Texas.

─Nos mudamos a Texas, Maya.─ Katy dijo, jugando con sus manos y esperando por la reacción de su hija.

─ ¡¿Qué?!─ ahí está.

─No podemos seguir aquí, además, Shawn estará allá. Esperando por nosotras.─ Katy sonrió un poco, tratando de aliviar el ambiente. Maya sólo cerró los ojos, apretando los puños salió de allí. Dando un portazo.

Maya no sabía en lo qué se estaba metiendo.

Texas no era para nada una ciudad aburrida.