N/A: Dedicado enteramente a Lia Lerena, por haber puesto mi "imaginación" a trabajar con un reto y por ser una gran amiga :)
Es mi primera historia de Dragon Ball
Lamento mucho si hay algún personaje OOC, he tratado de que no sea así, pero bueno, quedará a su juicio.

Advertencias: slash casi casi implícito.
Disclaimer: los personajes son de Toriyama


Lazos

-Entrenemos un rato -me pidió -De acuerdo -le dije, no me vendría mal una pelea.
Durante la lucha, me di cuenta de que había aumentado, aunque sea un poco, su fuerza. Aunque sus movimientos eran más lentos, como cansados. Parecía que hubiese estado entrenando mucho, pero eso a su vez era raro, porque él siempre decía que salía con sus amigos y ya no le quedaba tanto tiempo para las peleas.

-¿Has estado entrenando? -le cuestioné -Sí -me dijo secamente, como queriendo pasarlo por alto

-¿Solo? -insistí -Como siempre -dijo, con una sonrisa entre irónica y melancólica.

-¿Qué te pasa, Goten? -La vida, la soledad, las mentiras, la falsedad, el hartazgo, la necesidad de algo que no tengo. -explicó.

-¿Cómo? -pregunté estúpidamente.

-No importa, sigamos luchando, veníamos bien. -No -lo corté -ahora quiero escucharte-. Me acequé a él. -¿Por qué crees que voy a contarte algo? -me dijo burlón.

-Bueno, principalmente, porque necesitas contarlo, si no no hubieses empezado, y después, porque soy tu hermano y sabes que soy quién mejor puede escucharte.

-Me pasa lo que me ha pasado siempre, lo que nunca quise que supieran pero sin embargo, necesito que alguien sepa y te he elegido a ti como esa persona. Lo que sucede es que estoy harto de estar solo, que necesito a alguien que no me necesita a mí de la misma forma. También que todo mi entorno es tan falso que me hacen ser falso a mí y mentir y estar con personas que no quiero, que aborrezco tan solo para no sentirme solitario. Pero después me doy cuenta que así estoy más vacío, encerrado en mí mismo.

-Me tienes a mí -atiné a decir. Solo eso se cruzó por mi mente. Hablé con angustia atrapada en la garganta. Con deseo de ser y hacer algo más. -No de la forma que quisiera -susurró, dejando escapar todo su dolor.

No sabía qué hacer ni qué decir. Actué impulsivamente, le rocé los labios con los míos y luego lo abracé con ternura fraternal. Él simplemente se dejó abrazar, sabiendo que el sufrimiento que lo abrasaba se iba un poco, consolándose en mí.