Antes que nada gracias por darle al clik y pensar en leer este fic, cualquier critica constructiva es aceptable siempre y cuando sea con el debido respeto y si tengo suerte con este fanfic y me dan reviews contestaré de inmediato, ¡espero les guste tanto como a mi me gustó escribirlo!.

CRÉDITOS: Diabolik Lovers y sus personajes no me pertenecen, si no a Rejet.

ADVERTENCIA: Relación hombrexhombre.


Hace mucho tiempo que se había alejado de aquella familia. A aquella a la cual no pertenecía ya. De echo, ¿Alguna vez perteneció a ella?, ¿Podría mencionar si quiera una vez en la que fue partícipe de ese concepto tan abstracto?

La torre había dejado de ser vista como si nunca hubiese existido, así como esos deseos de que todo cambie junto con toda la luz de la esperanza. Era un torbellino su cabeza, en aquel momento de dudas, y aun eso lo recuerda como a un lienzo recién pintado en su memoria. Pero lo hizo, optó por irse, optó como correr a eso que sería un sinónimo de libertad a pesar de la incertidumbre, a pesar de pensar en el qué vendrá. Mas nunca se libró, los fantasmas siempre van a perseguirte donde quiera que vayas, te consumen, te alteran, te hostigan hasta que vuelves. Vuelves al punto de inicio, como siempre. Ese punto de partida detestable, no siempre se quiere volver a los orígenes. Porque las cadenas a las cuales le llaman "hilos rojos del destino", aún lo seguían apresando hacia aquella mansión, con fuertes e inquebrantables nudos que parecían ser de plata. Aunque avanzara las casillas, aunque su ficha se mueva desesperada hasta la meta, aunque contenga las lagrimas...Abajo, todo caía por su propio peso. Era escalar para descender nuevamente en un tropiezo mortal al vacío. Porque aquello llamado sangre siempre lo retendría, una y otra vez, hasta robarle la voluntad, hasta monopolizarlo y devolverlo al sendero del caos. Siempre fue así, era una costumbre, era como un nefasto recordatorio de que siempre todo tendría sombras, tinieblas. Las esposas de plata le desgarraban las muñecas, mientras una fuerza mas bestial que la propia, lo arrastraba hacia la fachada imitación del hogar enorme de su niñez y adolescencia. La impotencia, le hacia cerrar los puños indignado. ¿Porque existe el destino? ¿Quien elige cual le toca a cada quien?, no lo sabía, y nunca lo iba a saber, era mejor entonces no buscar respuestas, era mejor no rememorar todos los momentos crueles de su corta vida allí. Mejor dicho, no era mejor rememorar su mala y corta vida. Las puertas de hierro se abrían en algún que otro rechinido. Varios años habían pasado, sin embargo ahora siendo adulto, sentía la misma soledad y fastidio que hace cinco años atrás. Todas aquellas preguntas que se había tragado, todo malestar con el que se había asfixiado y el dolor de los recuerdos guardados en viejos cajones, fueron devueltos a la luz sofocante de la verdad: Nada podría ser olvidado. Su pie cruzó el umbral, y dio salto al espacio tiempo, a aquel día de Noviembre en que poseía sus ya pasados dieciséis años. Y allí estaba, esa imagen que hace tanto no admiraba en secreto, aquella que dolía, que punzaba, devolviendole las intrigas del pasado.

¿Hubieron momentos felices?, ¿Alguna vez se permitió decir "estoy bien" y que este sea sincero? Ahora, si quisiera hacerlo, ¿Podría sonreír?

No, no podría sonreír, pero pudo hacerlo en un corto tiempo, en el que ese hombre...Le había extendido la mano.

Ese hombre, ese hermano.

Reiji Sakamaki, quien lo engañó.


AUTORA: MigLi-Chan

"MigLi, ni has terminado Me Enseñas a Amar y ya te metes en otro fanfic."

Lo sé, y no estaba en mis planes, que va, si estaba pero cuando terminara el otro...Pero no pude.

Va a ir lento, enserio, si se acostumbraron a la dinámica de mis otros fanfics, este intentará (intentará, repito) romper mis esquemas, por empezar, la cantidad de palabras como ven.

En fin, esto será paulatino, y mas que nada, no sabré cuando actualizar por lógica, mi estado de ansiosa me hizo escribir y publicar ahora, no sé cuando vuelva a suceder eso.

¿Que les pareció? (aunque no hay mucho que comentar, recién comienza)

Sayo~