Holas gente!! muchos no me conocen por aqui porque soy nueva, pero quizas algunos si me conocen porque estoy en otro sitio bajando otros fics n.n, en fin, esta vez os traigo una historia de mis pareja favorita de Yu-gi-oh, espero les guste n.n cuidense y muchos besitos!
Era un día esplendido, de esos que muy pocas veces sueles disfrutar, el sol estaba alumbrando en demasía, pero no por eso sus rayos quemaban, al contrario daban un singular y agradable calor al cuerpo, el aire soplaba ni tan lento ni tan fuerte, compaginando a la perfección con el astro rey.
Era mas que pecado quedarse en casa o en oficina esa mañana del sábado, pero en esos momentos un joven de no mas de 24 años se encontraba discutiendo en una estación de tren, tenia una mirada cargada de frialdad y amargura, y las empleadas y gentes que se encontraban a su alrededor temblaban solo de mirarlo.
-¡Estupido lugar de cuarta! ¡Maldita sea la hora en la que acepte esa cita de negocios!- El joven que se encontraba ya de muy mal humor y que golpeaba sobre la madera de una de las tantas cajas donde uno tenia que adquirir los boletos de abordaje estaba casi a punto de la histeria ya que el viaje por ferrocarril se había atrasado y para el era mas que valioso su tiempo, lamentablemente y pese a que tenia poder y dinero, no podía hacer nada mas, más que esperar ¿La causa? Solo transportando en tren se podía llegar al destino al que se dirigía en ese momento.
Rechinando los dientes y con un aura completamente oscura tuvo que sentarse y esperar "pacientemente" a que dieran la indicación de abordar.
-¡¡Noooooooooooooo!! ¡¡Perderé el tren!!- Un joven corría sin control alguno hacia la estación de trenes mas cercana, tenia un boleto para poder viajar en primera clase, no fue el quien eligió estar en aquellas comodidades, si no que su ahora "jefe" le pagaba todas las comodidades que el deseara y justo en ese momento se dirigía hacia la mansión de su patrón. No podía quejarse, en la actualidad tenia un muy buen trabajo, la paga era buena y además al fin había concluido sus estudios en la carrera de publicidad, pero sobre todo, le debía demasiado a aquel anciano ya que ahora también estaba lejos de su padre… ese que pese a haberle dado la vida le trataba como si fuera el peor de los pecados.
-¡¡señorita!! ¿Ya salio el tren que va hacia la estación Sakura? (la invente no pregunten si existe xP)
-Buenos días joven… ¡oh! No, aun no… corrió con suerte se atraso la salida del tren- Sonrió la amable señorita mientras el joven ahora respiraba con tranquilidad y sonreía ampliamente.
-¡Ufff de la que me salve…! Si el viejo se entera de que otra vez perdí el tren ahora si es capaz de descontarme el boleto-
-Adelante ya puede ir subiendo al tren y buscar su compartimiento- La chica seguía sonriendo de forma exagerada a aquel apuesto joven de ojos amielados y cabellos rubios, tan rubios que podían competir con los rayos que emitía el sol.
-¡¡Ahhh!! ¡¡Gracias!!- El rubio comenzó a acercarse al tren para abordarlo y al fin llegar a su destino.
-señor…- Una chica bastante nerviosa y sonrojada se acerco a un chico que esperaba "pacientemente" en uno de los sofás, mientras tecleaba rápidamente en su lap top.
-Mmm…- El joven no contesto, siguió tecleando y espero a que la señorita dijera lo que tuviese que decir.
-Ya… ya puede abordar… dentro de poco saldrá el tren…- La chica se sentía como gelatina y mas aun al ver que el joven levanto la vista para observarla, cerro su lap top de golpe, y se pudo se pie.
-¡Vaya! Ya era hora… después de todo el tiempo que me hicieron perder, pero en la vida me vuelvo a parar en este sitio- El chico de mirada azulada y cabello castaño, se dio la vuelta y al fin abordo el tren, claro su boleto era de primera clase, no se mezclaría con inferiores, busco el mejor compartimiento que había y el mas alejado para no ser molestado por nadie.
El rubio habia abordado el tren, camino entre el pasillo, siempre que viajaba en tren le gustaba sentarse en el ultimo compartimiento, esos casi no se llenaban y así como era su costumbre se acerco a este, de reojo y a través del cristal observo fugazmente que ya había una persona dentro de este.
-mmm… bueno una persona… no es nada igual y hasta el viaje se pasa mas corto al charlar con alguien- Abrió la puerta y con una sonrisa amplia demostró su cortesía y amabilidad.
-Buenos di…- Pero el mismo corto su saludo al ver al joven que ocupaba ese comportamiento y que justo en ese momento levanta su mirada de un color azul profundo para ver a aquel que se había atrevido a entrar a SU compartimiento.
-Ka…iba…- No pudo evitarlo, sintió como su boca temblaba al solo hecho de pronunciar aquel apellido y como sus piernas parecían haber perdido fuerzas ya que sentía un ligero acalambramiento sobre estas.
-Wheeler…- Aunque el castaño hablaba de manera pausada y clara, no pudo evitar de igual forma sentirse un poco sorprendido por aquel chico que yacía frente a el, pero claro, el era SETO KAIBA y no iba a mostrar que la presencia de aquel chico rubio le hubiese perturbado aunque fuera un poco. -Debería ir a quejarme… no sabia que dejaran subir perros callejeros a primera clase-
El tren comenzó a andar, y aunque en ese momento el rubio hubiese estado dispuesto a dar media vuelta y bajarse del tren para abordar otro, aunque su jefe le cobrase el boleto, era imposible ya nada podía hacer.
-Y yo que pensé que nunca iba a vivir para ver a Seto Kaiba viajando junto a la demás gente como alguien común y corriente- Contraataco el rubio, esto hizo que el castaño se molestara en serio, el mismo odiaba esa situación, no solía viajar en avión, camión, taxi… el tenia sus propios transportes privados… pero aquello era algo que tenia que hacer y que se lo estuviese recordando el rubio, no era algo que pudiera pasar por alto.
-¿Que has dicho… perro callejero?- Seto, se puso de pie quedando justo frente al de ojos dorados, lo miro con el ceño fruncido.
-Que esto tengo que fotografiarlo…- Seguía burlándose el rubio, el castaño sonrió de medio lado.
-Que coincidencias… a mi me impresiona ver que no traes baba en el ocico… ¿Acaso te has vacunado contra la rabia ya y por eso tan confiado caminas junto a la gente sin temor de contagiarla?- Contraataco ahora el ojiazul.
Joey no pudo evitarlo, sintió como la sangre subía a su cabeza, cerro los puños con fuerza y se acerco al castaño, sujetándolo de la camisa. -Mira Ricachón engreído no te golpeo aquí porque hay muchos niños…-
Y los dos se miraron a los ojos perdiéndose en los ojos del otro, recordando como si hubiese sido ayer sus días de estudiantes de preparatoria, sintiendo lo que anteriormente sentían y por extraño que pareciera disfrutando de aquel, interesante y extraño reencuentro. Pero el castaño fue quien rompió el ambiente de antaño.
-Pero si no hay nadie, imbecil, ademas… me ensucias el traje perro- Kaiba sujeto con fuerza la mano de Joey y la quito con brusquedad de si mismo.
-¡Suficiente… esto si no te lo paso!- El rubio se abalanzo contra el castaño, sin embargo este ultimo logro esquivar el ataque.
-estoy esperando perro… o ¿Acaso contigo surte efecto el refrán que dicta "perro que ladra no muerde"?-
Ahora si que esto era lo ultimo que le pasaba a Seto Kaiba, se giro para contraatacar, pero justo cuando se dio la vuelta, el tren se movió de forma violenta haciendo que ambos chicos perdieran el equilibrio y fueran a parar al suelo.
-Vaya forma de viajar…- Se quejo el rubio mientras se sobaba sus posaderas.
-¡Justo lo que me faltaba que me trataran como si de ganado se tratase! aunque estoy seguro de que tu estas acostumbrado… Wheeler, no deberías quejarte….- El castaño intentaba ponerse de pie, mientras seguía quejándose pero a la vez no perdía oportunidad para molestar al Rubio.
-¡¡Oraleee!!- Joey sin embargo había omitido el ultimo insulto hacia su persona, ya que se encontraba agachado y asomando la cabeza por la puerta del compartimiento. -esto… esta mal…- Dijo el rubio mientras pasaba saliva con dificultad.
Kaiba sin decir ni preguntar nada y ya de pie completamente se acerco a la puerta de igual forma y asomo la cabeza también para ver lo que con tanta curiosidad y sorpresa miraba el perro de Wheeler.
-¡Carajo! ¡Que se paren de ahí!- Gritaba un sujeto con pasamontañas, acompañado de otro mas que iban de compartimiento en compartimiento, sacando a la gente que se encontraba dentro y aislándola.
-¿Que… esta pasando?- El rubio se puso palido, lanzo esa pregunta al aire y miro a sus alrededores buscando alguna salida.
-¡Demonios!- Y antes de que Seto se diera la vuelta y se dirigiera a su lap top y mandara por ayuda o pudiera siquiera enviar un mensaje por su celular, sintió una fría sensación en su nuca.
-Vamos riquillo… no intentes nada o te vuelo los sesos ahora mismo…- Dijo uno tercer chico con pasamontañas.
-Ahora… salgan de aquí con las manos en alto…- Ordeno aquel sujeto.
Joey miro asustado al castaño y este a su vez le devolvió la mirada, ambos estaban confundidos y una comunicación que desconocían se avivo entre ellos, no entendían el porque, pero después de 6 años de no haberse visto y el verse ahora en esa situación, mirarse en los ojos del otro les transmitía cierta fortaleza y tranquilad.
C O N T I N U A R A
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