DISCLAIMER :todos los personajes son propiedad de Naoko Takeuchi, solo los tomo prestados.

La historia es enteramente mía, queda prohibido publicarla en cualquier plataforma sin mi consentimiento.

Phoenix Arizona

―No entiendo porque mi padre te mando justamente a ti a supervisarnos Chiba - decía un peliplata ofuscado al ver que no tenían suficiente confianza en él -

―Sabes bien porque Diamante, este negocio es importante y no queremos que vayas a joder todo por completo, Kengi Tsukino tiene que sufrir un pequeño escarmiento no más ¿ comprendes ? antes de entrar quiero que repasemos el plan sabio no tolerara errores de tu parte o de tu hermano.

―Entramos le doy un escarmiento al viejo no hace falta que le diga el por qué ya que él lo sabe perfectamente, bajo al sótano, saco el dinero para después largarme tu estarás aquí cubriendo todos los flancos si escuchas algo fuera de lo normal entraras por mí.

―Así es, ahora pónganse esto los dos ―decía el azabache aventándoles unos pasamontañas― no quiero que usen las armas a menos que sea su último recurso . andando les apremio el quedándose fuera de la casa .

Diamante y Zafiro entraron sigilosos ha aquella casa observando que no hubiera testigo alguno, cuando estuvieron seguros de ello vieron a su objetivo en el despacho ordenando unas carpetas de una gaveta.

―Estaba seguro que sabio no mantendría su palabra ―murmuro Kengi sin levantar la vista y con las manos aun en un cajón-

―¡Pon las manos arriba ! ― grito Diamante furioso porque el hombre no mostrara miedo alguno .

―Pensé que sabio tendría un poco de inteligencia y mandaría a unos mercenarios más experimentados que ustedes sus hijos que solamente saben revolcarse con fulanas e inhalar droga, esperaba a alguien como Chiba ― finalizo él con la intención de hacer rabiar a su oponente.

―¡NO me compares con Chiba ! - farfullo el cortando cartucho de su arma - Zafiro ve por el dinero me divertiré más de lo que creía al darle este escarmiento Kengi.

Zafiro fue corriendo por el dinero sin decir palabra alguna compartiendo miradas con su hermano sabiendo que cuando Diamante perdía el control lo hacía por completo y no había quien lo detuviese .

―Es verdad Chiba no se merece esa aberración de comparación él es mil veces mejor en su trabajo y sabe hacerlo como se debe a diferencia de ti es un asesino con principios y códigos morales inquebrantables .

Diamante camino a grandes zancadas a donde se encontraba Kengi disponiéndose a darle varios puñetazos en el rostro y romperle la mandíbula con su pistola estaba loco de ira, harto de las jodidas comparaciones que hacían respecto a la gran diferencia que había entre el trabajador de su padre y él una voz de una mujer lo saco de sus pensamientos y paro con los golpes que aun acometía sobre su víctima .

―¡KENGI! ― grito entre lagrimas Ikuko Tsukino al darse cuenta de las condiciones en que se encontraba su marido soltando, la maleta de viaje que llevaba entre sus manos .

― Con que esta es tu mujer―dijo Diamante levantándose viendo a Ikuko y examinar la casa encontrándose con una fotografía donde aparecía una niña de unos 9 años con cabellos rubios y ojos celestes de semblante alegre .

―No te atrevas - dijo entre jadeos Kengi al darse cuenta de los pensamientos del peliplata, aprovechando el descuido de este para arrastrarse hasta donde guardaba lo que único que es esos momentos era la salvación de su familia-

También matare a esta chiquilla al fin y al cabo todo lo que tiene que ver contigo me repugna - dijo él mientras aventaba aquella fotografía haciendo que el portar retrato se rompiera en mil pedazos -

― ¡No le hagas daño a mi hija! ― grito Ikuko desesperada ante la perspectiva de perder a la razón de su vida abalanzándose contra el arma de Diamante en un intento desesperado de detenerlo entre forcejeos la pistola del peliplata se disparo dando en el pecho de Ikuko y esta caía estrepitosamente al suelo.

―¡Maldito desgraciado ! ― grito Kengi al ver el cuerpo de su esposa tirado en el suelo y apuntar directamente a la cabeza de su oponente sin contar que su mano estaba temblorosa fallando el tiro.

―Así que me querías matar idiota, para matar a un Black se necesita mucho más que una pistola ― dijo él acercándose , para luego disparar y dar por terminada la vida de Kengi Tsukino.

Estaba nervioso... desde que había entrado en este trabajo no había tenido ni rastros de nervios pero ahora los sentía siendo este un trabajo pequeño comparado con los que él había hecho en los últimos cuatro años para ganarse la vida, después de todo el no había nacido en cuna de oro como los hermanos Black. unos estruendos lo sacaron de sus pensamientos dándose cuenta que el asunto se había complicado el niñato de Diamante no podía hacer nada bien como siempre, cruzo las escaleras a toda velocidad para entrar a la casa y encontrarse a una mujer tirada en el suelo en un charco de sangre junto con Kengi que tenía la cara hinchada por los golpes y una mancha de sangre en su pecho en el piso se encontraba la fotografía de una niña... una niña joder si Diamante había matado a una niña no sabría lo que sería capaz de hacerle, lo tomo de las solapas de la camisa y lo estampo contra la pared propinándole un fuerte puñetazo en el labio.

―¡Mataste a una niña! ― grito sin darse cuenta de la furia que había en su mirada― ¿no te fue suficiente matar a sus padres idiota ? ― dijo el sin más apretando la mandíbula reprimiendo las ganas de matarlo a golpes.

―No mate a ninguna jodida niña ¡ suéltame ! ―refunfuño él limpiándose el labio que comenzaba a sangrar por el golpe.

―¿Dónde está? ― pregunto él con la poca paciencia que le quedaba.

―No lo sé ojala que haya muerto del miedo ― vocifero el peliplata.

― Escúchame bien Black si esa niña está muerta .. te matare sin importar quien mierda sea tu padre-dijo él con la voz más fría que el hielo, para correr por las escaleras y abrir todas las habitaciones de la casa hasta llegar a la ultima si no estaba ahí sería mejor que Black rezara por su vida, su sorpresa fue el encontrarse a una niña pequeña con cabello rubio desordenado que media casi tanto como ella con unos graciosos ojos azules que lo miraban con curiosidad.

―Papá dijo que ya casi nos íbamos de viaje ¿ vienes por mi ? ―dijo de pronto la pequeña levantándose de su cama e inquiriéndole con la mirada.

―Ven acá ―dijo el pelinegro agachándose a su altura para tomarla en sus brazos y dirigirse a la puerta, ahora no podía ponerse a explicarle a la pobre chiquilla que sus padres estaban muertos.

―¡Espera! ―grito ella con actitud preocupada al ver que estaban saliendo de la habitación ―mi conejo lo estoy olvidando―dijo ella haciendo un puchero tallándose con fuerza los ojos con sus manitas y apuntar hacia un peluche que estaba en la cama.

―Bien vamos por tu conejo―contesto el azabache al ver las suplicas de la niña, no podía negarle aquel muñeco que al parecer representaba tanto para ella, camino hacia el desgastado peluche y se lo dio, al instante la pequeña lo tomo y abrazo por largos segundos para después recargarse en su pecho y cerrar los ojos, paso por la sala de aquella casa viendo el horrible escenario. En el plan nunca estuvo trazado matar a los Tsukino y mucho menos que el sintiera una extraña ternura hacia la pequeña que ahora dormía en su pecho. salió de la casa para encontrarse a Diamante Y a Zafiro metidos en el auto observando atónitos la escena.

―¿Qué mierda crees que estás haciendo? ―dijo el peliplata furioso al ver a la pequeña en sus brazos.

― No quiero escuchar, nada que venga de ti eres un inepto y ya tengo suficiente con lo que dirá sabio al enterarse del resultado de tu ataque de furia.

― ¿Y crees que el verte con una descendiente Tsukino mejorara las cosas? después de todo si tienes instinto paterno―dijo él con burla y una sonrisa socarrona.

― Me tiene sin cuidado , pero ten por seguro que no dejaría a una niña con los cadáveres de sus padres o peor aun que muera " sospechosamente " por un idiota― replico el sin despegar la mirada de el peliplata-

― Ya veremos lo que piensa mi padre sobre tu ataque de sentimentalismo, el gran Darien Chiba conmovido por una chiquilla.

― Enciende el auto Zafiro tenemos que llegar a tiempo por ese avión clandestino o si no, nos seguirán la huella― dijo el pelinegro ignorando por completo lo que había dicho Diamante.

El vuelo fue largo después de todo no era nada rápido ir de un país a otro. En el viaje la niña de cabellos rubios se levanto para no parar de hacer preguntas sobre si sus padres estarían en el lugar al que llegaran ¿cómo le daría aquella noticia? él más que nadie sabía lo que significaba perder a la familia, siendo su niñera Luna la única persona que le quedaba.

―¿Cómo te llamas pequeña?

―Serena Bunny Tsukino ―contesto ella entusiasta extendiendo su pequeña manita como saludo y él lo correspondió con un minúsculo apretón de manos.

― Y bien Serena mi nombre es Darien Chiba, pero puedes llamarme como te parezca mejor.

Después de varias horas de camino Finalmente habían aterrizado, tendría que ir primero con Sabio para darle las noticias de todo lo que había pasado no tenía idea de cual fuera su reacción al saber que su hijo había matado a los Tsukino y que él había recogido a la única descendiente de ellos, se apuro a entrar a la gran mansión que tenía por delante por lo que se veía se estaba efectuando una gran fiesta como de costumbre llena de prostitutas y crack, por suerte Serena aun se encontraba dormida después de pasarse todo el viaje hablando sin parar. llego a la gran habitación y ahí estaba sabio con la que ahora era su mujer Esmeralda. que al verlo entrar inmediatamente hizo una seña y la peliverde salió de la habitación.

―Creo que al verte con esa niña no me vienes a dar noticias alentadoras―decía sabio dirigiéndose hacia la gran caba de vinos y sirviendo dos vasos largos de vodka.

―Que sea doble―dijo el pelinegro para dejar a una Serena completamente dormida en un sillón mullido y volver a donde se encontraba Sabio-

― Tú nunca te emborrachas Chiba, creo que lo que vienes a decirme es más grave de lo que pensé ― decía entregándole el vaso y apuntando dos sillas cercanas para después sentarse Darien tomo un trago de su vaso sintiendo el amargo licor quemar su garganta.

― Diamante mato a los Tsukino en un ataque de furia yo no estaba dentro ya que según dijiste tu hijo tendría que aprender a resolver esta clase de problemas― dijo sin rodeos.

― Pero falto una ―replico sabio mirando a la dirección donde se encontraba la pequeña durmiendo plácidamente ― no era necesario salvarla Darien, sabes bien que hubiera sido más fácil terminar todo de una vez por todas .

― Serena es una niña de 9 años, ella no tiene que pagar por los pecados de su padre.

― Con que ahora la chiquilla tiene nombre ... dime Darien ¿qué harías si te ordenara que terminaras con este asunto ahora mismo ? juraste lealtad hacia mí y eres uno de mis mejores hombres ¿ tirarías todo a la basura por ella ? apenas tienes 24 años y has resultado más eficiente que todos los que han pasado por aquí incluyendo a mis hijos que tan solo son 4 años menores que tu, tienes un gran futuro por delante.

―No podría mantener mi juramento ― decía el azabache mirando a la dirección donde se encontraba dormida Serena, sabiendo que no sería capaz de hacerle algún daño queriendo o no ese pequeño torbellino rubio había tocado sus fibras más sensibles.

― Eso pensé, escúchame atentamente Darien Chiba esa pequeña será tu perdición, tu talón de Aquiles no habrá algo que no puedas hacer para salvarla y cuando crezca la amaras intensamente olvidándote de cada una de las reglas que también tienes tatuadas en la mente lo mejor será que la lleves lejos donde nadie pueda hacerle daño o si no... tú te volverás en suMercenario protector.

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¿ Qué les pareció ? este se podría decir que es el prologo de la historia, así que esto tan solo es el comienzo ¡espero sus comentarios besos!

05 de mayo del 2016