Todos en la base de la resistencia miraban expectantes cómo el halcón milenario descendía para aterrizar y dar paso a Rey y sus acompañantes.
-¡Finn! – exclamó alegre, viendo a su amigo de aventuras al fin recuperado. – Me alegra tanto verte bien.
-Yo también me alegro de verte sana y salva. – le respondió Finn dándole un abrazo. - ¿Viene…? – Finn no se atrevió a terminar la pregunta con miedo a la respuesta que su amiga podía darle.
-Míralo tú mismo.
En ese momento vieron como Leia se acercaba indecisa a la nave, temiendo que Luke no viniese en ella pero todos miraron con asombro cómo descendía seguido del wookiee. El abrazo de los hermanos fue sentido por todos, el tan ansiado momento, por fin se veían después de mucho tiempo. Tras esto, ambos se dirigieron al interior de la base, impacientes por ponerse al día y trazar un plan para acabar, o al menos resistir en lo posible, a la Primera Orden. Rey y Finn empezaban a caminar tras ellos cuando alguien se les acercó.
-Así que regresó, sinceramente, tenía mis dudas al respecto pero me siento aliviado. Y tú, me alegro que estés despierto, ya era hora. – dijo abrazando a Finn.
-Poe, compañero.- dijo Finn abrazando al último en llegar.
-¿Y quién es la dama aquí presente?- dijo Poe mirando a Rey.
-Se llama Rey, es quien ha traído a Luke. Rey él es Poe Dameron, quien me llevó hasta Jakku, donde te encontré a ti.
-Encantada.- dijo Rey tendiéndole la mano.
-Es un placer.
Luke y Leia hablaron de todo lo que debían hablar, de planes, pormenores, sentimientos propios, pensamientos… Debían ser claros el uno con el otro y confiar. Sólo así podrían luchar. Cuando lo creyeron oportuno, convocaron a una reunión urgente, debían comentarles el plan que habían pensado y necesitaban de la ayuda de cada uno de los que estaban allí para llevarlo a cabo. Entre todos podrían perfeccionarlo.
Una vez que todo el mundo hubo entrado en la sala, Leia pidió silencio.
-Tras hablar con mi hermano hemos llegado a la misma conclusión, hasta ahora hemos plantado cara a la Primera Orden, con bastante éxito debo decir, pero hemos de reconocer que la mayoría sólo han sido escaramuzas, debemos aspirar a algo mayor y para ello necesitamos ayuda. Aquí somos valientes, sí, pero pocos.
-Y ¿dónde sugiere que busquemos? Sabe que más de una vez hemos intentado reclutar para nuestra causa pero todo el mundo prefiere esconderse y seguir sin involucrarse como hasta ahora. Así no contaremos con un ejército nunca. – Poe habló, diciendo en voz alta lo que la mayoría de los presentes pensaba.
Leia lo miró unos instantes, sabía perfectamente lo que todos pensaban, igual que sabía que sería ese chico quien lo expresaría en voz alta. Una suave sonrisa se perfiló en sus labios.
-Lo se, se que hemos buscado arduamente pero nadie ha dicho nada de un ejército. – tras esto Leia se volvió hacia su hermano.- Por favor Luke, continúa tú, es tu plan al fin y al cabo.
-Gracias Leia,- le dijo a su hermana y, seguidamente, se dirigió al resto.- pero este no es sólo mi plan, es el de todos, pues cada uno de los presentes de esta base es importante para luchar contra la Primera Orden. Hay alguien que tal vez acepte ayudarnos, alguien que se encuentra a camino entre la luz y la oscuridad, alguien que cree fervientemente en el equilibrio entre ambos y que no caerá en las garras de la Primera Orden ni de su líder Snoke.
-Pero, si cree en el equilibrio, ¿no se negará a luchar con nosotros? Al fin y al cabo, somos la luz que lucha contra la oscuridad de la Primera Orden.- dijo Rey.
-No lo veo del mismo modo Rey. – dijo Leia en esta ocasión. – Nosotros, aunque luchamos por la libertad, no podemos evitar caer en el lado oscuro a veces, dentro de nosotros habita tanto la luz como la oscuridad, sentimos ira, furia, miedo tristeza… La diferencia entre ellos y nosotros, es que nosotros no nos dejamos dominar por esos sentimientos. Siempre nos atrae más la luz que la oscuridad.
Tal explicación dejó a todos los asistentes satisfechos, no sólo a Rey, pues sabían que su general tenía razón, no eran seres puros de luz ni mucho menos, no eran perfectos.
-Bien, y ¿dónde hay que mandar la señal de ayuda? – preguntó uno de los encargados de vigilar las comunicaciones.
-No enviaremos ninguna señal. - Luke dijo esto muy tranquilo, algo que a los presentes desconcertó, si no mandaban una señal, ¿cómo sabría quien quiera que fuese que la resistencia necesitaba ayuda? - Se perfectamente lo que todos pensáis, que sin señal no hay respuesta de ayuda. En este caso la habrá, porque debemos ir a buscarla y traerla hasta aquí. Por ello pido la ayuda de Rey y Chewbacca para que me lleven a bordo del Halcón Milenario.
-¡Sin problemas! Iremos donde haga falta.- dijo Rey.
-¡Awwwggg!
-Gracias, se que puedo contar con vosotros.
-Aún no nos ha explicado quién es esa persona. – habló Finn.
-Cierto, pido disculpas. Se trata de una antigua conocida, Ílliar, una jedi gris que conocí hace años. He buscado su presencia desde que partimos en el Halcón Milenario y se encuentra en un planeta remoto en los territorios del Borde Exterior. Cuando estemos cerca sabré en qué planeta exacto se encuentra.
Tras esto, la reunión se dio por finalizada y Luke procedió a hablar con Rey y Chewbacca sobre cuándo saldrían y hacia dónde.
A los pocos días ya se encontraban listos para partir hacia su destino, los territorios del Borde Exterior.
Cuando llegaron,a dichos territorios, Luke se concentró y buscó la presencia de Ílliar, la sintió fuerte en un planeta concreto, Raydonia, un planeta independiente lleno de bosques en el que por las noches se podían contemplar dos hermosas lunas. Muy propio de Ílliar, siempre había sentido debilidad por los paisajes verdes.
Aterrizaron la nave en un puerto a las afueras de una población de humanos, el planeta no tenía especie autóctona, e iniciaron la búsqueda de Ílliar, Luke sabía que se encontraba en ese planeta, mas no dónde, no conseguía sentir su presencia de forma clara, había otra que interfería con ella, era extraño. Aquella noche seguían sin tener noticias, buscaron un lugar donde pasar la noche para reanudar la búsqueda a la mañana siguiente.
Pasaron días y seguían sin dar con aquella jedi, empezaban a pensar que se había esfumado, aunque era imposible, Luke la sentía, tenía que estar cerca pero siempre se les escapaba de entre los dedos.
Un día, tras haber pasado varias horas en el mercado preguntando por Ílliar, iban camino de una cantina para comer algo cuando, en un callejón solitario, una voz les habló cortante desde la espalda:
-¿Quiénes sois vosotros?
Se volvieron rápidamente para ver a una chica de baja estatura, piel clara, pelo negro como la noche, tan largo que parecía interminable y ojos verdes como el bosque que los rodeaba. Luke, en ese momento, comprendió quién era la presencia que había interferido en su búsqueda de Ílliar.
-Eres tú. Tú eres la otra presencia que sentía junto a la de Ílliar. Me llamo Luke y ellos son Rey y Chewbacca. Estamos buscando a la jedi gris Ílliar, necesitamos de su ayuda.
-¿Cómo sabes su nombre? Ella hace mucho que no lo utiliza.
-Ya veo. Por eso nadie sabía quién era. Yo la conocí mucho tiempo atrás, cuando luchábamos juntos.
-Entonces tú eres Luke Skywalker. Ella me ha hablado de ti.
-¿Nos llevarás hasta ella?
-Lo haré. Pero no creo que quiera ayudaros.
-Aún así lo intentaré. Hablaré con ella.
Tras esto, la chica asintió y se dio la vuelta, no les quedó más remedio que seguirla.
