—Bla bla —Diálogo

Bla bla —Pensamientos


Naruto © M. Kishimoto

X372

By: Llanca

-Prólogo-


Estaba amaneciendo. Era un día hermoso, los pájaros cantaban y alegraban los oídos de los habitantes de Konoha y todo lucía armonioso, pero… No era así el caso de Ino Yamanaka, quien se dio una vuelta en la cama, después otra y otra, alejándose de los rayos de sol y del ruido molesto de los gorriones.

Aún somnolienta, estiró ambos brazos y se acurrucó entre las sábanas. No tenía pero absolutamente ninguna intención de levantarse. 15 minutos más tarde, el calor del verano y el sol la obligaron a abrir los párpados de mala gana. Si no eran los benditos pájaros, era el bendito sol.

Cuando se giró y quedó de espaldas sobre el colchón, notó algo fuera de lugar. Por alguna desconocida razón se sentía rara… Su cuerpo se sentía pesado y algo rígido, y una cosquillita que viajó desde la cervical hasta la zona lumbar le erizó la piel; no obstante, esa sensación de cosquilleos no acabó ahí, sino que se trasladó hacia la zona anterior de su vientre, justo en la zona inferior del abdomen y un poco más abajo, justo en su entrepierna…

Algo palpitó.

¿Qué mierda? —interrogó a sí misma en su fuero interno al sentir una opresión en aquella sensible zona. A continuación se destapó, dejando al descubierto su cuerpo. —¡AHHHHH!

El grito fue terrorífico, sin duda alguna. Y bastante grave por lo demás.

¡Mierda, mierda! —de un salto salió de la cama corrió al cuarto de baño.

No, no, no, y no. ¡NO era cierto!

Cuando estuvo frente al espejo, se miró atónita y el tiempo desapareció por completo.

—¿Qué demonios…? —susurró, examinando con perplejidad la figura masculina frente a su ojos. Lucía un ajustado top púrpura y se veía, verdaderamente, ridícula. Sin embargo, fue otro hecho el que clamó su atención… Las pupilas se clavaron en la erección que estaba luciendo bajo sus femeninas y ajustadas pantaletas.

No pudo sino sonrojarse ante tal acto.

—¡Por Kami! —cerró los ojos y se volteó. —¡Soy un chico!

Una y mil explicaciones pasaron por su mente para tratar de deducir qué demonios había sucedido con su cuerpo, llegando a una conclusión; Shizune.

—Tengo que salir de acá… —abrió los ojos y salió del cuarto de baño.

Una vez en su habitación, no pudo sino sentarse en la cama. Por supuesto que tendría que resolver lo que había sucedido con ella, pero… ¿Cómo demonios iba a llegar a la torre Hokage en un cuerpo masculino y vestido de mujer?

Lo único que se le ocurrió fue recurrir a su mejor amiga; Sakura, que por suerte vivía a unas escasas 2 cuadras de distancia. Así que, buscando entre sus prendas algo con que cubrirse –e ignorando la erección que parecía ceder-, halló una bata de color azul que no sea veía tan de niña, por lo que desnudándose se la colocó encima.

Descalza salió del apartamento y como un rayo se dirigió hacia su buena amiga. Una vez allí, golpeó la puerta. La tocó repetidas veces y rogó que la pelirosada estuviese allí y no en el hospital.

—Sakura, abre por favor…

Confiaba en que su amiga podría ayudarla. Al menos, eso esperaba…


CONTINUARÁ...


Éste es uno de los fics que tenía guardado por ahí. Son sólo 4 capítulos, así que no tenía sentido dejarlo en el baúl de los recuerdos.
Sé que debería estar actualizando los demás, sin embargo éste ya lo tenía y quería compartirlo con ustedes. Ojalá les agrade.
Nos vemos pronto con una próxima actualización.