un día, Dake se hartó, agarró de la mano a Amy y la metió a besos y mordiscos en su habitación del hotel.
-¿Qué haces Dake?- preguntaba Amy, mientras se reía de las cosquillas que la hacía Dake.
-Nada princesa. Solo tenerte entre mis brazos y amarte.- aseguró Dake sonriendo.
Después de aquello la cogió en brazos y la echó sobre su cama, besándola de arriba abajo y de abajo arriba. Tuvieron el día más alocado de todo el verano. Pidieron comienda a la habitación, solamente hacían eso, comerse entre ellos y comer comida o beber. Lamentablemente, el día siguiente tuvieron que cargar con los demás y también tuvieron que fingir cualquier escusa para que no les preguntasen más porque se habían desaparecido.
Quedaban tan solo un par de días para que acabase agosto y el 15 de septiempre empezaban las clases nuevamente, que agobio era para algunos como Amber y para otros era satisfacción de volver al lío como Nathaniel.
En aquellos dos días que les quedaba en la playa de Maimi, a Dake se le ocurrió la locura de hacerse fotos, ya sabeis, atrevidas, según él de recuerdo, pero lo cierto es que ya se habían hecho más de doscientas fotos del verano, pero atrevidas ninguna. Amy no estaba segura de quererlo hacer, pero Dake como casi siempre, la convenció de hacerlo, lo malo fue que no contaban con un hombre misterioso que los epiaba con un microoscopio, era todo muy raro, ellos se sentían observados, pero no veían a nadie. Aquel hombre luego se las ingenió, para que mientras ellos dormían quitarles las fotos.
Aqua y Casiel habían ganado un viaje al Caribe, no lo pensaron dos veces y se fueron hacia allí, era un lugar que no se podían perder por nada en el mundo, era maravilloso.
¿Qué pasará con Amy y Dake cuando se despierten? ¿Quién es ese hombre? CONTINUARÁ...
