Good and Evil (Love is forever?)

Hi, bueno aqui traigo un fic (bastante fumado xD)

En esta historia seguimos a Raven Bellamy, un personaje que me he inventado yo (si mi mente subnormal xD) quien tendrá una historia un tanto amorosa con mi querido Albert Wesker *O* xD

En fin, espero que les guste ;)

Capitulo 1: El principio de una historia.

9 Junio 1969

Hoy era un día especial para Henry y Larissa Bellamy. Por fin, después de tantos esfuerzos habían conseguido un puesto, y muy importante, en la casi recién fundada Umbrella Corporation. Henry había pasado los últimos meses en pláticas con el máximo jefe de la nueva empresa, Lord Spencer. Ambos ya se conocían porque el padre de Henry era un buen amigo de Spencer, pero eso no le aseguraba un buen puesto dentro de la compañía, si quería estar ahí, tenia que demostrarle a Spencer su valía.

Tanto Henry como su esposa Larissa, eran grandes científicos, juntos querían cambiar el mundo, dejar su marca en la historia, pero claro…Lograr los sueños tiene un precio.

Larissa miró a su esposo con una amplia sonrisa. Ella era una mujer muy hermosa, facciones finas y delicadas, su cabello rubio brillaba como si cada uno de sus cabellos fueran finos hilos de oro, sus ojos azules como el más claro cielo tenían un brillo hipnotizador. Poseía un cuerpo envidiable y el bello vestido de satén rojo le hacia ver aun más exquisita.

Aquella mujer llevaba en sus brazos a una pequeña niña que parecía su viva imagen, salvo por el cabello, ya que la pequeña tenia el cabello negro y sumamente alborotado. La niña miraba por la ventana del auto, con los ojos muy abiertos de asombro, el paisaje de densos arboles que se abría en todas direcciones.

Henry quitó una mano del volante y acarició la cabecita de la niña con ternura.

-Veo que te gusta mucho-dijo regresando la vista a la carretera y esbozando una gran sonrisa.

La niña se volvió hacia su padre y sonrió de manera dulce e inocente.

-Es muy bonito. Casi puedo sentir que la naturaleza me habla-comentó la pequeña ensanchando aun más la sonrisa.-Por cierto, ¿ya me dirán a dónde vamos? –su carita adquirió una expresión un tanto más seria, pero sin llegar a perder la sonrisa.

-Ya te dijimos que nos cambiaríamos de casa, ahora viviremos en un lugar mejor-Larissa sacó un cepillo de una bolsa que llevaba en el asiento trasero del auto y comenzó a cepillar con esmero y delicadeza el cabello rebelde de la menor.

-¡Pero si a mi me gustaba donde vivíamos antes!-replicó la chiquilla.

-Raven, ya hablamos de eso-Henry negó con la cabeza- Además, aquí tendrás amigos, niños tan especiales como tu con los cuales convivir.

Raven, en sus seis años de vida, nunca había tenido amigos, todos los niños huían de ella, y solían llamarle "rara" A ella eso no le gustaba nada, no terminaba de entender el por qué no la querían, ella no era mala, al contrario, era muy extrovertida. La idea de que por fin podría tener amigos le entusiasmaba en demasía.

Su madre sacó un atomizador y comenzó a mojarle la cabeza mientras seguía cepillándole el cabello, y su padre comenzó a cantar aquella canción que tanto le gustaba.

Here I stand head in hand

Turn my face to the wall

If she's gone I can't go on

Felling two foot small

Everywhere people stare

Each and every day

I can see the laugh at me

And I hear them say

Hey you've got to hide your love away

Hey you've got to hide your love away

-Mami. Ya deja de mojarme el pelo.-Raven intentó apartar la mano de su madre.

-No te quejes, parece que te has frotado la cabeza con un globo-continuó la mamá sin hacer caso de la niña-¡Tenías que heredar el cabello rebelde de tu padre!-exclamó echándose a reir.

-Era justo-comentó Henry riendo también- Si parece una miniatura tuya, era justo que sacara algo de su papá ¿No crees Raven?

Raven se encogió de hombros y miró a su papá con dulzura, ella admiraba a su papá, y haber heredado algo de él le parecía un honor, al igual que el haber heredado la belleza angelical de su mamá. Para ella no existían seres más perfectos que ellos, y los quería con toda su alma.

-Ya vamos a llegar, corazón-dijo su mamá y por fin dejó de cepillarle el pelo, que ahora estaba sumamente mojado.

-¡Que bien!-exclamó la niña-¡Anda papá date prisa!

-Nada de eso, tienes que ser paciente. La seguridad es primero.

-Amm…Esta bien-dijo resignada y volvió a mirar por la ventana, prestando muy poca atención al paisaje y preguntándose más como sería su nuevo hogar y sus amigos.

El lugar era todo menos lo que Raven se había imaginado ni remotamente.

Era una especie de fabrica, o al menos por fuera lo parecía, y por dentro todo estaba pintado de un blanco casi hiriente a la vista, los pasillos eran extensos y sin mucha decoración, por no decir que era nula.

Raven se aferró a la mano de su padre cuando vio ante si tal escenario. No le gustaba nada y quería regresar a casa.

Sus padres estaban muy callados, y caminaban bastante rápido, tanto que ella tenia que correr para no ser arrastrada.

Llegaron al final de un amplio pasillo y tomaron un elevador, a un lado de las puertas estaban un montón de hileras con números y letras extraños, pero su padre ignoró todos esos y oprimió el más simple de todos que rezaba "Sala de directivos"

Cuando por fin se detuvo el elevador, dieron a otro pasillo, solo que este era muy diferente al que acababan de dejar atrás; este estaba alfombrado, y algunas esculturas y pinturas estaban distribuidas a lo largo del pasillo.

-Raven, tienes que comportarte ¿de acuerdo?-su padre le acarició la mejilla y le besó la frente- El hombre que conocerás no tiene tiempo para juegos, así que no digas cosas de más.

-¿Ese hombre es el dueño de este lugar?-preguntó la niña mirando a su mamá algo asustada.

-Si, cariño, es un hombre muy bueno y respetable-respondió Larissa sonriendo-De hecho es como un padre para Henry.-agregó.

-Oh…Muy bien, pero papi ¿puedo pedirte algo?

-Lo que quieras, corazón.

-No sueltes mi mano, por favor.-dijo aferrándose aun más a la mano de su padre.

-No lo haré, Raven, aquí estoy contigo.-Llegaron al final del pasillo y ante ellos, una puerta se erigía con gran imponencia y majestuosidad. Henry llamó dos veces y después abrió lentamente la puerta.

El lugar era magnifico, los muebles, el tapiz de las paredes, todo, absolutamente todo era antiguo, pero no por eso dejaba de verse exquisito. Parecía un pequeño museo.

Raven miraba admirada, nunca había visto un lugar así y le parecía lo más hermoso y elegante que hubiera visto nunca. Su mirada siguió recorriendo con gran avidez cada rincón de la estancia, deseando que quedara grabado para siempre en su memoria.

Sus ojos se posaron sobre una chimenea, y después en un hombre que miraba con intensidad las llamas abrasadoras del fuego.

-Lord Spencer-alabó Henry-Lo lamento, creo que he llegado muy temprano.-se disculpó.

El hombre que estaba cerca de la chimenea se volvió hacia los recién llegados y sonrió de una forma fría, oscura.

Raven se situó detrás de su papá sin dejar de apretar su mano. Spencer comenzó a caminar hacia ellos, tenía una aire imponente, intimidante y un porte suave y elegante.

-Mi apreciado Henry-exclamó Spencer tendiéndole la mano y estrechándola con la de Henry y luego con la de Larissa- Claro que no has llegado temprano, es buena hora, me gusta la puntualidad. Ah… y aquí está tu bella esposa, Larissa ¿cierto?-la mujer asintió y forzó una sonrisa.-Y esta pequeña es…Raven debo suponer- Raven se puso en tensión, algo había en los ojos de ese hombre que no le agradaba, una mirada extraña, no sabría decir que clase de emociones evocaban los ojos de aquel hombre, pero le daba…¿miedo? Si, era eso, le daba miedo.

La niña se obligó a sonreír y le tendió la mano a Lord Spencer.

-Es un gusto-dijo completamente cohibida.

-Ah…Henry, si que has sabido educar a tu hija-Spencer rio y luego fue a sentarse en la silla que estaba detrás de un gran escritorio-Bueno Raven, se que este lugar no se ve muy amistoso, pero no hay nada que temer. Aquí tendrás todo lo que quieras y necesites. Puede que tardes un poco en acostumbrarte a este sitio, pero ve el lado positivo, el trabajo que tus padres realicen será un gran beneficio para todos.

-No voy a causar molestias, me portaré bien para que mis papás puedan trabajar bien-dijo con la voz algo temblorosa.

-Para ser una niña, tienes una mentalidad adulta y eso es muy bueno.- Spencer sacó unos papeles y mientras los analizaba comenzó a hablar de nuevo.

-Ya sabes en donde se quedarán ¿no es así Henry?- el aludido se limitó a asentir- Entonces sería bueno que fueran a instalarse y luego ya podremos platicar con más calma, y podrías presentarle a tu hija a su nuevo amigo.

-Entiendo, entonces nos vamos.-Henry le dio la espalda a aquel hombre y se marcharon por donde habían llegado. Ya en el elevador, en lugar de presionar el botón "General" presionó L1.

-¿Cuánto tiempo vamos a estar aquí?- inquirió Raven con una cara que dejaba en claro que deseaba irse en ese momento.

-El tiempo que sea necesario-respondió su padre endureciendo la mirada.

El lugar en el que vivirían de ahora en adelante era bastante espacioso y lujoso, nada como lo que Raven se había estado imaginando, pero aun así seguía teniendo la sensación de que acababa de firmar su sentencia y eso no le agradaba en lo absoluto.

En el L1 había una especie de sala común, nada tan grandioso como la estancia de Lord Spencer, pero al menos tenía algo de vida.

Raven estaba investigando cada uno de los rincones de la estancia, tocaba los largos sillones de cuero marrón, hurgaba en una especie de nevera que estaba repleta de comida, en gran parte lo estaba haciendo para ocupar su mente en otra cosa y sacar de su cabeza la imagen y la risa fría de ese hombre. Cuando terminó de examinarlo todo, fue a acostarse en uno de los sillones y cerró los ojos; así permaneció un rato que se le hizo eterno, hasta que oyó la voz de su padre que le llamaba.

-Raven, con que aquí estas-Henry sonrió levemente-Mira, quiero presentarte a alguien. Estoy seguro que serán grandes amigos.

Ante aquellas ultimas palabras, la niña se levantó de un salto y no pudo evitar mostrarse feliz, fue corriendo hacia su padre, pero no vio a nadie, hasta que su padre se hizo a un lado dejando ver a un niño que parecía reacio a dejarse ver. Raven lo miró con curiosidad y se echó a reír.

-Anda, no seas tímido-le reprendió mi padre, y por fin consiguió poner frente a su hija al chico.

El niño era más alto que ella y también se veía más grande de edad, vestía de forma sencilla, con pantalones marrones, zapatos negros y una playera gris; su cabello rubio estaba algo despeinado.

Raven se acercó un poco más y le tendió la mano, y fue en ese momento que el niño levantó la mirada, clavando sus hermosos ojos grises en los ojos azules de la niña.

Raven se quedó de piedra, su sonrisa había desaparecido y ahora mostraba una cara de asombro. El niño la miró algo cohibido ¿Acaso había hecho algo?

El padre de la niña sonrió gustoso y palmeando la cabeza del niño dijo.

-Raven, cariño. Te presento a Albert Wesker…

Capitulo 2 coming soon! :D