永遠の愛, Eien no ai (amor eterno)
Capítulo 1

Nuestra historia se sitúa en la época feudal donde si no sabes cuidarte mueres, dónde si no le rindes respeto al "Dios" o "Yōkai" superior morías o en algunos casos raros eres exiliado. Cada nacimiento de una mujer humana el "Dios" baja a verla y le coloca un nombre y le asigna un esposo con el cual al cumplir los 15 años las obligan a mudarse con él a una cabaña sin derecho a negarse o de lo contrario mueren. Estos se dividen en cuatro Norte, Sur, Este y Oeste, muchos les denomina "Clanes" pero en realidad son reinos de "Dioses Yōkai" los cuales pueden ser despiadados, es raro el que no lo es, también suelen escoger a alguien de su reino dándoles algún don especial.

Hoy es el día en que Naomi una linda mujer del pueblo perteneciente al clan Inu-Yōkai del Oeste estaba por dar a luz, aún no sabían que sería, su suegro el padre de Yamato su esposo rezaba porque fuera un barón y así el Inu-Yōkai no bajaría a desgraciar sus vidas quitándoles a la niña

Yamato llegó con un cuenco lleno de agua y lo dejó donde la partera le había indicado, Yamato se sentó y colocó la cabeza de su esposa sobre sus piernas mientras ella entraba en labor de parto así la partera empezó a pujar y después de unas largas horas el llanto se hizo presente en la cabaña y justo antes de anunciar si era varón o una femenina una fuerte ventisca acompañado de una enorme bola de luz se hizo presente en el pueblo descendiendo en la entrada de la cabaña donde acababa de dar a luz Naomi, dejando ver a un enorme Yōkai de cabellera plateada atada en una coleta alta, con una enorme armadura y tres espadas, entró sin pedir permiso alguno mirando a la criatura que acababa de llegar al mundo de los vivos, miro a la madre y le dedicó una sonrisa enseñando sus colmillos, luego tomó a la pequeña criatura en sus brazos y la arropo con un Kimono verde con flores de sakura.

–Kagome-dijo por fin Él

–¿Kagome?-pregunto Naomi

–Si así se llamara ella, Kagome como la estrella.

–Es hermoso-elogio Naomi.

–En efecto que lo es y su prometido será mi hijo menor Inuyasha

–S-su-su hijo–él Yōkai asintió–es todo un honor saber que mi hija es la prometida de su hijo-ella intenta alabar al Yōkai

–No es necesario desde ahora en adelante yo vendré a ver a la niña.

–Si Inu No Taisho-sama

–deje la formalidad mujer solo llamame Touga

–Como usted quiera Touga

Dicho esto él Yōkai le entregó a la pequeña niña a su madre y se retiró de la cabaña.

–Kagome, me gusta ese nombre ¿tu que opinas Yamato?

–Oh es hermoso, al menos le hace honor a la estrella.

Así los años pasaron, Kagome ahora con tan solo 6 años de edad en los cuales todos los días por la tarde el Yōkai de cabellera plateada iba a visitar a Kagome, no había día que no lo hiciera, siempre llegaba con un regalo para ella, le llevaba todo tipo de Kimonos, una tarde Touga decidió llevar a Inuyasha junto con Él a visitar a la pequeña niña.

Inuyasha contaba con tres años más que Kagome, al igual que su padre era un Inu-Yōkai pero también tiene una parte humana, a esto se le da a conocer como Hanyō o semi-Yōkai ya que exactamente no son ni uno ni otro, en otros clanes no suelen ser aceptados ya que es la deshonra de una familia de yōkais.
El día de hoy Kagome a los 6 años de edad tendía su primer contacto con su "prometido" y es a la edad en la que los "Dioses Yōkais" suelen darles algún "don especial" a los niños.

Inuyasha caminaba de la mano con su padre, mientras una enorme sonrisa adornaba su rostro y a pesar de que escuchaba que varios yōkais le gritaban cosas no cambiaba pues estaba visto que no sabían que él era el hijo de su Dios así que todas esas frases le importaban un comino.

–Papá ¿la niña que conoceré hoy no me insultara por ser un semi-yōkai?

–hijo no te preocupes por eso mira ya estamos llegando.

Cuando se veía la casa de la familia Higurashi una pequeña niña salió corriendo con una enorme sonrisa en cuanto vio al enorme yōkai mientras gritaba "hola Touga-sama" cuando por fin la niña llegó junto a Touga se percató de que alguien venía con él.

–Hola Touga-sama ¿Trajo a su hijo como prometió? Me dijo que jugaría con él toda la tarde.

–Kagome–le dedicó una sonrisa–si mi hijo vino conmigo pero él es muy penoso y se esconde detrás de mi.

–oh pues no tiene que tener miedo yo no le haré nada

En eso el pequeño hanyô se asoma y mira de quien se trata.

–khe! –dice el pequeño en su defensa–yo no le tengo miedo a esa niña

–¡oye no me digas niña!–gritó la niña enojada–me llamo Kagome

–niños no peleen vamos a tu casa Kagome.

La pequeña niña asintió y tomó la otra mano de Touga e Inuyasha gruño por tal atrevimiento hacia su padre. Al llegar a la cabaña Kagome jalo a Inuyasha para jugar juntos mientras sus padres platican.

–oye ¿Cual es tu nombre?

–Inuyasha

–mucho gusto Inuyasha yo me llamo Kagome–ella le sonrió y él sólo miró –vamos a jugar con los demás niños seguro que les caes bien.

Caminaron hacia un grupo de niños que estaba ahí jugando Kagome los saludo a todos y su saludo fue contestado.

–Chicos les quiero presentar a mi nuevo amigo Inuyasha

–¡Un hanyō! Kagome aléjate de él no sabemos si pueda hacerte algo.

–Kikyo no permitiré que insultes a Inuyasha así que el no te ha hecho nada- asi Kagome defendió por primera vez a Inuyasha.

–ya déjalo Kagome estoy acostumbrado a que me traten así.

–¡No!–Exclamó ella enojada– Yo no soy tan grande pero lo que me han enseñado es a no dejarme llevar por las apariencias. Vámonos Inuyasha ellos se pierden de jugar con nosotros.

Así Kagome dejó a una pequeña Kikyo muy enojada ya que nunca se habían llevado muy bien que digamos siempre se estaban peleando pero esta vez Kagome había demostrado ser superior a ella.

–Inuyasha ¿Qué edad tienes?

–he? ¿Para que quieres saber que edad tengo? He niña

–Ui que grosero yo tengo 6 años mis papas me dijeron que era especial y que hoy el señor Touga me daría un don porque el es nuestro Dios y eso es lo que hacen los dioses.

–me alegro por ti niña tonta

–oye no hace falta que seas tan grosero, si lo que quieres es que te deje solo dilo–la niña suspiró–mira esa de allá es mi casa ven cuando quieras.

La pequeña niña de cabellos azabaches entró a su cabaña directo a su habitación y fue seguida por Naomi.

–Kagome ¿Donde esta el pequeño Inuyasha?-cuestiono su madre

–él fue muy grosero conmigo mami y decidió quedarse afuera.

–oh hija Touga quiere hablar contigo.

y así la pequeña niña de cabellos azabaches salió con una sonrisa de su habitación mientras su madre le tomaba la mano derecha, se sentó frente a Touga mientras este le sonreía.

Continuará.