HOLIWIII A TODOS… he aquí el primer capitulo de mi fic post manga… ojala les guste ^^
Capitulo 1: extrañarte
No, esto no estaba pasando, no… no, tomó el borde del pozo devora huesos tan fuerte que sintió como las astillas se clavaban en sus manos, no era posible, Inuyasha se había ido, se había desvanecido en un segundo.
Inuyasha…- susurro- ¡Inuyasha!- grito hacia el fondo.
Kagome…- dijo souta-
La señora Higurashi les hizo una señal al abuelo y a su hijo para que se retiraran, kagome aun estaba shockeada y ella sabía que tenía que darle espacio para que la joven se desahogara.
Al sentir como cerraban la puerta de la bodega, al ver la oscuridad, al ver el interior del pozo, sintió un vacio tan enorme que sus piernas flaquearon y se desplomo aferrándose a la madera, había perdido al único hombre que había conquistado su corazon, sabía que este día llegaría pero nunca se imaginó que sería tan rápido, no sabía cómo reaccionar, este no era el final que había imaginado, pero todo fue efecto de su mente soñadora… aunque Inuyasha la amara, eran de distinto tiempo… estuvo toda la tarde mirando el interior vacio del pozo preguntándose si aquello había sido un sueño, si sus aventuras habían sucedido realmente, si Inuyasha realmente existía, si no se había caído buscando a buyo y había despertado en ese momento.
Entonces recordó la tibieza de sus labios, las ganas con que la aferró hacia su pecho en aquella oscuridad, como sintió que el traspasaba su alama con la mirada… eso no había sido una mentira.
Salio de la bodega sin saber cómo reaccionar, mirando el árbol sagrado, corrió hacia él rogando que hubiera una posibilidad de que Inuyasha la escuchara.
Inuyasha- tocando la corteza- Inuyasha me escuchas "por favor… aunque sea para despedirme, dejame escuchar una vez mas su voz"- desesperada miro hacia las ramas recordando la vez en que kikyo lo había apartado de su lado, pero nada.
Tambaleándose se dirigió a su habitación, miró por la ventana en la cual siempre wstaba el hanyou sentado esperándola, pero no había nadie, solo el viento nocturno que se colaba en su habitación.
Se miró en el espejo observó su estado y entonces comprendió que el fin había llegado que ya no había vuelta atrás Inuyasha no volvería, ella no volvería nunca más al Sengoku y con dolor admitió que su destino no era quedarse con el.
" no pude decirle que lo amaba… no pude decirle que quería estar con él, no pude… no pude"
- ¡ no pude!- Grito con todas sus fuerzas destruyendo lo que había en su escritorio, en un acto de rabía.
-¡por que! - lanzando la silla del escritorio contra la pared quedando en el suelo después de haberse descargado, se acostó en su cama dejando que las lagrimas fluyeran con desesperación, mordiendo la sabana para que su madre no escuchara los sollozos, el aroma de su amado hanyou nunca volvería, sus orbes doradas nunca más la mirarían, nunca mas lo escucharía quejarse…
Miró la habitación solitaria y silenciosa ¿ no había deseado su vida normal? Acaso ¿ no deseaba que Inuyasha no la molestara cuando estudiaba? Se odiaba por el hecho de solo pensarlo… ahora lo único que quería era escuchar sus "¡fhe!" y sus reclamos por ser tan inútil.
La señora higurashi estuvo a punto de entrar en la habitación pero lo mejor era dejarla sola, sintió la petición silenciosa de su hija en el corazón.
Se juntó con sus amigas como todos los sábados a recorrer las calles de la ciudad de Tokio para distraerse un poco, dos años sin su doble vida, dos años sin aventuras ni peligros, dos años sin sus amigos, ni su amado.
Ya no era la misma y ella lo sabía se había encerrado tanto en sus estudios que ahora era la mejor del instituto, siempre aparecía en el panel como la número uno, se encerraba toda la semana a estudiar para no pensar en el pasado, ni en la época feudal ni nada y cuando no estudiaba leía libros, libros que la llevaban a otro mundo, en donde los protagonistas casi siempre terminaban con un final feliz.
Kagome chan… vamos, vamos a probarnos esos vestidos- dijo con animo ayumi quien la guió a aquel escaparate.
Gracias a aquella muchacha quien sabía toda su historia podía al menos sobre llevar su vida ahora, ella solo la escuchó y no la trato de loca por ningún motivo, cuando les contó a sus amigas que jamás volvería a ver a Inuyasha, Eri y Yuka insistían en la idea de tratar con Houyo, Ayumi salía al rescate cambiando de tema, su amiga sabía aquel dolor que aun no cicatrizaba en su corazón.
Se probó un vestido celeste, le quedaba bien pero no lo llevaría por qué no tenia para quien usarlo, mas bien no tenía el animo para usarlo, era tan bonito que ella lo opacaría con la expresión de su rostro, enseguida salió de la tienda esperando a sus amigas, quería escapar de allí.
Al lado había una tienda de antigüedades, entró para curiosear, baúles, lámparas, cuadros, lápices, monedas y entonces algo le llamó la atención, era una pintura antigua , una especie de pergamino en aquel se presentaba una figura muy conocida para ella, tanto que la perturbó.
Señorita ¿ocurre algo? – la sorprendió el joven que atendía la tienda
no nada- transpirando frio- observando con detalle el pergamino
Es un pergamino muy hermoso no, usted es idéntica a aquella sacerdotisa- ella solo asintió y salió.
Sus amigas la esperaban.
Quiero ir a casa – dijo con lagrimas en los ojos-
Kagome…¿ que sucede?…- preguntó yuka, preocupada ya que desde que paso el susto del pozo kagome nunca había vuelto a ser la misma, pensaban que con la recuperación de su salud la muchacha sería la de antes, pero ahora era peor-
Quiero irme a casa, es solo que no me siento bien… - recordó aquel pergamino, era una sacerdotisa igual a kikyo y a su lado un hombre de cabellos azabaches con la misma túnica de rata de fuego a su lado, ambos mirando a el lago de una forma tranquila en mitad de la noche- " a lo mejor Inuyasha encontró la felicidad en estos dos años… a lo mejor una sacerdotisa pudo apreciarlo como se merecía…"- me duele la cabeza…
Chicas yo la acompañare…- dijo Ayumi- vamos kagome…
Se alejaron de ellas… dirigiéndose a un parque… sentándose a las orillas de una fuente.
-Ayumi, era tan igual a kikyo… era tan igual a Inuyasha… quizás el… no se que pensar… - tantas ideas se le venían a la cabeza- Yo jamás volveré a ver a Inuyasha eso lo tengo claro, pero… pero siento… albergo una esperanza de volverlo a ver, alguna vez.
Kagome chan… -se sentó junto a ella- no se que decirte, porque esas experiencias son increíbles… al principio dude mucho pero después de que me contaste, de que tu madre también me lo explicara…. Lo que quiero decir es que si esas experiencias son tan fantásticas para la gente normal a lo mejor puede haber un milagro-
Su amiga le trato de dar animos, pero había que aceptar la realidad, la perla de Shikon ya no existía.
No ayumi… ya no… lo que podía hacer ese milagro lo hice desaparecer yo… - miró su reflejo en el agua- y lo peor es que no paro de revivir mis experiencias. en sueños trato de olvidarme… trato de hacerlo… pero no puedo. Algunas veces despierto en la noche pensando que Inuyasha está a mi lado… que vela mi sueño como cuando tenía quince años - apretó sus puños- sueño que soy … que soy kikyo, sueño el dia en el que ella falleció.- miró la expresión de su cara… lo apagada y seria que estaba y ahora eran mas parecidas- sueño cuando se declararon… y hay veces en las que no puedo dormir pensando en ello- golpeando el agua.
Kagome yo pienso que te vendría bien un cambio de look- tomo la mano de su amiga.- se dice que si uno se corta el cabello, los problemas no se vuelven tan pesados.
Al llegar al instituto con su cabellos cortos se daban vuelta a mirarla, además se puso unos aros pequeñitos en ambas orejas, se sentía más liviana, ¡ayumi tenia razón! Aunque no podía olvidar como sus lagrimas calleron al ver su cabello en el suelo, eso era parte de olvidar, de dejar todo atrás , miraba su reflejo y se sentía una persona distinta era hora de hacer borrón y cuenta nueva.
Pero no pudo, nunca pudo, Inuyasha siempre estaba en sus pensamientos, incluso buscaba a reencarnaciones posibles, pero nunca lo encontró. Asi que se convirtió en un ratón de biblioteca, conservó a sus amigas de siempre, muchos chicos tuvieron el valor de declararse pero ella tenía su corazón entregado y como no, si se lo regaló a Inuyasha en aquel último beso, y nunca supo la respuesta, pero ella sintió como el la atrajo de una forma desesperada, mirándola con pasión, mirándola a ella, solo a ella, no a kikyo , ni a nadie mas a ella a kagome.
Así que todos en el instituto murmuraban o que se iba de novicia o quizás tenía otros intereses, por que los chicos mas populares se le declaraban y ella siempre respondía con una negativa, y nunca aunque tuviera que morir casta y pura nunca se entregaría a ningún hombre, había conocido el amor junto a Inuyasha, se había calado tanto en su ser que cualquier hombre para ella, nunca llegaría a ser un hombre, quizás un amigo, pero nunca un hombre.
Lo amaba, desde hace tres años que lo amaba y hoy en el día de su graduación no había recibido el botón de nadie… ni ella lo regaló,¿ como un botón podía significar el corazón?¿quien lo habría inventado?.
Habia obtenido una beca, una beca para irse al extranjero y eso es lo que haría se iria para poder olvidarse de todo, pero antes tenía que enfrentar el pozo… enfrentar el pasado, la razón por la cual estaba sufriendo desde hace tres años, el no poder saber como estaba, la incertidumbre de saber si lo aceptarían en la aldea, sabía que sango ni miroku ni kaede ni ninguno de sus amigos lo dejaría solo.
"ahora me preparo a una vida sin ti"- cerro sus ojos- "una vida sin ti, Inuyasha… no la quiero… yo deseo… yo quiero estar contigo"- sintió como el pozo se abría ante ella… como dejaba ver el cielo del Sengoku.
Kagome- su madre se situó a su lado… no sabía que decir… ¿estaría bien dejar a su familia?
Mamá yo… mamá- miró a su madre con los ojos llenos de lagrimas -
Su vida estaba recién hecha, había podido afirmarse un poco, estaba a punto de irse al extranjero a estudiar, pero ella no quería una vida sin Inuyasha.
Esta bien kagome- abrazó a su hija- los hijos deben partir… pero prométeme que seras muy feliz.
Ella le correspondió con un abrazo, tan pero tan lleno de sentimientos que ambas no pudieron reprimir los sollozos.
Alcanzó a despedirse rápidamente de su abuelo y de su hermano, que ya estaba hecho todo un jovencito.
Y se lanzó por el pozo… esperando ver a todos sus amigos y a Inuyasha. Al llegar y ver el cielo azul lloro de felicidad dando vueltas buscando la manera de subir… la agilidad para subir aquellas enredaderas no se había ido.
Penso con tristeza en su madre, en su abuelo y en Souta… pero de todas formas iba a ser lo mismo si ella se iba al extranjero… lagrimas calleron nuevamente,
" ojala pueda encontrarte Inuyasha"
Una mano quien se ofrecía a ayudarla… al tomarla, al sentir su calor sabía que su nueva vida comenzaba… era la mano de su querido Hanyou
Continuará
Se despide kira chan, ojala me dejen sus reviews para ver si les gusto o no.
