Era extraño y quizás algo obsesivo consultar con tanta frecuencia las predicciones de Kana y chantajear a Charle para obtener sus premoniciones -ahora que hacía mayor control de su don- cada vez que su equipo:el más fuerte de fairy tail tomaba una misión y había la probabilidad de quedar en pareja con Natsu,pero, no lograba entender como era que siempre terminaban en una situación que ponia en duda los sentimientos de amistad. Hasta cierto punto quería evitarlo porque nunca sabía como reaccionar, es decir, eran Lucy y Natsu super mejor amigos, aunque uno de los dos(más precisamente ella) había comenzado a desarrollar sentimientos inexplicables. Estaba claro que el Dragón Slayer tenia alguna clase de reglamento intrínseco sobre la amistad, tener esa clase de atenciones con ella, formaban seguramente parte de un código del Gremio.
Kana mantuvo la concentración en la última carta, había aprendido que ser "profesional" pagaba muy bien su vicio, sin embargo aunque de vez en cuando deseaba timar a Lucy, la baraja se resistía. Era el momento, la castaña revelaría una a una las cartas sobre la mesa.
Hm...interesante, tendrás una victoria - Lucy comenzó a emocionarse ¡al fin! Que mala racha estaba teniendo ultimamente.- será sobre ¿eh? Deben estar bromeando - Alberona soltó una estridente carcajada - ¡Un pez!
¿Queeeé? -La rubia emanaba un aura oscura, la moral le habia caido hasta los pies - ¿en serio?
Tsk, mentira, pero las chicas (refiriendose a sus cartas) me dicen que Natsu será la doncella en apuros esta vez -Kana frunció el ceño y una mueca de preocupación se cirnió sobre su rostro - Lucy, haz estado algo inestable y tus llaves lo estan resintiendo, ¿esta todo bien?
Claro que no, era un remolino de emociones, la estática estaba latente entre los dos, cómoda como si siempre hubiese existido, pero confusa porque su presencia se había hecho notoria. Ambos eran adultos jóvenes, su mejor amigo, de repente le parecía atractivo, las facciones suaves de adolescente estaban cambiando a unas más duras, su caracteristico cabello rosado estaba un poco más largo y había cambiado su tipica vestimenta con una capa similar a la de Gildarts.¿Qué podría decir que Kana no supiera ya?
No -confesó- no estoy bien, ultimamente la cercanía de Natsu me pone nerviosa, no puedo decir que es, tal vez porque no he convivido tanto con otro hombre, porque no he tenido novio o porque es el único que se preocupa así por mi -Kana la observó con detenimiento provocando que se remolineara ansiosa en su asiento.
Una vez sentí algo así, aunque no lo parezca, tuve un amorío -su expresión denotaba una seriedad no habitual en ella - al principio éramos simples amigos, luego de un tiempo, comenzaron a aflorar sentimientos... Al parecer correspondidos, cuando Gildarts se enteró, comenzó a investigarlo sin que yo supiera. Una noche, me enteré que era casado.
No me digas que... M-maca...o-intervino una sorprendida Lucy.
¡¿Él?! Jamás!-reprochó inmediatamente - como sea, acabe con el corazón roto -carraspeó volviendo a la seriedad - no quiere decir que todos los hombres tengan el mismo grado de idiotez. Natsu es idiota a su manera pero es incapaz de dañar a sus seres queridos. Además no creo que este casado, ah cierto, OYE LISANA.
La peliblanco que hasta ahora había estado aseando la cocina, adquirió un color rojo chillón de pies a cabeza ante la absurda pregunta de Kana: Tu y Natsu no estarán casados ¿o si?
Ah claro, la prometida del Dragon Slayer, sólo un juego de niños.
La puerta del gremio se abrió ruidosamente como comunmente pasaba a la llegada de Natsu y Gray. Hielo-fuego-insultos-hielo-fuego-insultos-¡ERZA!. Kana le propinó a su amiga, una patada bajo la mesa, si,si, ¿Quién no se daría cuenta de su llegada con tanto alboroto?. Natsu le dedicó una gran sonrisa a medida que se acercaba a ella, amaba esa sonrisa porque se adhería a su propio rostro contagiado de su felicidad.
¡Lucy! ¡Atrapalo! - la susodicha no podía procesar el requisito de su amigo pero asintió bobamente, ¿atrapar que? De pronto una masa azul se estrelló contra su cara haciendo un sonoro ¡ayeee! Una creciente furia salió disparada en un torrente de insultos, había arrojado a Happy como una bola de béisbol y por alguna razón su trasero estaba contra su nariz.
Estúpido Natsu, me las pagarás...¡ Seguro tienes leña en la cabeza! Argg
Lucy, no sabía que tu también podías rugir - Happy inflando las mejillas para burlarse - Natsu eso fue cruel -ahora se desbordaba en lágrimas.
Happy, no es mi culpa que Lucy no sea una buena catcher -dijo burlón antes de recibir el golpe de un tarro por parte de la rubia -au au, lo siento, ¡itai!
Le gustaba, realmente le gustaba su relación. Pelear, reirse, jugar, hacer cosas juntos, charlar. Le gustaba lo incondicional que era, El pelirosa enfocó su vista en la menor de los Straus dedicándole una sonrisa de gato, comenzó a caminar hacia ella con alegría, ella le recibió con euforia.
Natsu, me alegro que hayas llegado, ¿Que tal el entrenamiento? - indagó Lisana pasando sobre la barra antes de saltar sobre su prometido
Soy más fuerte que nunca, pero hay algo de lo que quiero hablar contigo - Hizo un gesto para que lo siguiera al jardín trasero, pasaron cerca de Lucy, Kana y Happy mientras charlaban. El mago le hizo una seña al exceed, a lo que este asintió.
¿Qué fue eso Happy? - Kana alzaba la ceja continuamente -¿hay algo que quieras decirmos?
Hm, Natsu dijo que tenía que hablar con Lisana sobre algo muy importante pero ahora tengo que quedarme en garras de Lucy - dijo dramaticamente con cascadas en los ojos.
¡ja! Yo no tengo que quedarme contigo, puedes cuidarte por ti mismo, ya te esta saliendo bigote contraatacó resentida deformandole la cara.
¿No te da curiosidad saber que hacen esos dos? ¿eeh Lucy?.- la pregunta de la castaña llegó como un balde de agua fría. -Happy, solo por ser tu, tendrás una orden de pescados, corre por mi cuenta.
Kana guió a la maga estelar hacia la biblioteca para después subir las escaleras que extrañamente llegaban al techo y no a otras estanterías, adoptaron una posición de francotirador sobre las tejas, cubriendose en las sombras que propiciaba el atardecer. A unos cuantos metros, sentados en un tocón, la pareja conversaba animadamente, no había nada raro, excepto que Natsu se sonrojaba constantemente y hacia algunos pucheros. Lisana no perdía detalle de nada, le seguía con la mirada en cada gesto, mímica y presunción de músculos acariciandolo con la yema de los dedos, comprobando si efectivamente eran como él lo decía.
Transcurrieron 5 eternos minutos, se sentía ridícula, ¿con que derecho lo espiaba?. Alberona hizo una señal para regresar, Natsu retomaba la entrada al gremio. Contrario a lo que Lucy pensaba, no se dirigían a la mesa de antes, sino a una de las habitaciones donde solían reposar y curar sus heridas luego de una batalla. La castaña le mostró una pequeña cosmetiquera y le hizo tomar asiento en una de las camas, inició la delicada labor de aplicar rubor, color en los labios y máscara para pestañas, así como un perfume de suave aroma frutal.
Estas lista, si vas a empezar un plan de conquista será mejor que sea ahora-le animó.
Después del incidente en Tenroujima, casi dos años después, habían forjado una amistad sincera y recíproca, se apoyaban mutuamente, compartían secretos. Su amistad con Levy iba deteriorándose, la peliazul estaba decidida a convertirse en una erudita, se proponía constantes retos: leer cada libro de tal o cual biblioteca, descifrar códigos, étc, se le veía poco en fairy tail. En parte Kana, llenaba ese vacío de intimidad femenina.
Gracias Kana, no tenías que hacerlo, pero lo haces - se abrazaron por un rato - ¿Cuál es el siguiente paso?
Sé tu misma, yo sólo ayudé dándote brillo, ve por él campeona. -dándole un leve empujón.
No vio a su mejor amigo por ninguna parte, continuó descendiendo la escalera decepcionandose en cada escalón, se había ido, afuera la noche dominaba con una densa oscuridad, su rió de si misma, su humor se asemejaba mucho, triste y fria. Bueno, era hora de volver a casa, tomó su bolsa, más pesada de lo habitual, ¿eh? La agitó euforicamente.
¡ayeeee! ¡Lucy estaba durmiendo!no es justo, no es justo - reclamaba Happy con un extraordinario berrinche. La maga daba vueltas, emocionada, jamás estuvo tan feliz por la presencia del exceed, significaba que Natsu seguía en el gremio.
Natsu, haz algo, Lucy esta loca waaa - el pelirrosa se desperezó, apareciendo detrás del taburete.
Estabamos esperandote, vamos a casa, Lucy, Happy - Mostraba una radiante sonrisa, ¿Cómo negarse?
Hai, vamos.
Eran mediados de Octubre, las hojas remolineaban traviesas al rededor de sus pies, crujían en cada paso. Las heladas corrientes de viento se colaban por debajo de la ropa, calando en los huesos. Lucy se maldijo mentalmente por no vestir un abrigo más grueso, sin embargo llegarían pronto a casa, "pronto" significaba despedirse en los escazos minutos que tomaba poner un pie dentro de su hogar. Por alguna razón Happy y Natsu guardaban silencio, ¿tan duro había sido el entrenamiento?, otra duda flotaba en mente de la rubia, ¿Qué era eso que había hablado con Lisana? Sentía el estómago revuelto.
Natsu, tengo hambre, ¡Mira-san se atrevió a darme charales! Lily debió comerse todo - se quejó el exceed rompiendo con el incómodo silencio. .
Ahora que recuerdo, la semana pasada abrieron un nuevo restaurant cerca de tu casa Lucy, no he podido poner mis dientes sobre alguno de sus cortes, yo invito -dijo sonriente, encendido por arte de magia.
El establecimiento tenía un área interna y una externa que por lógica se encontraba vacía por el clima. El interior era cálido por las brasas de la cocina por lo que la maga pudo comodamente retirarse el abrigo y colocarlo sobre el respaldo de la silla.
Ahí de pie, su mirada chocolate se encontró brevemente con una mata de cabello rosado, su nivea piel se erizó con el contacto de su respiración que le recorría el cuello de arriba a abajo, exhalaba sutilmente causándole cosquillas, la olfateaba. Natsu clavó su mirada en la de ella, se trasladó hasta sus labios, contemplando detenidamente cada rasgo, Lucy intentó regularizar su respiración, de controlar a su corazón que le martillaba el pecho, tenía la sensación de ser una presa, paralizada por el miedo. Él continuó explorandola con calma, llevó su indice hacia su labio inferior, lo frotó con rapidez y se lo llevó a la boca, saboreando el brillo labial.
Lucy, hueles extraño -susurró sin hacer distancia, acariciandole el rostro sonrosado con su aliento - ¿Por qué dejaste de oler a ti?
Y-yo lo s-siento es que -comenzó a balbucear apenada.
Pero esa cosa que brilla en tu boca sabe bien, ¿comiste caramelos y no me diste mala Lucy? -dijo con fingido enfado.
La rubia negó divertida y aliviada al mismo tiempo por la inocencia de su mejor amigo:
Digamos que es un brillo mágico que mantiene los labios protegidos
Happy ya había realizado los pedidos, por lo que el camarero no tardó en hacer su aparición con lo que parecía un gran banquete, por suerte no había presenciado aquella escena comprometedora que no era más que el instinto animal de Salamander, para divulgarlo publicamente con su habitual lengua enrrollada.
Natsu parecía estar absorto en su equipaje, sostenía un trozo de carne en la boca mientras sus manos buscaban a gran velocidad entre sus pertenencias, tuvo una pequeña batalla tirando de algo azul hasta sacarlo por completo, sostenía orgulloso un listón. Espera un momento, ese listón era...
E-espera, ¿Por qué tu... Tienes mi listón? - indagó sorprendida.
Este es tu aroma, así es como se supone que debes oler -soltó como cualquier cosa.
Ayee, es uno de nuestros trofeos -intervinó Happy - lo guardamos desde el día en que te conocimos.
Es de la buena suerte -finalizó el DS.
