Hinata y Sasuke e ¿Ino?
Amaba a Hinata, me fascinaban sus dulces sonrojos, su suave voz, la amabilidad y ternura que me daba, pero nada es perfecto. Mi Hina era un ángel pero Ino no lo era para nada, la mejor amiga de mi novia siempre encontraba la manera de fastidiarme usándola a ella para lograrlo.
Era verano y por supuesto Ino tuvo la magnifica idea de ir a la playa, me negaba a pasar mis días de vacaciones rodeado de gritos y retos por parte de Naruto pero Hinata puso su adorable cara de suplica y no pude decir que no. Así que aquí estábamos bajo un cielo despejado y pisando la arena caliente, Hinata usaba un ligero vestido largo, floreado, atado por detrás de la nuca y eso me encantaba de ella nunca mostraba de más, solo a mi claro. Estaba en la sombra de una palapa poniéndose bloqueador, su blanca piel era delicada y mu suave también, me acerque a ella.
-¿Quieres ayuda?
Ella se sonrojo ligeramente y asintió con la cabeza, me pasó la botella, hizo su cabello a un lado y la ayude a ponerse en paca piel descubierta de su espalda y de sus hombros.
-Vamos a jugar voleibol- Ino la alejo de mi llevándosela de la mano a donde estaba la red para jugar, como siempre llegaba en un mal momento. Camine hacia allí, era bien sabido que Hinata no es buena para los deportes, el partido comenzó y mi novia no hacia más que alejarse del balón, sonreí internamente, lucia adorable, hasta que sus descoordinados pies lograron enredarse en su vestido y la hizo caer, estaba tan pendiente de sus movimiento que me olvide de ver al balón.
-¡Hinata cuidado!- grito Naruto.
Cuando reaccione el balón se había estampado en su cara, corrí a donde estaba y la revise todo parecía estar en orden hasta que levante su flequillo, debajo de el tenía un raspón grande, nada serio pero seguía siendo una herida.
-¿Estas bien?- Ino se acerco y la ayudo a ponerse de pie.
-Si solo duele si lo toco- contesto con su suave voz y una dulce sonrisa.
-Es culpa de tu vestido, deberías quitártelo así no te enredas en el.
Hinata puso cara de pánico con un sonrojo intenso, si, a mi novia le incomodaba llevar traje de baño se le notaba en la clase de natación pero se quitaría el vestido cuando entrara al mar, la revelación salió después de que Ino deshiciera el nudo del vestido que se deslizo por su cuerpo hasta llegar a la arena, mi novia tenia la cara completamente roja por la vergüenza de usa un bikini negro y que por su fisonomía lucia bastante pequeño, los chiflidos y comentarios subidos de tono no tardaron en sonar por la playa.
Estaba furioso, ¿cómo se le ocurre usar algo así? La cargue en mis brazos y camine con ella de regreso a la casa en la playa que habíamos rentado para la ocasión, una vez dentro la cuestione con una expresión molesta, bajo la cabeza y susurro.
-Ino dijo que te gustaría.
Odiaba a esa rubia, los ojos de Hinata comenzaron a aguarse, no quería eso, mi Hinata era inocente, la rodee con mis brazos.
-Si es para mi solo yo debo verlo, ¿de acuerdo?
-De acuerdo- dijo en voz baja.
Tome sus labios con los míos y una de mis manos subía y bajaba por su espalda hasta que llegue más abajo, apreté su trasero y roce nuestros sexos, ella suspiro en el beso, libere sus labios un instante.
-Subamos a la cama- no quería dar una escena si es que a alguno de los otros se le ocurrirá venir.
Hinata asintió, la tome por las piernas y las enrede en mi cintura, volvimos a besarnos y subí las escaleras. Si el bikini era para mi, gustoso lo disfrutaría, aunque no duraría mucho cuerpo.
