#UnaSemanaParaDesenamorarse

Connor me sujeta del pelo en una cola, con el puño enredado, su otra mano me aprieta la teta derecha mientras empuja tan adentro de mi...brusco. Ojalá pudiera agarrarme a algo pero no me deja. Siento el dulce estremecimiento de un creciente orgasmo.

-hazlo.

Tiemblo, me estremezco, una sacudida que me deja aturdida de placer.

-buena chica –me susurra.

-que te den –sonrío.

Me suelta y deja caer mi cuerpo a la cama. No tarda ni medio segundo a estar encima de mí, dentro de mí, le suplico que no tan fuerte pero hace caso omiso y otro orgasmo me barre por completo. Me da la vuelta, me roba el poco aire que me queda en los pulmones pero no me importa. Le quiero.

-te quiero –digo con un hilo de voz.

Él sonríe y me da vergüenza expresarle algo tan bonito eh intimo ¿Qué mierda me pasa? Ni que fuera una mojigata joder.

-eres un monstruo en la cama ¿Qué paso con la delicadeza y la gentileza, eh? -digo para quitarle hierro al asunto.

En cuanto lo digo mi mano busca su enorme pollon y lo guía hacia mi agujero. Suelto un enorme jadeo cuando le tengo otra vez dentro. Jodeeeerrr...

-tú eres una glotona, Donna Smith –empuja.

Me muerdo los labios pero al final me rindo y expreso en voz alta lo que me hace sentir sus enérgicas sacudidas. Lo envuelvo con mis piernas cuando se corre, él tiembla levemente, es tan hermoso que me dan ganas hasta de llorar. Me abraza, me cobija y me quedo dormida envuelta en una nube de felicidad ¿en serio pero qué coño me pasa? A la mierda qué más da.

Me despierto terriblemente culpable y alarmada !joder tengo que estar en casa a las ocho o si no mama se enfadara! ¿Qué hora es? Seguro que tardísimo.

-¿Qué haces? Vuelve a la cama Donna –me reprende Connor.

-esto es tu culpa –le digo enseñando que son las nueve pasadas.

-dile que te quedaste hasta tarde estudiando, que se te paso el día -dice levantándose y mostrando que va en pelotas. Fascinante, simplemente fascinante -. vuelve a decirme eso de que me quieres –me quita el móvil y me sujeta para estar más cerca de él.

-no quiero –me niego, que vergüenza!

-pues tendré que sacártelo a base de polvos.

-ay no, espera!

Me empuja hacia el alfeizar de la ventana de su estudio, me dobla y pego un respingo cuando la punta de su pene presiona mi ano.

-no, no, no espera dicen que duele!

-¿confías en mí?

-sabes que si idiota –digo ruborizándome.

Aprieto los puños cuando presiona mi...ay, está, está...me pide amablemente que me relaje. Me besa los hombros, me acaricia el clítoris, me distrae, me excita, me mojo con sus dedos metidos en mí. Ya estoy mojada, chorreo por él, jesus! Connor Kenway es un dios del sexo! Estoy perdida. Siento que se abre camino, poco a poco y yo lo acepto. Es una sensación rara, pero no desagradable.

-oh –jadeo -. oh.

-ahí lo tienes –sonríe con malicia.

-te quiero –digo embriagada por el deseo.

-Donna...

Ya hace tres meses que salimos. Connor es un chico estupendo, un novio cojonudo! Si bueno exceptuando las veces en que queremos arrancarnos la cabeza mutuamente, nuestros rifirrafes de parejita y todas esas chorradas sin importancia. A veces me da por ser un poco negativa conmigo misma ¿Por qué este chico está con alguien como yo? Cuando pienso en que por mi culpa ahora vive en un estudio pequeño porque sus padres lo echaron de casa después de saber que definitivamente sale conmigo me siento fatal. Y además trabaja los lunes, miércoles y viernes por la tarde en una heladería para ir tirando. Él dice que no importa, que utilizara eso en su currículum y que ganara puntos. Es un chico impresionante y no me cabe la menor duda de que será un hombre extraordinario de gran éxito. Y eso me asusta, que sea tan...un día no podré seguirle el rastro, no podré estar a su nivel. Olvido lo que pienso cuando me coloca un auricular en la oreja, me sonríe y me acerca a él. Estamos en el metro, es lunes y ambos vamos abrigados para ir al instituto. Me ruborizo como una idiota. Escuchamos la pieza para elisa de Beethoven (für elisa). No es que me entusiasme mucho la música que él escucha pero lo intento. Somos tan diferentes. Me empieza a hablar del compositor sobre que en cierta ocasión abofeteo a una prostituta, la verdad es que tiene toda mí atención, pero justo en ese momento nos interrumpe una chica.

-hola Connor –saluda enérgica con dos manzanas por mejillas.

-Tam -él le corresponde con una sonrisa.

Me erizo como una gata y si pudiera bufar la bufaria a ella para marcar territorio. Tamara o tam o tami, como sea, es la prima de Brad el mejor amigo de mi novio y el chico que sale con mi mejor amiga Gea digase de paso. Es una exótica australiana alta de pelo rubio ojos verdes y pecas, ah y la detesto. Lleva un uniforme impecable, faldita y saco todo oculto debajo de un abrigo. Por suerte va a un instituto pijo y no al nuestro. No es que la deteste a ella en particular, detesto a cualquier mujerzuela a la que se le ocurra la brillante idea de ponerle un dedo a mi príncipe.

Flashback

-eh! Cuidado por donde tocas bonita –fulmino a la dependienta que mide el cuerpo de Connor.

-Donna...-me pide él.

-¿Qué? -digo de mala gana.

Estamos en una tienda para caballeros muy cara y de marca, en un probador grande eh individual buscando un traje porque Connor ira a una boda de una tía o prima vete a saber. Me pidió que lo acompañara a elegir uno y eso me gusta porque eso significa que le importa mi opinión, soy importante y me valora. La chica, que se llama eva creo, se va y vuelve con las tallas para Connor.

-¿te vas, o acaso piensas quedarte y mirar a mi chico en pelotas? -la fulmino con la mirada, otra vez.

-Donna!

Me cruzo de brazos. Él le pide que nos deje amablemente y eso me cabrea.

-¿es que te gusta? -ahora lo fulmino a él.

-déjate de estupideces –dice de mala gana mientras empieza a descambiarse.

Oh, interesante...se queda en calzoncillos, ay podría ser perfectamente portada de kalvin claen ¿lo eh dicho bien? Todo tableta de chocolate, piel tostada, pelo castaño sedoso y...joder ya estoy babeando! Se coloca una camisa blanca y deseo que nunca se la abotone pero lo hace.

-estás muy guapo...-digo cuando va trajeado entero.

-te brillan los ojos cuando lo dices –me sonríe y yo estúpida me ruborizo -. ¿me ayudas? -me ofrece la pajarita azul.

-claro –digo contenta -. ¿sabes? De pequeña mi padre me enseñó a ponérsela, era divertido.

-quizás deberías intentar reconciliarte con tu padre –me dice dulce como si fuera un cachorro -. creo que eso te haría muy feliz.

-bobadas, me odia y no hay vuelta atrás.

-niña tonta –se queja.

-¿sabes? Aquí no hay nadie...Connor -digo repentinamente maliciosa.

-oh no, no me pongas esa cara –dice irritado.

-¿Qué cara? -me hago la inocente.

-esa que dice que te eche un polvo rápido y sucio, esa cara –me censura.

-ah, esa cara...

Me pongo de puntillas para darle un pico y cuando quiero retirarme él me sujeta de los brazos y me mete la lengua.

-mierda, vale –dice molesto ¿Por qué finge que le molesta? Eso me pone aún más cachonda -. que suerte que te hayas puesto falda –dice con aprobación.

Se me escapa una risita tonta cuando me la da vuelva, me apoyo en el espejo, él rasga la tela de mi panti negra y mete los dedos. Me mira con aprobación cuando comprueba con sus dedos que ya estoy chorreando. Miro por encima de mis hombros como se baja la cremallera y se saca su pollon. Aparta las bragas, mete la punta, me coge de las caderas...

-no hagas ruido.

Me cubro la boca pero...

-Aah!

-Chiss...Donna.

Cuando salimos de la tienda con la compra de su traje tiene las mejillas tan coloradas que me entran ganas de reírme de él.

-¿Por qué dejo que me arrastres a tus locuras? -me dice y por un momento creo que se ha enfadado conmigo de verdad -. venga, vámonos -me coge de la mano -. antes de que te entren ganas de entrar en otra tienda y dios sabe que nos llevaran presos por escándalo público –veo que le tiembla el labio.

-pero si te quieres partir de risa!

Al final de ese día nos divertimos.

-Brad me dijo que te gusta ara malikian –busca en su mochila y saca un disco -. estuve de vacaciones por Barcelona y justo dio un concierto y le conocí! Y eh pensado que... -se sonroja.

-vaya que suerte! -dice él entusiasmado. Que mierda.

-¿verdad que sí? Esto es para ti, es su autógrafo.

-gracias, tam, de verdad es un detalle muy amable por tu parte y me da mucha pena no tener nada para ti, en verdad yo...

-¿acaso tu madre no te enseño que no se puede comprar a un hombre con..? -empiezo a decir yo.

-donna!

-¿Qué? Es patética -digo gruñona, celosa, joder -. estoy segura de que podría ahorrárselo para su novio, por qué sabes que este es el mío ¿verdad?

-yo no, no pienso en Connor de ese modo, yo quise...

-blabla, las mosquitas muertas me ponen enferma, lárgate si no quieres que ese sedoso pelo tuyo sea arrancado de cuajo.

Se pone pálida y se va entre tropiezos mientras la gente nos mira y se apartan de nosotros.

-estás avergonzandome –me quita el auricular y me da la espalda -. madura.

Me hace sentir mal porque es verdad, pero de todos modos me enfado. Cuando llegamos a nuestra parada le empujo y salgo primera. Que le den. Que le den, que le den, que le den. Cuando le veo entrar por la puerta de nuestra clase aparto la cara cuando mira en mi dirección, después soy yo quien lo mira y él no. Hoy le toca exponer, mierda. De pie ahí hablando me quedo embobada, oh ¿Cómo lo arreglo? Porque me entran ganas de besarlo. Siempre lo estropeo todo, debería renunciar a este chico, se está volviendo mi debilidad, pienso todo el tiempo en él. En casa debajo de mi almohada tengo una foto suya y eso es muy patético. Incluso hasta le hice una cabeza de calavera de madera con nuestras iniciales atrás en clase de carpintería y él lo tiene en su estantería con sus demás trofeos. Doy asco, a veces siento que me comporto de una forma que no debería, que no soy y es por él. Me entran ganas de estrangularlo por ser tan perfecto, don perfecto, don perfectísimo, don perfectídidisimoooo. No nos hablamos en toda la clase, en la hora del almuerzo me reúno con Gea y Brad en nuestro sitio de siempre pero él no aparece.

-¿Dónde está? -digo nerviosa mirando en todas partes -. idiota –digo bajito para mí.

-han peleado ¿a qué sí? -me dice gea.

-no, que va, nada serio.

-ustedes siempre dicen eso, pero luego arman un alboroto de campeonato –me dice.

-ya va a terminar la hora de comer –digo.

-entonces nos vemos –dice brad -. tranquila hablare con él -me guiña un ojo.

-gracias.

-nos toca música -me dice gea.

-¿nos la saltamos? Por favor –le suplico.

-aha, la profe nos dio un ultimátun ¿recuerdas?

-ya, es verdad.

En nuestra incursión veo a Connor de espaldas a su taquilla, Dott está con él, sonriendo como una completa idiota! Es nueva, es una pueblerina, una chica de granja de no sé qué pueblo y siempre parece muy interesado en Connor. Y él siempre la deja! Siempre es amable con ella por alguna extraña razón. Ni siquiera es bonita, es ordinaria, si no fuera por su pelo pelirrojo natural, sus ojos grises y esas pecas nadie la miraría. Es una matona, una zorra psicopata! Le puso pegamento al sujetador de Judith, una lagartija en los pantalones de un profe, hizo galletas con relleno con pasta dental y los repartió y más cosas que deberían averse me ocurrido a mí! Es una gamberra de cuidado.

-Gea agárrame por qué a está me la cargo!

-Donna! Para ¿es que quieres empeorar las cosas entre Connor y tú?

-no, pero...

-pero nada, vamos a clases.

-vale -gruño.

Cuando terminan las clases, Conner me espera en la salida, me alegro interior mente y me dice que me acompañara hasta casa. Siempre lo hace. No nos hablamos y me gustaría, pero ninguno es tan valiente supongo que somos orgullosos, algo que sorprendentemente tenemos en común. Ya en mi puerta de mi casa le digo adiós cuando estoy a punto de meter la llave, entonces me coge y me besa estampandome contra está.

-nos vemos mañana, Donna.

-vale –digo con la respiración agitada.

Me va a estallar la cabeza, pero me alegro de que él me haya perdonado. Soy tan estúpidamente feliz.

Olasss ahí te voy 2018! Saludos! Dejemne un comentario ¿os gusta? Me gusto tanto escribir #unasemanaparaenamorarse que me entraron ganas de una segunda parte xD.