SAINT SEIYA NO ME PERTENECE, PERTENECE A KURAMADA - SAMA, YO SOLO ME DEDICO A CAUSARLES PROBLEMAS PSICOLÓGICOS A LOS PERSONAJES PARA SU ENTRETENIMIENTO... y por Amor al Arte...
Desde que tengo memoria, a mi corta edad, siempre supe que era diferente a todo el mundo, empezando por mis queridos padres hasta las personas que transitan libres por el parque.
Desde que tengo uso de razón, siempre me mantuve distante de cualquier vínculo humano normal.
Desde que tengo fragmentos de una memoria más infantil- digamos de largo plazo - ningún niño de mi edad quiso jugar o pasar tiempo a mi lado y los únicos que lo hacían, eran especiales como yo.
Durante la época en que los pequeños tienden a ser más imaginativos, yo tenía amigos imaginarios de manera desmesurada y dirán: "es normal que los pequeñines tengan una buena imaginación"; sin embargo no creo que fuera normal que mis dibujos de "amigos imaginarios" siempre fueran escabrosos o con amputaciones o cosas similares, eso naturalmente alarmo a mis padres hasta el grado de llevarme con infinidad de psicólogos infantiles.
Durante mis primeros años de escuela, era fría, carente de alegría; siempre me aleje de todos, en mi tiempo libre jugaba sola y de igual manera hablaba, eso no fue nada bueno para mí.
Eso es lo que recuerdo, desde que empecé con esta - digamos - maldición, mis padres se indignaban al ver que su hija mayor era totalmente diferente a su pequeño hermano o primos, pero yo al contrario de ellos, me sentía especial.
Fueron transcurriendo los años hasta que logre cumplir los siete, para ese entonces las cosas comenzaban a ponerse más interesantes.
Una tarde, mientras jugaba en el diminuto patio de mi casa, un hombre vestido con traje sastre se paró frente al cercado de la casa y me sonrió. Por alguna extraña razón no me causo miedo, sino que por el contrario, para mi ese hombre tenía las respuestas a mis dudas y curiosidades; mi madre, una mujer de nacionalidad azteca, piel morena y cabello azabache, salió corriendo a nuestro encuentro.
Asustada por el extraño que pide hablar con ellos, mi madre mando a llamar a mi padre, quien como todo hombre de familia se enfrentó a aquel extraño de ojos rojizos y cabellera alvina. Su asentó evidentemente era europeo, por lo que deduzco que era extranjero. Nunca supe de que hablaron exactamente en aquella tarde de otoño, pero lo único que supe es que mi madre entro llorando y mi padre guardo el semblante de preocupación al dejar entrar a aquel hombre de nombre Ángelo.
Al ingresar a mi casa, se sentó en la modesta sala que compartía como dormitorio con mi hermano menor, en esa casa simplemente teníamos dos habitaciones, la cocina y un baño; el señor Ángelo simplemente miraba a mi hermanito, luego paso su vista por la casa, mirando a mis padres en el trayecto y me puntualizo, mientras yo miraba como mi madre comenzaba a sacar toda mi ropa del buro y meterla a las valijas. Papa observa desde la cocina y le pregunta al extraño si esa era la única respuesta a todo lo que llego a pasar en ese tiempo, a lo que el hombre simplemente asentó con la cabeza.
- ¿Cómo te llamas niña? - pregunto al verme desconsolada
Yo, con voz tímida e ignorante de lo que llegara a suceder en ese momento, le di mi nombre, mi edad y mi color favorito. Fue cuando me hizo una pregunta más...
- ¿Te sientes especial por algo? - me tendió la mano para acercarme a el, yo mire a mama y ella con un gesto me dio la autorización de hacerlo; me coloque frente a ese hombre de extrañas orbes, tome todo el aire que mis pequeños pulmones me permitieron y lo solté lentamente al igual que las palabras que confirmaban toda duda por parte del extranjero: - Puedo ver personas no reales - a lo que extraño simplemente asintió para luego soltar mi mano y dejar que fuera al lado de mi madre, quien no dejaba de llorar a cantaros, luego me miro y me abrazo con la fuerza que solo una madre conoce.
En ese momento no entendí por qué lo hizo, más sin embargo, lo que recuerdo de esa tarde fueron las últimas palabras de despedida de mi padre.
Eran las cuatro de la tarde y comenzaba a obscurecer, el extraño se levantó de su asiento y camino hasta la puerta, donde mi mama le entrego la maleta con mis pertenencias, luego asintió y después mi papa me soltó, dándome un fuerte y largo beso de despedida en la frente, jamás entendí por qué me dejaron ir en ese momento.
- Solo cuídala bien y que no pase nada malo, es uno de mis únicos tesoros...
Recuerdo escuchar a mama derrumbarse tras esa puerta y el cómo mi hermanito preguntaba por mí, recuerdo como papa cerró la puerta y no miro mas, recuerdo igualmente, como ese señor tomo mi mano y comenzamos a caminar hasta que nos encontramos con otro, un hombre que fácilmente podría confundirse con una hermosa mujer y el cual tenía un nombre muy distintivo.
Le dijo unas palabras en una lengua que difícilmente logre entender, pero luego giro a donde yo estaba y me dedico la sonrisa más tierna que he visto.
- Hola pequeña, llámame Afrodita, yo seré quien te cuide de las insolencias de este tipo - dijo mientras el otro simplemente ponía cara de pocos amigos - ignora a Ángelo, siempre es así, por cierto ¿cómo te llamas hermosa? - y se puso a mi altura para tomar mis manos con las suyas.
Al contestarle, sentí una serenidad que emanaba de él, caminamos unas cuadras y un auto de color opaco nos esperaba, arriba de este, había un niño de mi edad, pero jamás lo había visto en mi vida. Por reflejo me escondí detrás del extraño que llego a mi casa y este me dijo simplemente que subiera al auto.
- ¿A dónde vamos? - dije frágilmente y con la inocencia de un niño de mi edad, al escuchar que empezaría con algo importante en mi vida, logre entender que jamás vería a mi familia de nuevo.
- A tu nueva casa - dijo aquel hombre de misteriosa mirada...
Antes que nada agradezco a aquellos que llegaron hasta este punto.
en esta vez me enfrasque con un pequeño proyecto personal, desde hace algún tiempo el trió favorito de casi todas las féminas (y ustedes saben quienes son) ha causado gran intriga en mi, es por eso que me dedicare a describir cada día de estos tres, pero no de la manera habitual, es por eso que los traigo como futuros maestros...
espero que sea de su agrado, y quiero decirles que en el siguiente mes no podre actualizar tan seguido (si de por si actualizo cada venida de Atena) por cuestiones de trabajo.
espero sus comentarios y sugerencias, estoy abierta a cualquier tematica que quieran leer en este nuevo proyecto...
un saludo y muchas buenas vibras!
